RETRATO DE HOMBRE de Rafael Sanzio
El retrato de hombre de Rafael que también figura en las colecciones Borghese habia sufrido, como
la joven del unicornio, importantes repintes que falseaban su aspecto. Sobre el indumento oscuro del
personaje habia dispuesto un anónimo restaurador una capa de piel, ampliando además las dimensiones
de su sombrero, circunstancia de la que quedan huellas aparentes en la superficie de esta pintura sobre
tabla.
El rostro, en posición totalmente frontal, es de contornos cuadrados y sólida arquitectura; los
volúmenes de sus rasgos son valorados por transiciones de clarooscuro realizadas con magistral técnica.
En el estilo del cuadro cabe reconocer el influjo del retrato flamenco, mientras que su técnica de ejecución lo
sitúa en la primera época del artista, bajo el ascendiente de su maestro Perugino. Considera la critica que
su realización tuvo lugar hacia 1502. Tres hipotésis, todas ellas válidas, se han formulado respecto a la
identidad del modelo. Bien pudiera tratarse del propio Pietro Perugino, o de su colega Pinturicchio, ello
sin descartar una tercera suposición que pretende sea retrato de Serafino Aquilano, poeta y pintor de la
corte de Alejandro VI, y a quien Rafael había representado en otra ocasión.
Rafael sembró el germen del estilo manierista, que en su versión romana tiene a uno de su más
caracterizados representantes en Giulio Pippi, más conocido por Giulio Romano. A su mano se debe la
terminación de diversas obras de Rafael que habian quedado inconclusas a su muerte.
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