Escudo de la ciudad de Valencia

El escudo de la ciudad de Valencia está formado por en escudo en cairó (forma romboidal) con cuatro palos de gules (color rojo) sobre campo de oro (fondo amarillo). Sobre el escudo una corona real y sobre esta un murciélago con las alas extendidas ("lo rat penat" [la rata penada = murciélago]). A ambos lados sendas letras "L" mayúsculas también coronadas. Rodeando el escudo por la parte inferior dos ramas de laurel.

Hasta el siglo XIV el escudo de la ciudad no era el que ahora conocemos, el mismo se componía de una ciudad amurallada sobre olas, tal y como lo podemos comprobar en el sello que cerraba un pergamino del año 1312 que se conserva en la Catedral de Valencia.

Fue con la autorización del rey de la corona de Aragón Pedro IV el ceremonioso, cuando en 1377 los jurados de la ciudad de Valencia, adopten como divisa propia de la ciudad, las armas del rey: un escudo en cairó con cuatro palos de gules sobre campo de oro (senyal reial de bastons o barres grogues e vermelles), abandonando el antiguo escudo de la ciudad sobre las aguas (senya de edificis e forma de una ciutat).

Sería por tanto Pedro IV quien concediese a la ciudad el uso de los colores y la corona real sobre el escudo, por el apoyo del pueblo valenciano durante la guerra llamada de los dos Pedros, entre Castilla y Aragón (1356-1365). Pedro IV también reconocería la lealtad de la ciudad en la citada guerra con el uso de las dos letras "L" coronadas, que simbolizan las dos veces que Valencia fue leal en los dos duros asedios que la ciudad sufrió en la guerra de los dos Pedros. Las letras "L" van coronadas como reconocimiento de la decisión real.

Después de la guerra de la Independencia de 1808, el rey Fernando VII concedió el uso de las dos ramas de laurel en el escudo, simbolizando la defensa de la ciudad ante el general francés Moncey que la tuvo cercada.

En cuanto a la presencia del murciélago en el escudo es una cuestión controvertida, algunos autores consideran que la presencia del murciélago es propia de la heráldica de Valencia, mientras que otros autores consideran que en su origen el murciélago era en realidad el dragón que aun podemos ver en muchas representaciones; en el casco del rey Jaime I el Conquistador e incluso en el escudo de la Generalitat Valenciana, y que por error visual o corrupción se quiso ver un murciélago cuando en realidad sería el dragón propio de la Corona de Aragón. Sea como fuera el murciélago ha pasado a formar parte del escudo de Valencia.

El murciélago está asociado a la leyenda según la cual, un animal de estos acampó cerca de la tienda del rey Jaime I el Conquistador. En un ataque sorpresa de los musulmanes sobre el campamento cristiano, solo el murciélago con su aleteo logró prevenir a las huestes cristianas del inminente ataque y prevenir la defensa. En reconocimiento de este hecho el murciélago empezaría a ser considerado animal totémico de la ciudad de Valencia.

El primer escudo que dispuso la ciudad de Valencia lo podemos encontrar en una serie de monedas acuñadas en la ceca de Valencia en tiempos de la antigua Roma. Este se componía de un cuerno de la abundancia o cornucopia (también llamado cuerno de Amaltea) entre un haz de rayos. En las monedas encontradas se puede leer "Valentia" entre una corona de espigas.

Valencia ostenta los títulos de: muy noble, muy ilustre, egregia, magnífica, insigne, ínclita, magnánima, fiel, coronada y dos veces leal.