Declarada en 1955 Monumento Histórico Artístico Nacional.
La iglesia parroquial de San Esteban es una de las más antiguas de Valencia, siendo una
de las diez consagradas por el primer obispo de la Valencia reconquistada don Pedro de Albalat. Está construida
sobre una de las antiguas mezquitas de la ciudad musulmana.
El erudito valenciano Gaspar Escolano que además fue rector de la Iglesia de San Esteban en 1597 pretende que la iglesia fue en origen
un templo romano dedicado a Hércules, que posteriormente sería cristianizado y más tarde mezquita. Aún más, afirma que durante la dominación
temporal de la ciudad de Valencia por parte del Cid, la mezquita sería cristianizada y puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de las Virtudes. Según
estas crónicas las hijas del Cid casarían en este templo con los infantes de Carrión. Sin embargo mucho nos tememos que todo esto forma parte de la
leyenda, ya que no hay constancia de ningún tipo, de estos hechos.
El templo gótico primitivo ya estaba construido en 1276 como edificio de nueva planta, pues consta en documentación histórica del Archivo de la
Catedral de Valencia que para esta fecha
ya no existía ningún templo cristiano con fisonomía de mezquita a excepción de la iglesia de Santo Tomás. Se trataría de un templo de una
sola nave con cubierta de madera y arcos de diafragma. A los solos efectos de establecer una cronología comparada, conviene resaltar que San Vicente
Ferrer fue bautizado en esta parroquia el 23 de enero de 1350, por lo que en el momento de producirse tal acontecimiento, la iglesia obedecía a
esta primitiva fábrica gótica más antigua.
El 26 de enero de 1472 se coloca la primera piedra de lo que será el templo en su actual fisonomía aunque con numerosas reformas posteriores.
En esta fecha se amplia la cabecera y a partir de ese momento y hasta mitad del siglo XVI, el resto de la iglesia va siendo paulatinamente
reformada. Así en 1504 Joan Corbera modifica nuevamente el presbiterio y entre 1514 y 1515 se construye de nueva
planta la nave de la iglesia. Las obras de la nave corrieron a cargo de Fernando de León.
Ante el deterioro de la iglesia, el templo tuvo que ser profundamente alterado durante el siglo XVII. En 1608 se vuelve a
reconstruir el presbiterio de nueva planta, adopta forma poligonal de cinco lados. También se renueva el primer tramo de la nave
y sus capillas laterales correspondientes.
Entre 1613 y 1618 se reconstruye el resto del templo de la mano de Jerónimo Negret y Guillem Roca, según proyecto de
Francesc Anton. De este siglo XVII es la configuración actual de la iglesia tal y como hoy la vemos.
El actual templo tiene planta de una sola nave de seis tramos, capillas entre los contrafuertes, arcos fajones de medio punto,
presbiterio poligonal, y cubierta con
bóveda de crucería con plementos de ladrillo. Tiene tres capillas a sus pies, torre campanario y Capilla de la comunión
adosada a su exterior en 1696, según consta en una
cartela de la puerta de entrada por la plaza.
Su aspecto exterior es muy sobrio, destacando los contrafuertes rematados por gárgolas que sobresalen por
encima de la pared lisa.
Entre 1679 y 1682 Juan Bautista Pérez Castiel renueva su
interior al gusto barroco de la época.
Destaca su recargada decoración de yeserías y estucos, formas blancas representando florones, tarjas, putti,
angelotes y
esgrafiados de ondulantes hojas y motivos vegetales sobre fondos grises en los elementos estructurales
(pilastras, nervios y arcos), rojos en la cornisa y azules en la bóveda y en la embocadura de las capillas.
Los esgrafiados son obra de José Gomar
y un tallista de apellido Diez (tal vez Gaspar Diez), mientras que las yeserías son obra de Vicente Rovira, Tomás Artigues, José
Astinguer, Sebastian Martínez y el tallista Bauset. Toda esta decoración es de un barroquismo apabullante, próximo al rococó.
La portada principal de estilo renacentista fue realizada en el siglo XVII y es muy sencilla. Está situada en el lateral recayente
a la plaza de San Esteban. Está formada por un arco
de medio punto, que apoya en dos pilares que sostienen un sencillo entablamento. En la parte superior un relieve de
San Esteban de época reciente en el interior de un edículo, ya que la anterior imagen que se perdió albergaba una talla de la Virgen con el Niño.
Remata este conjunto un frontón triangular al que sostiene dos pilastras de orden jónico con fuste estriado.
También pertenece al barroco la Capilla de la Comunión, terminada en 1696, Monumento
Histórico-Artístico Nacional. Se trata de una capilla de nave única de tres tramos, el central cubierto con
cúpula y linterna sobre pechinas y profusamente decorada en estilo barroco de una manera inimaginable. El
retablo mayor barroco y dorado se compone
de dos cuerpos superpuestos, aloja en la hornacina central una talla de la Virgen María, mientras que en el segundo cuerpo de menor tamaño, encontramos
un lienzo de la Virgen.
En esta misma capilla de la Comunión encontramos en el muro de nuestra izquierda un
retablo o altar dedicado a Santa Bárbara. Acompaña a la santa una
escultura del Arca de la Alianza. Recordar que durante algún tiempo la Iglesia de San Esteban albergó las reliquias de Santa Bárbara mártir que se
encuentran en la actual
Iglesia de San Juan del Hospital y que fueron depositadas aquí con carácter provisional.
En 1682 la
Cofradía o Hermandad de Notarios construye las tres capillas ubicadas a los pies de la iglesia, la más importante
alberga la pila bautismal, y es la que se encuentra en el centro. Se cubre con cúpula y linterna y es conocida como
Capilla bautismal de San Vicente Ferrer. En el testero de la capilla un retablo barroco dorado en cuyo centro encontramos un nicho con
dos imágenes policromadas, una de
San Vicente Ferrer y la otra de
San Luis Bertrán ambas obra de
Carmelo Vicent. En lo alto del retablo un
lienzo de la Purísima. Bajo los santos una
inscripción dice: En esta pila bautismal / fueron bautizados los gloriosos / S.
Vicente Ferrer y S. Luis Beltrán / hijos de notarios / el B. Nicolás Factor. / Catorce venerables, entre estos el / V. Fray
Bonifacio Ferrer y / M. Juana Mª Condesa, fundadora de la congregación / R.R. Esclavas de María. Junto a esta inscripción otra que dice:
En esta pila bautismal fue bautizada el día 8 de octubre de 1825 María del Remedio Palos Casanova cofundadora de las HH. Cap. de la Madre
del Divino Pastor.
En los muros laterales de la capilla
dos lienzos atribuidos a Francisco Ribalta (Solsona 1565 - Valencia 1628)
con representaciones alusivas a hechos de la vida de los
padres de ambos santos dominicos. En uno de ellos vemos
representada una escena en la cual Juan Luis Bertrán, viudo de su primera
esposa, quiere ingresar en la Cartuja de Portacoeli, en el camino se le aparecen San Bruno y San Vicente Ferrer y le dicen que desista de su
acción, vuelva a Valencia y contraiga matrimonio nuevamente porque su hijo será santo (el futuro San Luis Bertrán). El
segundo lienzo muestra
el sueño que tuvo Guillem Ferrer, en el cual veía a un monje dominico que le anuncia que su hijo que aún está por nacer será santo (el futuro
San Vicente Ferrer). En este lienzo podemos ver en un ovalo un relato más pormenorizado del significado de la representación pictórica.
El patronazgo de esta capilla la ostenta
la Cofradía de Notarías, ya que ambos santos eran hijos de notarios.
En esta pila bautismal fueron bautizados
San Vicente Ferrer y San Luis Bertrán
y también el autor de esta página. Según dice la tradición todos los que hayan sido bautizados en esta pila no
mueren de accidente de forma violenta. San Vicente Ferrer es Patrón de los Notarios. Aquí habría que hacer hincapié, en que al decir en esta pila
nos referimos a la pila bautismal de la Iglesia de San Esteban y no a la pila física que hoy vemos que es de fecha muy posterior. El destino de la
pila bautismal del santo se desconoce pero es de suponer que desaparecería en algunas de las múltiples reformas que ha sufrido el templo.
La actual
pila bautismal adopta forma de copa, está realizada en mármol y en ella podemos ver algunos emblemas de San Vicente Ferrer,
la trompeta del Apocalipsis de cuya boca
salen llamas, alusivo al don de lenguas que se le atribuye al santo, podemos ver la mitra desechada que le ofreció en Avignón el papa Benedicto
XIII y una nube con las Sagradas Escrituras que el santo siempre llevaba consigo.
En lo más alto de los muros laterales de esta capilla podemos ver dos pequeños óvalos con pinturas al fresco, el
óvalo de la izquierda representa a
San Luis Obispo o tal vez al propio San Vicente Ferrer celebrando misa, mientras que en el
óvalo de la derecha encontramos al Padre
Anadón (dominico) entregando los estatutos a los doce notarios fundadores de la Cofradía.
A los pies de la iglesia recayente a la calle Venerables, se abren dos portadas gemelas fechadas en el siglo XVII, se tratan
de
puertas adinteladas con pilastras
de orden dórico. Sobre el entablamento
adornos de pirámides con el
emblema de la Orden de los Notarios. Estas puertas permiten el paso a las capillas de los pies del templo aunque están permanentemente
cerradas.
El campanario formado por cuatro cuerpos, es de finales del siglo XVIII y se sitúa a los pies de la iglesia. El cuerpo de campanas es
de ladrillo, dispone de un vano en cada uno de sus
cuatro lados formados por arcos de medio punto y pilastras dóricas. En 1775 con motivo de la canonización
de San Vicente Ferrer el cuerpo superior se recreció con un cupulín barroco.
El actual Retablo Mayor es obra neoclásica según diseño de Manuel Blasco Vergara (* 1764 † 1825) y ejecutado por
Cristóbal Sales Gutiérrez (* Valencia 1763 † Valencia 23-06-1833)
hacia 1802. El anterior retablo estaba formado principalmente por tablas del pintor Joan de Joanes y tuvo que ser
vendido para sacar fondos con los que reparar la iglesia.
El comprador fue el rey de España Carlos IV por mediación del arzobispo Juan Francisco Ximenez del Río (1796-1800), por
lo que actualmente las tablas que lo componían se encuentran en el Museo del Prado.
Las pinturas eran obras de
Joan de Joanes y representan escenas de la vida de San Esteban. Estas son: Ordenación de San Esteban de
Onofre Falcó Torrent
(activo entre 1536-1560), San Esteban
acusado de blasfemo, San Esteban en la sinagoga, San Esteban conducido al martirio, El entierro de San Esteban y La lapidación de San Esteban, estas
cinco últimas del pintor Joan de Joanes. Completaba el retablo, tres lienzos a modo de predela, con los títulos: Oración en el Huerto de Onofre
Falcó (izquierda), La Última Cena de Joan de Joanes (centro) y
La Coronación de espinas de Onofre Falcó (derecha). La Última cena
se encuentra en el Prado y los otros dos lienzos en la sacristía de esta parroquia. La atribución de los lienzos a Onofre Falcó es discutida
ya que algunos autores atribuyen estos lienzos a Vicente Requena el Viejo.
En la tabla central y que corresponde al
entierro de San Esteban, podemos ver en el ángulo inferior izquierdo el escudo de la familia
Aguiló que fue quien costeó el retablo hacia 1556. En este lienzo podemos ver el autorretrato del artista que mira al frente vestido de negro al modo
de su época.
Con el dinero obtenido
se modificó el presbiterio dándole forma semicircular, se quitó el revoque barroco y se cubrió con una bóveda de horno realizada en
ladrillo, la cual fue pintada al fresco por Vicente López en 1802 y representa la
Glorificación de San Esteban.
El Retablo Mayor se compone de seis grandes columnas corintias de fuste estriado que sostienen un entablamento de corte neoclásico,
mientras que el remate superior es obra de Pedro Arnal. El
nicho central acoge una imagen de San Esteban atribuida a la mano de
José Esteve Bonet. A los pies del santo, la figura de un ángel que sostiene un estandarte y un niño que lleva piedras en sus manos, símbolo de su
martirio. En el ático dos esculturas representando a
San Vicente Ferrer y
San Luis Bertrán.
Actualmente en este Altar Mayor podemos encontrar cuatro
grandes lienzos fechados hacia 1650 de
Jerónimo Jacinto de Espinosa que llevan por titulo:
Aparición en sueños de Gamaliel al sacerdote Luciano pidiéndole el traslado del cuerpo de San Esteban, Luciano relatando al obispo Juan de
Jerusalén la petición de Gamaliel, Hallazgo del cuerpo de San Esteban y
Traslado del cuerpo de San Esteban a Constantinopla
Estas pinturas formaban parte de las puertas que cerraban el retablo mayor pintado por Joan de Joanes y que fue vendido a Carlos IV. En este último
lienzo podemos ver el autorretrato del pintor situado en la parte derecha, vestido de negro, con las manos juntas y mirando al frente.
Debajo de los lienzos de Espinosa, dos óleos sobre lienzos realizadas en el siglo XVII por Pedro
Orrente titulados: "la visión del collar de Santa Teresa" (ca. 1638)
y "el martirio de San Lorenzo".
Comenzando por la nave del evangelio y desde la cabecera encontramos las siguientes capillas laterales:
• Capilla de
San José
• Capilla de
San Vicente Ferrer bajo la hornacina del santo encontramos una pequeña imagen de
San Antonio de Padua
• Capilla de
la Santísima Trinidad bajo la hornacina central apoyada en la mesa del altar un
icono de la "Mare de Deu"
• Puerta de entrada a la Plaza de San Esteban
• Capilla del Sagrado Corazón de Jesús El centro del retablo lo ocupa un lienzo de factura moderna de Cristo en su advocación del
Corazón de Jesús. Bajo el titular
de la capilla una imagen de
Nuestra Señora de Sales patrona de la ciudad de Sueca donde tiene parroquia propia. La imagen es obra realizada en 1942
por el escultor
Vicente Beltrán Grimal.
La Virgen de Sales (Mare de Déu de Sales) fue encontrada en 1361 mientras Andreu Sales Aranda, labrador de Sueca, araba su campo con una yunta de mulas.
La imagen sería entronizada como patrona de Sueca y adquiriría el sobrenombre de Sales por el personaje que la descubrió. Todo ello según nos apunta
Xavier Campillo Marqués, quien además nos manifiesta que fue el sacerdote de la parroquia de San Esteban, Joaquín Alfonso Bosch, oriundo de Sueca quien inició
el culto a la Virgen de Sales para que pudiera recibir veneración por parte de los suecanos residentes en Valencia. La fiesta principal de Nuestra Señora de
Sales es conocida como Santa Troballa de la Verge de Sales.
• Capilla del Cristo del Rescate
Es la última capilla lateral de la nave del evangelio situada a los pies de la iglesia, en ella encontramos el conocido como
Cristo del Rescate, cuya
historia va ligado al desaparecido
Convento de San José y Santa Tecla. En la bóveda de esta capilla se han encontrado
pinturas al fresco anteriores a la renovación
barroca de Pérez Castiel. Están fechadas en 1677 ya que en las mismas figura una cartela con la siguiente inscripción: PHILI PUS MEF 1677
(Felipe me hizo en 1677, donde MEF debe leerse como me fecit). Las pinturas representan símbolos eucarísticos (un pelicano alimentando
con su sangre a sus crías, un águila sobre llamas y ángeles músicos). Se considera que esta capilla pudo albergar el culto a la Sagrada
Eucaristía antes de la construcción de la Capilla de la Comunión, que como hemos comentado se hizo en 1696.
Continuando por la nave de la epístola pero esta vez por los pies y después de pasar por la pila bautismal de San Vicente Ferrer encontramos
las siguientes capillas:
• Capilla de
Santa Teresa de Jesús. En el muro de la derecha encontramos un lienzo de
autor anónimo representando el
traslado del Cristo del Rescate a su llegada a Valencia. Destaca entre otros muchos motivos por que al fondo podemos ver una imagen del desaparecido
palacio del Real de Valencia. Bajo la figura de la santa, imagen de
San Joaquín, realizada en madera policromada por Ignacio Vergara en el siglo XVIII.
•
Capilla de San Luis Bertrán lleva en sus manos el crucifijo que lo simboliza y una copa de la que sale una serpiente, alusión tal vez a uno
de los intentos de asesinato que tuvo cuando se encontraba en Nueva Granada.
• Capilla de la
Virgen de los Desamparados A destacar en esta capilla los
zócalos de azulejos que decoran sus paredes laterales.
• Puerta de entrada a la Capilla de la Comunión desde el interior de la iglesia. Destaca porque en el paso de acceso podemos encontrar
una talla de
Cristo en la Cruz.
• Puerta de entrada desde la plaza de la Comunión de San Esteban. Sobre ella encontramos el órgano de la iglesia.
• Capilla de
San Francisco de Paula fundador de la Orden de los monjes mínimos.
En el exterior de la fachada junto
a la portada de entrada podemos ver un panel cerámico, obra del artista
Jaume de Scals realizado en el siglo XX y que nos
recuerda que en esta iglesia fue bautizado entre otros personajes importantes el futuro San Vicente Ferrer. La leyenda en el panel dice:
"L'any 1350 fon batejat en aquesta essglesia parroquial de Sant Esteve i sota el padrinatje de la ciutat un infant
que havia d'esser Sant Vicent Ferrer patró de la mateixa Ciutat i del Regne de Valencia." En el panel está representada la escena del
bautismo, en la parte superior el escudo de la ciudad y en la inferior el escudo de San Vicente. Se puede traducir como: En el año 1350 fue
bautizado en esta iglesia parroquial de San Esteban, bajo el padrinazgo de la ciudad, un niño que habría de ser San Vicente Ferrer, patrón de la
misma ciudad y Reino de Valencia.
El panel cerámico fue inaugurado el 18 de abril de 1955, conmemorando el V centenario de la canonización de San Vicente Ferrer.
Bultos de San Esteban
Existe una tradición ligada a la Iglesia de San Esteban, hoy un tanto perdida, son los conocidos como Bultos de San Esteban (Bults de Sant Esteve). Básicamente
la tradición consiste en situar en el interior del templo todos los 23 de enero, una serie de figuras de madera y cartón piedra que representan a los
distintos personajes que estuvieron presentes en el momento del bautizo de San Vicente Ferrer, hecho que tuvo lugar un 23 de enero de 1350.
Esta tradición nació en 1597 a iniciativa del notario valenciano José Benito de Medina y refrendada por el Colegio de Notarios; con
ello se pretendía acercar al pueblo en general, el feliz acontecimiento del bautismo de un niño que estaba predestinado a ser santo. La tradición en origen
consistía en situar los bultos durante nueve días en el interior del templo y el último día que se hacía coincidir con el 23 de enero se bautizaba a un
niño en recuerdo del bautizo de San Vicente Ferrer. La tradición con mayor o menor fortuna ha llegado hasta nuestros días pero sin la presencia
de los bultos en la iglesia.
El número de figuras ha variado a lo largo del tiempo, en la actualidad son diecinueve y entre los más conocidos están representados: Guillem Ferrer
(padre de San Vicente), Na Ramoneta d'en Carroç i Vilaragut (madrina), Perot de Pertusa (retor que bautizó al niño), Guillem d'Espigol
(jurat de la ciutat), Ramón
d'Oblites (jurat en cap de la ciutat), Doménec Aragonés (jurat), Germana de Foix y Fernando de Aragón (virreyes del Reino),
además de otros personajes secundarios. Se da la circunstancia por ejemplo que los virreyes de Valencia, Germana de Foix y su esposo el duque
de Calabria no pudieron estar presentes en el bautizo al no ser contemporáneos del santo, pero con su presencia en forma de bultos se
quiere dar grandeza e importancia al bautizo del santo valenciano.
Las figuras están realizadas en madera y solo están talladas en cartón piedra la cabeza y las manos, el cuerpo esta vestido con trajes de época, no
necesariamente contemporáneas del momento del bautizo. La palabra bulto por las que son conocidas proviene del vocablo latino "vultus" que significa
"rostro o imagen" ya que prácticamente es la única parte del cuerpo que queda al descubierto junto con las manos. Las figuras realizadas en distintas
épocas y con múltiples restauraciones, se atribuyen al imaginero valenciano José Esteve Bonet quien en el siglo XVIII realizó algunos nuevos bultos y
restauró prácticamente en su totalidad el resto de ellos.
Las actuales figuras se custodian en el
Colegio de Notarios de Valencia, ya que desde el principio ha sido esta organización la impulsora de la idea y quien
ha corrido con los gastos de esta antigua tradición. Recordar nuevamente que San Vicente Ferrer es patrón de los notarios y que el padre del santo, fue
notario de la ciudad. La última restauración efectuada no hace mucho tiempo, fue realizada por los artistas Pedro Arrúe de Mora y Abelardo Sastre.
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