Palacios y casas nobles de Valencia
Palacio de la Real Maestranza de Caballería
Palau de la Maestrança de Cavalleria - Plaza de Nules nº 1

Frente al Palacio de los Catalá de Valeriola en la plaza de Nules se levanta este edificio del siglo XVIII construido en estilo barroco, pero reformado totalmente en 1850 en estilo neoclásico por Salvador Monmeneu Escrig (* Valencia 04-03-1813 † 26-10-1886) después de haber sido adquirido en 1804 a Francisca de Paula Valda y Maldonado, viuda del marqués de Benamejí por la Real Maestranza de Caballería de Valencia para uso como sede de la Maestranza.

Las Reales Maestranzas son unas corporaciones nobiliarias que nacieron en el siglo XVII con el fin de que la nobleza se preparase y ejercitase en el arte de la guerra con el objetivo de formar parte de los ejércitos reales. La Real Maestranza de Caballería de Valencia nació en 1690 siendo rey de España: Carlos II, su objetivo era formar caballeros valencianos en las artes ecuestres y militares para servir a la corona. Tiene como patrona a la Inmaculada Concepción. Su primer cuadrillero sería José Boil de Arenós y Fenollet, III marqués de Boil.

En España además de la de Valencia, solo hay cuatro maestranzas de caballería que son: la de Granada, la de Ronda, la de Sevilla y la de Zaragoza. En la actualidad la pertenencia a la Real Maestranza es un cargo honorifico y representativo; el rey de España ostenta el título de Hermano Mayor y como norma general para pertenecer a la misma es requisito imprescindible ser noble en las últimas cuatro generaciones. Por delegación del Hermano Mayor, la maestranza es gobernada por el Teniente de Hermano Mayor o Cuadrillero Mayor.

En 1697 fue aprobada oficialmente su constitución y en 1775 se le dieron las primeras ordenanzas por las que debía regirse la institución. En 1760 el rey Carlos III les concedió un fuero privativo, que declara el reglamento por el que ha de gozar la Maestranza de la ciudad. En 1767, le fue otorgado a su vez, el permiso para utilizar la intitulación "Real" en el nombre de la institución.

El edificio que nos ocupa tiene una planta rectangular, de cierta amplitud en su fachada principal pero algo escasa en profundidad. Su fachada principal se articula en dos cuerpos horizontales y tres verticales, que guardan una perfecta simetría entre sí. Los cuerpos horizontales quedan separados por una imposta que recorre toda la fachada. Los cuerpos verticales se destacan entre si ya que el central queda un poco más adelantado que los dos restantes.

En origen la casa palacio era bastante más grande que en la actualidad, ya que disponía de un picadero, cocheras y cuadras, donde los caballeros maestrantes podían ejercitarse en el orden ecuestre. Con la urbanización del entramado viario exterior en el siglo XIX, toda la zona fue remodelada y estas dependencias fueron suprimidas. Esta reforma también vería la necesidad de cambiar la puerta de entrada a su actual ubicación ya que en origen esta se encontraba en su lado opuesto.

En el centro de la fachada encontramos la portada, adintelada y en cuya parte superior figura el escudo en piedra de la Real Maestranza de Caballería de Valencia. La puerta se abre en el paño central adelantado en relación con los de los extremos y el mismo se encuentra decorado con revoco almohadillado. En los paños laterales se abren a cada lado dos balcones con antepechos de forja y las ventanas enrejadas del semisótano.

El escudo circular de la hermandad representa a dos caballeros con espadas en justa caballeresca, y a su alrededor el lema de la misma: EQUESTRIS LABOR NOBILITATI DECUS (los trabajos de equitación son deberes de los nobles) y la fecha de su constitución: 1697. Uno de los caballeros según los cánones de la heráldica es de color oro y representa la nobleza, el segundo es de color acero y representa el valor. El escudo está rematado por la corona real.

El edificio está construido en ladrillo con revoco pintado de color amarillo pajizo, disponiendo de escasa decoración que queda reducida al almohadillado del paño central y la decoración de los balcones del piso superior. El edificio articula dos alturas: en el nivel inferior se abre el semisótano y el entresuelo, mientras que en el piso superior abre la planta noble. En el piso inferior se encuentran las salas de tesorería, secretaría, archivos, biblioteca y conserjería. Además en esta planta se encuentra actualmente una pequeña sala multiuso: sala de exposiciones, conferencias y actos que no precisen una especial relevancia. En otros momentos de la historia, esta planta era utilizada por la servidumbre y las salas de trabajo (semisótano), mientras que el entresuelo era utilizado como zonas de trabajo y despacho del dueño del palacio.

El piso superior lo forman cinco balcones adintelados con decoración neoclásica muy sencilla. El central situado sobre la puerta principal recae a la planta noble, mientras que los cuatro restantes se encuentran en línea con los balcones del piso inferior. El balcón central queda enmarcado por cuatro pilastras de orden jónico.

Traspasado el acceso desde la calle, entramos en un zaguán revestido de mármol, cerrado al fondo por una cancela de madera y cristal. Pasada la cancela una escalera de mármol de Carrara nos lleva al piso principal. En las paredes de la escalera encontramos dos lápidas conmemorativas, donde figuran los nombres de las damas y caballeros maestrantes, caídos en la Guerra de la Independencia (1808-1814) y en la Guerra Civil (1836-1839). Algunos adornos de época completan la decoración del acceso, además de una gran vidriera policromada con el escudo de la Real Maestranza, firmada por Hijos de Maumejean (San Sebastián, 1908). La escalera finaliza en una sala distribuidor, en cuyo frontal se abre el balcón de honor que mira a la plaza de Nules. A cada lado en esta sala distribuidor, se abren a su vez dos salones: a la izquierda el comedor y a la derecha el salón del trono.

El comedor es una sala de planta rectangular, ambientada por una chimenea con un escudo del rey Carlos III, artesonado de madera y una pequeña tribuna de madera tallada situada en alto que servía para que en determinados momentos, los músicos interpretaran piezas musicales. Completa la decoración lienzos de los reyes de España que han ostentado los títulos de Hermanos Mayores y un lienzo de la Inmaculada Concepción patrona de la Maestranza.

La sala del trono es el segundo salón que encontramos en el piso noble y como su nombre nos quiere indicar es la pieza más importante del palacio. Sala donde se realizan los actos protocolarios más importantes de la sociedad, destacan los dos sillones tapizados en rojo y con escudos del rey Carlos III, reservados para los reyes de España. En la parte superior de la sala corre un friso con un buen número de escudos de armas de los primeros caballeros maestrantes fundadores. La sala se cubre con artesonado de madera y dispone de algunas obras pictóricas con escenas relativas a la historia del cuerpo de caballería.