Los antecedentes de este palacio arrancan con Joaquín Megia y Ortega, y su rica esposa Mercedes González de Larrigana y Cruz (* La Habana, Cuba 1821 † Valencia 15-04-1876)
quienes procedentes de la isla de Cuba y enriquecidos, regresaron a España y a Valencia en particular en 1865. Aquí el maestro de obras
Manuel Piñón Canelles (* Onda, Castellón 02-06-1836 † L'Alcúdia de Crespíns, Valencia 1915) construyó en 1869,
el conocido como Casino del Americano o Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, que hoy duerme el sueño de la semirruina en
Benicalap. El hijo de ambos (solo de madre) Jacinto Gil de Avalle y González de Larrinaga contrajo matrimonio con María Ángeles Grau Tamarit, nieta del
marqués de San Joaquín y Pastor.
El palacio de Pescara fue construido en 1893 por el también maestro de obras
Peregrín Mustieles Cano por encargo de María Ángeles Grau Tamarit viuda ya de Jacinto Gil de Avalle siguiendo el
esquema decorativo del Casino Americano de Benicalap del que se considera gemelo este palacio.
Construido en estilo ecléctico, con elementos neogriegos y detalles de inspiración barroca. El
edificio tiene tres fachadas recayentes al exterior y una cuarta que se abría a un pequeño jardín hoy desaparecido. En este jardín
se han encontrado tumbas de lo que fue el antiguo cementerio judío de la ciudad y es que esta zona pertenecía al barrio judío o
call de Valencia en el siglo XIV. El edificio se articula en planta baja, entresuelo, piso principal, segundo piso y patio o jardín posterior.
En su fachada principal se abre una gran puerta de ingreso, formada por un arco de medio punto rebajado, que da
acceso a un zaguán y por la que entraban
los carruajes. En el piso principal encontramos dos
grandes miradores con antepechos de balaustrada, que
flanquean el balcón principal. La fachada se remata por otra gran balaustrada que recorre la parte superior y que queda cortada en su
centro por un
frontón curvo con decoración de una máscara femenina.
Sobre la puerta encontramos un
escudo nobiliario. Toda la fábrica del palacio está muy cuidada, al igual
que los detalles que adornan tanto la fachada como la escalera interior.
La fachada posterior lo forma una galería de hierro acristalada o serre entre dos estilizados torreones,
es un añadido realizado en 1906 por el arquitecto
Luis Ferreres Soler.
Este espacio era usado como sala de estar y recuerda las antiguas casas coloniales.
El palacio estuvo habitado por la familia Gil de Avalle hasta los años treinta del siglo XX. En la guerra civil fue uno de los tantos edificios usados por el Servicio
de Presidencia y Guerra del gobierno republicano. En 1974
lo compró Bankinter y encargó la rehabilitación del palacio a los arquitectos Rafael Moneo y Ramón Bescós en 1979.
En la adecuación del palacio para fines bancarios se respetó la gran escalera de mármol
que se remata en su parte superior con una combinación de epejos que le dan profundidad.
Hoy el palacio es sede de la entidad bancaria.
El nombre del palacio proviene de los marqueses de Pescara, ya que la nieta de Jacinto Gil y Ángeles Tamarit, Mercedes Gil de Avalle y Gascó contrajo matrimonio en 1929 con
José Joaquín Sanchiz y Álvarez de Quindos (* Madrid 07-01-1904 † Madrid 14-12-1978), marqués de Pescara, de quienes tomaría
nombre el palacio y que serían sus últimos propietarios particulares.
El escudo que campea en su portada no es de los marqueses de Pescara, son las armas de los Gil de Avalle, Grau, González Larrinaga y Tamarit, matrimonio que ordenó la
construcción del palacio.
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