Palacios y casas nobles de Valencia
Palacio de los Pescara - c/ Pintor Sorolla nº 24

Los antecedentes de este palacio arrancan de Joaquín Megia y Mercedes González Larrigana que procedentes de Cuba y enriquecidos, mandaron construir al arquitecto Manuel Piñón en 1869, el conocido como Casino Americano o Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, que hoy duerme el sueño de la semirruina en Benicalap. El hijo de ambos (solo de madre) Jacinto Gil de Avalle casó con María Ángeles Grau Tamarit.

El palacio de Pescara fue construido en 1893 por el arquitecto Peregrín Mustieles Cano por encargo de María Ángeles Grau Tamarit viuda de Gil de Avalle siguiendo el esquema decorativo del Casino Americano de Benicalap del que se considera gemelo.

De estilo ecléctico, con elementos neogriegos y detalles de inspiración barroca. El edificio tiene tres fachadas recayentes al exterior y una cuarta que se abría a un pequeño jardín hoy desaparecido. En este jardín se han encontrado tumbas de lo que fue el antiguo cementerio judío de la ciudad y es que esta zona pertenecía al barrio judío o "call" de Valencia en el siglo XIV. El edificio se articula en planta baja, entresuelo, piso principal, segundo piso y patio o jardín posterior.

En su fachada principal se abre una gran puerta de ingreso, formada por un arco de medio punto rebajado, que da acceso a un zaguán y por la que entraban los carruajes. En el piso principal encontramos dos grandes miradores con antepechos de balaustrada, que flanquean el balcón principal. La fachada se remata por otra gran balaustrada que recorre la parte superior y que queda cortada en su centro por un frontón curvo con decoración de una máscara femenina.


Sobre la puerta encontramos un escudo nobiliario. Toda la fábrica del palacio está muy cuidada, al igual que los detalles que adornan tanto la fachada como la escalera interior.

La fachada posterior lo forma una galería de hierro acristalada entre dos pequeños torreones "serre" realizada en 1906 por el arquitecto Luis Ferreres Soler. Este espacio era usado como sala de estar y recuerda las antiguas casas coloniales.

El palacio estuvo habitado hasta los años treinta del siglo XX. En la guerra civil fue uno de los tantos edificios usados por el Servicio de Presidencia y Guerra del gobierno republicano. En 1974 lo compró Bankinter y encargó la rehabilitación del palacio a los arquitectos Rafael Moneo y Ramón Bescós en 1979. En la adecuación del palacio para fines bancarios se respetó la gran escalera de mármol que se remata en su parte superior con una combinación de epejos que le dan profundidad. Hoy el palacio es sede de la entidad bancaria.

El nombre de Palacio de Pescara proviene del marqués de Pescara último propietario del edificio que había casado con la nieta de María Ángeles Grau Tamarit.