Personajes valencianos
Tomás Vicente Tosca i Mascó (Padre Tosca)

Nacido en la calle de los Serranos (dels Serrans) de Valencia el 21-12-1651, casa que aunque con reformas todavía se conserva, fallecido en 1723.

Matemático, físico, cartógrafo, teólogo, filósofo, ingeniero y astrónomo. Realizó estudios en la Universidad de Valencia, alcanzando los grados de maestro en Artes y doctor en Teología. Consagrado sacerdote en 1678, ingresó en la congregación de San Felipe Neri, en la que llegó a desempeñar importantes cargos.

Tosca asistió a la academia y tertulias valencianas en las que, entre los temas a tratar, se incluían cuestiones filosóficas y científicas, y fue animado por Felix Falcó de Belaochaga a proseguir los estudios de las ciencias físico-matemáticas.

Junto con Baltasar de Iñigo y Juan Bautista Corachán, fue miembro destacado de la academia de matemáticas que funcionaba hacia 1686 en casa del primero. Además enseñaba privadamente matemáticas, y hacia 1687 instituyó en las habitaciones de la congregación una escuela de estas disciplinas, a la que acudían jóvenes de la ciudad.

Asistió a la ciudad en diversas cuestiones de tipo técnico, como en la cuestión del puerto del grao (mejora del puente de madera y demolición del de piedra) y realizó diversos trabajos arquitectónicos.

Dibujó un mapa de Valencia y elaboró un plan para hacer un puerto en Cullera y un canal navegable a la Albufera y al Xuquer. Desde 1717 hasta 1720 ocupó el cargo de vicerrector de la Universidad (la ciudad, al haber perdido el patronato, no podía nombrar rector) y en 1719 todavía participó en otra tertulia filosófico-científica, encargado de las ciencias matemáticas.

Tosca ocupa un lugar destacado en la introducción y difusión de la ciencia y la filosofía modernas en el antiguo Reino de Valencia y en toda España, sobre todo por sus obras "Compendio mathematico" y "Compendium philosohicum". El Compendio mathematico está elaborado tomando como modelo los cursos de carácter enciclopédico publicados en Europa en la segunda mitad del siglo XVII, principalmente por los científicos jesuitas y con fines marcadamente didácticos. En estas obras, el término "matemáticas" se entendía abarcando tanto las llamadas matemáticas puras como las mixtas o aplicadas, tales como la astronomía y la geografía, la óptica y la perspectiva, la música, la mecánica o ciencia de las máquinas y la estática o ciencia de los graves, la hidrostática y la hidráulica, la geometría aplicada (agrimensura y topografía), la artillería, la náutica y la cronología, la arquitectura civil y militar.

La obra de Tosca sigue básicamente este criterio y para su confección, el autor valenciano consultó una abundante literatura, poniendo especial cuidado en incorporar las aportaciones de los autores españoles: Sebastian Izquierdo, Caramuel y Lobkowitz, Vicente Mut, José de Zaragoza y Hugo de Omerique, entre otros. Una de las principales contribuciones del Compendio de Tosca a la literatura científica española es que en él figuran, por primera vez un texto escrito y publicado en España, en castellano, los principales temas de la ciencia del siglo XVII anterior a Newton, abordados según los ideales explicativos de la ciencia clásica: las matemáticas como lenguaje y la observación, la experimentación y el uso de instrumentos precisos como criterios metodológicos. El tratado de astronomía de Tosca supera con mucho a todos los textos anteriores aparecidos en España, incluidos los de Zaragoza, constituyendo un excelente manual del saber astronómico del siglo XVII anterior a Newton. Aunque no deja de mostrarse cauteloso ante la cuestión del movimiento de la Tierra, utiliza preferentemente el paradigma copernicano para explicar los movimientos de los planetas. Por otra parte, el Compendium Philosophicum de Tosca, en su época y en el ambiente español, representó el intento más serio y riguroso de los realizados hasta entonces para renovar el discurso filosófico tradicional desde la perspectiva de la nueva ciencia y las modernas corrientes filosóficas. A pesar de su deliberado eclecticismo, Tosca suscribe sin ambigüedad las tesis fundamentales del mecanismo: el atomismo o mejor, la filosofía corpuscular, la primacía del movimiento local y la conceptualización galileano-cartesiana del movimiento como un estado y la ley de la inercia. La física de Tosca está muy impregnada del cartesianismo.

No obstante, en lo que atañe a la metafísica y a la actitud general ante el problema del conocimiento, Tosca se acerca más al empirismo de Gassendi, de raíces nominalistas. En España, la obra de Tosca gozó de gran difusión, manteniendo su vigencia durante varios lustros. Tanto el Compendio mathematico como el Compendium philosophicum se convirtieron en obras de referencia básicas de todos los partidarios de la renovación y modernización científíca y filosófica del país.

Texto: Gran Enciclopedia Valenciana