La iberica Albocela de los vacceos
Conjunto monumental histórico artístico
Gentilicio: Toresanos
Convento de las Comendadoras Mercedarias
Hospital de la Cruz siglo XVI
Palacio Marqués de Santa Cruz de Aguirre
Colegiata de Santa Maria La Mayor
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Toro de piedra o verraco Se encuentra a la entrada de la
ciudad junto al Arco de Santa Catalina. Es una escultura de granito, de una sola pieza,
toscamente labrada, que representa la figura de un toro, del cual se piensa que le viene
el nombre a la ciudad. El símbolo del toro siempre ha aparecido ligado a la ciudad ya que
el primitivo escudo de armas constaba tan solo de un campo verde con la figura de un
toro, sin la compañia del emblemático león que se añade en época posterior.
Sin duda es obra de los primeros pueblos que se asentaron en la meseta ibérica antes de la dominación romana ya que guarda
un gran parecido con los famosos Toros de Guisando de Avila o y el ya conocido toro de Salamanca. Según algunos
historiadores, este tipo de esculturas en forma de toro se colocaban como hitos importantes en los caminos o en las rutas
de interés. Se creia que atraian la lluvia propiciando la fertilidad de los campos, pasando así a ser un simbolo de fuerza y
fertilidad al tratarse de un verraco o semental.
Puente romano El puente data del siglo XII, se le llama románo
tal vez por asentarse sobre un puente románo anterior. Es de estilo románico tardío, con
sillería y arcos doblados y apuntados.
Monasterio de San Salvador Levantado a finales del siglo XII perteneciente
en su día a la orden de los templarios, el mayor interés de este edificio mudéjar reside en su
estructura de tres ábsides que en el exterior llevan arquerías dobladas en arcos de medio punto.
El visitante puede apreciar muestras de la vistosa ornamentación mudéjar en las portadas
septentrional y occidental, recuadradas por alfices, y en los frisos decorativos de sardineles y
esquinillas. San Salvador alberga el Museo de Arte Sacro de Toro, que guarda entre sus piezas
mas valiosas un Cristo crucificado del siglo XIII, un sarcófago de siglo XIV hallado en la
iglesia de Arbás y parte de un calvario del siglo XVI de Santa Maria de Roncesvalles.
La iglesia de San Salvador de estilo mudéjar siglo XII, perteneció a la
orden templaria, cuyas armas campean en la puerta meridional. Construida en ladrillo, tiene
planta basilical dividida en tres naves. Sus muros y bóvedas estuvierón enfoscados y
recubiertos de pinturas, en un documento de 1329 se nombra a esta iglesia San Salvador el
pintado. En la actualidad acoge un interesante museo de arte sacro. Fué declarada monumento
nacional el 18 de mayo de 1929.
Monasterio de Sancti Spiritus Fundado en 1307 por la infanta de
Portugal, doña Teresa Gil, esto determina que fuera favorecido por los reyes castellanos.
Encierra elementos arquitectónicos artísticos importantes. Su templo,
de una sola nave, tiene un suntuoso artesadonado de armadura mudéjar. Posee un claustro con 48
columnas dóricas sobre pretiles y un museo con fondos del propio monasterio. Destacan además la
azulejeria de pavimentos y zócalos y el retablo mayor, de estilo churrigueresco. En la actualidad
funciona en el edificio una hospederia mixta. El visitante ha de anotar en su cuaderno que las
monjas dominicas de este monasterio son unas excelentes reposteras.
En su interior se encuentra el sepulcro de la reina Beatriz de Portugal, magnifico mausoleo
en alabastro con pilares góticos ricamente labrados. Tambien alberga una interesante colección
de sargas única en su género. En su interior cabe destacar la sala capitular, el refectorio, el
artesonado mudejar de la iglesia asi como el hermoso y sobrio claustro cuyos dos de los transitos
estan ricamente labrados.
Real Monasterio de Santa Clara Fué fundado por doña Berenguela,
primogénita del rey Alfonso X el Sabio. Tiene un gran patio central con galería de ladrillo
del siglo XVII, en su interior se encontraban los frescos que lucen actualmente en el museo
de San Sebastian de los Caballeros. Su interior alberga obras de gran interés.
Monasterio de Santa Sofia Se asentó en la ciudad en el
siglo XIV, para adaptarse a la nueva ideología urbana de traer los viejos monasterios románicos a la ciudad.
Parece ser que la propia reina María de Molina les facilita a las monjas su palacio
para constituir el monasterio. Destaca el torreón que es lo más antiguo del documentado
palacio, así como el patio de la Cisterna que debe su nombre al aljibe descentrado que recoge las aguas pluviales.
El patio está constituido por columnas con
capiteles decorados con figuras y animales mitológicos. En la iglesia resalta especialmente
la cúpula morisca.
Alcazar Data del siglo X y formó parte del primer recinto
amurallado, siendo construido por impulso del infante don García. Del edificio primitivo
subsisten sólo sus muros exteriores de hormigón, cal y canto rodado. En su interior se
dierón hechos históricos importantes como la alevosa muerte del infante don Juan el Tuerto. El
Alcazar fué también el último refugio de Juana la Beltraneja en estas tierras, aquí pierde
su corona frente a su tia Isabel la Católica.
Está situado en un paraje de gran belleza, a unos 100 metros sobre el nivel del Duero.
Ayuntamiento La construcción del edificio actual se llevó
a cabo en 1778, ya que el antiguo consistorio fué pasto de las llamas el 1 de enero de
1761. Redactó el proyecto el célebre arquitecto de la corte Ventura Rodriguez. El estilo
del edificio es más barroco-clasicista que neoclásico.
En su interior es muy hermosa la escalera que se bifurca en dos tramos volados a partir del rellano medial. El salón principal armoniza
con la fachada. En dicho salón se encuentra un crucifijo muy valioso de márfil con cruz de carey y remates calados de plata, de
estilo barroco.
Plaza de Toros Se inauguró el 18 de agosto de 1828. Sus
muros son de tapial entre machones de ladrillo y de adobes en lo alto. Se mantiene sin
ninguna reforma sustancial. Es una de las plazas más antiguas de España. Pisaron su arena figuras famosas del mundo
del toreo como: Lagartijo, el Espartero, Frascuelo, Los Gallos etc.
Teatro Latorre Junto con la plaza de toros forma un conjunto
muy especial en la arquitectura popular española. Es de tipo isabelino y se lo dedicarón al
famoso actor toresano Carlos Latorre, a quien Zorrilla atribuyó buen parte del exito de la
obra don Juan Tenorio. Su patio es ultrasemicircular y triple galería. La decoración del
escenario es muy sobria, toda de madera. Restaurado hace unas decadas, acoge múltiples
representaciones teatrales y espectaculos musicales durante todo el año.
Arco del reloj Se yergue sobre la antigua Puerta del Mercado
del primer recinto amurallado. Se trata de una torre de planta cuadrada, esbelta, de cantería
caliza, barroca, de gran sobriedad, del siglo XVIII. Según la leyenda, su mortero se amasó
con vino porque abundaba más que el agua en la ciudad.
Arco del Postigo
Fué uno de los postigos de la antigua
muralla. Es muy peculiar por la capilla que tenía abierta sobre el arco, que se llamaba de
Nuestra Señora La Antigua a fines de la Edad Media. Sobre dicho arco de medio punto aparece
un relieve bellísimo de la Anunciación.
Puerta de Corredera Se construyó en 1602 con un fin puramente
decórativo, en la abertura de las murallas de tierra, para recibir al rey Felipe III. Imita,
como todas las puertas de su época, a los arcos triunfales de la Roma Imperial.
Puerta de Santa Catalina Aparece nombrada así ya en el siglo
XIV por estar cerca de la iglesia del mismo nombre ya existente en el siglo XIII. Por ella
pasó Pedro I el Cruel para hacer terrible justicia sobre los rebeldes. También ante ella
juró Felipe II respetar los fueros y privilegios de la ciudad.
Palacio de las Leyes Fué palacio de la corona castellano-leonesa
desde la Edad Media, quedando vinculado al mayorazgo de los Ulloa-Pereira. Tras sus muros
el 11 de enero de 1505 se leyerón las disposiciones testamentarias de Isabel la Católica,
proclamando heredera de Castilla a su hija Juana y regente al rey Fernando. En este palacio
se promulgarón las 83 leyes famosas que llevan el nombre de Toro, las cuales han servido de
base a las recopilaciones posteriores hasta el actual código civil. Sus piedras también fueron testigo
del nacimiento en 1584 del poeta Luis Ulloa Pereira, amigo del Conde Duque de Olivares y de Góngora.
Todo el palacio en su totalidad y sus magnificos salones con cubiertas mudéjares fueron pasto de las
llamas el 15 de agosto de 1923,
conservándose sólo su
portada de estilo gótico. Esta se nos presenta
encuadrada dentro de una cornisa apoyada sobre alargada columnas a manera de alfiz, decorada
con motivos vegetales y los escudos de Castilla y Ullo Sosa.
Palacio de los Condes de Requena Fué una suntuosa mansión, de
estilo gótico, de finales del siglo XV. Ha sufrido diferentes vicisitudes a lo largo de su historia pasando ser
desde cuartel de milicias a colegio de primera y segunda enseñanza dirigida por los Padres Escolapios.
Hay que destacar el patio central o claustro, en el
que predominan las escenas de caza y también una curiosa escena de tauromaquia con el
torero capeando al animal y un caballero dispuesto a alancearlo. Campean escudos de los Manuel, Ulloa, Carbajal y Manrique.
Palacio de Bustamante Se vincula su fundación a Pedro I
el Cruel y tenemos que remontar su origen a la primera mitad del siglo XV.
Perteneció a la amiga de Santa Teresa de Jesús, doña Guiomar de Ulloa como heredera
del mayorazgo en 1513. De la estancia de Santa Teresa en esta casa queda constancia en una
lápida embutida en la pared del oratorio. Su interior dispone de un patio central con pilares
ochavados como del brocal gótico de su aljibe; los hermosos enchinarrados de su suelo diseñan
grandes circulos con flores. La entrada principal tiene en la puerta buenas aldabas y grandes clavos floreados. La puerta de poniente está
formada por un arco de medio punto con alfiz del siglo XVI.
En ambas portadas y en las esquinas del edificio aparecen los
escudos de los Bustamante.
Palacio de los Marqueses de Alcañices En su interior se
celebró el 11 de enero de 1552 la boda de la princesa Juana, hija de Carlos I, con el principe
heredero de Portugal, don Juan Manuel. Fué la última morada del valido de Felipe IV, el
conde duque de Olivares, donde falleció. El palacio ha sufrido en su interior múltiples
reformas desapareciendo el patio central. En la actualidad es utilizado como centro de
ensañanza de las hermanas del Amor de Dios y Casa fundacional de la Orden.
Tiene una grandiosa fachada de tres plantas. Las ventanas están protegidas por soberbias rejas reticulares de hierro forjado, en el segundo
piso aparecen balcones de tipo renacentista, por encima discurre un hermoso paseador o galeria de arcos carpaneles.
Palacio de los Marqueses de Castrillo Data de la segunda mitad
del siglo XVI y de la misma época es su herreria, constituida por un balcón de trazado
gótico y dos de estilo renacimiento. Su interior posee espléndidas puertas del siglo XVI y
amplios salones con techumbres sobrias. En la actualidad el palacio está dedicado a casa de
cultura, destacando su magnifica biblioteca y sus salones de exposiciones.
Esta situado en la calle Corredera. Salvo la portada de sillería caliza, el resto de la fachada es de ladrillo.
Casa de la Nunciatura Su herrería es más que notable; un balcón
renacentista y dos rejas de red. En su portada de medio punto, campean el escudo pontificio ya que en ella vivió Alonso Manso primer obispo de
Puerto Rico y artifice de llevar la primera biblioteca al Nuevo Mundo. En el 1773 perteneció a Cristobal Manso regidor de la ciudad. En la
actualidad pertenece a los descendientes vinculados a este apellido.
Es una de las más representativas del conjunto histórico artístico de Toro. Se mantiene intacto al volumen del edificio y su fachada.
Palacio de las Bolas
Se llama así por las que decora su alzado principal, dando nombre a la calle en que se asienta.
Fué construido en el siglo XVII por los
descendientes de los marqueses de Gros, cuyas armas campean sobre el balcón abierto encima
de la puerta. En su interior, en el rellano de la escalera, aparece un relieve gótico del
siglo XV, que representa la Anunciación, de gran belleza.
Palacio de Valparaiso Fué una notable mansión enriquecida
por una nutrida colección de pintura, escultura, marfiles etc. de la que no se conserva
nada en la actualidad. Fué reedificado en el siglo XVIII y en su magnifica fachada
campean los escudos de los Vivero.
Iglesia del Santo Sepulcro mudéjar siglo XII. En sus orígenes
perteneció a la orden de Caballeros del Santo Sepulcro y a finales del siglo XV pasó a
depender de la Orden de Malta, la comunidad de caballeros hospitalarios fue decreciendo a medida que las rentas del bailio descienden.
Grandes artistas como los Ducete, los Gago, los Coca etc. estuvierón vinculados a esta casa.
Este monumento destaca por su planta de tres naves, sus
capiteles semicirculares y su portada gótico-mudéjar.
Iglesia de San Lorenzo El Real
El sobrenombre de El Real le viene de los enterramientos de los "Castilla-Fonseca"
descendientes bastardos de Pedro I el Cruel, enterrados en un soberbio sepulcro gótico. El edificio está compuesto de una única
nave que se levanta sobre un basamento de piedra. Fue construida entre los siglos XII y XIII, en estilo múdejar y en
su interior aparte de los restos de pinturas en el ábside, debemos destacar un retablo
del siglo XV obra de Fernando Gallegos.
Iglesia de San Sebastián de los Caballeros Fué parroquia
al menos desde el siglo XIII hasta finales del XIX.
Está situada en la plaza de la Paja, uno de los espacios abiertos con fines comerciales en torno al primer recinto amurallado. Ante la
ruina que debió padecer a principios del siglo XVI
Fray Diego de Deza, decidió reedificarla
a su costa en el año 1516. Es de planta rectangular, consta de una sola nave, con capilla
mayor. Tiene bóvedas de crucería, de cuyas claves penden las armas del famoso obispo Deza,
confidente y consejero de Cristobal Colón. En la actualidad es museo de pintura gótica al
albergar las pinturas murales del monasterio de Santa Clara.
Ermita de Nuestra Señora de la Vega mudéjar siglo XIII.
Situada junto al Duero en medio de un hermoso paraje arbolado. También se la conoce como
Ermita del Cristo de las Batallas, imagen de gran devoción en Toro que está en su interior.
Consta de una amplia nave, capilla mayor y ábside semicircular. En su interior hay restos
de pinturas murales en el ábside.
Ermita de Nuestra Señora del Canto Se trata de un monumento
de cruz latina, muy alargada, con cúpula semi esferica en el crucero. El crucero se
reedificó de nuevo después de la Guerra de la Independencia. La portada septentrional es de
estilo barroco, pero discreto y sobrio.
El retablo es barroco, del primer tercio del siglo XVIII, problablemente de talleres locales.
En su interior se rinde culto a la Virgen del Canto,
patrona de la ciudad. Es una escultura del siglo XIII, labrada en piedra arenisca,
policromada, que representa a la Virgen con su hijo en brazos.
La imagen en su conjunto es de una extraordinaria belleza y muy venerada en la ciudad. Ya en el
siglo XV aparece documentado el culto a esta imagen a la que llamaban "La Dueña", tal vez en esta época ya era
patrona del alfoz de Toro.
Se celebra su fiesta en la
ciudad el 8 de septiembre con un soberbio desfile de trajes típicos de Toro y del Alfoz.
Iglesia de San Julian de los Caballeros Su fundación es de las
más remotas de la ciudad. El monumento actual data del siglo XVI y es obra de Rodrigo
Gil de Hontañon. El templo es de forma rectangular y está estructurado en tres naves de
igual altura separadas por arcos formeros. En su interior cabe destacar el retablo mayor,
el púlpito procedente del Real Monasterio de San Ildefonso y el retablo colateral al lado
de la Epístola, barroco del siglo XVIII. Contiene las tumbas de hijos ilustres de la ciudad: Antona García, heroina
de la causa de Isabel la Católica, Celestino Samaniego y los Vivero ascendientes de los marqueses de
Valparaiso.
Iglesia de la Trinidad Conserva restos arquitectonicos del
tránsito del siglo XII al XIII. Se reedificó en el siglo XVI por medio del impulso de don
Diego de Ulloa, que creó una capilla, con derecho a patronato para enterrar allí a sus
descendientes, entre ellos el poeta Luis Ulloa Pereira. En su interior cabe resaltar el
retablo del altar mayor así como numerosas esculturas y pinturas de gran interés.
Iglesia de Santo Tomas Canturiense Tiene sus origenes en el
siglo XII siendo reconstruida a finales del siglo XVIII. En su interior destacamos el
magnifico retablo del altar mayor, perteneciente a la escuela de Berruguete y uno de los
retablos laterales, llamado popularmente el retablo de la Virgen de la Leche.