Exposición Regional Valenciana de 1909


Como su nombre indica la Exposición Regional Valenciana fue una gran muestra o expositor de todos los avances comerciales, artísticos e industriales que se estaban realizando en el momento de su celebración. Fue una iniciativa casi personal de Tomás Trénor Palavicino, presidente que era desde 1908 del Ateneo Mercantil de Valencia. Desde su cargo, aunó esfuerzos con la administración estatal y municipal y recabó los fondos necesarios, aún a costa de su propio patrimonio.

En poco menos de un año, puso en marcha todo lo necesario para la exposición. Esta fue inaugurada por el rey Alfonso XIII y el jefe de gobierno Antonio Maura Montaner en 22 de mayo de 1909. La exposición se alargó hasta el 22 de diciembre de 1909 y clausurada con carácter oficial el 9 de enero de 1910. Aunque el éxito fue rotundo, económicamente no lo fue tanto, motivo por el cual tuvo que alargarse un año más, con el título de Exposición Nacional, buscando una cierta rentabilidad económica.

La exposición tuvo lugar en los terrenos circundantes alrededor del actual edificio municipal conocido popularmente como Edificio de Tabacalera, en un amplio espacio entre la Alameda y la actual avenida de Blasco Ibáñez. Por situarse en la margen izquierda del río Turia, hubo que construir un puente (de hormigón armado) que sería conocido como puente de la Exposición ya que servía de punto de entrada al mismo corazón de la exposición. Este puente no ha llegado hasta nosotros y en su lugar se levanta uno moderno construido por Santiago Calatrava y que lleva igual que antaño el nombre de puente de la Exposición.

El espacio se distribuía por toda una serie de edificios, pabellones o instalaciones que giraban alrededor del edificio de Tabacalera y que entonces se le llamaba Palacio de la Industria. Los principales elementos o pabellones nacieron con una intención efímera ya que al finalizar la exposición, los edificios tenían que derribarse como así ocurrió, aunque con una única excepción. Es por ello que la mayoría de los pabellones estaban realizados en materiales pobres y perecederos.

Un hito importante en la historia del evento fue la creación del Himno de la Exposición, que en 1925 se convertiría en Himno Regional y en 1982 en Himno de la Comunidad Valenciana. La música fue obra de José Serrano Simeón y la letra de Maximiliano Thous Orts (* San Esteban de Pravia, Asturias 30-11-1875 † Valencia 26-10-1947). Thous de padres valencianos, nació accidentalmente en Asturias donde se encontraban sus progenitores, pero residió toda su vida en nuestra ciudad. Al finalizar la guerra civil fue represaliado por sus convicciones nacionalistas valencianas.

También a la historia ha pasado el cartel promocional del evento. El mismo fue diseñado por el artista Vicente Climent Navarro (* Valencia ca. 1872 † Barcelona 19-03-1923). En primer plano vemos el personaje masculino de Mercurio (dios del comercio), que hace entrega de una corona de laurel a una mujer con una cesta de frutas. Esta mujer representa a la agricultura, detrás de ella otras tres que simbolizan las artes (con una paleta de pintor), la industria y las ciencias. Mercurio sostiene además, una rama de olivo, símbolo de la paz, requisito sine qua non para el desarrollo del comercio. Detrás del dios, la Victoria de Samotracia y el mar Mediterráneo. Vemos también escudos de las tres regiones valencianas, del Ateneo, de la Diputación y la senyera valenciana.

Para tener una perspectiva general de los actos que se realizaron en la Exposición Regional citamos: concursos de bellezas, juegos florales, conciertos sinfónicos, verbenas, bailes populares, exposición filatélica, concurso de regatas, concurso de tiro al pichón, concurso de hípica, concurso de esgrima, juegos atléticos, caravana automovilística, carreras ciclistas, exposición de aeroplanos y algún que otro vuelo discutible, ascensión en globos y aerostatos y castillos de fuegos artificiales.

Las obras de los pabellones fueron encargados a una serie de arquitectos, en ese momento, jóvenes, pues se pretendía que la exposición trajera aires nuevos a la ciudad. Los más importantes fueron: Vicente Rodríguez Martín, Francisco Almenar Quinzá, Carlos Carbonell Pañella y Francisco Mora Berenguer. Los principales edificios o pabellones fueron:

Puente o Pasarela de la Exposición www Para permitir el paso directo al recinto de la Exposición desde el centro de la ciudad, hubo que construir un puente que salvara el cauce del río Turia. Sobre un diseño elaborado en 1908, el ingeniero José Aubán Amat, construyó el conocido como puente de la Exposición. Dieron comienzo las obras en enero de 1909 y en su realización se utilizó hormigón armado, convirtiéndose en la primera construcción en Valencia en utilizar este elemento constructivo. Fue inaugurado oficialmente por el rey Alfonso XIII el 22 de mayo, al mismo tiempo que la Exposición, tardando por tanto su realización solo cinco meses.

El puente disponía de ocho ojos en arcos rebajados y la simplicidad de los materiales utilizados quedaba amortiguado por la decoración de las barandas a base de farolas de estilizada gracia y por los detalles decorativos de estilo modernista en los frontales del puente. Unas escaleras permitían el acceso y la bajada al mismo. Fue uno de los elementos de la Exposición que nacieron con la idea de subsistir, no tuvo suerte, la riada del 14 de octubre de 1957 derribó uno de sus ojos y el puente se vino abajo. En el mismo emplazamiento se construyó un nuevo puente bastante anodino que finalmente sería sustituido por el actual, obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. En recuerdo de su origen, al actual puente se le sigue denominando puente de la Exposición.

Teleférico o Tranvía aéreo Se trataba de una cabina que cruzaba el cauce del río Turia desde una margen del río hasta la otra. Fue diseñado por el arquitecto Ramón Lucini Callejo (* 1852 † 1939) y construido por la empresa Bartle. A ambos lados del cauce se levantaban dos torres que alzaban 11 metros cada una de ellas y permitían salvar una distancia de 185 metros.
Arco de entrada Obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín. Se trataba de un gran arco rebajado en el que se abrían tres vanos de entrada, en los lados laterales del vano central se encontraban los escudos de las provincias de Alicante y Castellón, en el central el escudo de la región valenciana sustentado por dos matronas. En el arco central pero por el interior campeaba el escudo de la ciudad sustentado por dos niños. Era paso obligado al interior del recinto, a ambos lados del arco se extendían dos galerías que adoptaban forma de óvalo, y que acababan en dos recintos donde se encontraban las taquillas de entrada, oficinas de correos, telégrafos y teléfonos, además de un quiosco de prensa y estanco. Por la noche, el arco se iluminaba con cientos de bombillas.

Su fisonomía adoptaba la forma de un arco escarzano que atravesaba dos gruesas torres donde campeaban en sus frontales, los escudos de Alicante y Castellón ya citados, en los extremos del arco, otras dos torres, estas de menor altura que sus compañeras, pero igualmente con aspecto macizo. Todo el conjunto se encontraba decorado con guirnaldas, medallones y remates en los torreones. Nada más traspasar la entrada: el palacio de la Exposición, el palacio de la Industria y la Gran Pista eran las tres primeras construcciones que el visitante podía encontrar en su visita a la Exposición. Por acuerdo municipal el arco de entrada fue demolido en 1911.

Palacio de Bellas Artes obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín. Se situaba en la conocida como Gran Pista, justo enfrente del Gran Casino, muy cerca de la entrada a la Exposición.

Este pabellón estaba dedicado como su nombre indica a las Bellas Artes, aunque su fuerte era la pintura y la escultura. Se expusieron obras de los pintores más afamados del momento y más conocidos de la entonces Región Valenciana: Sorolla, José Benlliure, Salvador Abril, etc. El edificio se decoraba con esculturas representando a la pintura, escultura, música, arquitectura, poesía y la tragedia como artes escénicas, obras en las que intervinieron los escultores: Juan Bautista Ríos, Eugenio Carbonell y Francisco Marzo. En su día se consideraba que era el pabellón más logrado de toda la Exposición. En su interior y dividido por secciones se exponían proyectos arquitectónicos, obras pictóricas, escultóricas y de otras manifestaciones artísticas. Una de sus salas estaba dedicada expresamente al escultor Mariano Benlliure y otra al arte retrospectivo. Por acuerdo municipal se ordenó su demolición en 1911 pero a principios de 1912 todavía se mantenía en pie.

Exteriormente se adornaba con gran número de columnas de orden jónico, una terraza superior enmarcada por una balaustrada, frontones curvos y una serie de medallones con guirnaldas.

Gran Pista Espacio cerrado en cuyo centro abría una gran explanada a cielo abierto, lugar donde se realizaban aquellos actos con gran asistencia de público: actos culturales (conciertos), deportivos (futbol, ciclismo, hípica y tenis), festivos, etc. En este espacio tuvo lugar la inauguración de la exposición así como la conclusión de la misma. Fue obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín. Tenía una capacidad para 12.000 espectadores, que podía aumentarse al doble con la instalación de graderíos de madera. Tenía una longitud de 180 metros y guardaba cierto parecido con un circo romano. En el centro de la explanada se levantaba un tablado de madera donde se realizaban los conciertos de música. Al fondo de la pista y en su parte alta, se alzaba una cuadriga presidiendo el conjunto. En la gran pista se hizo el primer vuelo en globo, se realizaron castillos de fuegos artificiales, desfiles, batallas de flores y todos aquellos actos que precisaban de gran extensión para su realización.

Gran Casino obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín. A pesar de su nombre, el Gran Casino era un local de reunión de la elite valenciana con un gran salón oval utilizado como sala de baile. El edificio disponía de restaurante, salón de juegos y salas de estar, todas ellas con un gran lujo decorativo inspirado en los estilos Imperio y Luis XV. Destacaba la gran cúpula central con vidrieras de colores del salón de baile y las extraordinarias vistas sobre la Gran Pista, desde una galería del restaurante. Junto con el Palacio de Bellas Artes formaba parte del conjunto conocido como Gran Pista con vistas a esta, desde sus amplias terrazas-miradores. La entrada se hacía por un pórtico flanqueado por dos torres cuadradas rematadas en cúpulas apuntadas coronadas. Era sin lugar a dudas, uno de los edificios más simbólicos da la exposición. Por acuerdo municipal se ordenó su demolición en 1911, aunque un año después todavía se mantenía en pie.
Salón de actos obra del arquitecto Carlos Carbonell Pañella. En este pabellón con capacidad para 2.500 espectadores, se realizaban conciertos de música, congresos, asambleas y actos festivos y culturales como podían ser los juegos florales. El edificio se coronaba en sus fachadas por estatuas alusivas a las artes, la industria, al comercio y a la ciudad de Valencia. Así se veía a un obrero con un yunque, al dios Mercurio y a una matrona con una cesta de frutas personificando a la agricultura. Una de sus fachadas laterales cerraba uno de los lados de la Gran Pista.

Fue uno de los edificios más visitados de la Exposición, hasta el punto que se pensó en su no demolición. Sin embargo por acuerdo municipal fue derribado en 1911. La entrada al recinto se realizaba a través de un pórtico con cuatro columnas y por encima de este una gran vidriera semicircular. Dos torres de planta cuadrangular flanqueaban la entrada, se remataban con alto tambor y cúpula de media naranja rematadas por grandes esculturas femeninas. El tejado era a doble aguas y por el interior, este era plano sostenido por columnas jónicas, la decoración interior y exterior era de carácter modernista.

Pabellón del Ministerio de Fomento obra del arquitecto Carlos Carbonell Pañella. Era otro de los edificios más logrados de la Exposición. Su interior se dividía por áreas temáticas o secciones: división hidrológica del Júcar, puertos, escuela práctica de agricultura, ferrocarriles, obras públicas, minas, montes, instrucción pública, etc. Por acuerdo municipal fue derribado en 1911.

De planta cuadrangular y con tejado a doble aguas, presentaba en su exterior una exuberante decoración de estilo segundo imperio y neobarroco. En la fachada de entrada se abrían cinco arcos de medio punto precedidos por una escalinata. En el centro se encontraba una escultura femenina sedente. Dos torres con cúpulas coronadas flanqueaban la fachada. La decoración de las fachadas se realizaba a base de pilastras modernistas jónicas, guirnaldas, coronas, tondos y una serie de ventanales que daban luz al interior.
Pabellón de la Junta de obras del Puerto De este pabellón cabe destacar que en su frontal se exhibía una recreación a escala del puerto de Valencia. El pabellón fue construido por el ingeniero Fausto Elío Vidarte (* La Coruña 22-05-1848 † 22-01-1924) y en su interior se exponían planos, estudios, proyectos, grabados, fotografías y maquinaria relacionada con las obras del puerto. De líneas muy sencillas, era un edificio de dos pisos que se encontraba frente a la fuente luminosa.
Fuente luminosa obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín. Estaba formada por un cuerpo central sostenido por un arco escarzano que unía dos torres cilíndricas, con cúpulas sobre templetes abiertos a los cuatro vientos. En el centro bajo el arco, una oquedad a modo de cueva albergaba un grupo compuesto por una concha decorada con nereidas y tritones. A los pies de las torres dos escaleras se abrazaban formando un óvalo, en cuyo centro se levantaba la fuente propiamente dicha.

Esta se levantaba en forma piramidal circular, con terrazas escalonadas realizadas en cristal y por la que se derramaba el agua desde la altura superior que caía a un estanque situado en la base. Esta estructura de cristal se iluminaba por las noches, formando un espectacular conjunto luminoso de diversos colores. La fuente se remataba por un grupo escultórico formado por Venus, nereidas y delfines del que brotaba el agua.

Las escalinatas laterales rodeaban la fuente y permitían la visión de la fuente desde un nivel superior. La fuente tenía además una cafetería y por la noche se iluminaba con luces de colores. Sobre el cuerpo central una terraza plana permitía la vista de toda la exposición. Por acuerdo municipal la fuente luminosa fue demolida en 1911.

Teatro Circo obra del arquitecto Francisco Almenar Quinzá. Con capacidad para 3.000 espectadores. Realizado mayoritariamente en madera, con algunos elementos de obra como eran el pórtico, las escaleras y los muros de cerramiento del teatro. La sala se cerraba por una gran claraboya cenital que permitía la iluminación de la sala. En el local se realizaban espectáculos de zarzuela, bailes populares, conciertos, sesiones de cine, variedades, teatro y ocasionalmente números acrobáticos. Disponía de restaurante en su interior. A pesar de su nombre no guardaba relación con el circo, su correspondencia actual sería: sala de espectáculos.

La entrada se realizaba a través de una gran arcada que ocultaba el edificio, la flanqueaba dos estilizadas torres cuadrangulares, en su portada una gran inscripción decía: TEATRO CIRCO. El escenario interior estaba formada por una pista circular a la que se abrían galerías con dos alturas sobre las que se situaba el graderío. Ocasionalmente se podían colocar asientos en parte de la pista. Por acuerdo municipal fue derribado en 1911.
Palacio de Agricultura obra del arquitecto Francisco Almenar Quinzá. Situado entre el Teatro Circo y el Palacio de la Diputación. Estaba formado por una alargada galería curva en el que se integraban tres pabellones, uno central y dos en los extremos de la galería. Los pabellones se cubrían con cupulillas de inspiración oriental. En su interior se exhibían todo tipo de maquinaria agrícola, productos del campo, aparatos para sulfatar las viñas y en general los avances del mundo del campo. También la Junta de la Acequia Real del Júcar y distintas poblaciones de la Región tenían apartado propio.
Palacio Municipal o Palacio de la Exposición www Obra del arquitecto Francisco Mora Berenguer, es el único edificio que queda en pie de los que se levantaron ex profeso para la Exposición. Se levantó en pocos meses, entre el 15 de febrero y el 17 de mayo.
Asilo de Lactancia www Aunque situado en terrenos de la Exposición, no formaba parte de la misma. Fue un compromiso adquirido entre los organizadores de la exposición y la sociedad de tabacos; a cambio de la utilización del nuevo edificio de tabacalera como palacio de la industria, estos se comprometían a construir un edificio asilo de lactancia, para los hijos pequeños de las empleadas de cigarrera. Es obra del arquitecto Ramón Lucini Callejo.
Pabellón de la Diputación obra del arquitecto Vicente Rodríguez Martín. En su interior se exponían obras de artistas (pintores y escultores) ligados a la Diputación a través de los pensionados. Además de información de las obras sociales de la Diputación Provincial como la Casa de la Misericordia, la Beneficencia, el Hospital General y las vías y obras públicas.
Pabellón de los Reales Patrimonios obra del arquitecto Ricardo Vauteren Ilario (* Valencia 08-09-1882 † 1958). En su interior se exponían productos de carácter agrícola pertenecientes a la Casa Real. La decoración artística del local era de Mariano García Mas. En el frontal de la fachada se podía leer entre leones rampantes las letras: A.XIII (referencia de Alfonso XIII).
Palacio de las Industrias www Es uno de los tres edificios que ha resistido el paso de la piqueta por la Exposición, aunque tiene trampa. El palacio de la industria ya estaba construido, su destino era ser fábrica de tabacos, a petición de la organización, el edificio fue cedido temporalmente como palacio de la industria y elemento vertebrador de la exposición, motivo por el cual al finalizar el evento el edificio no fue destruido y pasó a dedicarse a su destino original de fábrica de tabacos. Es obra del arquitecto Celestino Aranguren y como director de obras, Ramón Lucini Callejo. A espaldas del edificio se situó la sala de máquinas (futuro almacén de la fábrica de tabaco) y la sala de motores. Al exterior y en su fachada principal se colocó una rampa mecánica (tapis roulant) para subir al primer piso del palacio.
Pabellón de automóviles obra del arquitecto Francisco Almenar Quinzá, se exponían vehículos y los adelantos asociados a ellos en la época. El pabellón estaba formado por el conjunto de dos pabellones.
Pabellón de la música obra del arquitecto Francisco Almenar Quinzá.
Pabellón de la industria abaniquera obra del arquitecto Francisco Almenar Quinzá. Dedicado a la exposición y venta de abanicos y a la importante industria abaniquera de Valencia.
Los Urales es como se llamaba a una atracción ferial consistente en una montaña rusa. Tomaba su nombre por los montes Urales que separan Europa de Asia. Fue construida por la empresa Maquinista Valenciana de Francisco Climent para el empresario López Román y se situaba frente al Teatro Circo. Tenía forma ovalada y en su comienzo de carrera había una torre de 25 metros de altura. Un ascensor subía hasta los 14 metros donde se cogía la vagoneta que hacía el recorrido por una estructura metálica que al final desembocaba en el inicio. En este final de trayecto se podía escoger entre abandonar la instalación o subir a lo alto de la torre donde se lanzaban en una barca contra un estanque artificial en el que se entraba a gran velocidad.

Montaña rusa Atracción ferial situada a espaldas de la sala de máquinas, tenía un recorrido de 126 metros. Los usuarios montaban en una vagoneta que en su discurrir pasaban por montañas, tuneles y construcciones que simulaban un paisaje ruso, construidos todos ellos en madera y cartón piedra. El inicio y el final del recorrido estaba marcado por dos altas y delgadas torres que se remataban en cupulillas de inspiración rusa.
Tobogán (La Glissoire Roulant) Se situaba entre el edificio de la Junta del Puerto y el Cinematógrafo. Tenía una altura de 26 metros y una longitud de 93 metros. Diseñado por el ingeniero José Martínez Roca para el empresario Julio Balanzá.