Construida en 1760 (siglo XVIII) por resolución del arzobispo de Valencia
Andrés Mayoral para la orden de los Padres Agonizantes de San Camilo
de Lelis. La orden de San Camilo de Lelis (* Italia 1550 † Roma 1614), conocidos como religiosos camilos, tienen como principal objetivo el cuidado de los enfermos por amor
a Dios, de ahí la cercanía del templo y de la orden al antiguo Hospital General.
La iglesia sería abandonada por estos en 1777 y en 1804 les fue concedido el templo a la archicofradía de los Genoveses de San
Carlos Borromeo (* Italia 1538 † Milán 1584), convirtiéndose en su nueva sede y de donde la iglesia tomará su nombre.
De ahí que en ocasiones se le mencione también como la iglesia de los genoveses.
La cofradía de los genoveses fue una institución nacida hacia el siglo XV en la ciudad de Valencia, formada por naturales de ese reino que se agrupaban
en defensa de sus intereses y como grupo de apoyo y ayuda mutua de la colonia genovesa de la ciudad. Tenían su sede y capilla junto al convento de San Francisco, en la
actual plaza del Ayuntamiento, se desconoce
su lugar exacto, pero si es seguro que ocupaba parte del actual edificio consistorial. La construcción de la casa de Enseñanza del
arzobispo Mayoral (hoy ayuntamiento) les obligaría a trasladar su sede y el lugar asignado fue la iglesia de los padres camilos.
Declarada Bien de Relevancia Local.
La planta de es de tipo basilical formada por cinco tramos, se cubre con bóveda de cañón con lunetos. La bóveda se sostiene mediante
arcos fajones que descansan en pilastras de orden compuesto. Dispone de capillas laterales.
En su fachada principal que mira a la calle Quevedo (antes calle Fumeral) encontramos dos portadas.
La primera más sencilla da acceso a la actual Universidad Católica San Vicente Mártir y se
compone de una puerta adintelada
en cuyo dintel campea el escudo de la orden de San Camilo. Por encima de la portada pero inserta en la misma, un balcón con antepechos
de hierro. La portada realizada en piedra se completa con sencilla decoración de tipo rocalla y jarrones flameantes. Esta portada era el acceso al antiguo
colegio de san Carlos Borromeo.
La segunda portada da entrada a la iglesia y se compone de una puerta adintelada
formada por dos cuerpos superpuestos rematados en un frontón curvo. El cuerpo inferior dispone de dos columnas y dos pilastras
de orden dórico, el superior por dos columnas de orden jónico. En el centro del cuerpo superior un nicho cubierto por decoración de concha en la
actualidad vacío. En el centro del fronton el escudo de la orden de San Camilo de Lelis (una cruz blanca). Por encima de la portada un
gran óculo ilumina el interior del templo.
Con la desamortización de Mendizábal de 1835 el templo fue abandonado y quedó en manos del Arzobispado
que lo dedicó a distintos usos todos muy variopintos. Entre los dos usos más conocidos que ha tenido el templo destaca por la de haber
sido sede de la Asociación de Niños de San Vicente Ferrer (de gran tradición en Valencia) y por ser la sede de la Asociación de Belenistas que
todos los años por Navidad montaban los distintos belenes en el interior de la iglesia.
Formando conjunto con la iglesia se encontraba el patio claustral que
cumplia funciones de enfermeria y
Academia de Cirugía del cercano
Hospital General. Sobre el dintel de la puerta de entrada de esta Academia de Cirugía, se puede leer RL. ACADEMIA DE ZIRVGIA DL. RL. HOSPITAL GL. DE VALENCIA
(Real Academia de Cirugía del Real Hospital General de Valencia).
En los últimos años se ha realizado una completa transformación del templo y se han
habilitado y ampliado las antiguas dependencias claustrales como sede
de la Universidad Católica San Vicente Mártir. Parte de los terrenos donde se levanta la universidad la ocupaban distintas
dependencias del antiguo Hospital General, por lo que algunos elementos de este han quedado integrados en el edificio.
En la reciente rehabilitación destaca la
galeria de ventanas con arquillos de tradición italiana que se han recuperado en la parte superior de la fachada lateral.
A destacar que en las distintas entradas que se han habilitado en la Universidad Católica, se han colocado
cruces blancas, emblema de la orden de San Camilo que en origen estaban entregados al cuidado de los enfermos.
La Iglesia de San Carlos Borromeo en el recuerdo
|