Corral de comedias de "la Olivera"
hoy desaparecido

En términos generales un "corral de comedias" era un local donde se efectuaban representaciones teatrales. Básicamente era una casa con un patio o corral, a veces descubierto y otras techado o protegido de algún modo. En el mismo patio se levantaba un "tablao" para los actores y el resto se llenaba de sillas y bancos. Normalmente el corral de comedias disponía de uno o varios pisos que miraban al interior del patio y que completaba el aforo del patio. Es por tanto antecedente directo de los actuales teatros. El término "comedia" no hacía referencia al tipo de espectáculo, se consideraba "comedia" a la representación teatral profana en contraposición al teatro religioso, por tanto la "comedia" hacia referencia a cualquier tipo de representación teatral no religiosa.

Aunque no el único, el "Corral de comedias de la Olivera" fue el referente principal de las representaciones teatrales durante todo el periodo bajomedieval valenciano. Su fachada principal recaía a la actual calle de Comedias y más concretamente a la altura del número 15. El nombre de la calle se toma por la ubicación de este teatro, al igual que las calles adyacentes como son "Vestuario" y "Tertulia" que hacen referencia a actividades relacionadas con el teatro. Recibía el sobrenombre de "la Olivera" porque una de sus fachadas se abría a una plaza conocida como de la Olivera, por existir un árbol olivo en una de las casas colindantes.

La inauguración del "Corral de Comedias de la Olivera" tuvo lugar el 22 de junio de 1584, hasta entonces la actividad teatral estaba diseminada por toda la ciudad, en ocasiones ligada a actividades delincuenciales o poco recomendables. A pesar de todo en el palacio del Real de Valencia se hacían representaciones teatrales para los virreyes y la nobleza valenciana. Para acabar con este estado de cosas que hacía que la actividad teatral escapara de manos municipales y por tanto del fisco, los diputados y jurados de la ciudad, comisionaron al "Hospital General" de la ciudad, a tomar el control de esta actividad y buscar una casa o local estable a tal fin. Puede resultar extraño que un hospital pueda dedicarse a este negocio, pero no hay que olvidar que en la Edad Media la actividad sanitaria se financiaba mediante donaciones particulares caritativas o municipales. La actividad teatral era una forma de recaudar fondos para sufragar las necesidades del "Hospital General". Al frente del "Corral de comedias" se encontraba un alcalde que normalmente residía en el mismo y que se ayudaba por diversos alguaciles.

De un primer corral de comedias poco sabemos, en 1619 y después de un incendio que destruyó el edificio, se levantó sobre el mismo solar, un nuevo edificio ya dedicado expresamente a la actividad teatral y que si que se puede considerar como heredero directo de los actuales teatros valencianos. Este nuevo corral de comedias o ya teatro, tenía tres entradas o puertas que abrían a la calle Comedias, la puerta central llevaba directamente al patio de butacas a través de un vestíbulo, una de las puertas laterales llevaba al segundo piso del teatro que estaba reservado a las mujeres, mientras que la otra puerta llevaba al primer piso donde se ubicaban "reservados" para las familias nobles o personajes importantes de la ciudad o el clero.

Por tanto el teatro se distribuía en alzado, en planta baja donde se situaba el corral o patio, un primer piso y un segundo piso y cerrando el conjunto una cubierta de madera. El escenario que era un sencillo "tablao" se disponía en el frente mientras que el testero adoptaba forma poligonal ochavada para mejorar la visibilidad desde todos los ángulos posibles. En este "tablao" solían haber trampillas que servían para los "efectos especiales", ya que en ocasiones se precisaba la aparición de un fantasma o similar en el escenario. Detrás del tablao existía un conjunto de habitaciones y pasillos para entrada y salida de los actores y actrices o para cambiarse de ropa de forma rápida. La iluminación se conseguía con ventanas abiertas en los laterales del edificio. Las representaciones teatrales al contrario de lo que sucede en la actualidad solían ser diurnas y no nocturnas ya que por aquel entonces las calles no ofrecían seguridad alguna por las noches. No obstante si llegaron a representarse en ocasiones espectáculos teatrales nocturnos.

Las compañías teatrales eran contratadas e itinerantes y viajaban de ciudad en ciudad ofreciendo espectáculo. Se efectuaban representaciones de los grandes dramaturgos de la época, tal vez el más importante, Lope de Vega (* Madrid 25-11-1562 † Madrid 27-08-1635) que entre 1588 y 1595 estuvo desterrado en Valencia, escribiendo diversas obras que llegarían a ser representadas en nuestra ciudad. También fue importante las representaciones teatrales de un grupo de nobles que agrupados bajo la denominación de "Academia de Nocturnos" estrenaron obras en el corral de comedias, el principal de ellos tal vez, Guillém de Castro (* Valencia 04-11-1569 † Madrid 28-07-1631).

El "Corral de comedias de la Olivera" tuvo su final en 1715 ya que este tipo de actividad teatral (la comedia) no era bien vista por las autoridades eclesiásticas, así las presiones de la iglesia llevaron a cerrar el teatro. En 1750 el edifico sería demolido y aquí acaba la historia de la Olivera.

Debemos indicar que en el momento de creación del corral de comedias, la población de la ciudad de Valencia, era de aproximadamente 60.000 habitantes y que además de este teatro durante algún tiempo convivieron juntos, otro corral de comedias situado frente a la iglesia de santo Tomás, y que llevaba por nombre: Els Santets.