Iglesia parroquial de San Pascual Bailón
c/Doctor Moliner nº 8

Pascual Bailón y Yubera nació en Torrehermosa (Zaragoza) en 16 de mayo de 1540 y falleció en Villarreal (Castellón) en 17 de mayo de 1592. Hijo de Martín Bailón y de Isabel Yubera. De origen humilde, fue pastor de ovejas antes que monje franciscano y a su muerte fue reconocido como santo por la iglesia católica en 16 de octubre de 1690 con el nombre de san Pascual Bailón. Su sepulcro se halla en la actual basílica de san Pascual Bailón de Villarreal (Vila-Real), en el monasterio donde residió los últimos años de su vida. Es conocido indistintamente con el apellido "Baylón" o "Bailón".

Nuestra iglesia parroquial de san Pascual Bailón fue erigida en 1941 y terminada en 1959 (siglo XX) por el arquitecto Vicente Traver Tomás (* Castellón de la Plana 23-09-1888 † Alicante 15-11-1966). Traver Tomás en la ciudad de Valencia es conocido por ser el artífice del Palacio Arzobispal y por haber participado en la construcción del conocido edificio del Banco de Valencia de la calle Pintor Sorolla. Los terrenos sobre los que se levanta el templo fueron donados por una devota viuda, doña Leonor Donderis. En aquel momento el lugar era una zona todavía con mucha huerta y pocas construcciones, no como hoy día, que la iglesia está rodeada de edificios que la abrazan de manera inmisericorde.

La iglesia tiene un atrio o patio descubierto que antecede a la fachada. Tras pasar por la puerta de entrada, un vestíbulo cubierto en cuyos lados se abren dos capillas, una de ellas hace funciones de capilla bautismal (izquierda) y la segunda permite el paso la capilla cineraria (derecha). Sobre este vestíbulo se levanta la torre campanario. Este se sitúa en el centro de la fachada principal, con planta cuadrada, dos cuerpos y rematado por un pequeño pero alto templete. En el segundo cuerpo encontramos la sala de campanas con cinco de ellas: San Vicente Ferrer (1947), Santa María (1947), San Pascual Bailón (1968), Santísima Trinidad (1968) y Santa Bárbara (1968).

La iglesia es un edificio funcional de planta rectangular, con cubierta plana y con un pequeño ábside poligonal no muy pronunciado en el interior. El presbiterio está presidido por un Cristo de madera obra del imaginero Miguel Sales. A ambos lados del arco triunfal que enmarca el ábside, sendas imágenes de san Pascual Bailón (titular del templo) y de la Virgen María, obras del escultor valenciano José María Alcácer Guzmán (* 1907 † 1994).

En el interior del templo los muros laterales abren cada uno de ellos seis arcos de medio punto ciegos a modo de minúsculas capillas que no llegan a ser. Sobre cada uno de los arcos, doce grandes óleos, obras del pintor valenciano y feligrés de la parroquia Antonio Romero Rubio. En los muros laterales encontramos un total de doce lienzos representando diversas escenas recogidas del Nuevo y del Antiguo Testamento. Otros dos lienzos en la capilla de la comunión, representan a santa María Micaela y a san Pascual Bailón. El tercero y último que completa el número de quince está situado sobre la pila bautismal y representa el Bautismo de Cristo. Son obras realizadas entre 2004 y 2009 y algunos personajes son retratos verdaderos de feligreses ligados a la parroquia.

A los pies del templo, junto a la puerta de ingreso, encontramos un pequeño altar, presidido por una imagen de la Virgen de los Desamparados, a quien acompaña en sendas peanas, san José y Cristo Sagrado Corazón de Jesús. Dos puertas situadas en los arcos del muro del lado del evangelio, permiten el acceso a la capilla de la comunión.

Sin lugar a dudas lo más interesante de la iglesia es la portada, ya que esta procede de la desaparecida iglesia de san Miguel y san Dionisio que fue demolida al finalizar la guerra civil española, ante el abandono y ruina en que se encontraba. Solo se salvó la portada que sería colocada en esta iglesia parroquial a iniciativa del sacerdote Rafael Ferrandis Villanueva que se comprometió a su traslado. La iglesia de san Miguel se encontraba en la actual plaza de Vicente Iborra, junto a la desaparecida Casa de la Misericordia y junto a la actual iglesia de Nuestra Señora del Puig (heredera de la Casa de la Misericordia).

La portada de estilo renacentista, es de finales del siglo XVI, se articula en dos cuerpos; el inferior formado por una puerta con arco de medio punto en cuyas enjuntas encontramos dos tondos con los bustos en relieve de san Pedro y san Pablo. Sobre las batientes de la portadas dos escudos dorados uno de ellos de la ciudad de Valencia y el otro con el emblema de la Eucaristía. A ambos lados del arco, dos columnas de fuste estriado que apoyan sobre altos basamentos, sostienen el entablamento dórico. A ambos lados de las columnas dos pequeñas hornacinas cubiertas en su interior por decoración de veneras en la actualidad vacías. Dos pilastras planas adosadas enmarcan la portada que resalta sobre el fondo del muro de ladrillo en que está construido el templo.

Según investigadores locales, los ladrillos usados en la construcción del templo, proceden del antiguo estadio de futbol del Mestalla, que fueron donados por la directiva del club en calidad de donativo y ayuda en la construcción de la iglesia. Muchos de los agricultores de los alrededores ayudaron con sus caballerías en el traslado de los materiales de forma gratuita.

En el segundo cuerpo destaca la hornacina central cubierta por decoración de venera y que alberga una pequeña escultura de san Pascual Bailón en el lugar que ocupaba con anterioridad san Miguel Arcángel como antiguo titular del templo y de la portada, figura que por no ser original de la hornacina queda un tanto pequeña para el lugar en que se encuentra. Esta imagen del santo fue un regalo del ayuntamiento de Valencia a la parroquia. Sobre la hornacina central un frontón triangular apoyado en ménsulas. Completa la decoración algunos adornos de bolas y otros tantos elementos de inspiración barroca como son las aletas recurvadas de los lados de las hornacinas. La portada se encuentra bastante deteriorada y precisa una necesaria rehabilitación.