A la edad de 55 años ha fallecido en Valencia, el que fue gran Amirante de la Corona de Aragón
Roger de Lauria. Habia nacido en Scala-Calabria-Italia en 1250 y se educó en la corte aragonesa, al llegar procedente de Sicilia, con
su madre, cuando esta acompañó a la princesa
Constanza a contraer matrimonio con el futuro rey don Pedro III el Grande. En 1270, don Jaime,
hizó donación a él y a su madre del Valle de Seta, cerca de Cocentaina. El rey don Pedro I le
nombró en 1283 Almirante de Aragón al destituir a su hijo don Jaime, por desobedecer órdenes. Otras versiones
colocan su lugar de nacimiento en Loria o Lauria en Nápoles, de donde vendría su nombre.
Pronto entró en acción al frente de la escuadra aragonesa, venciendo en la batalla de Malta (08-06-1283),
y consiguiendo el dominio de la isla de Sicilia frente a las tropas angevinas (francesas).
Era su primer combate como Almirante; allí fue herido en
lucha a espada con el Almirante enemigo Cornuto, que murió despedazado.
Carlos de Anjou, rey de Nápoles, que pretendia invadir Sicilia, estaba preparando una gran flota
en Marsella y Nápoles. Enterado Roger, partió para Nápoles donde entabló batalla; destrozó a la
escuadra enemiga e hizo prisionero al principe de Salerno. El 5 de junio de 1284, asaltó y
saqueó los fuertes de Nicotera y Castevetro, expulsando a los franceses de Calabria. En junio de
1285, Francia invadió Cataluña. Pedro III, reclamó la presencia de Roger, quien cerca del
golfo de Rosas, presentó batalla a la escuadra francesa produciendoles gran descalabro. Roger se
ensañó con los enemigos realizando actos de crueldad, como el arrojar al mar a varios centenares
de presos atados a una maroma y enviar al campo enemigo a más de 200 franceses después de
haberles sacado los ojos. El 16 de junio de 1287, interceptó 36 galeras francesas que marchaban
a atacar Sicilia, obteniendo otra gran victoria.
En 1295 pasó a servir a Federico III de Sicilia, de quien fue embajador ante el papa Bonifacio
VIII, pero discusiones surgidas le impulsaron a salir de Sicilia y ponerse de nuevo al servicio
de Jaime II, enemistado entonces con su hermano Federico. En 1299 provocó gran derrota a la
escuadra siciliana en el cabo de Orlando, el 4 de junio, mostrando una vez más su crueldad con
los vencidos. En el verano de 1300 volvió a vencer a la escuadra siciliana en aguas de Ponza, donde
hizo prisionero al almirante de Sicilia Conrado Doria.
Don Jaime II le cedió las villas de Calpe y Altea. La isla de Yerba y el Querqueso, constituian
un principado, que una vez ocupado fue gobernado por Roger de Lauria. En 1304, en una incursión
violenta de los musulmanes, incendiaron Cocentaina, donde le tuvieron asediado durante tres
dias, en venganza por las persecuciones que el almirante habia efectuado a sus naves.
Cansado de guerrear, se retiró a sus posesiones de Valencia que, además del señorio de Cocentaina
y la villa de Alcoy comprendian también Muro, Alcudia, Cella y Benimàmet. En 1279 contrajo matrimonio
con Margarita Lanza con la que tuvo varios hijos, en 1285 contrajo nuevas nupcias con Saurina, hija de
Berenguer de Entenza con la que tuvo también varios hijos.
Roger de Lauria ha dejado una frase para la
historia. La pronunció en su juventud, en 1285, a raiz de la victoria que con sus galeras obtuvo
contra los franceses cuando estos habían invadido el condado de Barcelona por los Pirineos.
Tras su victoria hubo negociaciones con el conde de Foix, emisario del rey de Francia, que le
pedia una tregua. Lauria dijo que no habria pacto alguno con franceses, el francés se extrañó de
esta gallardia y añadió que le sorprendía que no diera tregua a un rey tan poderoso como el de
Francia que podia armar una flota de 300 navios y vencer a Aragón.
El de Lauria respondió confiado que no temía ni a 300 ni a 1.000 galeras francesas. Y dijo aquí
su frase que copiamos:
"No solo no pienso que galera ni otra embarcación se atreva a ir sobre el mar,
salvo que tenga salvoconducto del rey de Aragón, ni aún no sólo galera ni nave,
sino que no creo que ningún pez se atreva a alzarse sobre el mar, sino lleva un escudo
con la señal del rey de Aragón en la cola, como muestra de salvoconducto de aquel
señor, rey de Aragón"
Tras su muerte en 17 de enero de 1305, el cadáver de Roger de Lauria fue trasladado al
Monasterio de Santes Creus
en la provincia de Tarragona, donde fue sepultado a los pies del rey Pedro III el Grande.
Texto: Las Provincias Historia Viva de Valencia
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