Castillos de España
Castillo de Benisanó

"Del castillo salían tres murallas (oriente, mediodía y poniente) y en cada una de ellas habían situadas cuatro puertas puestas a distancias iguales y un portillo... " (Antonio José Cavanilles)

Introducción

Nombre: Castillo de Benisanó
Ubicación: Benisanó (Valencia). Comunidad Autónoma de Valencia.
Comarca del "Camp del Turia"
Gentilicio: benisanenses o manrasanos
La Patrona del municipio es "La Mare de Deu del Fonament" (Virgen del Fundamento)
Declarado en 1994 como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento
Propietario actual: Municipio de Benisanó desde 1996

Historia

Benisanó tiene su partida de nacimiento a comienzos del siglo XII, en una alquería de origen musulmán que se denominaba "Beni Sahnún" Este primitivo nombre evolucionará a "Benixanut". En 1239 en el "LLibre del Repartiment" es citada como "Beniçano" y en 1249 como "Benizano"; y por fin en 1278 ya se mencionará con el nombre actual de Benisanó. La alquería dependía de la cercana población musulmana de "Lyria" actual Liria. La alquería se estructuraba alrededor de una torre que protegía no solo el asentamiento a sus pies, sino que además servía de vigía y alerta para la cercana Liria, lugar donde tenía su residencia el cadí o magistrado musulmán. A su alrededor se levantaban una serie de construcciones que no han llegado hasta nosotros.


La alquería fue arrebatada a los musulmanes con la conquista de Valencia, ampliada y modificada por los distintos señores, se transformó en residencia nobiliaria y adquirió todo su esplendor a lo largo de los siglos XV y XVI, con la familia Cavanilles-Villarrasa que le dieron su actual configuración.

En el "Llibre del Repartiment" de Jaime I, aparece una donación efectuada al navarro Pedro Iñiguez de Diacastello, Procurador del Infante don Pedro (futuro rey Pedro III de Aragón), que consta de una torre con sus edificaciones que se llama Benizano. Fecha 1 de noviembre de 1249.

En 1277 el rey de Aragón Pedro III (1276-1285), concede la alquería de Benisano a Juan de Proxita, Gran Canciller del Reino y Presidente de sus Consejos. Son su linaje los segundos señores de Benisanó, hasta la llegada de la familia Cavanilles-Villarrasa.

En el año 1477 Isabel Gallach, esposa de Luis de Cavanilles Villarrasa, compra a Pedro Eixarch, la alquería señorío de Benisanó. Es entonces cuando el rey Juan II de Aragón (1458-1479) (padre de Fernando el Católico) concede a Luis de Cavanilles Villarrasa la jurisdicción de Benisanó. Será por tanto hacia finales del siglo XV con la familia Cavanilles-Vilarrasa cuando el castillo adopte su actual fisonomía. Será Luis Cavanilles Villarrasa el primer señor de este linaje en Benisanó.

Luis Cavanilles Villarrasa era hijo de Luis de Villarrasa y Castellana de Cavanilles, estuvo casado en primeras nupcias con Isabel Gallach y se encontraba al servicio del rey de Aragón Juan II. Alteró el orden de sus apellidos, obligado por su madre si es que quería heredar sus bienes, con el fin de que el apellido Cavanilles no se perdiese.

Fue uno de los hijos de Luis de Cavanilles, don Jerónimo de Cavanilles-Villarrasa y Gallach quien trasladó al rey de Francia Francisco I, prisionero al castillo de Benisanó. Este es uno de los episodios más conocidos de la historia de este castillo. Aquí estuvo durante dieciocho dias antes de ser trasladado a Madrid.

Según nos narra la historia, Carlos I de España (1516-1556) y Francisco I de Francia, eternos enemigos, se encontraban luchando en suelo italiano por el control del Milanesado (actual Milán). En la batalla de Pavía que tuvo lugar el 24 de febrero de 1525 las tropas francesas que estaban mandadas por el propio rey de Francia sufrieron una fuerte derrota, el mismo rey fue hecho prisionero por un soldado vasco de nombre Juan de Urbieta. El rey al ser reconocido dijo una de esas frases que han pasado a la historia "todo se ha perdido menos el honor".

El rey francés no estaba llamado a ocupar el castillo de Benisanó, pero una serie de intereses un tanto extraños, lo trajo a nuestras tierras. El rey Carlos había ordenado al gobernador de Calabria don Hernando de Alarcón que mantuviera al rey francés preso en Italia. Sin que lo supiera el rey español, el francés fue trasladado a la península en barco y llegado al puerto de Barcelona se informó al rey Carlos. Este volvió a ordenar que fuese llevado prisionero al castillo de Játiva. LLegó al Puerto de Valencia el 30 de junio de 1525 y don Jerónímo de Cavanilles-Villarrasa haciendo caso omiso de las ordenes del rey se lo lleva a su castillo de Benisanó donde queda alojado el 3 de julio. Posteriormente es trasladado a Madrid, a la Torre de los Lujanes donde quedó recluido con toda pompa el 12 de agosto.

Características

El recinto de lo que llamamos Castillo de Benisanó, lo podemos dividir en dos partes: las murallas que rodeaban la población y el castillo propiamente dicho, ya que ambos elementos formaban un conjunto indivisible. En la actualidad solo se conserva el castillo y tres de las puertas que se abrían en las murallas.

Las murallas formaban un recinto rectangular unido por dos de sus extremos al castillo y daban protección a la población. No obstante, parece ser que las murallas son muy anteriores a la construcción del castillo, pues estas serían de los siglos XIII-XIV y el castillo del siglo XV. Está probado que el castillo se edificó sobre la antigua alquería musulmana de la cual sería parte integrante el recinto amurallado. La muralla estaba reforzada con cubos almenados en sus vértices.

Antiguamente tres lienzos de murallas rodeaban la población, en cada uno de ellos habían torres colocadas a la misma distancia y un portal, llamados de Bétera, Llíria y Valencia que aún mantienen su estado original, no así las murallas que han desaparecido.

Se puede considerar al castillo como un castillo-palacio, donde se conjugan la fortaleza y la residencia señorial. En su aspecto primitivo, el castillo contaba con un puente levadizo y foso; el remate de la torre central estaba constituido por teja árabe, a cuatro aguas y en forma de chapitel, estos elementos fueron eliminados en reformas posteriores, dándole forma almenada. La altura aproximada de la torre es de 30 metros.

La estructura general del castillo se desarrolla en torno a la torre central, a su alrededor un piso en planta baja destinado al servicio. El primer piso reservado para los dueños del castillo y como planta noble. La segunda planta se articula en un conjunto de habitaciones dedicados a almacenes o a usos varios en función de los tiempos. Al exterior la planta noble abre vanos en forma de ventanas geminadas de estilo gótico, mientras que la segunda planta abre en su parte alta una galería de vanos cerrados con arcos rebajados. La torre dispone de cuatro plantas interiores y finaliza en una terraza en la actualidad almenada. El castillo también dispone de un espacio subterráneo que se considera son de origen musulmán.

El castillo está protegido por dos anillos amurallados. El exterior que enlazaba con las murallas de la población es de altura inferior que el anillo interno. De gran solidez se encuentra almenado y dispone de saeteras para su defensa. En sus vértices habían sendas torres defensivas, algunas de ellas en la actualidad se mantienen en buen estado y en otras solo adivinamos su presencia. El segundo recinto o anillo es de altura algo superior que el primero y solo dispone de una torre defensiva conocida como Torre de la Poterna. En este anillo se encuentra el paso de ronda del castillo. Entre ambos anillos de murallas un foso hoy vacío pero que en su momento llevaba agua procedente del manantial de San Vicente de Liria.

El castillo tiene fábrica de mampostería reforzada con sillares de refuerzo en las esquinas. Es de planta rectangular, destacando en su parte central la torre del homenaje, cuadrada y almenada, con ventanales de clara influencia gótica. La torre que sobresale en altura sobre el palacio parece elevarse desde el mismo centro, pero nada más alejado de la realidad ya que la misma se encuentra descentrada sobre el centro del edificio.

En la fachada principal un conjunto de construcciones aterrazadas formando un cuerpo avanzado, distribuyen la entrada al palacio y a los distintos recintos internos (palacio, foso y patio de armas). La entrada al castillo se realiza por la fachada de Levante atravesando un arco de medio punto abierto en la barbacana o ante-muralla que servía de protección al palacio. En su día para entrar en el mismo había que salvar un foso lleno de agua y un puente levadizo. El foso hoy recuperado se encuentra seco y podría considerarse zona ajardinada si lo estuviera.

Tiene el castillo tres torres características que destacan sobre las demás: la Torre de la Poterna, circular y que controla el patio de armas, una torre defensiva de planta hexagonal con aberturas para la artillería, lo que nos habla de su adaptación a tiempos más modernos en que empezaba a ser usado esta arma y una tercera de planta cuadrada que se encuentra junto a la terraza-mirador.

Traspasada la puerta a nuestra izquierda encontramos el patio de armas, de planta cuadrangular y no excesivamente grande. En la esquina del patio de armas encontramos la Torre de la Poterna, de planta circular. A los pies de la torre encontramos un pozo-aljibe. El subsuelo del patio de armas se encuentra excavado ya que todo él es un gran aljibe o cisterna para el almacenaje de agua. Esta cisterna parece proceder de época islámica, mientras que el nivel superior ya se corresponde con el siglo XV. La cubierta de esta cisterna subterránea se cierra por una gran bóveda. En el centro del patio encontramos el brocal de un pozo que tal vez no se corresponda con su situación original, pero que recrea perfectamente como pudo haber sido. Además junto a la Torre de la Poterna encontramos un pozo y un abrevadero que lleva inscrita en la piedra la fecha de 1902. La polea del pozo se sujeta por la parte superior con un gancho que adopta forma de cabeza de dragón.

Desde el patio de armas, una puerta situada al frente permite el acceso a una galería en forma de L, que son las antiguas caballerizas del castillo. Antiguamente estas dependencias debían de haber tenido un falso techo que permitía la división horizontal de la estancia y por lo tanto una nueva estancia sobre las caballerizas, aunque desconocemos el uso que tenía este piso superior. En las caballerizas se han encontrado toda una serie de dibujos o grafitis en los muros con la más diversa temática: barcos, círculos, dibujos superpuestos, planta de una iglesia y otras formas de difícil interpretación. De todos modos no está claro que estas salas hayan sido siempre caballerizas, pueden haber servido como cuerpo de guardia, establos o alguna otra utilidad que desconocemos.


La entrada al edificio del palacio, se realiza por dos lugares: una, por un corto pero ancho pasillo que comunica las caballerizas con el vestíbulo, y la otra por una puerta existente en el mismo patio de armas, justo enfrente del pozo de la torre, y que da entrada directamente al vestíbulo o zaguán. Esta era la puerta principal del castillo y está formada por un arco de medio punto con dovelas de sillería bien labradas y sin decoración alguna.

Lo primero que destaca del vestíbulo es una columna torsa, no original del castillo y que fue traída para reforzar la sujeción del techo. Destaca la situación física de la misma, muy cerca de la escalera de acceso a la planta noble, tanto que parece estar en medio de ella. La columna cuya procedencia se desconoce, debió traerse desde la ciudad de Valencia procedente seguramente de un derribo de alguna casa. Cabe destacar en esta sala, su artesonado de madera, realizado en el siglo XV y que simulan ser "socarrats", que es un tipo de cerámica valenciana que se usa para decorar los techos, pero que sin embargo en nuestro caso se trata simplemente de madera pintada.

La existencia de esta columna torsa se explica por la necesidad de reforzar la viga que sustenta la techumbre ya que de otro modo no aguantaría el peso de la techumbre. En su momento en este lugar debería ir un muro de cerramiento que dividiría la zona de servicio de la entrada, pero al derribar este muro se hizo necesario colocar una viga y a su vez un elemento de sustento que en este caso fue una columna, de ahí su ubicación un tanto extraña en el lugar.

En el vestíbulo tenemos una puerta que da acceso a la cocina de la planta baja, donde se encuentra una chimenea de corte renacentista con el escudo de los Cavanilles-Villarrasa. Esta cocina son de las conocidas como de tipo valenciano ya que disponen el hogar o fuego en el suelo.

Una corta escalera nos lleva a una pequeña estancia situada en altura y que tiene vista sobre el vestíbulo. Se trata de la sala del administrador, desde ella este personaje podía controlar el orden del castillo y de la servidumbre y en ella realizaba la administración diaria de la hacienda. Esta sala tiene un pavimento de azulejería de Manises del siglo XV conocido como cerámica azul y una techumbre del siglo XVI con bovedillas de yeso con figuras de personajes. A este tipo de techumbre también se le conoce como techos de revoltones.

Situados otra vez en el vestíbulo, a la izquierda hay un pequeño hueco en la pared de la torre, que se cierra mediante una pequeña puerta, y que antiguamente era un aljibe árabe, y con posterioridad y una vez rellenado de tierra, era usado como celda de castigo. La puertecilla tiene una pequeña abertura por la cual se daba comida y bebida al encerrado.

Otra puerta da acceso a los subterráneos del castillo. Esta vez y como su nombre indica, la escalera nos llevará hacia abajo a un nivel inferior del castillo. Los subterráneos del castillo parecen que tienen un origen musulmán, serían por tanto uno de los elementos más antiguos del castillo. Se compone de dos niveles ambos bajo tierra. En un nivel superior una gran sala rectangular forma un semi-sótano, el techo se cubre con una cubierta de madera que apoya en pilastras de ladrillo con ménsulas escalonadas en donde descansa el techo. Es obra de finales del siglo XIX o principios del XX. El nivel inferior o sótano está excavado en la roca y se comunica con el semisótano por un agujero en el techo. En época señorial eran utilizados como almacenes y despensas. En origen estas salas estaban abiertas directamente en la piedra sin ningún tipo de obra y ni que decir tiene, era la zona más fresca del castillo, por lo que era relativamente fácil la conservación de los alimentos.

Como anécdota podemos contar que al lado de cocina antes citada y enfrente de la escalera que da acceso a la planta noble, hay un gran ventanal que ilumina toda la estancia. Este ventanal fue mandado hacer por uno de los propietarios del castillo, ya que en realidad en ese lugar iba la puerta original de entrada al vestíbulo, lo cual es lógico ya que enfilaba en línea recta la entrada desde el recinto amurallado al vestíbulo y seguidamente la subida a la planta noble. Como al propietario del castillo no le gustaba la poca iluminación que tenía esta sala, decidió construir una ventana en ese lugar y hacer la puerta en un lateral, lo que hace que para entrar en el edificio haya que hacer una pequeña revuelta por el patio de armas.

Una escalera de un solo tiro nos lleva a la planta noble del edificio, las habitaciones privadas del castillo y la parte de más lujo y esplendor. En la distribución hasta ahora vista podemos ver como el piso superior se dedicaba a los señores del castillo, mientras que la planta inferior se dedicaba a la servidumbre, con lo cual no se nos escapa quien estaba por encima de quien.

En lo alto de la escalera, nos encontramos ante un pequeño recibidor o vestíbulo, con pavimento de azulejos de Manises del siglo XV conocida por cerámica azul. Este se compone de un suelo de baldosas rojas y olambrillas decoradas con pequeños azulejos de color azul y blanco. Cubriendo el espacio una techumbre de bovedillas y yeso con molduras platerescas del siglo XVI.

Este recibidor pone en comunicación las distintas habitaciones de la planta noble que giran a su alrededor y se corresponde con la primera de las salas de la torre. Desde el recibidor se accede directamente al salón noble, al comedor principal y a la sala de los "socarrats". Una de estas habitaciones recibe el nombre de habitación del "socarrats", ya que la primera impresión que produce su techo, es que esta construido con ese tipo de azulejos; en realidad se trata de un artesonado de madera pintada al temple de finales del siglo XVI. En el pavimento volvemos a encontrar azulejería procedente de Manises del siglo XV (cerámica azul).

La sala de mayor dignidad del castillo, es la llamada Sala Noble. Es una gran sala rectangular, con un magnifico artesonado de madera, y por debajo del mismo, un friso con los escudos de armas pintados en vivos colores de los Cavanilles-Villarrasa y una curiosa frase fragmentada que dice lo siguiente: "La superbia de vos matará amos e dos" (Vuestra soberbia os va a matar).


Forman parte de esta sala noble, un vitral policromado donde aparece el escudo de armas de la familia Escrivá de Romaní, propietarios que fueron del castillo y dos manos sujetando por los cabellos a dos doncellas. Este vitral, o más concretamente la escena citada en la que las manos cogen por los cabellos a dos doncellas, hace referencia directa a la frase que decora la sala noble, y que anteriormente hemos mencionado. Este vitral es obra moderna.

Dicen las crónicas, que el rey de Francia Francisco I, estando prisionero en el castillo de Benisanó, llevaba un ritmo de vida acorde a su real condición, por lo que constantemente era agasajado y honrado por el señor del castillo don Jerónimo de Cavanilles-Villarrasa; en su honor se organizaban bailes, fiestas y saraos. En uno de esos bailes, el rey de Francia, se encaprichó en bailar con las dos hijas del señor del castillo, a lo que ellas se negaron alegando que el rey francés era un enemigo de España y había matado muchos españoles, por lo que no bailarían con él; el padre y señor de Benisanó se enfadó con sus hijas y cogiéndolas por los pelos, obligó a sus hijas a bailar con el rey. En recuerdo de este suceso se grabó la leyenda en el friso del salón.

Este hecho es el que ilustra el vitral citado, así como la frase escrita en el friso del salón. De cualquier modo la historia es falsa ya que se sabe con certeza que don Jerónimo de Cavanilles-Villarrasa solo tuvo un hijo y además varón por lo que difícilmente se le puede atribuir la historia. Más viso de realidad tiene a que la frase aluda a unas desavenencias entre Luis de Villarrasa y Castellana de Cavanilles por el hecho de que obligara a su segundo hijo a cambiar el orden de los apellidos como ya hemos comentado más arriba. De cualquier modo tampoco esta posibilidad se puede dar por cierta al cien por cien.

Esta Sala dispone de tres portadas realizadas en piedra artificial y decoradas con blasones sin policromar. La que enfrenta con nuestra entrada, lleva el blasón de los Fernández de Córdova, la puerta mas cercana al vitral y que comunica con la sala de los "socarrats" lleva el blasón de los apellidos Dusay-Fivaller, y la portada por la que hemos entrado y que comunica con el recibidor lleva el blasón de los Escrivá de Romaní. Todos ellos diversos entronques familiares de los propietarios del castillo.

Enfrente del vitral encontramos una chimenea de características renacentistas con un escudo que es un compendio de todos los demás. Esta chimenea vino a sustituir a otra de iguales características de estilo gótico.

Muy resumido describimos los escudos correspondientes a cada familia:

• El escudo de los Fernández de Córdova está dividido en dos cuarteles, a la izquierda seis bezantes (círculos) en dos palos, a la derecha tres fajas en la parte superior y una cabeza de rey moro en la parte inferior.

• El escudo de los Dusay Fivaller está formado por tres peces (salmonetes) correspondiente a la familia Dusay y un león rampante por la familia Fivaller.

• El escudo de los Escrivá de Romaní llena el escudo con un ajedrezado y una luna menguante en el centro.

El pavimento esta formado por azulejos con los escudos de la Casa Monistrol y que fueron los que mandaron realizar las últimas reformas en el castillo. Estas fueron realizadas a finales del siglo XIX por don José María Escrivá de Romaní Dusay-Fivaller, III Marqués de Monistrol, San Dionis y XIV Barón de Beniparrrell. Don José Escrivá casó con Maria Soledad Antonia Fernández de Córdova y Bernaldo de Quirós, XV Condesa de Sástago.

Una cuarta puerta situada junto a la chimenea, da acceso a una antesala que nos llevará a su vez a las habitaciones conocidas como de Francisco I por ser estas las que ocupó el rey Francisco I en su cautiverio en el castillo durante los dieciocho días que estuvo preso en Valencia antes de ser llevado a Madrid.

En esta sala donde estuvo alojado Francisco I, podemos contemplar un artesonado del siglo XV pintado al temple en color azul ennegrecido y decoración floral. En el friso de dicha sala, nos vuelven a aparecer los escudos de armas de los Cavanilles-Villarrasa y la misma inscripción de la Sala Noble. Los azulejos del suelo proceden de Manises y datan del siglo XV.

La antesala previa a la Real Sala también tiene un suelo de iguales características que la sala que le precede y un precioso artesonado de madera policromada.

Entre las salas más características destaca la cocina moderna del año 1900 y que vino a sustituir a la antigua cocina situada en la planta baja. Con unos fuegos que para la época podemos decir que era moderna, hoy queda como una bella cocina de museo de principios del siglo XX.

A destacar también dos salas situadas junto a la cocina, son los dos comedores, uno más pequeño y un segundo más grande. El comedor pequeño tiene acceso a una terraza que enfrenta con la puerta del castillo. El comedor grande tiene una pequeña habitación que funcionaba como capilla-oratorio. Una puerta comunica la habitación del rey Francisco I con la capilla, de esta puerta se cuenta que el rey no quería traspasarla porque para ello tenía que inclinarse por ser esta no muy alta, y eso era contrario a la dignidad de su persona.

El resto de las habitaciones estaban dedicados a diversos usos según quienes habitaran el castillo. Destacan los suelos cerámicos del siglo XVIII, en especial uno que se denomina de "les pometes" (manzanas) por ser este fruto el protagonista cerámico.


Para finalizar nuestra visita por el Castillo de Benisanó podemos observar el castillo por la parte de fuera, podemos empezar la vista por la Torre de Poterna junto al patio de armas, y siguiendo el paseo de ronda del castillo, observar las ventanas góticas que adornan su fachada, su torre del homenaje en el centro del castillo, así como las murallas de mampostería y las torres que protegían el castillo.

Pasearemos por el foso por donde en tiempos discurría el agua de la Fuente de San Vicente de Liria. Veremos también la excelente terraza, bajo la cual se encuentra una gran nave abovedada, que era el cuerpo de guardia, y la excelente torre defensiva de planta hexagonal. Paseando por el foso podemos ver un arco rebajado de ladrillo, cerrado por una reja de hierro, que es una antigua puerta abierta en el muro para salida de carros.

Ficha técnica

Fecha de realización página: 05 de marzo de 2.004
Fecha última modificación: 10 de septiembre de 2.015

Lugares de interés de Benisanó

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Sobre los contenidos

Árbol genealógico de la familia Cavanilles-Villarrasa (fichero.xls).
Árbol genealógico con los propietarios del castillo

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