Catedrales de España
Catedral de Segovia


Introducción

Nombre: Catedral de Santa María
Emplazamiento: Segovia. Comunidad Autónoma de Castilla-León
Estilo: Gótico siglo XVI
Conocida como La Dama de las Catedrales
Gentilicio: Segovianos
La ciudad vieja de Segovia está declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad

Historia

En la historia de Segovia han existido tres catedrales, la más antigua conocida como la primitiva y enclavada en las orillas del río Eresma, fue destruida durante la persecución arriana del año 516.

La segunda catedral, conocida como la antigua, fue mandada construir por el rey Alfonso VII (1126-1157) en estilo románico y consagrada en el año 1228, encontrándose situada en las cercanías del actual Alcazar, en el lugar que hoy ocupan los jardines que anteceden al castillo. Esta catedral tenia tres naves, crucero y un claustro gótico que es de lo poco que quedó después de su destrucción.

La actual Catedral fue mandada construir por el rey Carlos I, ya que la anterior románica construida por Alfonso VII fue destruida en 1520 durante las guerras de las Comunidades, al hacerse fuerte las tropas comuneras en la Catedral, frente a las tropas imperiales situadas en el Alcazar, a escasos metros de distancia.

La Catedral de Segovia es una de las construcciones góticas mas tardías de España, ya que fue construida en estilo gótico cuando el estilo renacentista ya comenzaba a imperar en España.

Se coloca la primera piedra el 8 de junio de 1525. El arquitecto elegido es Juan Gil de Hontañón que realiza el proyecto y los planos, comenzando la construcción por los pies de la iglesia.

Juan Gil de Hontañón que ya había trabajado en la anterior Catedral románica, agrandando el ábside mayor (1509) falleció poco después, por lo que le sucede en las obras su hijo Rodrigo Gil de Hontañón en 1526.

Rodrigo Gil sólo estuvo tres años al frente de las obras, aunque habría de volver más tarde. Se hizo cargo de la dirección de las obras García de Cubillas que ya participaba en los trabajos desde el comienzo de las obras.

Hacia 1550 ya estaban hechas las tres naves y sus cubiertas, desde los pies hasta el crucero, se había levantado la torre hasta el cuerpo de campanas, se había trasladado el claustro desde la anterior Catedral románica y se hallaba muy avanzada la sala capitular.

En 1559 fallece García Cubillas y recoge el testigo de las obras nuevamente Rodrigo Gil de Hontañón hasta su fallecimiento en 1577.

En 1567 se pone la primera piedra del crucero y se termina la nave central, abriéndose así al culto la catedral. Durante este periodo se termina el crucero y se llega al arranque de las bóvedas de la girola.

El morir Rodrigo Gil de Hontañón en 1577, le sucede Juan de Mugaguren que cierra las bóvedas del crucero con una cúpula en estilo escurialense, termina los brazos del transepto y construye en 1615 la puerta neoclásica de San Frutos.

Con posterioridad, ya en el siglo XVII se siguió trabajando en la catedral pero ya en cuestiones menores.

Características

La Catedral de Segovia con planta de cruz latina, se compone de tres naves, capillas laterales, crucero, cabecera con girola y capillas radiales además de la torre y el claustro. Las cubiertas se cierran con bóvedas de crucería. Al exterior la girola se cubre con gran cantidad de pináculos y adornos de tracería gótica

Dispone de tres puertas, la del Perdón situada en el oeste, la de San Frutos en el norte y la de San Geroteo al sur. La catedral está construida en piedra caliza, y a titulo de curiosidad indicaremos que la cabecera se sitúa sobre parte de lo que era el barrio judío de la época.

La girola dispone de siete capillas absidiales y las naves laterales un total de doce capillas, seis a cada lado.

Las medidas de la catedral son: 33 metros de altura, 50 metros de ancho y 105 metros de longitud.

Puerta de Santa María En su fachada principal orientada al oeste, encontramos la Puerta del Perdón o de Santa María. Esta puerta se halla flanqueada por otras dos puertas laterales menores. Al exterior encontramos un gran patio cerrado por una verja que corre entre pilares coronados por pináculos o leones tenantes con escudos, con las armas de los Reyes.

En su fachada, de gran sencillez, encontramos las dos puertas laterales con arcos trilobulados y la puerta central en cuyo parteluz encontramos una imagen en piedra sobre una peana y bajo un dosel, de la Virgen Inmaculada. En la misma posición pero en el interior de la catedral, y esta de madera policromada, también otra Virgen sobre peana y dosel, obra de Sebastián Almonacid (siglo XV).

Puerta de San Geroteo La Puerta de San Geroteo (primer obispo de Segovia) se encuentra en el brazo sur del crucero.

De finales del siglo XVIII, tiene una escultura de San Geroteo obra de Manuel Pacheco. El conjunto de estilo neoclásico es de una gran sencillez.

Puerta de San Frutos La Puerta de San Frutos ocupa el brazo norte del crucero y desemboca a la Plaza Mayor de Segovia. Es del siglo XVII y esta dedicada a San Frutos patrón de la ciudad nacido en el año 642 en esta ciudad. Es la puerta de entrada habitual en la Catedral.

La puerta se compone dos cuerpos, en el inferior cuatro columnas dóricas y en el superior dos corintias, sobre ellas un frontón triangular. Todo el conjunto bajo la protección de un gran arco.

En el nicho central del segundo cuerpo una estatua de San Frutos, diseñada en el 1611 por Pedro de Brizuela y labrada en piedra de granito por Pedro Monasterio y Nicolás González.

La torre De planta cuadrada, tiene 88 metros de altura y en su momento fue la más alta de España, estaba construida toda ella en estilo gótico y terminaba en un chapitel de madera de caoba, traída de America y que fue destruida por un rayo en 1614, por lo que el arquitecto Mugaguren colocó en su lugar una cúpula de estilo herreriano (muy parecida a la existente en el crucero) y rebajando su altura en 12 metros.

Capilla Mayor El actual altar fue mandado construir por Carlos III (1759-1788), con diseño de Francisco Sabatini (1722-1795). Se inició en 1768 y fue terminado en el 1775 en los talleres del Palacio Real de Madrid.

El retablo que ocupa el altar mayor es un conjunto mármoles de diversos colores y de bronces que recrean una estructura neoclásica.

Sobre un zócalo revestido de mármol negro veteado de blanco, encontramos un pedestal, sobre el que se alza un retablo formado por dos cuerpos de diferentes alturas. El inferior de mayor tamaño con dos grandes columnas a cada lado de la hornacina central. En los intercolumnios dos grandes imágenes en blanco de San Frutos y San Geroteo obras de Adeba Pacheco.

En la hornacina central se encuentra una imagen sedente de la Virgen de la Paz (siglo XIII) y que fue donada por el rey Enrique IV a la Catedral, aunque se cree que su propietario bien pudo ser el rey Fernando III el Santo. Actualmente esta imagen se encuentra recubierta de plata, trabajo realizado por Antonio Vendetti en 1775, así como el sitial sobre el que se asienta la imagen.

En la parte superior del retablo, sobre la cornisa dos imágenes sentadas en color blanco, de San Valentín y Santa Engracia con las palmas del martirio, y en el centro del frontón el anagrama de la Virgen. En la cúspide una cruz entre ángulos.

Las rejas que cierran el Altar Mayor son obra barroca de Antonio de Elorza (1736) y fueron doradas por Miguel y José Borbúa de Segovia. Se encuentra decorada con azucenas, blasones y medallones en las cresterías.

La Vía Sacra Al espacio existente entre el Altar Mayor y el Coro, se le conoce como Vía Sacra. En el suelo podemos encontrar diversos enterramientos de distintos obispos de la diócesis de Segovia.

En este mismo lugar y en el lado del evangelio encontramos un púlpito de mármol con relieves de la Concepción y de los evangelistas. En el pedestal sobre el que se sitúa el púlpito, los florones del duque de Alburquerque. Es una obra barroca, traída del desaparecido convento de San Francisco de Cuellar a la Catedral en el año 1845.

Coro Situado frente al Altar Mayor, se cierra por una reja obra de Antonio Elorza de 1729.

La sillería fue traída desde la antigua catedral, y colocada en 1558 por Juan Gil y Jerónimo de Amberes, y terminada en el año 1790 por Fermín Huici. Es de estilo gótico flamígero, de finales del siglo XV y fue mandada hacer por el obispo don Juan Arias Dávila.

La arquería que forma el respaldo de las sillas son arcos conopiales que a su vez encierran arcos rebajados que apoyan en larguísimas columnas. En la parte superior, la sillería se adorna con tracerías caladas.

Sobre la silla episcopal el escudo de Juan Arias Dávila, y los dos asientos mas cercanos a la reja, se reservaban a los reyes, para poder seguir los oficios divinos. Ambos asientos se encuentran rematados por dos pequeñas cúpulas góticas.

El facistol de estilo plateresco, cuyo pie se atribuye a Vasco de la Zarza, es del siglo XVI.

En este mismo lugar encontramos dos cajas barrocas que guardan los dos órganos de los que dispone la catedral, uno de ellos obra de José Chavarria y Pedro Chavarria en 1770 (el situado en el lado del Evangelio) nietos de don Pedro Liborna Chavarría, que es el constructor del otro órgano del lado de la Epístola y que es del año 1702. Las cajas que los contienen son obra del tallista Juan Maurat. Ambos órganos se encuentran en perfecto estado de funcionamiento.

Según entramos por la puerta de San Frutos y girando a nuestra derecha encontramos las siguientes capillas en la nave del Evangelio:

Capilla de La Piedad o del Santo Entierro La reja es la que cerraba la capilla Mayor de la antigua catedral, obra gótica de fray Juan de Segovia del siglo XV.

En la capilla encontramos el retablo de La Piedad, obra de Juan de Juni, (también conocido como el Santo Entierro) fechada en 1571 y de madera policromada. Las figuras de un tamaño un poco mayor que el natural son de un gran realismo. La Virgen sostiene a su hijo muerto, cuya cabeza reposa en José de Arimatea. A su alrededor María Salomé, la Magdalena y San Juan.

También encontramos el Tríptico del Descendimiento, obra maestra de Ambrosio Benson (siglo XVI). En el mismo podemos ver en su centro, el descendimiento de Jesús de la Cruz y a los lados San Miguel y San Antonio. En el reverso del tríptico una Anunciación, en grisalla.

Capilla de San Andrés El retablo obra de Pedro de Brizuela es de 1621 con esculturas de Juan de Imberto y Felipe de Aragón. Consta de dos cuerpos: en el primero de ellos San Andrés con la cruz en forma de aspa y a su lado los cuatro evangelistas. En el segundo cuerpo, la crucifixión de San Andrés y en el ático Cristo crucificado con la Virgen y San Juan a sus pies.

Capilla de San Cosme y San Damian La reja que la cierra es obra barroca del siglo XVIII de Antonio Elorza. El retablo obra del segoviano Domingo Fernández es de 1629 y está formado por tres cuerpos, en el inferior, bajo el nicho San Cosme y San Damian, diversas imágenes que representan el martirio de los Santos titulares y seis apóstoles o doctores. En el segundo cuerpo una imagen de Nuestra Señora de la Concepción, atribuida a Gregorio Fernández y en el tercer cuerpo el Descendimiento de Cristo.

Capilla de San Gregorio Reja de estilo barroco del siglo XVIII de Antonio Elorza. Retablo barroco de Juan de Ferraras con un lienzo que representa la Misa de San Gregorio.

Capilla de la Concepción La capilla fue adquirida por don Pedro Fernández de Miñano como panteón familiar.

La reja es de caoba maciza, es de las primeras que se trajeron del Nuevo Mundo, a bordo de la nave del Almirante Miñano de Contreras.

Los muros se cubren con lienzos del sevillano Ignacio de Ries, discípulo de Zurbarán, fechados en torno a 1653, como el titulado el Árbol de la vida.

En el interior de la capilla podemos encontrar sobre el altar una pequeña hornacina con la imagen del Ecce Homo sentado, y otra imagen de la Inmaculada Concepción obra de Antonio Herrera de 1621.

Trascoro Con un retablo neoclásico de mármol y bronce que en principio estaba destinado para la capilla del Palacio de Riofrío, pero que Carlos III donó a la Catedral. En su centro, en una caja de bronce y plata se encuentran los restos de San Frutos y otros santos y mártires segovianos.

La traza es del arquitecto Ventura Rodríguez (1717-1785) del año 1784 y las estatuas de San Felipe y Santa Isabel situadas en sendas hornacinas en los laterales del retablo son obra en mármol de Hubert Dumandré y Juan Tierri (ambos franceses), realizadas en memoria de Felipe V e Isabel de Farnesio. En el centro la urna con los restos de San Frutos, Santa Engracia y San Valentín (todos ellos santos segovianos).

En los laterales del trascoro en la parte recayente a las naves laterales, los muros están estucados y en ellos encontramos en parejas de a dos a los cuatro evangelistas con sus respectivos símbolos. San Marcos con el león, San Juan con el águila, San Lucas con el toro y San Mateo con el evangelio.

Capilla de San Blas Por esta capilla se accede a la torre. Tiene una reja plateresca, un retablo barroco y en su altar encontramos una imagen del Santo titular de la capilla.

Capilla del Cristo Yacente Se cierra mediante una verja barroca obra de Antonio Elorza del siglo XVIII.

En el retablo de esta capilla encontramos dos pinturas de Francisco Camilo que representan una, a Cristo Crucificado y la otra El Descendimiento.

En esta capilla encontramos el famoso Cristo yacente de Gregorio Fernández, obra maestra de este genial imaginero y la cual procesiona el Viernes Santo.

Capilla de Santa Bárbara Reja barroca del siglo XVIII obra del taller de Elorza.

El retablo de estilo neoclásico es de piedra pintada y en el figura la imagen de Santa Bárbara.

En la capilla encontramos una pila bautismal gótica del siglo XV, con las armas del rey Enrique IV y que procede de la Catedral antigua.

Capilla de Santiago Se cierra por una verja barroca obra de Juan de Salamanca y pintada por Juan del Río.

Enterrado en esta capilla esta el fundador de la capilla, don Francisco Gutiérrez de Cuellar, Caballero de la Orden de Santiago.

El retablo obra barroca de Pedro de Bolduque es del año 1595. Tiene tres cuerpos, en el primero o sotobanco nos encontramos con una escena del traslado del cuerpo del Apóstol Santiago en una carreta de bueyes; en el cuerpo central la figura del apóstol Santiago con vestimenta de peregrino; en el cuerpo superior un gran relieve de Santiago a caballo, en la batalla de Clavijo. En los lados del retablo, dos pinturas con la vida del santo, y en el sotobanco una pintura del fundador de la capilla. Todas estas pinturas son obra de Alonso de Herrera (segoviano) aproximadamente sobre el 1600.

Capilla del Cristo del Consuelo Por esta capilla entramos al claustro y al Museo Capitular. La reja es la misma que cerraba el coro de la vieja Catedral, es una reja gótica de 1515 realizada por fray Francisco de Salamanca.

La puerta de acceso al claustro fue realizada por Juan Guas en el año 1483 por encargo de la Reina Católica, por lo que también procede de la antigua Catedral.

Las esculturas que la integran son obra de Sebastián de Almonacid. Se trata de una portada adscrita al gótico florido y compuesta de una doble portada en piedra policromada, una que da al interior de la catedral y la otra recayente al claustro.

El tímpano de la portada recayente a la catedral, descansa sobre un arco muy rebajado y se adorna con un conjunto de la Piedad o la Virgen de la Quinta Angustia. En su parte superior encontramos el escudo de los Reyes Católicos y sus símbolos, el yugo y las flechas. A sus lados imágenes de santos y ángeles bajo doseletes.

Las figuras de los laterales están policromadas en oro sobre fondo azul.

La portada interior que recae al claustro es similar en ornamentación a la anterior, pero no esta policromada. Tiene esculturas que representan el Nacimiento, el Niño Jesús en brazos de Simeón, la Huida a Egipto etc.

La capilla recibe este nombre por una imagen de Cristo crucificado y con faldón que figura en el centro del retablo y que tiene similitudes con el Cristo de Burgos.

En su interior encontramos dos sepulcros con efigies yacentes, uno del obispo segoviano don Raimundo de Losana (1249-1259) y el otro del obispo de Segovia don Diego de Covarrubias (1564-1577) hijo del arquitecto Covarrubias.

Claustro Situado en el lado sur de la catedral, es obra de Juan Guas procedente de la antigua catedral. Se trata de una obra gótica flamígera del siglo XV (terminado en 1470) en el que destacan sus ventanales con tracerías caladas. fue una obra encargada por el obispo Arias Dávila.

Tiene una base cuadrada de 36 metros x 36,80 metros de lado. Las galerías tienen una anchura de 5,25 metros y está construido en piedra de sillería. En el centro del patio encontramos un pozo. Las galerías se cubren con bóvedas altas de tracería simple en todas ellas, menos en una, que es un poco más complicada. Están divididas en secciones por pilares y baquetones apuntados y arcos formeros, nervaduras ornamentadas con filetes de fronda y claves más abundantes en los ángulos. En dos de ellas los escudos del rey Enrique IV y del obispo don Juan Arias Dávila.

En cada muro, en la parte recayente al patio, cinco ventanales de 3,55 metros de ancho y altura proporcionada partidos por siete maineles o columnillas sobre un podium. Sobre estas columnillas alternando dos a dos, forman arcos redondos que a su vez encierran dos pequeños arcos con caireles. Sobre el espacio superior por encima de estos arcos tracería calada con diversas combinaciones geométricas.

En el claustro podemos encontrar diversas capillas: junto a la puerta de entrada al claustro una capilla de estilo clásico con los restos de don Luis Tello Maldonado obispo de Segovia muerto en 1586.

Enfrente de esta capilla, otra de estilo gótico flamígero que cobija los restos del canónigo don Fernando de Cabrera, muerto en 1576.

Otra capilla es la que mandó hacer el canónigo don Iñigo López Aguado en estilo plateresco junto a la puerta de la Sala Capitular.

Cerca de esta capilla empotrada en el muro, una urna con las cenizas de María del Salto (la judía Esther) a quien salvó la Virgen de Fuencisla en un hecho milagroso.

También destacar que en el claustro figura enterrado el artífice de esta catedral, el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. "Aquí yace Rodrigo Gil de Hontañón, maestro de la obra de esta santa iglesia. Falleció el 31 de mayo de 1577. El qual asentó la primera piedra que aquí puso el obispo don Diego de Ribera en 3 de junio de 1525 años. Dexó su hacienda para obras pías.

Sala Capitular Se trata de una sala muy suntuosa, de la que destaca el artesonado dorado con el primer oro traído de America. Se cubren las paredes con diversos tapices entre los que destacan el tapiz de la reina Zenobia. El suelo es de mármol.

Presidiendo la estancia un gran Cristo bajo un dosel y debajo, el sitial del Obispo del siglo XVI.

Desde esta sala una escalera sube al Archivo Catedralicio.

Museo Capitular Aparte de diversas obras de pinturas, esculturas y orfebrería, destaca el sepulcro del niño don Pedro de Castilla (hijo de Enrique II de Castilla) que murió al precipitarse por una ventana del Alcazar en 1366.

También encontramos un códice llamado de Aguilafuente que es uno de los primeros libros impresos en España (1472).

Podemos destacar, una tabla de la Misa de San Gregorio de Pedro de Berruguete, un tríptico del siglo XVI, una tabla de la Incredulidad de Santo Tomas de Alonso Sánchez Coello (1585), una escultura de Cristo Pantocrátor del siglo XIII, y una imagen románica de la Virgen del siglo XII.

También cruces procesionales, sacras de plata, cálices, relicarios uno de ellos esmaltado del siglo XIII y que contiene un lignun crucis.

También destacamos un cáliz regalado por don Beltrán de la Cueva en 1140 y una sacra de plata de época renacentista.

Para finalizar la custodia procesional realizada en 1656 por Rafael Gonzalez, orfebre toledano.

Capilla del Santísimo Sacramento Cubierta con bóveda de crucería, la capilla es obra de Rodrigo Gil de Hontañón de 1562, en otros momentos fue sacristía de la Catedral.

La misma la componen dos capillas: la primera que se nos abre a nuestro paso la del Cristo de la Agonía y al fondo la de los Ayala.

En la primera capilla encontramos al Cristo de la Agonía, obra del siglo XVII de Manuel Pereira y que perteneció a los marqueses de Lozoya. En 1897 se colocó en un retablo de cerámica, obra de Daniel Zuloaga. El altar se cierra con una reja de hierro, labrada por el herrero segoviano Ángel Pulido recordando una estética renacentista.

La capilla de los Ayala recibe su nombre por el apellido de los canónigos de la familia Ayala que aquí reposan en cuatro sencillos mausoleos, obra de Andrés de Monasterio y ayudado por Pedro de Aguirre y Gaspar de Ayubre.

El arquitecto de la capilla fue Juan de Ferraras, es una estancia cuadrada de doce metros de lado y otros doce de altura hasta la cornisa. Dispone de tres entradas desde la capilla del Cristo de la Agonía, una puerta central amplia y otras dos más pequeñas, las cuales quedan cerradas por tres verjas de forja dorada renacentista.

Sobre la cornisa se abren las pechinas adornadas por los santos segovianos San Frutos, San Valentín, Santa Engracia y San Geroteo en altorrelieve. Adornos de grutescos y decoración barroca completan la decoración.

Cubre la capilla una bóveda de media naranja con barandilla interior, ocho ventanales y labor de filigrana en piedra con linterna.

El retablo de José de Churriguera (del año 1686) y Juan de Ferraras, fue dorado por Santiago Casas y Lorenzo Villa (segovianos). Destacan dos grandes columnas salomónicas ricamente decoradas y una esfera ovoide que representa al Mundo. En los laterales se guardan las reliquias de diversos santos. Alrededor de la esfera entre rayos de luz, ángeles cantores y otros que tañen instrumentos musicales. En la cúspide la imagen de la Fe, que levanta un cáliz en la diestra y en la izquierda la cruz. A los lados dos relieves; el de la derecha representa la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y el segundo la Anunciación.

En la parte superior y bajo otro dosel, la imagen triunfante de San Fernando, y rematando toda la obra el escudo del fundador.

A los lados del altar dos arcángeles, obra de Bartolomé del Río (segoviano). Finalmente colgados en el muro, dos cuadros de San Geroteo y San Frutos; y adosados varios relieves de yeso: San Pedro, San Pablo y varios obispos, primitivos mártires segovianos según nos indican sus inscripciones.

La Girola Ocho capillas absidiales, la de San Pedro con un retablo y una escultura policromada del santo titular de finales del siglo XVI obra de Pedro de Bolduque; la capilla de San Ildefonso, con un retablo del siglo XVIII, decorado con un altorrelieve que representa la imposición de la casulla a San Ildefonso; la capilla de San Geroteo fundada por el obispo Juan José Martínez Escalzo en 1173 para que sirviera de enterramiento; la de San Frutos con tres retablos barrocos dedicados a San Frutos, San Valentín y Santa Engracia, los tres santos segovianos y además hermanos; la capilla de San Antonio de Padua con un altar barroco. Le sigue la capilla de Nuestra Señora del Rosario en la que se puede encontrar un lienzo de la Virgen del Rosario realizada en 1789 por Ramón Bayeu; la capilla de San José de escaso interés artístico y finalmente la Capilla de San Antón.

La capilla de San Antón, cerrada por una verja barroca del siglo XVIII del taller de Antonio Elorza. Dispone de un retablo dorado atribuido a Juan de Ferraras iluminado por dos ventanas en su parte superior. A la izquierda encontramos adosado al muro el sepulcro en actitud orante del obispo don Antonio Idiaquez Manrique fallecido en 1615, aunque el sepulcro es de fecha posterior a la muerte del prelado, seguramente obra de Andrés de Monasterio hacia 1700.

Frente a la capilla de San Frutos en el centro de la girola, encontramos en el muro de la pared una lápida de mármol con una inscripción en latín que nos indica la fecha de consagración de la catedral, llevada a cabo el día de la Asunción de 1768 por el obispo Juan José Martínez Escalzo.

Las Vidrieras Elemento importante de la Catedral son sus vidrieras, la policromía de las vidrieras es fundamental en cualquier catedral gótica. Las mismas representan escenas bíblicas, gran parte corresponden al siglo XVI.

Será entre 1539 y 1544 cuando se hagan las vidrieras más interesantes, en las que intervinieron Pierre de Holanda, Pierre de Chiberry, Walter de Roch, Nicolás de Holanda y Nicolás de Vergara. En el siglo XVIII se eliminaron algunas de las vidrieras de la cabecera sustituyéndolas por vidrio incoloro para dar mayor luz al presbiterio, donde se había colocado el gran retablo de Sabatini.



Ficha técnica

Fecha de realización página: 15 de Marzo de 2.006
Fecha última modificación:

Lugares de interés de Segovia

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