Nabucodonosor II (605 a. C. - 562 a. C.)
hijo y sucesor de Nabopolasar. Es a Nabucodonosor a quien debemos la reconstrucción de Babilonia después de la destrucción de la ciudad por parte del asirio
Senaquerib y quien realizó toda la serie
de construcciones por lo que Babilonia fue famosa y conocida. Nació en el territorio de Caldea hacia el año 634 a. C. y falleció en Babilonia en 562 a. C. Su nombre contiene
la raíz "Nabu" dios babilónico de la sabiduría y la escritura.
A este rey se atribuye la construcción de los conocidos como
jardines colgantes de Babilonia.
Según se cuenta,
Amytis hija de Astiages, último rey de los medos,
casada con Nabucodonosor con el fin de reforzar la alianza existente, sentía nostalgia de la
belleza de las montañas de su tierra "Media", (los montes Zagros); para calmar la tristeza de su reina, el rey manda
construir a orillas del río, una serie de terrazas superpuestas que al elevarse daban la sensación de una montaña, en cada una
de las terrazas se plantaron árboles frutales, plantas colgantes, palmeras etc. Un sistema hidráulico a base de norias
elevaba el agua del río lo que permitía la existencia de estos jardines que fueron muy cantados en la antigüedad. Las terrazas estaban construidas con ladrillos cocidos y
terminados con asfalto lo que permitía la impermeabilización de los mismos. La historia de
Amytis, su añoranza por la tierra de sus
antepasados y la descripción de los jardines, los conocemos por fuentes griegas y en particular por el historiador griego Estrabón (* Turquía 63 a. C. † Turquía 23 d. C.)
que los conoció.
Además de los jardines colgantes, a Nabucodonosor II se le debe la construcción de un complejo religioso que recibía el nombre de
E-temen-an-ki
(casa de los cimientos del cielo en la tierra) cuyo principal edificio era
un zigurat, considerado un portento arquitectónico y que se considera dio origen a la historia judía de la torre de Babel. El zigurat estaba dedicado a la figura del dios principal
de los babilonios, el dios Marduk. También a Nabucodonosor se debe la construcción y ampliación del conjunto amurallado de la ciudad, con su famosa puerta conocida
como de Isthar, la cual se encuentra en la actualidad en el Museo de Pérgamo de Berlín.
Hacia el año 598 a. C. el rey babilonio inicia una serie de campañas en Siria y Palestina, su objetivo la conquista del
reino de Judá. Conviene recordar que Palestina y el
reino de Israel
ya había sido conquistado por el rey asirio
Tiglatpileser III y que este se había llevado deportados a los hebreos a Mesopotamia dando comienzo a la leyenda de las diez tribus perdidas
de Israel. Nabucodonosor puso sitio a la capital de Judá: Jerusalén, que fue conquistada con fuerte resistencia. Su rey
Joacim fue asesinado por partidarios de
Nabucodonosor y su cuerpo tirado fuera de las murallas. Le sucedió su hijo Joaquín (598 a. C. - 597 a. C.) que solo reinó tres meses ya que la ciudad cayó en manos
de los babilonios en 597 a. C. Nabucodonosor saqueó la ciudad y se llevó deportados a Babilonia a las elites hebreas y al propio rey.
Nabucodonosor impuso en Judá como nuevo rey, al sobrino de Joaquín, Sedecías (597 a. C. - 587 a. C.) a quien se considera el último rey de Judá. En este momento en Judá
habían dos reyes, Joaquín cautivo en Babilonia y Sedecías con silla en Jerusalén. Este último se rebela contra Nabucodonosor y el babilonio pone sitio a la ciudad por segunda
vez. En 587 a. C. Nabucodonosor II entra en Jerusalén, saquea nuevamente la ciudad y destruye el templo de Salomón como venganza. Con este acto se pone punto y
final al reino de Judá y con la destrucción del templo se inicia uno de los periodos mas tristes en la vida del pueblo judío. La población que todavía quedaba en la ciudad es
definitivamente deportada a Babilonia.
Si nos adelantamos al futuro debemos decir que Jerusalén fue nuevamente reconstruida y su templo también, pero en el
año 70 d. C. los romanos del emperador Tito destruyeron el templo en el episodio conocido como la destrucción del segundo templo de Jerusalén, destrucción definitiva ya que
hasta el momento actual el templo no se ha reconstruido.
La permanencia de los hebreos deportados a Babilonia es parte fundamental en la historia del pueblo elegido. La historia del pueblo hebreo se transmitía vía oral de generación en
generación, pero fue aquí en Babilonia donde se comenzó a redactar por escrito la historia de Israel, texto que será conocido como Antiguo Testamento. De las tradiciones
orales, más las historias recogidas por contaminación
de las propias vivencias de su cautividad en Babilonia, se escribió el Antiguo Testamento. De las leyendas recogidas de tradiciones antiguas tenemos como las más
conocidas: la torre de Babel (inspirada en el zigurat babilónico) y el diluvio universal (recogida de tradiciones sumerias). Posteriormente con la
desaparición del imperio neobabilónico a manos de los persas de
Ciro II, estos permitieron al pueblo judío volver a sus tierras de Palestina y reconstruir la ciudad de Jerusalén y su templo.
Es en este momento cuando los hebreos empiezan a ser
conocidos como "judíos" alusivo al "reino de Judá" que por extensión acabaría aplicándose a todos los habitantes que adoraban al dios único: Yahveh. Los judíos deportados por
Nabucodonosor pertenecían a las tribus de Judá y Benjamín, ya que el resto de las famosas doce tribus de Israel habían desaparecido y por tanto solo quedaban estas dos.
En el año 586 a. C. Nabucodonosor ataca las ciudades fenicias situadas en la actual costa libanesa que se rinden sin excesiva resistencia:
Sidón y Biblos. La ciudad de Tiro que entonces era una isla y no estaba unida a tierra firme como en la actualidad, resistió durante trece años
antes de ser conquistada (573 a. C.). La ocupación babilónica de las ciudades fenicias y el pago de tributos que ello llevaba asociado, provocó el colapso
de las colonias fenicias en todo el
Mediterráneo y que su hegemonía fuera ocupada por griegos y cartagineses que establecieron nuevas colonias en el área, incluida la península ibérica.
Tenemos a Babilonia en el máximo de su esplendor, la ciudad mas poblada del mundo en ese momento. Sin embargo a la muerte de Nabucodonosor, se suceden una serie
de reyes efímeros de corto reinado que llevan al imperio a su disgregación. A Nabucodonosor le sucede Amel-Marduk (562 a. C. - 560 a. C.), Nevigllissar (560 a. C. - 556 a. C.),
Labashi-Marduk (un par de meses en el 556 a. C.) y finalmente Nabónido (556 a. C. - 539 a. C.), último rey de Babilonia.
En total cuatro reyes en menos de diez años. El personaje
principal de este periodo es Nabónido, de origen desconocido, no se sabe cual es el motivo, pero se marcha al oasis de Taima en Arabia y allí fija su residencia, dejando el
gobierno de Babilonia en manos de un personaje citado en la Biblia con el nombre de
Baltasar (Bel-shar-usur). Mientras tanto las revueltas internas en Babilonia se manifiestan cuando Nabónido arrincona el
culto al dios Marduk de la vida de la ciudad. Aprovechando el descontento interno encabezado por el clero de Marduk, el rey persa Ciro II el grande (559 a. C. - 530 a. C.) conquista
Babilonia en el año 539 a. C. sin prácticamente oposición, excepto por el propio Nabónido que es derrotado. Con la caída de Babilonia en manos de los persas, la ciudad
quedará bajo su control y posteriormente bajo el control de los distintos imperios que pasen por la región. Los días de grandeza de Babilonia se han acabado.
Uno de los imperios que pasarían por Babilonia
sería el del rey macedonio
Alejandro Magno quien conquistará la ciudad a los persas y en ella morirá en 323 a. C. Para entonces, ya el rey persa
Jerjes había destruido el zigurat babilónico o al menos lo había arrasado parcialmente.