Arquitectura visigoda
Iglesia de Santa María de Quintanilla de las Viñas

Introducción

Nombre: Iglesia de Santa María o de Nuestra Señora de las Viñas
Emplazamiento: Quintanilla de las Viñas (Burgos) - Comunidad Autónoma de Castilla-León
Administrativamente pertenece al municipio de Mambrillas de Lara
Estilo: Visigodo. Finales siglo VII o principios del VIII
Situada en la región de Tierra de Lara o Alfoz de Lara
Declarada en 25 de noviembre de 1929 Monumento Histórico Nacional
Gentilicio: zumaquero

Historia

La iglesia se encuentra en un lugar bastante apartado y solitario al igual que la población que le da nombre. Su origen sería un pequeño monasterio de fundación visigótica que posteriormente sería refundado y ocupado por mozárabes en un momento en que Castilla era tierra fronteriza, bajo control de los condes castellanos. A pesar de su actual soledad, la zona estaba densamente poblada en época romana por numerosas villae de las que quedan restos desperdigados.

La primera constancia escrita de la iglesia, está confirmada por un documento del año 879 del cartulario de San Pedro de Arlanza relativo a la restauración de la iglesia por parte de Gundisalvo Telliz (Gonzalo Téllez), conde de Lara. Además en uno de los bloques-capiteles del ábside se alude a los benefactores de su refundación o restauración que comentamos. Se menciona a Flamola, esposa de Gundisalvo Telliz. El problema de la cronología de Santa María divide a los investigadores, por lo menos en lo concerniente a la decoración escultórica, puesto que la arquitectura guarda las características de época visigótica, sin duda alguna. Durante la Edad Media dependía del monasterio de San Pedro de Arlanza.

Parece ser que la iglesia se mantuvo en pie hasta el siglo XIV, momento en el cual y por haberse desplomado parte del templo, al abad de Arlanza mandó retirar de allí los restos de varios familiares de los condes de Castilla. La ermita quedó abandonada y olvidada y no sería hasta 1920 cuando fue redescubierta en su valor patrimonial. Hasta entonces la ermita se encontraba medio oculta entre la arboleda del lugar y era utilizada como corral para el ganado.

Características

En cuanto a la estructura y técnica de la iglesia, puede considerarse una de las de mayor empeño monumental dentro de la arquitectura visigoda conocida, aunque lo que se ha mantenido en pie sea la cabecera o ábside y la nave crucero aunque incompleta, mientras que lo demás debe restituirse por las huellas de las cimentaciones que aun pueden observarse.

A la vista de lo que hoy queda en pie y los restos encontrados se puede afirmar que se trataba de una iglesia, de ábside único cuadrado, con la presencia de un transepto prolongado con dos habitaciones o salas cuadrangulares (hoy desaparecidas), planta basilical de tres naves separadas mediante pilares, siendo la nave central mas ancha que las laterales. A los pies del templo debía tener un pórtico de entrada. La existencia de las dos estancias laterales en el transepto, es lo que apunta a la posibilidad de un iglesia de tipo monástico. La iglesia estaba muy compartimentada, creándose espacios cerrados mediante tabiques en su interior, algo muy propio del arte prerrománico.

Precedía a la nave principal, un vestíbulo o pórtico, flanqueado a su vez por dos pequeños espacios cerrados, en los laterales. Este pórtico triple, era de la misma anchura que la nave principal, lo que le daba mayor refuerzo en planta a una estructura de forma basilical. El espacio interior como ya hemos dicho, muy compartimentado, se ilumina mediante unas pequeñas ventanas aspilleradas altas y muy estrechas con un moderado derrame interior. En la cabecera, se abren dos ventanas abocinadas que iluminan el interior y la parte del crucero que queda en pie. Al muro absidial norte le falta el vano de iluminación, o lo que es más probable, es que nunca lo tuvo.



El aparejo es de grandes sillares de piedra arenisca, asentadas en seco. La construcción, está realizada con sillares bien encuadrados, mezclando la arenisca y la caliza de las zonas cercanas con la presencia de arcos de herradura. En todo su perímetro, el edificio se realza con frisos murales decorativos realizados en bajorrelieve, que representan esculpidos en una talla superficial, motivos geométricos, vegetales (ramos de vid), aves exóticas, animales fantásticos, así como monogramas, toda una decoración de clara influencia oriental.

El transepto es una nave de 3,20 metros de ancho y 10,40 metros de longitud, en cuya parte central se forma un cuadrado algo más amplio por el estrechamiento de los muros; a este cuadrado se abre el arco toral de la capilla mayor y el vano de paso hacia las naves. Aunque el espacio es apropiado para la existencia de un abovedamiento, el alzado de los muros no conserva ningún indicio de arranque y serían necesarios dos arcos transversales para formar un cimborrio; la comunicación con la nave principal mantiene en pie casi seis metros de altura con sus mochetas verticales, por lo que debe suponerse que las dos naves estuvieron cubiertas con armaduras de carpintería, que podían formar en la intersección un cuerpo más elevado.


La capilla mayor es cuadrada y conserva en las esquinas los arranques de una bóveda vaída que pudiera ser la original; la separación entre la capilla y el crucero está formada por un arco toral de herradura, con una traza y decoración de excelente calidad (formas vegetales y aves). Las jambas del arco están retranqueadas para dejar espacio a dos fustes de columna de origen romano que descansan a la altura del suelo en bloques prismáticos, las columnas están a su vez rematadas por dos bloques, a modo de capitel, estos bloques-capiteles también conocidos como capiteles-impostas son los que muestran la conocida representación del sol y la luna. La parte frontal de estas dovelas del arco triunfal tienen decoración vegetal y faunístico (racimos, uvas y aves) inscritos en roleos consecutivos.

El arco triunfal incorpora en sus dovelas frontales decoración con temas vegetales, un tallo ondulante que conformando roleos, incorpora racimos, palmetas y aves, alternando con palomas y pavos reales.

El acceso a la iglesia se realiza por una puerta adintelada abierta en el lado este del transepto sur. Existe otra puerta hoy cegada situada en lo que debía ser el punto donde se unía la nave principal y el transepto antes que el grueso de la iglesia se derrumbara.

En resumen podemos decir que gracias a las excavaciones efectuadas en los alrededores de la parte conservada, podemos conocer la estructura completa de la iglesia. Sería aparentemente similar a la de una basílica, aunque en su ordenación interior la importancia del brazo del crucero da lugar a la creación de una iglesia de cruz latina, en la que los espacios de las capillas, el brazo del crucero y la nave principal forman un mismo ambiente ritual, sin cerramientos mayores que el de arco triunfal. El resto de las dependencias, separadas por puertas estrechas y desplazadas hacia las esquinas, formaría espacios secundarios, con funcionamiento ocasional ajeno a la liturgia fundamental.

Decoración de la iglesia Este es uno de los aspectos más interesantes de la iglesia. Se puede dividir en dos grupos diferentes, una ornamentación a base de frisos a lo largo de los muros, principalmente en su exterior, y otra decoración a base de grandes bloques de piedras a modo de capiteles con decoración figurada.

A destacar los frisos a lo largo de los muros en el exterior. Tres frisos o registros superpuestos, correspondiente a tres hiladas alternadas con bloques de piedra, decoran los muros exteriores conservados tanto en la zona del testero del ábside como en la parte del transepto. Es tal la riqueza decorativa de los registros, que la arquitectura parece formar parte integrante del repertorio decorativo.

La decoración exterior de los frisos se conforma en dos registros superpuestos que corren por todo el perímetro de la cabecera y de la nave crucero, a excepción de los testeros de los brazos cruceros. En el ábside y solo en el ábside se puede ver un tercer registro que ocupa espacio en la parte superior. La iconografía de los registros se resuelve a brazos de entrelazados, rosetas, monogramas, elementos vegetales y decoración animal figurada. Este repertorio iconográfico hay que buscarlo en el arte clásico y en el arte oriental cercano al mundo bizantino. Los modelos a seguir debían ser objetos relacionados con los tejidos o vestimentas orientales o elementos de orfebrería que circulaban en el reino visigodo.


El friso inferior se corresponde con una temática a base de elementos vegetales: zarcillos, racimos de uva, hojas de la viña y elementos florales. El intermedio además de los motivos vegetales, se completan con tres monogramas de estilo bizantino de difícil interpretación. Se alternan dentro de círculos, los monogramas dispuestos en forma cruciforme, aves, "árboles de la vida" y estrellas de seis puntas en forma de rosetas. El friso superior lo componen representaciones netamente bizantinas u orientales, de carácter figurado animal, como son perdices, pavos reales, grifos o cuadrúpedos, todos ellos dentro de círculos entrelazados sogueados. Se ha indicado la posibilidad de dos manos o talleres en la elaboración de estos frisos, uno correspondería al friso inferior y el segundo taller se correspondería con los frisos intermedio y superior con una iconografía más elaborada.

Una originalidad de la cabecera de este edificio la podemos encontrar en tres grandes bloques salientes en el testero, que proporcionan un contraste a la verticalidad del templo y a sus tres grandes frisos esculpidos.

Un segundo grupo de decoración lo componen siete grandes bloques de piedra que conforman una decoración independiente del resto ya visto; estos bloques tienen decoración figurada y en dos de sus casos se asimilan a capiteles. Esta ornamentación interior se manifiesta por la presencia de unos bajorrelieves que adquieren aspecto casi de grabados, inscritos en un bloque de piedra; representan temas historiados y se distinguen por el expresionismo de que aparecen dotadas las proporciones de los personajes. Esta iconografía compleja denota por una parte, la relación con la antigüedad tardía, y por otra el anuncio del arte románico.

El estilo decorativo de estos elementos es absolutamente lineal; todas las figuras están de frente y recortadas en un solo plano sobre un fondo profundo, pero sin planos interiores; todo esto se debe haber tomado de dibujos por un artista sin ninguna formación en el modelado; la composición se basa en la iconografía de las apoteosis de emperadores acompañados de genios alados, que aquí se sustituyen por Cristo y ángeles posiblemente.

De los siete grandes bloques antes citados, primero encontraremos dos grandes bloques colocados a manera de capitel-imposta que sostienen el arco triunfal.

El bajorrelieve de la imposta derecha en que se apoya el arco de entrada del ábside, representa a dos ángeles enfrentados en pleno vuelo que sostienen entre los dos un medallón circular con la efigie de un sol radiante, representado como figura masculina. Sus siluetas con trazos incisos, destacan con poco relieve sobre un fondo plano. Encima de la figura tenemos su nombre en letra visigoda: SOL. En el bisel superior de este capitel-imposta tenemos una inscripción que dice:

OC EXIGVVM EXIGVA OFF DO FLAMMOLA VOTUM D donde OFF quiere decir offert, DO quiere decir domina y la D final quiere decir Deo y cuya traducción un tanto libre sería: La modesta dama Flamola ofrece este pequeño presente como un voto a Dios. Esta domina es la esposa de Gundisalvo Telliz que en el año 879 restauró la iglesia, colocando esta inscripción como ofrenda.

El otro bloque, situado en el capitel-imposta izquierdo lo compone la misma composición pero representando a la luna como personaje femenino, así como los dos ángeles sosteniendo el círculo donde se encuentra, sobre la cabeza de la figura una luna creciente y su nombre: LUNA. Este capitel-imposta se encuentra roto por lo que solo es visible uno de los ángeles.

Estos dos bloques de piedra son los únicos que se encuentran en su lugar original, el resto se han situado en lugares aleatorios a los solos efectos expositivos.

Un tercer bloque o sillar representa una figura masculina de frente, llevando en la mano derecha una cruz procesional y dos ángeles iguales que los bloques anteriores del Sol y la Luna. Su interpretación es que se trata de un Cristo imberbe en una escena de glorificación a través de la cruz. El ángel de la derecha también lleva en su mano una cruz. La grandeza del busto de Cristo se subraya aquí por la doble aureola retorcida que lleva en su cabeza. Ninguna realidad corpórea se percibe en el juego de líneas de los paños o de las alas de los ángeles, ni tampoco en la esquematización repetitiva de los rostros.

Un cuarto bloque semejante, sigue la misma disposición que el anterior, solamente que en este caso la figura es femenina, representa una mujer con la mano cruzada sobre el pecho. Se supone que se ha querido escenificar una imagen de la Virgen María.

El quinto y último bloque está situado sobre la clave del arco triunfal, representa a Cristo barbado con nimbo crucífero en actitud de bendición. Se especula que los dos bloques representando a dos evangelistas pudieran estar situados a ambos lados de este último bloque. De cualquier modo este sillar es relativamente de pequeño tamaño y al encontrarse en altura es difícil de visualizar si no está uno atento al mismo.

De los siete bloques que hemos citado unas líneas más arriba, nos faltan dos de ellos que no se encuentran en la iglesia. Los mismos son dos bloques (sillares) pequeños que se considera representan a dos evangelistas, uno de ellos san Juan. Ambos personajes miran en posición frontal al espectador y llevan sendos libros en las manos. Los sillares fueron robados en 2004 y recuperados en 2019 en el jardín londinense de una casa particular, los propietarios decían haberlos adquirido en Francia sin saber su origen, finalmente se llegó a un acuerdo pactado para su devolución. Una vez recuperados por las autoridades españolas, han sido restaurados y en la actualidad se conservan en el Museo de Burgos.

Finalmente, un último elemento a resaltar, es el trozo de columna y capitel romano de tradición corintia que sirve como base de altar en el ábside. Se trata de unos elementos reaprovechados probablemente de una de las villae romanas que se levantaban en la zona. Se fecha aproximadamente en el siglo I de nuestra era.

La iglesia de Quintanilla de las Viñas en el recuerdo


Ficha técnica

Fecha de realización página: 26 de diciembre de 2003
Fecha última modificación: 20 de noviembre de 2022

Lugares de interés de Quintanilla de las Viñas

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