Monasterios de España
Monasterio de Santo Toribio


Introducción


Nombre: Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Ubicación: Camaleño (Cantabria). Comunidad Autónoma de Cantabria
Declarado bien de interes cultural en 1953.
A los pies de la montaña de la Viorna
Comarca de La Liébana



Historia

Aunque es de justicia reconocer que el monasterio pertenece al municipio de Camaleño, hay que decir que la entrada natural es a través del Desfiladero de La Hermida y llegar a Potes capital comarcal de la Liébana. A 3 kms. de Potes se sitúa nuestro monasterio.

El monasterio actual empezó a construirse en 1265 (siglo XIII) pero no sería hasta el siglo XV cuando las obras fueron dadas por terminadas. Durante los siglos sucesivos fueron efectuadas diversas reformas y ampliaciones, entre ellas la construcción del claustro en el siglo XVIII. Después de la guerra civil de 1936 el Organismo Regiones Devastadas efectuó una profunda remodelación (1957-1961) del monasterio, a decir de los expertos bastante desafortunada y que es la imagen que nos ha llegado hasta hoy en día.

La actual iglesia se encuentra en el mismo lugar en el que se encontraba la antigua iglesia románica y esta a su vez donde se encontraba la anterior mozárabe o asturiana y sin lugar a dudas prerrománica.

Desde 1961 vive y se encarga del Monasterio una pequeña comunidad de frailes franciscanos. La tradición franciscana del monasterio le viene dada ya que en su camino de peregrinación a Santiago de Compostela, San Francisco de Asís visitó el monasterio.

Los orígenes del monasterio son muy oscuros, probablemente un monje natural de Turieno llamado Toribio y que fue obispo de Palencia (530-540), fundó el primer monasterio siguiendo trazas visigóticas. Por aquel entonces el monasterio sería conocido como Monasterio de San Martín de Turieno.

Diversas tradiciones nos hablan de la fundación del monasterio. Una de ellas nos dice que habiendo encontrado el santo fundador resistencia en los lebaniegos, para que le ayudaran a construir la primera iglesia del monasterio, se retiró abatido a los bosques cercanos. Mientras deambulaba sumido en sus meditaciones, topó con la feroz pelea entre un robusto buey y un gran oso, acercose a ellos y con sólo la palabra logró el milagro de amansar la ferocidad y ganar la voluntad de las bestias, que consintieron en uncirse juntas para acarrear la piedra con que levantar el sagrado recinto. En sendos capiteles del ábside mayor de la iglesia actual se representan las toscas cabezas de esos dos animales, ( el buey y el oso), motivo que se repite en otros lugares del coro, al otro extremo de la nave central.

Otra tradición también cuenta que el santo fundador subió al monte La Viorna y lanzó su bastón al aire y allí donde este cayó erigió el monasterio, siguiendo las instrucciones de un ángel.

Y otra tercera versión nos dice que un oso mató al toro que ayudaba a Santo Toribio en sus labores de construcción de la iglesia, y que por mediación divina el santo amansó a la fiera, y este tuvo que suplir al toro en su trabajo de ayuda al santo.

Durante el reinado del rey Alfonso I de Asturias, y para escapar de los musulmanes, fueron traídos al monasterio los restos de Santo Toribio obispo de Astorga que había peregrinado a Tierra Santa en el siglo V y habría traído uno de los trozos de la "Vera Cruz" o "Lignum Crucis" junto con otras reliquias.

Sea como fuere, la tradición tiene dudas a la hora de identificar al actual patrono del monasterio entre el obispo de Palencia y el peregrino titular de Astorga, aunque la celebración del jubileo, se celebra el año en que el 16 de abril cae en domingo, que es precisamente la fecha en que se supone murió Santo Toribio de Astorga , el 16 de abril de 460.

El primer documento escrito en que aparece mencionado el monasterio data del año 828. El monasterio se mantuvo bajo la advocación de San Martín de Turieno pero ya en el siglo XII (1125), aparece en documentos con su denominación actual de Santo Toribio (Sancto Martino ve/Sancto Toribio episcopo).

En el siglo XI los monjes de la abadía de San Martín de Turieno seguían la regla de San Benito y entre sus tesoros se encontraba el cuerpo de Santo Toribio. A partir de entonces el monasterio se llamaba indistintamente de Santo Toribio o de San Martín de Turieno, prevaleciendo al final y ya ya en el siglo XII el nombre actual de Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

Las peregrinaciones

Bien pronto y al calor de las reliquias del monasterio y de la propia tumba de Santo Toribio, surgieron las peregrinaciones al monasterio para rendir culto.

En 1328 el rey Alfonso XI Castilla otorgó licencia a los monjes de Santo Toribio para recaudar limosna, ya entonces existía en el monasterio un hospital de "San Lázaro" para atender a los enfermos que llegaban buscando la curación en el contacto con las reliquias.

En 1512 el papa Julio II otorgó bula por la que quedaba establecido el jubileo de una semana a quienes llegaran al santuario los años en que, la fiesta de Santo Toribio (16 de abril) coincidiera en domingo. Dicho privilegio fue ratificado por su sucesor León X al año siguiente.

En 1967 el papa Pablo VI amplió el viejo privilegio del jubileo semanal a todos los días del año comprendidos entre el de la fiesta coincidente en domingo y la del mismo patrón de La Liébana del año siguiente, tal y como hoy se aplica.

El día señalado el obispo de la diócesis, abre la Puerta del Perdón y todos los peregrinos y durante un año tienen la oportunidad de alcanzar la indulgencia plenaria para el perdón de sus pecados. Solo Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela tienen esta prerrogativa.

Las condiciones para ganar el jubileo son las siguientes: cruzar el dintel de la puerta del perdón, rezar, confesarse y comulgar 15 días antes o después de haber traspasado la puerta, si se cumplen estos requisitos se habrá ganado el Jubileo: indulgencia plena y perdón de todos los pecados.

Este presente año de 2.006 es año Jubilar.

Características

El primitivo monasterio estuvo rodeado de todo un conjunto de capillas y minúsculas ermitas, algunas de ellas semirrupestres, que salpican las cercanas cumbres y laderas, donde se retiraban los monjes en sus penitencias. Algunas de ellas hoy en día se pueden visitar; la mas destacable es la conocida como la Cueva Santa, que la tradición supone retiro cenobítico de Santo Toribio.

La Cueva Santa es una construcción prerrománica, de influencia asturiana, construida en torno al año 900, que se encuentra en la ladera norte del monte de la Viorna. Consta de dos plantas, la inferior, excavada en la roca sería la celda y la superior construida de mampostería una capilla.

La Cueva Santa se edificó aprovechando la roca existente y se accede a ella por medio de un sencillo arco de medio punto formado por grandes dovelas que apoya en cimacios prismáticos y éstos, a su vez, sobre jambas monolíticas. El techo es de lanchas de piedra y hay una pequeña ventana. Al piso superior se accede por una escalera. En una de las dovelas del arco de entrada aparece una cruz pomeleada. Otra cruz aparece pintada en el interior de la celda.

Otras capillas son:

La ermita de San Pedro de la que quedan escasísimos restos.

La ermita de Santa Catalina de finales del siglo XII que conserva su vieja espadaña románica y los muros góticos del presbiterio. La espadaña se compone de tres vanos apuntados, dos inferiores mayores y el tercero arriba en el centro mas pequeño; remata el conjunto un triangulo. Dispone también de una torre barroca.

La ermita de San Miguel (S.XIII) solo se conserva el ábside o cabecera gótica, de planta rectangular, con arco toral apuntado como cubierta. La espadaña es reciente.

De la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles encontramos los cimientos, dos muros y una pilastra. A esta ermita pertenecía la imagen de la Virgen de los Ángeles que se conserva en uno de los ábsides de la actual iglesia del monasterio de Santo Toribio.

La ermita de San Juan de la Casería, con planta rectangular y arco toral apuntado. En la actualidad es de propiedad particular.

Y ya centrándonos en el monasterio de Santo Toribo, se han encontrado en excavaciones arqueológicas restos de un anterior templo prerrománico (asturiano o mozárabe tal vez) y otro románico aunque hoy día solo pueden verse restos románicos entre el actual monasterio de lo que fue el antiguo cenobio.

La iglesia actual empezó a construirse a mediados del siglo XIII (1236) en estilo gótico monástico de influencia cisterciense. La iglesia se construyó de nueva planta sobre otra anterior románica y esta a su vez sobre otra prerrománica.

Consta de tres naves de cuatro tramos, planta rectangular, crucero que no sobresale en planta, y tres ábsides poligonales. La nave central mas elevada y mas ancha que las laterales. Se cubren con bóvedas de crucería. Sobre la capilla del Lignum Crucis un cimborrio sobresale sobre los tejados, formando cuasi pareja con la torre a los pies de la iglesia.

Toda la iglesia se encuentra cubierta con bóvedas de crucería de cuatro, seis y ocho plementos. Los nervios están apoyados sobre pilares de sección cuadrada con columnas entregas. Algunas llevan nervios de refuerzo.

Los muros exteriores son de mampostería, salvo en el cuerpo superior del ábside mayor y en las portadas, que se emplea el sillarejo. Las dos puertas existentes son posiblemente de la iglesia anterior, aunque hay múltiples discrepancias sobre esta posibilidad.


A los pies de la nave central se encuentra una torre prismática en la que se situa en su base el coro, y que se cubre con una bóveda de crucería de altura superior a la nave central. El órgano de la iglesia es del año 1954.

En su fachada meridional se abren dos portadas románicas de aspecto arcaizante.

Una de ellas es la Puerta del Perdón que solo se abre durante los años jubilares, es románica con tres columnas a cada lado y capiteles lisos. Es de arco de medio punto rebajado, y su moderna puerta (en las batientes de madera) esta decorada con figuras de bronce que representan a los Santos Lebaniegos y es obra del escultor cantabro contemporáneo Pereda de la Reguera.

La puerta principal está formada por un arco de medio punto ligeramente apuntado rodeado de arquivoltas que apoyan en capiteles cuyas representaciones simbólicas hacen referencia a los sacramentos. Esta puerta románica, esta formada por tres columnas a cada lado con capiteles donde se pueden observar cabezas humanas, racimos de uvas y una paloma con las alas abiertas. También podemos observar dos figuras que llevan un escudo con las llaves de San Pedro.

La escasa decoración se concentra en los capiteles. Los del ábside mayor llevan la decoración figurada de cabezas humanas y de animales, el toro y el oso, que según la leyenda ayudaron a Santo Toribio a construir la iglesia. En el ábside central se venera la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles del siglo XVI, talla en madera de nogal no policromada.

Aun podemos observar en este lado una tercera puerta cegada, de la que podemos ver su silueta en el muro.

En el interior de la iglesia se aprecia, en el ábside izquierdo la efigie idealizada yacente de Santo Toribio, realizada en madera de olmo de Burgos, con restos de policromía. La policromía que observamos es la original.

Posiblemente es una talla del siglo XIV. Esta bastante deteriorada ante la costumbre de los peregrinos de arrancar astillas como amuletos.

Esta imagen esta documentada en el monasterio al menos desde el 1316 y mide 170 cm. de largo por 57 cm. de ancho.

Otra imagen que podemos ver en el ábside de lado de la epístola es una imagen de la Virgen de Nuestra Señora de los Ángeles, talla de madera sin policromar.

Una pila bautismal del siglo XVII-XVIII en uno de los extremos de la iglesia, es otro de los elementos destacados del interior de un edificio que las desamortizaciones vaciaron de contenidos.

Las vidrieras que hoy día podemos ver son recientes, obra de Tomás Sáiz Castillo.

La capilla del "Lignum Crucis"

Lignun Crucis es el nombre que recibe cualquier trozo de madera de la cruz donde fue ejecutado Jesucristo. El Lignum Crucis que se conserva en Santo Toribio, corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz, quedando integro el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo. Es uno de los pocos lignum crucis que la iglesia católica admite como autentico, y es el trozo mas grande de la Cristiandad.

De como llegó este trozo de madera al monasterio se desconoce, pero casi con toda seguridad vendría junto con los restos de Santo Toribio de Astorga al huir de la persecución musulmana. La primera constancia escrita de la presencia de la reliquia en el monasterio lebaniego se encuentra en un inventario realizado en el año 1316.

En el siglo XVI los monjes benedictinos dividieron en dos partes el Santo Madero, colocándolo en forma de cruz e introduciéndolo en un relicario con forma de cruz. Hoy día la reliquia puede ser besada a través de una abertura del mismo.

La reliquia se encuentra depositada en un estuche en forma de cruz, que a su vez se encuentra en un baldaquino que a su vez se encuentra en una capilla que recibe el nombre de Capilla del Lignum Crucis.

La Capilla del Lignum Crucis se añadió a la iglesia en el siglo XVIII por su muro norte en estilo barroco. Esta capilla fue construida por el maestro Plaza y financiada por Francisco Gómez de Otero y Cossío (1640-1714), natural de Turieno y arzobispo de Santa Fe de Bogotá (Colombia) que legó a su muerte 12.000 pesos de plata para su construcción.

A la capilla se puede acceder bien por la puerta situada en la nave del evangelio, bien por otra mas sencilla desde el claustro.

La capilla está formada por un cuerpo rectangular de tres tramos de anchura y longitud similares. El tramo central se corona con una cúpula sobre pechinas que transforma el espacio cuadrado en octogonal, como puede apreciarse fácilmente visto desde el exterior coronando la capilla del lignum crucis. Toda la decoración escultórica incluidos los relieves de la cúpula son obra del asturiano Antonio de Borja.

De los tres tramos ya hemos dicho que central se cubre con una cúpula, mientras que el anterior se cubren con bóveda de crucería de tradición gótica, de terceletes y combados. La del presbiterio lleva la clave decorada con el escudo del monasterio y se cierra con bóveda nervada. La cúpula octogonal tiene en sus plementos rectos llevan cartelas barrocas y cuatro óculos u ojos de buey. A un nivel inferior un pequeño zócalo con tarjetas de inscripciones.

Mas abajo un cuerpo con ventanas muy amplias que alternan con escudos de armas de España y del monasterio y que son la única iluminación de la capilla.

La capilla se encuentra sostenida por grandes pilastras angulares que abren arcos de medio punto. Sobre éstos se apoya la linterna octogonal en la que se pueden apreciar relieves de los cuatro evangelistas dentro de guirnaldas ovaladas, junto con amorcillos y decoración exuberante propia del barroco, como son águilas picando uvas y frutos, elementos simbólicos de la gracia y la eucaristía, junto con signos de la Pasión (Corona de espinas, la columna, la escalera, el martillo, el látigo, las tenazas, la caña y la lanza). También encontramos motivos heráldicos que se repiten en la linterna. Hay también dentro de la linterna interesantes relieves de Santo Toribio, San Benito y San Iñigo.

En el zócalo del tambor diversas cartelas alusivas al lignum crucis:

Ecce Lignum vitae (He aquí el leño de la vida)
Ecce Vexillum redempnis (He aquí el estandarte de nuestra redención)
Ecce Baculum David (He aquí el báculo de David)
Ecce Virga Moysi (He aquí la vara de Moisés)
Ecce Scala Coeli (Esta es la escalera del cielo
Ecce Arca Noe (Este es el Arca de Noé)

Tras el arco norte, la capilla se prolonga en otro tramo más bajo que es donde se guarda y expone el "Lignum Crucis" reliquia fundamental del monasterio de Santo Toribio. Es una cruz de plata dorada del siglo XVI que ha sido muy modificada a lo largo del tiempo y que guarda fragmentos de madera de la cruz de Jesucristo.

También financiado por Francisco Cossío se construyó el templete o sagrario (1705) donde se guarda el fragmento de la cruz, obra de fray Pedro Martinez de Cárdena. Se trata de una construcción octogonal en dos cuerpos de madera dorada, construida sobre un altar de piedra, que aparece rematada por una pequeña estatuilla de Santo Toribio. En el centro, tras una verja, se muestra la reliquia iluminada en su interior.

El Lignum Crucis, que aparece serrado desde antiguo para darle forma de cruz, se guarda en un estuche de plata sobredorada y ornamentada con relieves de plantas y animales que abrazan las imágenes de los evangelistas. El origen de este relicario se remonta al siglo XVI y ha sido reformado sucesivamente hasta tiempos recientes. Desde el siglo XIX se conoce el nombre de los orfebres Ángel Janarelli, Antonio Ferrari y Jesús Nieto que realizaron algunas de las últimas intervenciones en la cruz.

A la izquierda del templete barroco aparece el cenotafio (monumento funerario) con la estatua orante de D.Francisco Gómez de Otero y Cossío. Insistir en que se trata de un monumento funerario ya que los restos del arzobispo no se encuentran aquí. Es obra del asturiano Antonio de Borja y se encuentra bajo un arcosolio con el escudo del personaje.

En 1958 se llevo un estudio sobre el trozo de madera y se llegó a la conclusión que se trata de un fragmento de árbol que crece en Palestina y su antigüedad puede remontarse a dos mil años. La especie botánica de la madera es "Cupressus Sempervivens" (una conifera). Las medidas del leño son de 635 mm. el palo vertical y 393 mm. el travesaño, con un grosor de 40 mm. y es la reliquia más grande conservada de la cruz de Cristo, por delante de la que se custodia en San Pedro del Vaticano.

El Beato de Liébana

En el entonces llamado monasterio de San Martín de Turieno, acogido a la ladera del monte Viorna, surgió en el siglo VIII un monje de carácter enérgico y nombre Beato, quien dedicó su tiempo a polemizar contra la herejía llamada de los adopcionistas, sostenida nada menos que por el metropolitano de España (Elipando de Toledo), arzobispo de Toledo. Entre sus escritos el más famoso, sin duda, son sus Comentarios al Apocalipsis de San Juan o simplemente llamado "Beato de Liébana" cuyos códices fueron enseguida ilustrados con magnificas miniaturas, corría el año 776. Beato vendría a nacer sobre el año 735.

También escribió el Apologético, en su discrepancia con Elipando

Además escribió también un himno ("O Dei Verbum" ) asumido por la liturgia mozárabe en que, por primer vez en España se defendía la idea de la predicación en la Península de Santiago el Mayor, lo que fue premonición y vanguardia del casi inmediato hallazgo de la tumba atribuida al apóstol en Compostela y del origen de las consiguientes peregrinaciones jacobeas.

En su tiempo Beato alcanzó gran fama por su intervención, junto con su compañero Eterio en la controversia "adopcionista" defendiendo la ortodoxia católica frente a la herejía que afirmaba que Cristo era solamente hijo "adoptivo" de Dios. Para ello se basó en escritos de los Santos Padres orientales y romanos, lo que da idea de la gran biblioteca que debía poseer el cenobio, en esa época.

Beato fue además consejero del rey asturiano Silo y confesor de la reina Adosinda.

El Claustro

Ya en el siglo XVII (1669) se renovó y amplió considerablemente el monasterio, fue entonces cuando se levantó el sobrio claustro de tradición herreriana que hoy día podemos contemplar.

Dos arcos apuntados dan paso al claustro, donde también llegaron las restauraciones este siglo, que hicieron desaparecer las ventanas dobles ajimezadas que se encontraban sobre la entrada. En uno de los muros del atrio que da al interior se puede ver un relieve que el escultor Jesús Otero dedicó al Beato de Liébana en 1973.

Construido en el siglo XVII, momento en que se emprendió una importante ampliación del monasterio, se trata de una sobria construcción cuadrangular de dos niveles y filiación herreriana. Está formado por una galería cubierta de sillería con pequeñas ventanas rectangulares que descansan sobre un corredor abierto al patio por arcaduras de medio punto. En sus muros se ha colocado una serie de paneles con textos que explican diversos aspectos relacionados con la historia del cenobio. Es interesante el apartado dedicado a los escritos de Beato y sus posteriores ilustradores mozárabes.

Otras dependencias y elementos

La reforma trajo consigo la demolición de las dependencias construidas en el siglo XVII que fueron sustituidas por el bloque rectangular anteriormente citado en que se ubican las celdas de los monjes, la hospedería, cocina, refectorio, capilla y biblioteca... Lo mas notable de este edificio es un escudo de 1614 sobre la entrada, que lleva en sus cuarteles circundados por el Toisón de oro, los emblemas de los reinos de España.

Otro de los elementos curiosos de este monasterio y de su iglesia es el órgano.

Ficha técnica

Fecha de realización página:
Fecha última modificación: 15 de Mayo de 2.006

Otros lugares de interés de la zona

• Área de esparcimiento de Fuente Dé (subir en el telesférico a lo alto de la montaña)
• La población de Potes y sobre todo su Torre del Infantado
• En las cercanías la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña siglo X

Lugares de interés de Cantabria y su provincia

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Entre los autores que merecen especial atención destacamos el Libro Santo Toribio de Liébana de Enrique Campuzano.