Arte prerrománico asturiano
San Julián de los Prados




Introducción

Nombre: Iglesia de San Julián de los Prados
Ubicación: Oviedo. Principado de Asturias
Declarado Monumento Histórico Artístico en 1917
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998
Estilo: Prerrománico asturiano. Siglo IX

Historia

La iglesia también es conocida como Santullano, deformación del nombre latino "Sanctum Iulianium" (San Julián), ya que la iglesia se encuentra bajo la advocación de San Julián (Iuliani) y su esposa Santa Basilisa (Baselisse). El sobrenombre de Los Prados, le viene por su lugar de emplazamiento.

San Julián y Santa Basilisa naturales de Antioquía-actual Turquía (también se habla de Egipto) hicieron promesas de castidad y virginidad a pesar de estar casados entre si. Acabaron retirándose ambos al desierto para efectuar una vida monacal y vivir conforme a sus promesas. Sin embargo San Julián murió mártir en la persecución del emperador Diocleciano, mientras que Basilisa parece ser que sobrevivió a las persecuciones.

El templo fue construido en tiempos del rey astur, Alfonso II el Casto, el cual estableció la capital del nuevo reino en Oviedo en el año 792, ciudad en la que había nacido. En el testamento del rey Alfonso otorgado en el 812 no aparece citado, por lo que se considera que la iglesia se construyó entre el 812 y el 842, fecha de muerte.

Oviedo es una ciudad fundada sobre una colina llamada Ovetao en el 761 por los monjes Máximo y Fromestano que levantaron una ermita en honor a San Vicente Mártir. Alrededor de esta iglesia se aglutinaría la población que daría origen a la ciudad de Oviedo.

El templo formaba parte de un conjunto palatino de recreo compuesto de palacio e iglesia, extramuros de la ciudad. De todos los edificios que componían el conjunto solo la iglesia ha llegado hasta nosotros.

El nombre de su arquitecto no nos ha llegado, pero sí sabemos que el arquitecto del rey Alfonso, era Tioda, por lo que es presumible afirmar que Tioda fuera el arquitecto que levantó esta obra.

En el 896 el rey Alfonso III el Magno dona el conjunto palatino a la Catedral de San Salvador de Oviedo.

Entre 1912 y 1915 Fortunato Selgas arqueólogo local, restauró la iglesia, quitando los añadidos de la misma, sustituye la cubierta abovedada por cubiertas de madera, se reponen las celosías menos la del ábside norte que es original, y limpia el interior de la iglesia del encalado que la cubría apareciendo las pinturas murales en sus muros.

La puerta abierta en la habitación del transepto sur, fue abierta en 1916 para permitir su acceso desde el exterior.


Características

La iglesia se dispone en planta basilical, transepto sobresaliente en planta y cabecera recta tripartita. Tiene unas medidas de 28 x 24 metros.

Después de atravesar el pórtico de entrada, accedemos a una planta basilical formada por tres naves de tres tramos cada una, separadas por grandes pilares cuadrados que sostienen arcos de medio punto con dovelaje de ladrillo. Los arcos se apoyan en cimacios y los pilares descansan sobre basas cuadradas. La nave central es mas ancha y alta que las laterales. A continuación un gran arco toral nos lleva a la gran nave transversal de mayor altura (dos metros más que la nave central) que forma el transepto sin crucero. Sin solución de continuidad accedemos a la cabecera tripartita, formada por tres capillas abovedadas y sin comunicación entre sí.

El templo está realizado en sillarejo con lajas irregulares de piedra unidas por mortero, con refuerzos de sillares en las esquinas y contrafuertes. Los contrafuertes suben hasta mitad de la iglesia, excepto en la cabecera que llegan hasta la altura de la ventana trífora.

El suelo original era del conocido como "opus signinum" formada por polvo de ladrillo, trozos de tejas y piedras mezcladas con cal, lo que era muy eficiente contra la humedad.

La separación entre la nave principal y el transepto se realiza mediante un gran muro, en el cual se abren tres arcos. El de la nave central muy grande, a modo de arco de triunfo, los de las naves laterales de iguales características pero mas pequeños. El gran arco central apoya sobre pilares y al ser de menor tamaño que la nave central permite la apertura de dos vanos en forma de ventanas con arcos de medio punto.

Dispone además la iglesia de un pórtico de entrada en su fachada occidental, situada a los pies de la iglesia, es la entrada natural a la iglesia. Formado por un arco de medio punto con dovelas de ladrillo. Debajo del tejado un pequeño óculo y más arriba en el hastial de la nave central otro pequeño óculo. Remata el conjunto una espadaña con dos pequeñas campanas. El pórtico tiene base cuadrada, cubierta de madera y tejado a doble aguas. Esta cubierta de madera conserva nueve vigas que están grabadas con dibujos geométricos.

Una habitación a cada lado del transepto, una situada en la fachada norte y la otra en la fachada sur. La situada en el lado norte cumplía funciones de sacristía y no tiene salida al exterior, mientras que la habitación del lado sur tiene una salida al exterior, abierta como hemos dicho en el siglo XX.

Los arqueólogos afirman que en el muro del transepto norte y en alto debió existir una tribuna regia confeccionada en madera y que sería el lugar desde donde el rey seguía el oficio divino. A la misma se accedería por una escalera situada probablemente en la sacristía. Un gran ventanal cerrado por una celosía calada y situada enfrente en el muro sur iluminaba el lugar, realzando la figura del monarca al ser iluminado por la luz tamizada de la celosía.

Toda la iglesia, pórtico, transepto y habitaciones se cubren con cubiertas de madera de roble, excepto en los tres ábsides en que se cubren con bóvedas de cañón apoyadas en impostas. Las techumbres de madera excepto en algunos tramos no son originales.

La cabecera está formada por tres ábsides con testero plano. A cada lado de la capilla central una pequeña puerta comunica con los ábsides laterales. En el testero de la capilla central un pequeño tabernáculo en forma de edículo rematado por un frontón triangular. La separación entre el transepto y las capillas absidiales se realiza, a través de tres arcos de medio punto.

Presidiendo la capilla central, cuelga del techo un Crucificado realizado en madera policromada y de tamaño natural, fechado en el siglo XIII y conocido como Cristo del Consuelo. Adosado al perímetro interior de la capilla central se dispone una arquería ciega que apoya en columnas y capiteles de mármol, visigodos o romanos reaprovechados de algún monumento anterior.

Las capillas laterales tienen la misma disposición de arquería ciega que la capilla mayor, sólo que en este caso la arquería está pintada sobre el muro.

El ábside central es de menor anchura que la nave central, mientras que los laterales son algo mas anchos que las naves laterales, siendo el conjunto de la cabecera por tanto de una anchura algo menor que el resto de la iglesia.

Sobre la capilla central hay una habitación cerrada (cámara supraabsidial) cuyo fin nos es desconocido aunque los autores apuntan a una función estrictamente estética. Es perfectamente visible desde el exterior por su ventana trífora tan propia del arte asturiano. El suelo de esta cámara esta algo curvo por su adaptación a la bóveda de cañón sobre la que está construida. Desde este lugar dos canalizaciones salen al exterior para evacuar el agua que pudiera entrar en la cámara. Yo me inclino por llamarla cámara del tesoro, entendiendo por tesoro, como reliquias y objetos de valor de índole religioso y no monetario. La ventana trífora visible desde el exterior, es un vano formado por tres arquillos de medio punto en ladrillo, el central mayor que los laterales y que apoyan en dos pequeñas columnas con capitel y basa.

Las capillas absidiales se iluminan por tres pequeñas ventanas adinteladas con jambas y dintel monolíticos y con un arco de descarga de ladrillo en su parte superior. Las ventanas se cierra cierran mediante celosías

El interior de la iglesia se ilumina por tres ventanas adinteladas a cada lado de la nave central y que se corresponden a una por cada tramo de la arquería. Las ventanas se cierran mediante celosías de estuco moldeado, siendo únicamente la situada en el lado norte del testero, original.

Decoración escultórica La única escultura que hallamos en la iglesia se reduce a los capiteles en mármol de tradición corintia con collarino y volutas de hojas, donde apoyan los arcos de medio punto de la capilla central y dos jambas de mármol labradas con figuras geométricas de forma hexagonal y motivos florales que se encuentran en la capilla central. Estas jambas también parecen provenir de algún otro monumento anterior. Es por tanto la decoración escultórica reaprovechada de monumentos anteriores y no original de esta iglesia.

Pinturas murales Toda la iglesia se encuentra adornada con pinturas murales elaboradas al fresco. Formado por tres registros horizontales superpuestos, con decoración de tipo arquitectónico de influencias del Bajo Imperio Romano. La técnica empleada es el uso del punzón sobre el estuco y posterior pintura. No aparecen figuras humanas ni de animales (anicónicas), así destacamos la presencia de palacios con cortinajes, edificios, cruces con el alfa y omega, florones, circunferencias, hexágonos y cuadrados, vasos con flores y ramos, sartas y guirnaldas, los arcos se decoran con círculos entrelazados, sus bóvedas con casetones y otros motivos de tradición clásica. Las pinturas han llegado hasta nosotros de forma fragmentaria por lo que en algunos lugares de la iglesia han desaparecido. La gama de colores van desde el gris-azul, el ocre-amarillo y el rojo carmesí y siguen una tradición claramente de filiación romana.


El primer cuerpo o registro, abarca desde el suelo hasta el arranque de los arcos y se caracteriza por imitar un zócalo con revestimiento de mármol y figuras geométricas entrelazadas. En la nave del transepto para compensar la mayor altura de la nave sobre la parte superior del primer cuerpo se decora con una greca.

El segundo cuerpo se decora con un friso con edificios revestidos de cortinajes y otros pequeños edificios. Decoración de casetones similares a los que cubren también las capillas absidiales.

El tercer cuerpo se caracteriza por pinturas con construcciones con cortinajes en alternancia con espacios rectangulares, y cruces con las letras alfa y omega (la cruz apocalíptica de San Juan). Vasos y jarrones con flores.

Así mismo los arcos de separación entre naves también van decorados con pinturas (círculos, cráteras de las que salen espigas). Grandes óvalos alrededor de los arcos con decoración de círculos concéntricos entre ellos. Tanto el intradós como los frontales de los arcos están pintados.

Las bóvedas de los ábsides contienen dibujos formados por cuadrados y hexágonos y otros de círculos enlazados con motivos florales.

Ficha técnica

Fecha de realización página: 15 de Octubre de 2.008
Fecha última modificación:

Lugares de interés de Oviedo

Himno del Principado de Asturias

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