Archivo del Reino de Valencia
Arxiu del Regne de València - Paseo de La Alameda, 22

El Archivo del Reino de Valencia se compone de dos realidades distintas muy diferentes. Por una parte el propio edificio y por otra parte y esta es la más importante, el contenido que el alberga el edificio, ya que en él se guarda la memoria histórica del antiguo Reino de Valencia; desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII en que bajo el reinado de Felipe V desaparecen los derechos forales. Pero aún hay más, porque desde esta fecha y hasta el siglo XX se han ido incorporando documentos relativos a la vida de los valencianos. Encontramos pues en este archivo documentos que abarcan desde el siglo XIII hasta el siglo XX.

El edificio actual es un inmueble construido ex profeso para archivo, fue realizado entre 1962 y 1965 por el arquitecto valenciano Juan Segura del Lago. Básicamente se compone de dos estructuras prismáticas de carácter funcional. Un cuerpo desarrollado en segundo plano y mas alto alberga los fondos depositados, se trata de una estructura de once pisos, especialmente diseñada para mantener la documentación y los manuscritos en condiciones optimas de conservación. Por delante de este, otra estructura mucho mas pequeña, alberga las oficinas y todos los servicios auxiliares que se precisan para la conservación, tratamiento y utilización de los manuscritos y documentos allí depositados. Entre los años 2001 y 2004 el edificio sufrió una importante adecuación para mejorar las condiciones de conservación de esta autentica memoria histórica de Valencia.

La creación del Archivo del Reino de Valencia, fue obra del rey de Aragón Alfonso V el Magnánimo, quien en sesión de Cortes de 1419 aprobó la creación de este nuevo "Archivo Real" para recoger y albergar toda la documentación propia del Reino de Valencia. En 1318 el rey de Aragón Jaime II el Justo ya había creado el "Archivo Real" encargado de la custodia de los documentos de la Corona de Aragón. Este archivo real tendría y tiene su sede en la ciudad de Barcelona. Se trata por tanto de un nuevo archivo creado ex profeso para el reino de Valencia. Su primer archivero fue el notario de la ciudad de Valencia Jaume Desplà (* ca.1357 † 25-06-1423).

La génesis de creación de este archivo tiene sus orígenes en el siglo XV. Debido a un proceso de territorialidad de la Corona de Aragón, los distintos reinos y territorios que forman la corona, van adquiriendo una acusada personalidad propia, así en el Reino de Valencia vemos la consolidación de la Generalitat Valenciana como institución permanente de las Cortes, y además la creación en 1419 del cargo de mestre racional para el Reino de Valencia, dan como resultado la afirmación de la identidad foral valenciana y su identidad histórica. El mestre racional fue una institución encargada de la fiscalización de los bienes que formaban el patrimonio real.

Este proceso de territorialidad es lo que llevó a Alfonso el Magnánimo en 1419 a la creación del Archivo Real de Valencia, que tendría su sede en el Palacio del Real de Valencia. Dispuso que los procesos de Cortes, los procesos de la Audiencia Real y la documentación de la Cancillería Real, referente al Reino de Valencia se custodiaran en el archivo del Palacio del Real. Además dio orden que se hiciesen copias de aquellos documentos que relativos al Reino de Valencia estuvieran distribuidos por otros Archivos Reales y se incorporaran al nuevo Archivo Real de Valencia. Esta última orden fue difícil de cumplir, así en las Cortes de Monzón de 1542 los diputados valencianos denunciaban ante el rey que la citada medida no se cumplía. El rey Felipe II en disposiciones de 1570 y 1571 reiteraba que los documentos del Reino de Valencia depositados en otros archivos debían trasladarse al Archivo del Real de Valencia, disposiciones que nunca se llevarían a efecto o en el mejor de los casos solo parcialmente.

Finalizada la guerra de sucesión a la corona de España y con la supresión de los fueros, Felipe V de Borbón ordenó la unificación de todos los archivos forales en uno solo llamado Archivo General, aunque esta orden no se llegaría a cumplir hasta finalizada la guerra de la independencia.

En 1810 con la demolición del Palacio del Real de Valencia, hubo que trasladar a toda prisa el Archivo General a la sede de la casa profesa de la compañía de Jesús. Los jesuitas habían sido expulsados de España por Carlos III en 1767 y dicho edificio que se encontraba vacío había sido elegido para recoger el archivo, pero la orden de Carlos III no se cumplió, y solo cuando el palacio del Real fue demolido se realizó el traslado.

La antigua casa profesa de los jesuitas, se encontraba entre las calles Angosta de la Compañía y la Purísima, prácticamente junto al lugar donde hoy se levanta la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús levantada en 1886.

En 1965 el Archivo General abandonó su antiguo emplazamiento en la antigua casa de los jesuitas, para ser trasladado a su nueva y definitiva sede construida en la Alameda y que tomará el nombre de Archivo del Reino de Valencia.

Entre los numerosos documentos que podemos encontrar podemos citar: el decreto de Nueva Planta firmado por el rey Felipe V, el testamento de Ausias March (1458), planos del Palacio del Real de Valencia y el más antiguo de todos, un pergamino árabe fechado en 1222 sobre un pleito sobre aguas interpuesto por la población de Torres-Torres. En la actualidad, entre los fondos documentales que atesora esta institución encontramos los siguientes archivos: Real Cancillería (con fondos entre 1419 y 1707), Mestre Racional (entre 1355 y 1707), Real Audiencia (entre 1349 y 1835), Gobernación (entre 1346 y 1707), Bailía General e Intendencia (entre 1302 y 1872), Generalitat (entre 1403 y 1708), Justicias de Valencia (entre 1729 y 1848), Eclesiásticos (entre 1245 y 1851), y Registros Notariales (entre 1285 y 1897) entre otros, además de gran número de planos y material diverso.

En cuanto a la documentación notarial, los protocolos notariales son conservados por el notario autorizante, pasados un mínimo de veinticinco años dichos protocolos pasan al archivo del colegio de notarios en Alcacer y pasados cien años son custodiados definitivamente en el Archivo del Reino.