Iglesia del Santísimo Cristo del Salvador
c/Trinitarios, 1

Declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.

Sobre una de las antiguas mezquitas musulmanas se levantó al poco de la reconquista en 1238 una ermita dedicada a "Sant Jordi", siendo por tanto esta la primera iglesia construida en Valencia después de la conquista de la ciudad por el rey Jaime I el Conquistador. Luego paso a denominarse de la Transfiguración del Señor.

En esta iglesia destaca sobre todo su Cristo situado en el Altar Mayor. Según la tradición apareció en Valencia un 9 de noviembre del año 1250, subiendo por el río Turia contra corriente. La imagen debía haber quedado alojado en la Catedral de Valencia, pero a cada intento la imagen volvía de manera milagrosa a esta iglesia del Salvador, señal inequívoca de que el Cristo quería quedarse en esta iglesia, lo que así se hizo.

El Cristo como ya hemos comentado llego subiendo en contra de la corriente del río, probablemente en un momento de riada cuando las aguas andan revueltas y tal fenómeno pudiera acontecer, lo que se considero el hecho como milagroso. En el lugar donde fue recogida la imagen se alza en la actualidad sobre el pretil del río un grupo escultórico en piedra que nos recuerda aquel hecho. Según la tradición el Cristo apareció con dos luces o faroles en sus brazos. El Cristo fue depositado en la conocida como Casa del Cid, ya que según la leyenda en esta casa residió el Cid Campeador durante su estancia en Valencia, estaba situada al inicio de la actual calle del Salvador. Inmediatamente fue depositada en la ermita de San Jorge para después pasar a la Catedral pero como ya hemos comentado parece ser que el Cristo no quería estar en la Catedral ya que siempre volvía a la ermita de San Jorge, donde finalmente se optó por que se quedara en ese lugar y más tarde cuando la ermita pasa a convertirse en iglesia parroquial, cambiará su titularidad por la del Santísimo Cristo del Salvador.

Al Cristo del Salvador se le ha identificado como el Cristo de Berito (Beyruth) actual Líbano, ya que según la leyenda el Cristo fue arrojado al mar en esta ciudad en tiempos de intransigencia musulmana. Según esta leyenda el Cristo fue tallado por Nicodemo (que estuvo presente en el Descendimiento de Cristo de la cruz). Se trata de una gran talla de tres metros de altura y cerca de 300 kilos de peso. Se adscribe al estilo románico de transición al gótico, yo me inclinaría más por un gótico inicial. Es de destacar que desde el interior de la iglesia apenas nos damos cuenta del tamaño del Cristo, sólo es posible darse cuenta de su tamaño cuando se accede al camarín a los pies del Cristo.

En 1936 durante la Guerra Civil Española, el Cristo fue echado a la hoguera, pero gracias a un maestro que pasaba por el lugar, pudo salvarlo del fuego y sólo se consumió el madero (la cruz) aunque el Cristo sufrió daños en la espalda. En el año 2007 el Cristo fue restaurado en su integridad por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, devolviendole su original aspecto que distaba mucho del que tenía en ese momento.

La iglesia que hoy conocemos es el resultado de diversas reformas efectuadas a lo largo de los siglos, pero su fisonomía actual se la debemos a la última reforma efectuada en el siglo XIX.

Sobre la primera iglesia levantada todavía en vida del rey Jaime I el Conquistador, se procedió a su ampliación en 1324 (siglo XIV). De esta época sólo resta la torre campanario un tanto arcaica, en relación a otras de la misma época. Es una torre de planta cuadrada, construida en piedra sillar, con dos vanos formados por arcos de medio punto en el cuerpo donde se alojan las campanas abiertos por sus cuatro caras. El actual remate es una obra de albañilería ya del siglo XX. La torre prácticamente está exenta de decoración y más parece una torre militar. En ocasiones se le concede una filiación románica, pero tal filiación no deja de ser más que un arcaismo constructivo, más que una configuración plena del románico. Algunas fuentes sitúan su construcción en 1377, fecha bastante alejada de románicos tiempos.


Entre 1538 y 1549 (siglo XVI) se reedifica de nueva planta una nueva iglesia de traza gótica, cubierta con bóveda de crucería y cabecera poligonal. Entre 1663 y 1666 (siglo XVII) se renueva la iglesia sobre todo el interior con una decoración barroca al gusto de la época. En esta reforma se realiza la portada que abre a la calle Trinitarios.

La última reforma efectuada entre los años 1826 y 1829 (siglo XIX) corre a cargo del arquitecto académico Manuel Fornés Gurrea y es la que le da la configuración neoclásica actual que hoy vemos.

En su actual estado vemos una iglesia de una sola nave, con cinco tramos y decoración de corte clasicista. La cabecera al exterior es poligonal aunque en su interior no se aprecia esta traza. En el interior del templo encontramos semicolumnas de orden compuesto adosadas a las paredes y otras exentas que sostienen el entablamento del presbiterio. A los pies de la iglesia se encuentra el coro alto ocupando el tramo de los pies de la nave central, este se sustenta en columnas del mismo estilo y forma que el resto de todas sus compañeras. El templo se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos de perfil curvo. Entre los contrafuertes, capillas laterales de escasa profundidad que no sobresalen en planta. Las semicolumnas de fuste de jaspe rojo sostienen un entablamento con escasa decoración a base de ovas y dentículos y por encima de este los lunetos y la bóveda de la iglesia. Los arcos formeros de las capillas laterales se abren a la nave central a través de arcos de medio punto. En la base de los lunetos pero por encima de los arcos de las capillas laterales, podemos ver una serie de inscripciones en latín con distintos mensajes. Asi sobre la capilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa podemos leer: AMEN DICO TIBI; HODIE MECUM ERIS IN PARADISO. Sobre la capilla de San José: DEUS MEUS, DEUS MEUS, UT QUID DERELI QUISTI ME. Sobre el arco de la portada de acceso al Seminario Conciliar y tribuna del conde de Cirat se puede leer: FILIAE JERUSALEM NOLITE FLERE SUPER ME. SED SUPER VOS IPSAS FLETE.

Comenzando nuestro recorrido interior por la cabecera y por la nave de la epístola (a mano derecha), encontramos las siguientes capillas:

Capilla de San José En el centro del retablo imagen de San José con el Niño Jesús en brazos obra de Antonio Royo. En la parte superior del retablo San Jorge alanceando al dragón.
Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa preside el retablo la imagen de la Inmaculada Concepción en esta peculiar advocación de Virgen Milagrosa, es obra del escultor Antonio Royo. Sobre el nimbo de la corona se puede leer: Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos. En la parte superior del retablo relieves de San Bernardo Abad y Santa Lucía.
Puerta y pasillo acceso interior Bajo un arco rebajado encontramos una puerta que comunica con el interior. Sobre el arco dos ángeles reclinados parecen sostener lo que parece un pequeño reservado y que era la tribuna de los Condes de Cirat.
Capilla de San Luis Gonzaga En el centro del retablo imagen de San Luis Gonzaga. En la parte superior del retablo relieve de María Magdalena.

Siguiendo nuestro recorrido encontramos el quinto tramo de la nave central que no tiene capillas en los laterales por lo que seguimos nuestro recorrido por la nave del evangelio. En este quinto tramo se ha conservado la bóveda de crucería del siglo XVI.

Capilla de Nuestra Señora de los Buenos Libros Preside el retablo la imagen de Nuestra Señora en una curiosa advocación de reciente titulación (siglo XIX) como Patrona de la asociación editora de libros católicos de Valencia. Tiene la Virgen al Niño Jesús en brazos mientras que con la mano derecha sujeta un libro en actitud de entrega. Es obra del imaginero José María Ponsoda posterior a la Guerra Civil de 1936. En la parte superior del retablo relieve de San Pedro de Verona (San Pedro Mártir).
Puerta entrada Puerta recayente a la calle Salvador
Capilla de Santa Cecilia Preside el retablo la imagen de Santa Cecilia con la palma del martirio y sujetando un arpa, pues no en vano es la Patrona de los Músicos. Obra realizada en 1961 por el escultor-imaginero Rafael Grafiá Jornet. Bajo la imagen una leyenda tallada en el retablo dice: "Asociación de Profesores músicos bajo la advocación de Santa Cecilia. En la parte superior del retablo relieve de San Antonio Abad.
Capilla de Nuestra Señora de los Dolores En el centro del retablo la tradicional imagen de la Virgen Dolorosa, con el corazón traspasado por siete cuchillos. En la parte superior del retablo la Inmaculada Concepción.

Hacemos referencia a las actuales titulaciones de la capilla que presiden el retablo, los bajorrelieves de la parte superior a los que también hemos hecho mención se corresponden con las antiguas titulaciones de las capillas.

En el presbiterio encontramos entre dos columnas corintias la imagen del Cristo Crucificado, de gran veneración en la ciudad. Se trata de una imagen de madera de pino policromada, de la cual destaca la extraña colocación de su cabeza en la cruz. Es una imagen de cerca de tres metros de altura y 300 kilogramos de peso fechada en el siglo XIII. Sobre la cornisa del presbiterio un relieve de la Transfiguración del Señor, bajo cuya advocación se encontraba la iglesia, y dos figuras alegóricas sedentes que representan a la Justicia y a la Esperanza. Encima del nicho donde se encuentra Cristo, un friso en bajorrelieve donde con gran esfuerzo debido a la pequeñez de las figuras se puede ver a Cristo portando la cruz, mientras es blanco de las burlas de los soldados romanos y mientras es despojado de sus vestiduras en el Calvario. Por encima del arco que enmarca el nicho de Cristo por encima del tímpano de la transfiguración, dos ángeles tenantes sujetan los escudos de España y de la ciudad, el primero en señal del patronato real sobre la iglesia y el segundo por razones obvias de privilegio de la ciudad.

Flanqueando el Altar Mayor, dos imágenes de bulto redondo de San Vicente Ferrer y Santo Tomás de Villanueva, obras originales de Leonardo Julio Capuz que fueron destruidas en su casi totalidad durante la Guerra Civil y en la actualidad están reconstruidas en estuco casi en su totalidad.

A ambos lados del presbiterio podemos ver dos puertas, una de ellas nos llevará a una escalera que permite el acceso a la hornacina-nicho donde se encuentra el Cristo y la segunda nos lleva a la sacristía y la escalera que permite el acceso a la torre. Sobre ellas podemos ver dos bajorrelieves de estuco dorado con escenas de la Pasión de Cristo. Obras de dudosa calidad que más vale no comentar.

Las bóvedas se encuentran decoradas con plafones pintados, en el presbiterio la obra es de Francisco Llácer Valdermont y representa a Dios Padre entre nubes, mientras que en la nave central cinco plafones rectangulares pintados con la técnica de "al seco" realizados por Vicent Castelló i Amat (* Valencia 1787 † Madrid 02-06-1860) representando diversas escenas de la Pasión de Cristo. Comenzando por la cabecera y en dirección a los pies vemos las siguientes escenas: Jesús en el Pretorio, Jesús ante el Sanedrín, El Prendimiento, la Oración en el Huerto y el Lavatorio. Están fechadas entre 1828 y 1829.

A los pies de la iglesia, la Capilla de la Comunión. Situada en el lado de la epístola, la capilla de planta rectangular fue realizada en el siglo XVII con bóveda rebajada de dos tramos separadas por un arco fajón. Esta tiene en la bóveda diversas pinturas al fresco con desigual estado de conservación que representan la Asunción de la Virgen a los Cielos y en la zona de transición de ambos tramos junto a dos medallones con alegorías, los cuatro doctores de la iglesia latina (San Gregorio Magno, San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio) recibiendo la divína sabiduría. Obra del pintor valenciano Vicente López. El segundo fresco fue destruido durante la Guerra Civil y representaba a un ángel señalando la Eucarístia.

El templo tiene dos portadas, ambas muy sencillas, la recayente a la calle Salvador es adintelada de estilo barroco contenido, sobre la cornisa pináculos bulbiformes flanquean una hornacina con decoración pictórica. A ambos lados podemos ver una imagen de Santo Tomás de Villanueva (a la izquierda) mientras que a la derecha vemos representado a San Vicente Ferrer. En el centro cuatro pequeños angelillos portan elementos de la pasión de Cristo: esponja, lanza, tenazas y martillo. La reforma de la portada realizada en el año 2.014 por el arquitecto Pablo Griñena ha recuperado parte de su policromía original perdida.

La portada oeste situada en la calle Trinitarios, es también adintelada y tiene una hornacina con un grupo de La Piedad. Por encima de esta portada encontramos una gran ventana adintelada modificada tallada en piedra, ya que en origen era de estilo gótico.

La iglesia en la actualidad precisa un proceso de restauración en su parte exterior, ya que mientras el interior está en aceptable estado de conservación, el exterior se encuentra deteriorada y negra por la contaminación atmosférica que ha sufrido la piedra. En el interior se pueden observar grietas en las bóvedas que están siendo controladas. En 1902 la titularidad de la parroquia del Salvador pasó a la Iglesia de Santa Mónica.