Personajes valencianos
Joan Gilabert Jofré

Nacido en la calle "Dels Chofrens" de Valencia el 24 de Junio de 1350, estudió derecho canónico en Lérida y en 1370 se incorporó a la Orden Mercedaria en el Monasterio de El Puig (Valencia), donde cursó estudios de Teología y Sagrada Escritura durante cinco años. Sus padres fueron Francesc Gilabert y Violante.

En 1375 fue ordenado presbítero, dedicándose a la predicación "ministerio en el que fue eximinio". En 1391 siendo vicario del convento de Lérida, acudió al rey Juan I en favor de la redención de los cautivos. El hecho de que siendo sólo vicario y recurriera al rey significa que ya gozaba de suficiente prestigio

Participó en el capitulo de Tarragona, donde fue elegido General el padre Jaime Tust. Fue nombrado comendador de Perpiñan. Volvió como comendador a El Puig donde permaneció cuatro años.

En 1409 designado comendador de Valencia, se dedica a la predicación en compañía de San Vicente Ferrer, recorriendo Valencia, Aragón, Castilla, Cataluña y Portugal.

Predicando con San Vicente Ferrer, y estamos en el 1417, este le predijo la proximidad de su muerte por lo que decidió regresar a El Puig. Fallece el 18 de mayo de 1417 en el Monasterio de El Puig, al poco de regresar.

Permaneció su cuerpo expuesto en una urna transparente en la sacristía de el Monasterio de El Puig hasta 1936. Hoy sus restos descansan en un sepulcro de piedra, en una capilla de la iglesia del monasterio de El Puig y que en 1946 le dedicó la Diputación de Valencia.

Hay abierto un proceso de beatificación en la actualidad.

Fundó un hospicio para niños abandonados en Valencia (1410) y una hospedería para peregrinos pobres en El Puig en 1416.

Fue el creador del primer manicomio del mundo en la ciudad de Valencia, buscando la solución de los enfermos mentales. Se cuenta que el 24 de febrero de 1409 iba desde su convento a la Catedral de Valencia, para predicar el sermón del primer domingo de cuaresma, cuando vio que unos mozalbetes se ensañaban con un demente. Corrió el fraile a protegerlo, ahuyentó a los agresores y llevó al malherido a su cenobio. Enardecido por el suceso, volvió a la Catedral para predicar un vibrante sermón, en que habló de la necesidad urgente de una institución benéfica que acogiera a esos enfermos mentales. Bajando del púlpito, se le ofrecieron once valencianos, presididos por Lorenzo Salom, para secundar su proyecto, hecho realidad el 9 de marzo de 1409.