Las órdenes militares hispanas surgieron a imagen y semejanza de aquellas que se crearon en el siglo XI en Tierra Santa y al socaire de las Cruzadas como una mezcla de dos
formas de vida: por una parte la dimensión religiosa y por otra la dimensión militar. El factor religioso lo impregnaba todo en la Edad Media, pero para la nobleza no
era suficiente, sino iba acompañado del aspecto militar, pues al fin y al cabo el ejercicio de la guerra era innato a la nobleza y por qué no, a la riqueza y poder de estos.
Es así como surgieron las órdenes militares, mitad guerreros, mitad monjes, que complementaban los ideales caballerescos y religiosos de la nobleza. España no fue ajena a esta
corriente, pero dado que aquí teníamos nuestra propia cruzada, las órdenes militares propiamente hispanas adquirieron particularidades en razón de las circunstancias en que
se movían.
La no existencia de ejércitos regulares en el sentido que lo entendemos hoy día, llevó a los distintos reyes hispánicos a crear o favorecer aquellas órdenes militares que suplían la
falta de fuerzas propias del reino. A cambio las órdenes asumían poder, riquezas, controlaban los territorios fronterizos y protegían el reino de las algaradas musulmanas. Cuatro
fueron las órdenes militares que destacaron en nuestra particular Edad Media: Alcántara, Santiago, Calatrava y Montesa. Sus grandes maestres fueron hombres poderosos que
en ocasiones llegaron a rivalizar con los propios reyes.
En la actualidad estas cuatro órdenes siguen vigentes y activas, pero cumplen un papel representativo y honorífico, muy alejadas de las motivaciones que llevaron a sus
fundaciones.
|
1150 - Orden del Hacha

Creada por el conde de Barcelona,
Ramón Bereguer IV en 1150 en la ciudad de Tortosa (Tarragona).
Tenía carácter femenino ya que su fundación guarda relación directa con la defensa que hicieron en 1149 las mujeres de Tortosa frente al enemigo musulmán y ante la falta
de hombres que hicieran frente a los enemigos. Tenía más carácter honorífico que militar y la pertenencia a la orden implicaba una elevación de estatus social y algunas prebendas
económicas. La pertenencia
a la orden estaba sujeta solo a mujeres que fueran descendientes de aquellas otras que participaron en la defensa de Tortosa.
La simbología adoptada fue un hacha ya que según la tradición con esta arma hicieron frente al enemigo musulmán.
No sabemos cuando desapareció pero se considera que solo tuvo una breve existencia ya que solo se trataba de dar reconocimiento a las mujeres de Tortosa en la defensa de
la ciudad, pasado un tiempo desapareció, al caer en el olvido.
|
1156 - Orden de Alcántara

El origen de esta orden está en una pequeña hermandad de carácter religioso, luego también militar, formada por caballeros de la ciudad de Salamanca, que
se establecieron en una pequeña iglesia en el Pereiro, dedicada a san Julián.
Adoptaron el nombre de Orden de San Julián de Pereiro y tomaron como norma de convivencia la regla benedictina. Se considera como fecha fundacional de esta comunidad
de freires, el año 1156, aunque es una fecha que a día de hoy está en discusión.
Su blasón era un peral silvestre con las raíces descubiertas y sin hojas, de hecho Pereiro es una alusión a un "terreno de perales silvestres".
El papa
Alejandro III expidió la bula Ex eo quod en 1175 confirmando la fundación de la orden. Su principal objetivo era la defensa de las fronteras del reino de León de los
ataques musulmanes. Fue el rey
Fernando II de León quien daría impulso a esta orden, pues la necesitaba para dar viabilidad política y económica al nuevo reino de León que había
heredado de su padre
Alfonso VII en 1157.
En 1213 la plaza y fortaleza de Alcántara (Cáceres) es conquistada a los musulmanes y el rey Alfonso IX de León hace entrega de Alcántara a la orden de Calatrava en 1214.
Por cuestiones no conocidas, los calatravos entregan en 1218 la villa a la orden de San Julián de Pereiro, estos a cambio aceptan cierta filiación respecto a la orden de Calatrava y
adoptan al igual que estos, la regla del Cister. Hacia 1253 la intitulación como orden de San Julián de Pereiro ha desaparecido y son conocidos solamente como caballeros de la orden
de Alcántara.
Desde 1411 y por bula del papa Benedicto XIII, los caballeros alcantarinos, cambian su blasón por una cruz de color verde (sinople) flordeliselada, similar a la utilizada por la orden
de Calatrava, que es de color rojo (gules).
|
1158 - Orden de Calatrava
"El pretendiente que desee ingresar en ella probará en sus cuatro primeros apellidos ser hijodalgo de sangre a fuero de España, y no de privilegio, con escudo de armas, él, su
padre, madre, abuelos, abuelas, sin haber tenido oficios él, ni sus padres ni abuelos"

La orden de Calatrava fue fundada en 1158 por el abad Raimundo de Fitero y aprobada por el papa
Alejandro III por bula de 25 de septiembre de 1164 ( in itutum et cetera).
Unos meses antes de su creación, el rey de Castilla
Sancho III, había prometido entregar la plaza de Calatrava, la musulmana Qal’at Rabah
(hoy Calatrava la Vieja, Ciudad Real), a quien se atreviera a defenderla del más que previsible
ataque del califa almohade
Abd al-Mumin. La plaza que estaba defendida desde 1150
por los caballeros templarios, fue abandonada por estos ante la imposibilidad de defenderla y devuelta a Sacho III
quien no disponía de fuerzas para conservarla.
La fortaleza de Calatrava cerraba el paso a la ciudad de Toledo, su conquista por parte de los musulmanes ponía en peligro esa ciudad y los territorios ganados años
atrás por el rey
Alfonso VII, padre de Sancho III.
El abad Raimundo se ofreció en 1158 a su defensa y para ello creó una orden de caballería de carácter militar y religiosa, además el arzobispo de Toledo ofreció la
absolución de todas sus culpas a aquellos que colaborasen en tan noble empresa.
Con Raimundo estaba la persona de fray Diego Velázquez († 1196), hombre de religión, pero
que antaño había sido soldado del rey Alfonso y conocía la práctica militar.
En razón de la plaza que la orden tenía que defender tomó el nombre de Calatrava. La
orden adoptó la regla monástica de san Benito y las constituciones del Cister.
En 1487 Fernando el Católico, logró ser nombrado maestre de la orden, desde entonces los grandes maestres de la orden son los reyes españoles.
La orden de Calatrava sigue existiendo en la actualidad y su gran maestre es el rey de España, aunque la pertenencia a la orden solo es a título honorífico.
La villa de Calatrava había sido conquistada por el rey
Alfonso VII a los musulmanes en 1147 y entregada en 1150 a la orden del Temple para asegurar su defensa. Los caballeros del Temple devolvieron la
villa a la corona castellana, haciendo entrega de ella al rey Sancho III.
Cuando estos se negaron a defender Calatrava, el rey de Castilla
Sancho III fiel a su promesa hizo donación en Almazán (Soria),
a los monjes cistercienses de la plaza de Calatrava y en particular al abad del monasterio de Santa María de Fitero (Navarra).
Raimundo de Fitero al crear una orden militar para la defensa de la plaza consiguió
reunir un ejército de monjes, labradores y artesanos, recogió dinero y armas y al frente de este ejército un grupo de caballeros que se aprestaron a defender Calatrava.
Los musulmanes viendo las dificultades que entrañaba el conquistar la plaza, abandonaron la posición y se retiraron sin presentar batalla. La villa de Calatrava se había
salvado (de momento).
Los calatravos adoptaron como simbología propia, el hábito blanco y una cruz morada flordelisada, pero en el siglo XIV, la cruz que lucían en
sus hábitos fue modificada por la actual cruz roja flordelisada que
todavía se mantiene y por la que son conocidos. Este cambio de color en la cruz, se quiere explicar como una alusión a la sangre derramada por la orden de Calatrava en los
distintos enfrentamientos militares de la orden. Desde su creación, la importancia de la orden fue ampliándose en la misma medida que avanzaba la Reconquista, llegando a ser
una de las principales ordenes hispanas (junto a la de Santiago, Alcántara y Montesa).
Raymond Serrat, conocido como
san Raimundo de Fitero († Ciruelos, Toledo 1163) fue elevado a los altares en 1719 por el papa
Clemente XI. Con la muerte del abad Raimundo la orden de Calatrava quiso distanciarse de la
orden monástica en aras de la parte militar, es por ello que eligieron un maestre de la orden y no al sucesor del abad Raimundo y el elegido fue un caballero de
nombre García (r. 1164 - 1169) que es considerado como el primer maestre de la orden de Calatrava.
En este enlace puedes conocer el listado de los grandes
maestres de la orden de Calatrava.
La orden de Calatrava participó en la toma de Cuenca (1177) y de Alcañiz (Teruel) que le fue entregada a la orden.
Además participaría en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Estuvieron presente en la toma de Baeza (Jaén) y en el sitio de Córdoba.
Conquistaron las fortalezas de Martos, Andújar y Arjona, las tres en Jaén y tomaron parte en la rendición de las ciudades de Córdoba, Jaén y Sevilla.
En sus mejores momentos la orden podía
aportar dos mil caballeros totalmente armados y lo que es más importante con amplia experiencia de lucha.
En 1195 tras la derrota cristiana de Alarcos donde murieron muchos caballeros calatravos, los
musulmanes lograron conquistar Calatrava y sus defensores fueron pasados a cuchillo. En 1397 y por bula papal
se decidió cambiar el color morado de la cruz de la orden por el actual color
rojo, en recuerdo de la sangre derramada en la defensa de Calatrava. Con la perdida de la villa que le daba nombre, la orden vivió errante unos años, hasta 1198 en que conquistaron
el castillo de Salvatierra (Ciudad Real), estableciendo en ella su nueva casa madre. Finalmente en 1217 la orden de Calatrava acabaría asentándose en una fortaleza cercana a su antigua
posesión de Salvatierra, castillo que tomaría el nombre de Sacro Convento y castillo de Calatrava la Nueva
y que se convertiría en la tercera y definitiva sede de la orden.
|
1170 - Orden de Santiago

La Orden de Santiago, fue una orden de carácter religioso y militar creada en 1170 bajo el reinado del rey
Fernando II de León, adoptando la regla de san Agustín como norma
de convivencia. La orden fue aprobada por bula del papa
Alejandro III en 1175. La primera sede de esta orden estuvo en la ciudad de Cáceres que en esos momentos se encontraba en manos cristianas.
Dos eran los objetivos fundacionales de la orden, por una parte la obligada defensa de la
cristiandad frente a los musulmanes y por otra, la protección de los peregrinos que recorrían el camino de Santiago y que se dirigían en peregrinación a dicha ciudad.
Se considera a la orden de Santiago como una continuación de una comunidad de monjes guerreros conocidos como "freires (hermanos) de Cáceres",
que protegidos por el rey de León Fernando II, recibieron el encargo de defender la ciudad de Cáceres que había sido conquistada a los musulmanes en 1169.
Por desgracia la ciudad volvería a perderse en 1174 a pesar de la defensa de de estos monjes guerreros. Con la perdida de la ciudad, estos freires de Cáceres se integraron
en la orden de Santiago.
Con el abandono de Cáceres y por discrepancias surgidas entre el rey y la orden, estos pasaron al reino de Castilla, donde el rey castellano
Alfonso VIII les hizo donación de la villa de
Uclés (Cuenca) para que fijaran en dicha villa su casa madre. Fue con este rey cuando dio comienzo la verdadera historia
de la orden de Santiago, y a este rey se le considera como su mayor impulsor.
Bien pronto la orden se extendió por los distintos reinos hispanos y ampliaron sus dominios por toda la península. La orden
de Santiago se llegó a convertir en una de las más importantes de España, la de mayor peso económico y la que gozaba de mayor prestigio.
Tomaron el hábito blanco con una cruz roja en forma de espada sobre el pecho, los brazos de la cruz acababan en forma de flores de lis.
Nombraron como patrón a Santiago Apóstol, por ser este el patrón de las Españas y por la defensa del camino de Santiago que se habían impuesto. Fue una orden con una fuerte
presencia en lo que se ha denominado "reconquista" y su huella ha marcado infinidad de lugares, villas, hechos de armas y su presencia también se ha visto reflejada en el
mundo del arte. En este enlace puedes conocer el listado de los grandes
maestres de la orden de Santiago.
|
1201 - Orden de San Jorge de Alfama

Orden de carácter religioso-militar fundada en 24 de septiembre de 1201 por el rey
Pedro II de Aragón con la aprobación del papa
Inocencio III.
Recibió el nombre de san Jorge, por ser este santo el patrono del reino de Aragón y de Alfama, al serles entregado este territorio y establecer en el lugar su casa matriz, entonces
territorio fronterizo entre cristianos y musulmanes. Además desde este lugar fronterizo se podía controlar la zona costera de Tortosa por la que podían llegar los ataques sarracenos.
Su creación puso de manifiesto la necesidad del rey de Aragón, de crear una fuerza militar que le
ayudaran en sus campañas de conquista y consolidaran el territorio ganado a los musulmanes.
Usaron hábito de color blanco con una cruz llana roja en el pecho y tomaron la regla de san Agustín como norma de vida.
Su mayor hecho de armas tal vez sea, su participación en la batalla de las Navas de Tolosa (16-07-1212).
En 1213 a la muerte del rey de Aragón, la orden estaba en decadencia, envuelta en las mismas disputas que ya se había encontrado el rey, entre el apoyo
a los cataros y su obediencia al papa de Roma.
Con ser importante la orden, no fue ni mucho menos poderosa, fue escasa en donaciones y prebendas y sus dificultades económicas eran considerables.
En 15 de mayo de 1373 el rey de Aragón
Pedro IV el Ceremonioso consiguió la aprobación de la orden militar por parte del papa
Gregorio XI, ya que hasta entonces funcionaba
solo con el visto bueno papal. A pesar de ello, la vida de la orden de San Jorge de Alfama iba en decadencia, hasta que en el año 1400 el rey de Aragón
Martín I el Humano con la aprobación del papa
Benedicto XIII acordaron la fusión de la orden de San Jorge de Alfama a la de Montesa, desapareciendo por tanto la orden ya integrada
en la de Montesa, aunque su intitulación se mantuvo con el nombre de Orden de Montesa y San Jorge de Alfama.
|
1218 - Orden de la Merced

La Orden de la Merced fue creada por el monje Pedro Nolasco (* Mas-Saintes-Puelles, Francia 1180 † Barcelona 06-05-1256)
el 10 de agosto de 1218 con el beneplácito del rey
Jaime I el Conquistador y bula del papa
Honorio III.
Fue creada en la capilla de Santa Eulalia de la catedral de Barcelona, por lo que en sus comienzos fue conocida como Orden de los caballeros de Santa Eulalia, aunque su nombre
oficial era "Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced". Su objetivo era la redención de cautivos en poder de los infieles y entre sus obligaciones
se estipulaba que caso de no poderse reunir el rescate necesario, los
propios monjes quedarían como cautivos hasta tanto se completase el rescate. La nueva orden adoptó la regla de san Agustín.
Su escudo estaba formado por dos mitades horizontales o cuarteles, en la parte superior una cruz patada de plata y en la parte inferior los cuatro palos de Aragón. El hábito de los
monjes mercedarios es completamente blanco. Pedro Nolasco sería elevado a los altares como san Pedro Nolasco, el 30 de septiembre de 1628 por el papa
Urbano VIII.
En la actualidad la orden de la Merced, fiel a sus principios fundacionales, dedican su actividad redentora en las cárceles, llevando su actividad mercedaria no solo a los presos, sino
también a sus familias y a todo un mundo marginal que se mueve alrededor de los más desfavorecidos.
|
1317 - Orden de Montesa

La principal orden militar o al menos la más mediática, fue la orden del Temple, fundada en Jerusalén en 1118 por el noble francés, Hugo de Payens.
En 1312 el rey francés Felipe IV († 29-11-1314) con el apoyo del papa
Clemente V acordaron en Vienne (Francia)
la disolución de la orden del Temple y que sus bienes sean entregados a la orden de San Juan del Hospital de Jerusalén (los hospitalarios) o al propio papado según los territorios.
En 1314 el último Gran Maestre de la Orden del Temple, Jacques de Molay († 18-03-1314) fue ejecutado en la hoguera, en la ciudad de París.
El rey
Jaime II de Aragón no considerando muy claro ni muy oportuno que los bienes de la orden del Temple pasaran al papado, maniobró y decidió crear una nueva orden que sería
la encargada de recoger todos los bienes de la disuelta orden. Así en 10 de junio de 1317 el papa
Juan XXII expidió una bula ( Ad frutus uberes)
autorizando la fundación de una nueva orden,
conocida como Orden de Nuestra Señora de Santa María de Montesa. En ella se establecía que los bienes que fueron del temple y los que tenía la orden de San Juan del
Hospital quedarían integrados en la recién creada orden de Montesa. Los caballeros montesinos se obligaban a defender el reino de Valencia de los ataques musulmanes y prestar toda
la ayuda necesaria al rey de Aragón. La nueva orden establecía como regla de convivencia: la regla del Cister.
Adoptaron hábito blanco y una cruz negra (sable) flordeliselada a la altura del hombro. Al integrarse en 1400 la orden de
San Jorge de Alfama en la orden de Montesa, la cruz llana de color rojo
se integró en el centro de la cruz montesina. El rey de Aragón
Martín I el Humano creyó conveniente que ya que san Jorge era el patrón de Aragón, debía constar la cruz de san Jorge en el escudo de la orden y
tal fue el motivo de su inclusión en el escudo montesino.
La casa-convento general de la orden se estableció en la villa de Montesa (Valencia), territorio entonces fronterizo con los musulmanes y que fue donada por el rey de Aragón para
el establecimiento de la orden. Un terremoto ocurrido en 1748 destruyó el castillo y obligó a los montesinos a trasladar su residencia,
el lugar elegido fue el terreno que había sido casa del Temple junto a las murallas de Valencia. El rey de España
Carlos III mandó construir un nuevo convento-palacio de la orden, pero los valencianos a pesar de todo lo continuaron llamando
palacio del Temple y con tal nombre todavía se mantiene en pie, aunque hoy día alberga la subdelegación
del gobierno en la Comunidad Valenciana. En este enlace puedes conocer el listado de los grandes
maestres de la orden de Montesa.
|
1332 - Orden de la Banda

Creada en 1332 en la ciudad de Vitoria por el rey
Alfonso XI de Castilla y León.
Tenía como objeto estimular en la nobleza castellana los sentimientos de hidalguía, magnanimidad, cortesanía, caridad, amor al prójimo y servicio a Dios y a la Corona, un claro
ejemplo de premiar la lealtad y el valor de los nobles castellanos.
Su primer maestre fue el propio soberano. Fue disuelta por los Reyes Católicos, aunque durante el reinado de Felipe V hubo
una breve etapa de reorganización que fracasó.
Con el tiempo la orden y su simbología pasó a convertirse en un elemento propio, usado por la dinastía Trastámara. Los integrantes de la orden por tanto se mostraban como
una élite caballeresca afín a la monarquía Trastámara, en contraposición a otra parte de la nobleza que no comulgaba con el rey de Castilla.
Su hábito se conformaba con una banda roja (de gules) cruzada sobre el pecho y los hombros.
En algún momento de la historia, el color rojo se trocó en amarillo (de oro) y pasó a ser el habitual en la simbología castellana.
En esta segunda fase, en los extremos de la banda se añadieron dos cabezas de leones o dragones mordiendo la banda.
Esta simbología pasó incluso a representar en ocasiones a Castilla, actualmente a este símbolo se le suele denominar como la banda real de Castilla (banda de oro sobre fondo
de gules). Tenía carácter completamente secular.
|
1387 - Orden de las Damas de la Banda

Fue creada en 1387 por el rey
Juan I de Castilla en la ciudad de Palencia, en reconocimiento de la heroicidad de las mujeres de dicha ciudad, frente a un ejército inglés mandado por Juan de Gante, duque
de Lancaster.
En ocasiones se suelen referir a ella, como la rama femenina de la orden de la Banda, es cierto que guarda similitudes con ella, pero también es una orden muy específica
de un determinado hecho y un determinado lugar.
La historia comienza con la guerra que sostenían los reyes Juan I de Castilla y Juan I de Portugal por la propiedad de ambos reinos. A los portugueses le ayudaban los ingleses,
entonces enemigos de la corona castellana. En un rápido ataque, los ingleses desembarcaron en Galicia y se desplazaron hacía el centro de la península hasta llegar a la ciudad
de Palencia en 1387. Los hombres de la ciudad se encontraban combatiendo en la frontera portuguesa junto al rey de Castilla y la ciudad estaba desguarnecida. Eso debieron pensar los
ingleses que atacaron la ciudad, comandados por Juan de Gante, duque de Lancaster,
cuando se dieron cuenta que las mujeres de Palencia habían asumido la defensa de la ciudad y lo hicieron con tal ímpetu y tal arrojo que el
ejército inglés tuvo que retirarse con numerosas bajas. En premio por la heroicidad demostrada, el rey Juan I de Castilla concedió a las mujeres de Palencia su reconocimiento
mediante la creación de una orden con los mismos privilegios que gozaban los caballeros de la orden de la Banda.
Este privilegio les autorizaba a llevar en sus tocas, los colores oro y gules de la banda de Castilla.
La orden desapareció con el transcurrir del tiempo ya que al estar restringida a la ciudad de Palencia, su vida fue bastante efímera.
En la actualidad el traje regional palentino mantiene esta tradición con la incorporación de la banda sobre el traje regional.
|
1429 - Orden del Toisón de Oro

Creada en 1429 por el duque de Borgoña, Felipe III el Bueno (* Dijon, Francia 31-07-1396 † Brujas, Bélgica 15-06-1467 / r. 1419 - 1467)
con motivo de su matrimonio por poderes en 1429 con Isabel de Portugal († 1471). El objetivo de la orden era reunir a la alta nobleza
borgoñona en torno al duque y reforzar la lealtad a la casa de Borgoña. Además debía promover la fe católica y la defensa de la cristiandad frente a las herejías.
Los estatutos de la orden fueron aprobados por el papa
Eugenio IV en un Breve Apostólico de 7 de septiembre de 1433.
Hoy en día la pertenencia a la orden del Toisón de Oro es un título
honorífico de máximo prestigio y su concesión representa uno de los mayores honores que una persona puede recibir de la corona española.
El ducado de Borgoña era un territorio vasallo del reino de Francia, no así la orden del Toisón que era patrimonial de los duques de Borgoña. En 1477 hereda el ducado, María
de Borgoña (* Bruselas, Bélgica 13-02-1457 † Brujas, Bélgica 27-03-1482 / r. 1477 - 1482), nieta de Felipe III el Bueno, pero al ser mujer y no poder presidir la orden, esta
pasó a su marido Maximiliano I de Habsburgo (* Wiener Neustadt, Austria 22-03-1459 † Wels, Austria 12-01-1519), pasando la orden al círculo
de la familia Habsburgo, con independencia del futuro que le depararía al territorio ducal que se lo arrebató el rey de Francia. Al pasar el linaje de los Habsburgo con Felipe el
Hermoso (marido de Juana la Loca) al reino de España, la titularidad de la orden pasó a los reyes españoles.
En la actualidad y por avatares políticos existen dos ramas: la rama española cuyo gran maestre es el rey de España (Felipe VI) y la rama austriaca, ligada a la casa de
Habsburgo-Lorena. Aunque la orden nació en exclusiva para nobles de religión católica, en la actualidad y solo en casos extraordinarios, se ha concedido a personas no
católicas y solo con carácter honorífico, diplomático y protocolario. La titularidad del toisón de oro no es hereditario y cuando su titular fallece, el collar ha de ser reintegrado
a la corona española.
El símbolo escogido para representar a la orden, fue una piel de carnero de oro colgando de una cadena o collar ricamente labrado.
El collar está formado por eslabones alternos de fuego encendido y pedernales chispeantes.
Esta piel de carnero hace referencia al vellocino de oro de la mitología griega, símbolo de poder, riqueza y aventura heroica.
El lema alusivo a la orden es: ante ferit quam flamma micet que se traduce como "hiere antes de que se vea la llama". El vocablo "toisón" proviene del francés medieval, que
tiene el mismo significado que vellocino (lana de un carnero u oveja). En la corte borgoñona se hablaba el francés y la industria de la lana, era la más importante y la que daba fama
y riqueza al ducado, de ahí la elección del toisón o vellocino como símbolo heráldico de la orden.
|
|