Castillos de España
Sacro y Real Convento de la Orden de
Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama

Introducción

Nombre: Castillo de Montesa
Ubicación: Montesa (Valencia)
Comarca de La Costera. Comunidad Autónoma de Valencia
Declarado en 13-04-1926 Monumento Histórico-Artístico
Gentilicio: Montesinos
Propiedad: Ayuntamiento de Montesa (desde 1970)
Época predominante: Siglos XIV al XVI
Estado: Ruinas

Historia

La villa de Montesa tiene un posible origen íbero o romano, no obstante alcanzará renombre con los musulmanes, que lo convirtieron en refugio frente al castillo de Játiva, en poder de Jaime I de Aragón desde 1244. Los musulmanes setabenses huidos de su ciudad se refugiaron en Montesa. En 29 de septiembre de 1277 fue conquistada por el rey de Aragón Pedro III el Grande, quedando la defensa del castillo a cargo de los monjes templarios y el 16 de octubre de 1289 siendo Alfonso III el Liberal rey de Aragón, Bernat de Bellvís dio Carta Puebla a la población siendo repoblada por familias cristianas. En este documento la villa es citada como "castrum de Montesia". El topónimo Montesa tiene un origen prerromano con significado de colina, cerro o montaña. Hay constancia al menos desde el siglo X de la existencia de un castillo en este lugar. En origen Montesa (Muntixa) debió ser una alquería musulmana dependiente de Xàtiva

En 1311 la Orden del Temple es suprimida y Jaime II rey de Aragón y el Papa Juan XXII crearán el 8 de julio 1317 (Bula: Ad Fructus Beris) una nueva Orden que será la heredera directa de los bienes del Temple. El objetivo principal de la creación de la orden era por una parte recoger los bienes de la extinta Orden del Temple y por otra parte crear una milicia que pudiera proteger la frontera sur de la Corona de Aragón, el Reino de Valencia, ante el aumento constante de la población árabe y morisca del Reino. Tomaron como divisa la cruz de la Orden de Calatrava de color sable (negro). El responsable de la Orden era el Gran Maestre y el territorio donde ejercían su jurisdicción estaba dividido en "comandes" y al frente de cada uno de ellos, un comendador.

En 1201 el rey de Aragón Pedro II había fundado la Orden Militar de San Jorge de Alfama con el fin de obtener beneficios territoriales sobre los musulmanes. En 1400 la Orden Militar de San Jorge de Alfama se unió a la Orden de Montesa, fusionándose en una sola Orden Militar. Establecieron como su escudo la cruz roja llana de San Jorge y rodeándola la cruz de Calatrava, quedando fijada definitivamente la divisa de la Orden de Montesa.

En 1319 Jaime II donó la fortaleza a la nueva Orden, momento el cual, el castillo fue reconstruido y ampliado. La fortaleza de Montesa pasó a ser la sede de la nueva Orden, bajo las directrices del Cister y recibiendo el nombre de Orden de Santa María de Montesa, siendo su fecha fundacional el 22 de julio de 1319. La Orden de Montesa pasa por ser, la única Orden monástica-militar del antiguo Reino de Valencia y su poder e influencia abarcaran los límites del Reino de Valencia.

Durante la Guerra de Sucesión a la Corona de España (1701-1713), la Orden de Montesa manifestó su lealtad a la causa borbónica. En 1706 fue asediado por las tropas anglo-austriacas. Como recompensa a su lealtad, Montesa fue elegida por el rey Borbón Felipe V como capital de una de las trece gobernaciones en que fue dividido el antiguo Reino de Valencia.

El 23 de marzo de 1748 un terremoto destruyó gran parte del castillo y del monasterio. El 2 de abril del mismo año una réplica volvió a sacudir el castillo, obligando a los frailes que lo habitaban a abandonar definitivamente el castillo. Ante la necesidad de buscar un nuevo emplazamiento para su sede estos lo encontraron en el conocido como Palacio del Temple de la ciudad de Valencia. Estos se alojarían y constituyeron su nueva sede en el Convento Palacio de Santa María de Montesa, que lo había sido del Temple, es por ello que al nuevo convento se le seguía y se le sigue conociendo como Palacio del Temple. Algunos elementos arquitectónicos y decorativos que pudieron salvarse del terremoto serían llevados a la nueva sede en la ciudad de Valencia y en ella permanecen hasta la actualidad.

En 1835 con la ley desamortizadora de Mendizábal, los bienes de la orden de Montesa pasaron a manos particulares, y en la práctica la Orden desaparecerá. El 13 de abril de 1926 los restos del castillo fueron declarados Monumento Nacional.

Características

Las ruinas que hoy observamos corresponden a las reformas efectuadas en época cristiana sobre la base del castillo musulmán. Con la incorporación del castillo a la recién creada Orden de Montesa y como cabeza de la Orden, el castillo sufrirá toda una serie de reformas de adaptación a las nuevas necesidades de los monjes-guerrreros. De época árabe encontramos pocos elementos, como son, la entrada en forma de codo y el albacar o zona de refugio de la población. El castillo es de planta poligonal ocupando la totalidad de una gran roca que se eleva sobre el terreno y que además fue trabajada para perfilar paredes lisas y verticales. En su construcción se emplearon grandes sillares de piedra labrada junto con la mampostería. El suelo sobre el que se asienta el castillo también ha sido trabajado y presente una superficie llana.



La entrada al castillo se realiza a través de una rampa de acceso en recodo de herencia islámica que acababa en un puente levadizo hoy desaparecido y que salvaba un foso que rodeaba el castillo. El puente levadizo hoy en día se ha sustituido por una pasarela de madera en forma de puente. La entrada actual perfectamente rehabilitada se corresponde con una puerta de arco de medio punto y en su parte superior tres escudos con dos cuarteles en cada uno de ellos, labrados en un solo bloque de piedra. Los escudos se corresponden a fray Bernat Despuig i Rocafull (* Xàtiva † Montesa 1537) un monte y una flor de lis en el primer cuartel y una cruz flordelisada en el segundo, el escudo del centro la cruz plana de San Jorge (Orden de Alfama) y la cruz flordelisada (Orden de Montesa) y el escudo de la derecha con tres aves y la cruz flordelisada, el cual no está identificado. Este conjunto de escudos se fecha en el siglo XVI y aunque situado en la actualidad en la parte superior de la portada no debía ser este su lugar primigenio de situación.

En el castillo se pueden apreciar dos zonas diferenciadas: la zona militar y la zona conventual. En el castillo solían residir aproximadamente unos veinte frailes, cuya vida se articulaba alrededor de la zona conventual, que seguía la planta típica de los monasterios del Cister. El claustro y a su alrededor la iglesia, la sala capitular y las distintas dependencias y zonas de servicio del monasterio. En el castillo convivían monjes dedicados a la labor espiritual de la Orden y los monjes dedicados a la actividad militar.

La zona militar se localizaba en el lado de poniente junto a la zona de entrada, mientras que la zona conventual se situaba en el centro del castillo principalmente alrededor del claustro y continuando hacia el Levante. En la zona militar que giraba alrededor del patio de armas se encontraban el horno, las caballerizas, almacenes, una cisterna y la torre del homenaje. En la zona religiosa se encontraba el claustro, la sala capitular, la sacristía, la iglesia, el refectorio y un patio con una cisterna.


El castillo fue calificado en tiempos de la Reconquista, como uno de los más fuertes del Reino de Valencia por su sólida estructura, potentes torres y espaciosa plaza de armas que se afirmaba que podía dar cabida a más de dos mil soldados.

La máxima autoridad de la Orden era el Maestre, cargo electivo y vitalicio, mientras que el subcomendador era el encargado del gobierno del Castillo.

Las obras comenzaron al poco de crearse la Orden en tiempos del maestre fray Arnau Soler, pero el grueso y las más importantes obras se realizaron entre 1327 y 1374 para atender las obligaciones monacales y militares de los religiosos de la Orden de Santa María de Montesa. Las obras se realizaron bajo el mandato de fray Pere de Thous (maestre entre 1327 y 1374), tercer maestre de la Orden, que mandó levantar la sala capitular, el refectorio, la iglesia, una cisterna, el horno, la enfermería y la muralla que rodeaba el convento. También ordenó levantar la Torre del Homenaje y la capilla de Santa Ana de la iglesia. A finales del siglo XIV durante el mandato de fray Berenguer March (maestre entre 1382-1411), tío del poeta Ausias March se construyó el claustro y la Capilla de la Santa Cruz. Otas capillas de la iglesia fueron la de la Coronación (fray Gilabert de Monsoriu), la de San Jorge (fray Lluis Despuig), de Nuestra Señora de Gracia (fray Felip de Boil), la de San Miguel (fray Bernat Despuig) y la capilla de la Natividad (fray Francesc Llançol de Romaní).

Una de las piezas más importantes era la puerta de acceso a las habitaciones del maestre, que actualmente se encuentra reubicada en el Palacio de la Generalitat de Valencia.

El museo parroquial de la Iglesia de la Asunción, cuenta con una interesante colección de pintura religiosa de los siglos XVII al XVIII, y además en la planta baja se exponen claves de bóveda, capiteles y otros elementos arquitectónicos procedentes en su origen del castillo. Destaca parte de un relieve en mármol blanco con una imagen de Cristo varón de Dolores, ejecutado durante el último tercio del siglo XVI por el italiano Francisco de Aprile.

Las murallas tenían una altura de más de treinta metros, y todo el castillo estaba rodeado por un amplio albacar donde en caso de peligro se podía refugiar la población junto con el ganado. En las murallas del castillo aún se puede localizar la Poterna o Puerta Falsa, formada por un arco de medio punto con dovelas en la actualidad cegada. Para llegar a ella se utilizaba una escalera de piedra de diez escalones tallada en la roca. La Poterna era una puerta secundaria que servía tanto para salidas individuales como para salir del castillo de forma discreta en caso de asedio.

Patio de armas Nada más traspasar la puerta de acceso entramos en el Patio de armas del castillo o Área militar. En uno de los flancos, la poderosa torre del homenaje que controlaba el recinto por ese lado y por tanto la puerta de entrada. Esta torre se fecha hacia el siglo XIV y fue levantada siendo maestre de la Orden Fray Pere de Thous. En el exterior de la torre dispuso su escudo de armas junto con los palos de Aragón y el escudo de la Orden.

En el centro del patio un aljibe que en su momento estaba cubierto por una bóveda de medio punto. Hoy desaparecida la cubierta solo resta la balsa excavada en la roca del suelo. Como ya hemos indicado es en esta zona donde se situaban las dependencias ajenas a la vida monástica, destacando las ruinas de lo que fueron las antiguas caballerizas del castillo, zona de dependencias militares, zona de legos y la antigua dependencia del maestre. El suelo del castillo estaba formado por pavimentos de cantos rodados, algunos de los cuales todavía se conservan parcialmente en la actualidad. De todas estas dependencias apenas quedan restos de los muros que ofrecen una visión ruinosa. No obstante se adivinan algunos elementos o arranques de escalera que nos hace pensar que estas dependencias constaban de un segundo piso.

El castillo de Montesa es muy principal en el Reyno. Es muy hermoso y
fuerte porque la yglesia es grande, devota y bien adereçada de retablos,
capillas y coro, y en la casa hay muchos buenos y espaciosos aposientos ...
y con tres algibes muy buenos y grandes de agua pluvial. E un
claustro plantado de naranjos y acipreses muy crescidos. Y está muy
enfortalezido por estar asentado en la cumbre de un cabeço de dura peña ...
Texto: Crónica de Viciana siglo XVI

Separando la zona militar de la zona conventual encontrábamos un pasillo, corredor o galería que atravesaba el castillo de norte a sur. Una puerta en esta galería permitía la entrada al claustro. Todavía se conserva el orificio perteneciente al travesaño de madera que permitía el cierre de la puerta y por tanto el aislamiento de la zona conventual de la militar.

Claustro Aproximadamente en el centro del castillo, encontramos las ruinas de lo que fue el claustro, conocido como Patio de la Fuente por encontrarse una fuente en su centro, fuente hoy trasladada al Palacio del Temple de Valencia. Formado por arcos apuntados, hoy se ha reconstruido uno de ellos para recrear de manera aproximada como debieron ser las arcadas de este claustro. También se ha reconstruido el camino radial hecho con adoquines de piedra. Se conservan "in situ" basas, columnas y capiteles del claustro a modo de pequeño museo al aire libre. De planta rectangular, disponía de siete pilares en sus pandas más largas y tres en sus pandas más cortas.


Sala capitular Se trata de una sala de planta cuadrada de estilo gótico, construida en mampostería y sillería, cubierta con bóveda de crucería cuyos nervios convergen en una clave central con el escudo antiguo de la Orden de Montesa. Los nervios descansan en ménsulas situadas en cada uno de los vértices de los muros. Ha sido muy reconstruida / rehabilitada en 2.008. Fue edificada en tiempos de fray Pere de Thous, tercer maestre de la Orden entre 1327 y 1374. En una gran hornacina abierta en el muro en forma de arco de medio punto se cree debió estar el retablo de la Santa Cruz que daba nombre a un Altar o Capilla bajo esta advocación. Esta hornacina así como las gradas donde se sentaban los monjes-soldados han sido parcialmente reconstruidas en un trabajo de difícil justificación.


A espaldas del claustro y de la sala capitular se podía encontrar un segundo aljibe abovedado, también excavado en la roca y que daba servicio al área monacal y probablemente a la fuente del claustro. Este aljibe se encontraba en el centro de un patio que permitía el acceso a las distintas dependencias de uso de los monjes. Distintas dependencias daban a este patio: el refectorio monacal, las habitaciones del maestre situadas en un segundo piso y con acceso por unas escaleras, la cocina y las cárceles. Aunque conocemos la existencia de varias cárceles dependiendo la dignidad de su ocupante, la más importante es la conocida como torre prisión que como indica su nombre era una torre que sobresalía del recinto amurallado. Su construcción se atribuye al segundo maestre de la Orden, fray Arnau Soler (maestre entre 1319 y 1327).

El refectorio o comedor de los monjes, es una sala rectangular que tenía comunicación con la cocina. Esta última tenía acceso al patio monacal y a una serie de habitaciones dedicadas a bodega, víveres o almacenes. Esta zona articulaba su estructura en dos alturas, en la parte superior tenía sus habitaciones el maestre y un pequeño oratorio particular. También en estas dependencias se encontraba la biblioteca y el archivo que guardaba principalmente los documentos relativos a la Orden y sus posesiones.

Iglesia monacal Situada en la fachada Sur. En la actualidad solo quedan un monton de ruinas. De una sola nave, se cubría con bóvedas de crucería que descansaban directamente en los muros, sin contrafuertes, de hecho el muro Sur de la iglesia recaía directamente en el muro exterior del castillo. Disponía de cinco capillas laterales en el lado del evangelio y tres en el de la epístola. Tenía un coro alto a los pies y su planta era rectangular. En principio la iglesia fue puesta bajo la advocación de la Santa Cruz, pero poco tiempo después cambio su titularidad por la de la Virgen María.

De entre las capillas que disponía y que conocemos por referencias documentales destacan: la capilla de Santa Ana, fundada por el maestre fray Pere de Thous y donde fue enterrado en 1374, capilla de Santiago fundada por el maestre Berenguer March, capilla de la Santa Cruz donde sería enterrado el maestre Romeu de Corbera en 1445, capilla de la Coronación, fundada por fray Gilabert de Monsoriu y donde sería enterrado en 1453, capilla de San Jorge fundada por fray Lluis Despuig y donde sería enterrado en 1482. Capilla de San Miguel fundada por fray Bernat Despuig i Rocafull, capilla de Fracesc Llançol de Romaní a quien se atribuye la fundación de la capilla de la Natividad de Nuestro Señor.

En el claustro se encontraba la capilla de Nuestra Señora de Gracia y junto a ella fue enterrado en 1492, el maestre fray Felip Boil Vives de Cañamás.

De entre los restos que nos quedan, encontramos en la fachada exterior de la torre del homenaje tres escudos góticos tallados en piedra, el de la Orden de Montesa, el Real de Aragón, y el del gran maestre que promovió las obras más importantes del castillo (fray Pere de Thous).


El castillo de Montesa en el recuerdo



Ficha técnica

Fecha de realización página: 17 de Junio de 2.005
Fecha última modificación:

Lugares de interés de Montesa

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