Castillos de España
Castillo de Peñíscola - Castillo del Papa Luna


Aún hoy, la leyenda afirma que vaga por el castillo, asomándose a las ventanas
y repitiendo la frase que le caracterizó en vida: "el verdadero Papa soy yo"

Casi ahogada por el Mediterráneo que la envuelve, Peñíscola es el perfil amurallado
de la vieja población de empinadas calles de cantos rodados; es también
la silueta desafiante del castillo; pero sobre todo, es la ciudad del Papa Luna,
aquel Benedicto XIII que, llevado de su carácter bravío, animó durante años
el Cisma de Occidente. Ciudad para la historia amasada
en sol, mar y roca. Peñíscola es un monumento
a la historia de aquel que escribió una bella página de fidelidades.


Orgulloso peñasco adentrado en el mar que antaño fue un islote desprendido
de las ultimas estribaciones del Maestrazgo y que, poco a poco,
debido a la continua sedimentación arenosa, quedó unida
a la costa por medio de un tómbolo de arena.


Introducción

Nombre: Castillo de Peñíscola
Ubicación: Peñíscola (Castellón)
Comunidad Autónoma de Valencia - Comarca del Baix Maestrat
Peñíscola es conocida como "la ciudad en el mar" y se encuentra en la Costa de Azahar
El castillo fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931
El casco antiguo de Peñíscola esta declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1972
Peñíscola tiene desde el siglo XVIII los títulos de Muy Noble, Muy Leal y Fidelísima ciudad (Felipe V en 1709)
La población y el castillo está situada en una pequeña península sobre un promontorio rocoso
Propiedad: Ayuntamiento de Peñíscola
Gentilicio: peñiscolanos
Sobre el Papa Luna, el escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez, escribió la novela "El Papa del mar"
En los años 60, Peñíscola fue escogida por Hollywood para la realización de la película "El Cid" con Charlton Heston y Sofía Loren

Historia

Peñíscola, remonta sus orígenes a la tribu ibera de los ilercavones. Mas tarde pasaron por aquí fenicios y cartagineses (se dice que Anibal vivió aquí varios años). Luego fue colonia griega, llamada Chersonesos (en griego península). Los romanos lo tradujeron como paene+iscola "casi isla" que dará origen al nombre de Peñíscola. Finalmente los musulmanes le dieron el nombre de Banásqula o Banasquila.

Los cristianos de la época, solían repartirse las tierras antes de conquistarlas y es en 1146 cuando Ramón Berenguer IV conde de Barcelona y Príncipe de Aragón, hace donación del castillo de Peñíscola a su principal consejero de gobierno, Guillermo Ramón de Moncada. Sin embargo no será hasta 1233 cuando el rey Jaime I el Conquistador, tome por rendición la plaza de Peñíscola a los musulmanes. Ya en 1225 lo había intentado, vía militar, pero no lo pudo conseguir y hubo de esperar hasta 1233 para conquistar la plaza. En 1250 el rey Jaime I concedió Carta Puebla con fuero de Valencia. En 1286 el rey Alfonso el liberal hace donación del castillo y villa a don Artal de Alagón. Don Artal lo mantendrá en su poder hasta el 1293, año en que realiza un trueque con el rey de Aragón, Jaime II el Justo, pasando de nuevo a la Corona de Aragón. Un año mas tarde en 1294 lo permuta a la Orden del Temple por la ciudad y alfoz de Tortosa.

Ramón Berenguer IV el Santo (1131-1162)
hijo de Ramón Berenguer III y Dulce de Provenza
* Barcelona ca.1113 † Borgo San Dalmazzo-actual Italia 06-08-1162
casado en 1150 con Petronila, reina de Aragón

Príncipe de Aragón
Conde de Gerona (1131-1162)
Toma de Lérida (1149)
Construcción del Monasterio de Santa María de Poblet

El castillo que hoy conocemos, se empezó a construir en el año 1294, sobre la antigua fortaleza musulmana, y fue terminado doce años después en el año 1307, por los caballeros de la orden del Temple, es por tanto un castillo templario. El nuevo castillo fue construido durante el mandato del maestre de la Orden en Aragón, Berenguer de Cardona (* 1291 † Chipre 1307). En 1319 con la disolución de la orden del Temple, el castillo pasó a manos de la Orden de Montesa los cuales ampliaron la fortaleza. Mientras el castillo estuvo habitado por el Papa Luna, se añadieron nuevas construcciones, como la llamada "Torre del Papa Luna" y las estancias pontificias o palacio papal.

Durante las guerras de Germanías fue sede de las fuerzas leales al rey, capitaneadas por el virrey Diego Hurtado de Mendoza, que resistieron el asedio agermanado en 1521.

Felipe II encargaría al ingeniero militar italiano Juan Bautista Antonelli la construcción de nuevas fortificaciones adaptadas a la artillería, con el fin de servir de baluarte contra los ataques de los piratas berberiscos. Estas murallas se ceñirían al contorno urbano de la población, y fueron construidas entre 1576 y 1578.

En la Guerra de Sucesión, la ciudad se declaró partidaria de Felipe V y resistió los asedios de las fuerzas inglesas del archiduque Carlos en 1705 y 1707. Durante este periodo el castillo será reforzado con nuevas construcciones.

Sobria y robusta edificación, que ha llegado hasta nosotros en perfecto estado de conservación, aunque le falte una cuarta parte que quedó destruido en 1814 en el transcurso de la Guerra de la Independencia. Condenada a un duro e implacable sitio por parte de las tropas españolas del General Elio, que intentaban recuperar la ciudad ocupada por los franceses del general Severoli en 1812, hubieron de someterla a un furibundo bombardeo que asoló gran parte del caserío que rodea el castillo y parte de la fortaleza, dejando las marcas en sus murallas. Después de las guerras carlistas en que la ciudad defendió la causa liberal, la importancia militar de la fortaleza decreció rápidamente.

El castillo templario-pontificio de Peñíscola comparte con el Vaticano y el Palacio de los Papas de Aviñón el privilegio de haber sido Sede Pontificia; una de las tres que ha habido a lo largo de la historia. Y es que este Castillo y su habitante más famoso, Benedicto XIII (El Papa Luna), fueron protagonistas del llamado Cisma de Occidente.

El Papa Luna

Pedro Martínez de Luna, llamado el Papa Luna y conocido como el Papa Benedicto XIII, nació en el castillo de Illueca-Zaragoza en 1328. Mano derecha del Papa Gregorio XI, a la muerte de este, se reúne el conclave para elegir sucesor. Las deliberaciones duraron mas de seis meses, al final un grupo de cardenales elige a Bartolome Prignani (Urbano VI) y otro grupo a Robert de Ginebra (Clemente VII) quien traslada la sede pontificia a Aviñón y da comienzo al cisma de Occidente, Urbano VI en Roma y Clemente VII en Aviñón.

Nuestro Papa Luna que en un primer momento apoyó al Papa Urbano, apoyó luego a Clemente VII y este en correspondencia le nombró legado papal en España.

A la muerte en 1389 de Urbano VI, en Roma es elegido Papa, Pietro Tomacelli (Bonifacio IX).

En 1394 muere en Aviñón Clemente VII y es elegido nuevo Papa, Pedro de Luna, que tomaría el nombre de Benedicto XIII, para ello hubo que nombrarle a toda prisa, primero presbítero, luego Obispo y finalmente Papa.

Después de muchas visicitudes y varias elecciones y muertes de los sucesivos papas romanos, Martino V excomulga a Benedicto XIII y este se encastilla en Peñíscola, manteniéndose en sus trece, desde 1411 a 1422, ya que dicho castillo le había sido donado por la Orden de Montesa, con el visto bueno del rey Fernando I de Antequera. Murió abandonado por todos, excomulgado y hereje. Con él solo quedaban cuatro de sus cardenales y su sobrino.

Dice la historia que cuando Benedicto XIII embarcó en el puerto francés de Colliure, para dirigirse a su exilio de Peñíscola, se levantó una tempestad y que el anciano pontífice, en la proa de la galera, invocó al cielo pidiendo salvarse si en realidad era él el legitimo papa. Se calmó la mar y el viento y Pedro de Luna exclamó "soy Papa".

Benedicto XIII jamás se rindió. Se atrincheró en el castillo de Peñíscola, con cuatro de sus cardenales hasta el día de su muerte, lo que sucedió un 29 de noviembre de 1.422. Murió a los 94 años. En su testamento cede la posesión del castillo a la Santa Sede de Roma, pero posteriormente el castillo es recuperado para la Corona de Aragón, por el rey Alfonso el Magnánimo. La muerte del Papa no se hizo pública hasta mucho tiempo después, en 1423, cuando los cardenales que él había nombrado se hubieron repartido el tesoro pontificio. Su cadáver fue enterrado en un salón principal del castillo de Peñíscola, desde donde su sobrino Juan de Lanuza lo trasladó a la casa familiar en Illueca, donde permaneció hasta la Guerra de Sucesión del siglo XVIII. En total estuvo ocho años en el Castillo de Peñíscola.

Su sucesor, el cardenal Gil Sanchez Muñoz y Carbón (* Teruel 1370 † Mallorca 28-12-1446) nombrado antipapa con el nombre de Clemente VIII, permaneció en Peñíscola hasta su abdicación en San Mateo-Castellón en 16-07-1429. Fue elegido como Papa en el salón del conclave de este castillo.

A los pies del castillo una gran figura en bronce del Papa Luna realizada a finales del siglo XX por el escultor bilbaino Sergio Blanco nos evoca la figura de este gran personaje. La escultura tiene un peso de más de 700 Kg.

La fortaleza de Peñíscola se compone del Castillo propiamente dicho y las murallas que rodean la población.

Recinto amurallado

No se han encontrado trazas del castillo árabe ni de sus fortificaciones. De las obras medievales que conocemos destacan las que se construyeron en los siglos XIII y XV y que corresponden al actual castillo y a las murallas de las caras sur y este. Las murallas medievales del sur se elevaban unos 9 metros sobre el nivel del mar, formando un muro sobre la línea rocosa al borde mismo, con trazado poligonal y torreones cúbicos.

El recinto amurallado renacentista de Peñíscola fue proyectado por Giovanni Battista Antonelli (* Gatteo de Romagna-Italia 1527 † Toledo 1588), se construye en el siglo XVI y constituye un importante ejemplo de arquitectura militar peninsular. Fueron construidas durante el reinado de Felipe II, como parte de la reordenación defensiva de la costa mediterránea. A esta época pertenecen los sólidos baluartes estrellados y la adaptación para el fuego artillero.

La estrechez de los caminos de ronda medievales y la reducida plataforma de las torres exigieron una evolución hacia el tipo de fortificación abaluartada en el que las torres se achatan y se ensanchan para convertirse en baluartes donde maniobrar mejor las piezas de artillería. Giovanni Battista Antonelli introdujo en esta obra todo el repertorio formal del momento que se repite en otras fortificaciones coetáneas (Mallorca, Ibiza, Tabarca o Palma) proyectadas por ingenieros italianos al servicio de Felipe II (El Fratín, Calvi, Espanochi etc.). Los elementos característicos de estas construcciones que podemos contemplar en Peñíscola son los baluartes de planta estrellada, construidos con bóvedas internas huecas o acasamatadas de gran resistencia donde se podían establecer arsenales, cantinas o polvorines, las zonas superiores aterrazadas o baterías, los muros exteriores de sillería ataludados con el cordón corrido que resuelve los cambios de plano y las garitas para ofrecer amparo volado en las esquinas (como el balcón de Pilatos), entre otros. Las baterías reciben los nombres de: Santa María, Olvido, Santiago, San Fernando, Fosos y el ya citado Balcón de Pilatos o de Felipe II. Fotos Murallas de Peñíscola

Ya en el siglo XVIII el recinto amurallado tiene formado su configuración actual y definitiva. Las últimas obras de relevancia se realizaron en la segunda mitad del siglo XVIII, con la ampliación de las instalaciones para una guarnición más numerosa, la edificación del almacén de pólvora, el Baluarte del Príncipe y el Portal de Santa María (1754), mandado construir por el rey Fernando VI, quien atendía así los deseos de la población autorizando la perforación de la fortificación para facilitar la introducción de cosechas en carro, que hasta el momento debían realizarse a través del empinado Portal Fosc.

Cabe destacar las inscripciones y lápidas que figuran en algunos de sus muros:

• Reinando el siempre vencedor don Felipe II y siendo su lugarteniente y capitán general de este Reino de Valencia Vespasiano Gonzaga Colona, Príncipe de Sabioneda, duque de Trayeto, marqués de Hostiano, conde de Tundi y de Rodyco. Anno MDLXXVIII.

• Triunfante el héroe no menos con arte que con fuertes armas, Gonzaga rodeó el peñón con gigantesca muralla, demolió estas sílices, estas rocas, y fabricó sillares, levantando los muros que manan agua, hizo cosas licuescentes, es decir, con canalillos para conducción de aguas potables, para derrotar más fácilmente a los indómitos enemigos. Como merecidamente se domina la tierra, así siempre las aguas. Anno MDLXXVIII.

• Esta inscripción figura en el lienzo de la muralla del Olvido y dice en latín: Reinando Felipe II, rey óptimo, máximo de las Españas y de las dos Sicilias, de Jerusalén y del mundo occidental. Año 1578.

Destaca en las murallas los garitones defensivos volados, y el escudo del rey Felipe II con el blasón de Portugal entonces bajo la hegemonía española.

El recinto amurallado dispone de tres puertas: Sant Pere (San Pedro) o del Papa Luna, Portal Fosc (Portal Oscuro) o de Felipe II y el Portal de Santa María, esta última del siglo XVIII.

Portal de San Pedro o del Papa Luna (Sant Pere) El Portal del Papa Luna (siglo XV), es un gran arco rebajado, realizado en sillería, que en su dovela central luce el blasón en piedra de Pedro Martínez de Luna. Era el acceso a la fortaleza desde el mar, cuando las aguas llegaban al pie de la muralla y las barcas varaban en la misma rampa al pie de este portal. Lo mandó construir el Papa Luna en el 1414 y hasta el siglo XVIII ejerció su función de entrada, siendo en esta época cuando por motivos militares fue cegada esta entrada procedente del mar convirtiéndose en una entrada más de tierra firme. Su creador fue el arquitecto Filibert Bertalla.

Portal Fosc (Portal Oscuro) Forma parte de la intervención renacentista del siglo XVI, realizada en 1578. Obra pétrea ornamentada con tosco almohadillado en piedra blanca y motivos militares que contiene una bóveda interna resuelta en ángulo de 90º desde la que se accede a un cuerpo de guardia. Sobre la puerta hay un escudo y cartela conmemorativa de Felipe II. Fue la puerta principal de la ciudad hasta el siglo XVIII, siendo atribuida por algunos autores a Juan de Herrera.

Castillo de Peñíscola

La fabrica de los muros es de piedra labrada bien trabajada, todas las dependencias se cubren con bóvedas de cañón, en ocasiones algo apuntadas que arrancan de impostas muy simples formadas por un cordón moldurado. Los vanos de las puertas están realizadas con arcos de amplio y generoso dovelaje. Tiene un perímetro de 230 metros y una altura media de veinte metros, se alza a 64 metros sobre el nivel del mar.

Destaca en todo el conjunto la sobriedad y solidez de su construcción, tanto en las estancias templarias como en las estratégicas e intrincadas dependencias pontificias que realizaría mas tarde Benedicto XIII. Pero tal vez, el mayor interés arquitectónico del castillo se encuentra en la solución abovedada del cuerpo de guardia y en la austeridad y severa proporción de la Basílica de los Templarios.


Puerta de acceso La fachada principal de la fortaleza de Peñíscola, levantada entre 1294 y 1307, ofrece una única puerta de acceso al interior del castillo. La puerta formada por un arco de medio punto está flanqueada por dos torres cuadradas y salientes que protegen el acceso; una de ellas derruida en el siglo XIX durante la Guerra de la Independencia. Sobre la puerta corre una faja de sillares esculpidos con los siguientes emblemas heráldicos: la cruz negra de la Orden del Temple; los cardos, emblema del maestre de la orden, fray Berenguer de Cardona y las fajas de Arnaldo de Banyuls, comendador de Peñíscola. La fábrica fue terminada por la Orden de Montesa, de ahí que también figure el escudo del comendador de dicha Orden, fray Arnaldo de Banyuls. Por encima de este friso heráldico una ventana gótica de tres puntas. La entrada da paso a un zaguán o vestíbulo.

Zaguán Desde el zaguán se accede a través de un vano con arco apuntado al cuerpo de guardia, situado a la derecha y enfrente un gran salón rectangular, son las caballerizas y los antiguos establos. En el zaguán también encontramos la escalera de acceso al patio de armas y demás dependencias del castillo superior.

Cuerpo de guardia Formado por dos dependencias, el antiguo cuerpo de guardia de la fortaleza se encontraba en la planta inferior de una de las torres defensivas de la puerta. Conserva la traza de una de las primitivas escaleras medievales de la fortaleza, y al fondo se ha abierto un acceso primitivo a la pieza utilizada durante varios siglos para aljibe-colector de aguas pluviales de la plaza de armas.

Caballerizas y establos Es una amplia sala rectangular de bóveda ligeramente apuntada. Al fondo, encontramos el acceso a dos habitaciones: la más extrema corresponde a la planta cuadrangular de un torreón destruido en el siglo XIX y que había sido utilizado como polvorín. En el umbral de acceso a la habitación del fondo se encontró un fragmento de la piedra armera de la familia aragonesa de los Alagón, señores de Peñíscola en el último cuarto del siglo XIII. Más fotos de las caballerizas

Patio de armas Desde el zaguán y subiendo por una escalera muy empinada, llegamos a través de un arco apuntado a la plaza o patio de armas, cerrada por tres de sus lados por dependencias del castillo y en su frente por una impresionante balconada sobre el mar y el alcantilado. A un lado y a otro se sitúan la iglesia, el salón gótico y, a la derecha en la torre, las dependencias palaciegas de Benedicto XIII. Mientras fue castillo templario, el patio de armas fue claustro monacal, dada la condición de monjes y soldados de los templarios. Con la llegada del papa Luna en 1411 el patio de armas se convirtió en un jardín con una fuente en el centro. Al igual que ocurre con los claustros monacales, el patio de armas sirve de distribución al resto de las dependencias del castillo. Fotos del Patio de armas

El salón gótico es la sala más majestuosa del castillo y Benedicto XIII lo adaptó como sede pontificia. Su interior de planta rectangular, tiene bóveda de medio cañón y muros de sillería labrada, con ventanales góticos por los que penetra la luz del mediterráneo. Es la dependencia de mayor dignidad de este castillo. A ella se accede a través de una puerta de medio punto que tiene su acceso desde el patio de armas a través de una corta escalera. Sobre la puerta campean esculpidos los cardos del blasón de fray Berenguer de Cardona, maestre de la Orden del Temple a finales del siglo XIII. En tiempos del Papa Luna debió este salón estar suntuosamente decorado como correspondería a una sede pontificia. En su testero una pequeña puerta comunica con las dependencias del palacio residencial papal. Esta sala estaba dedicada a recepciones y audiencias papales. Fotos salón gótico

Casa de la Cisterna o Casa del Agua Esta amplia sala de forma irregular alberga el brocal marcado por dos hendiduras profundas y paralelas que delatan el constante deslizarse de maromas. Es el pozo por el que se extraía el agua acumulada en el aljibe que ocupa un amplio espacio, desde esta sala hasta buena parte de la iglesia. La sala está comunicada por medio de sendas puertas con el salón gótico y con un patio exterior, resto de una antigua torre de la que solo queda una planta. También en la sala podemos encontrar un horno para cocer, por lo que también pudo ser usada como cocina.

Al lado de la Sala de la Cisterna encontramos otra puerta que da acceso a una pequeña sala de función indeterminada, y que está situada entre la Sala de la Cisterna y la Iglesia. Se considera que pudo ser una bodega, almacén o despensa.

La iglesia Basílical es una amplia sala rectangular con bóveda de medio cañón apuntada que se cierra por un sencillo ábside semicircular. En principio estuvo dedicada a la Virgen María y a los Reyes Magos y antes de servir de basílica pontifical al Papa Luna fue capilla de los monjes templarios. Varios ventanales iluminan el interior. Hasta no hace mucho se conservaba el altar de piedra en el que celebraban misa Benedicto XIII y sus cardenales. A la derecha del pie del ábside estuvo depositado temporalmente el cadáver de Benedicto XIII, hasta su traslado al poco de su fallecimiento, a su casa solariega del castillo de Illueca en la provincia de Zaragoza.

A la iglesia se accede por el patio de armas, a través de una puerta de medio punto, adornado en su parte superior con los cardos blasón del maestre del Temple fray Berenguer de Cardona a finales del siglo XIII.

Frente a la puerta que da acceso a la plaza de armas se colocó en 1923, una lápida de mármol negro en la que figura el escudo papal, la enseña aragonesa y la siguiente leyenda: "Aragón os pide que rogueis a Dios por Benedicto XIII, Pedro de Luna, el gran aragonés de vida limpia, austera, generosa, sacrificada por una idea de deber. El juicio final descubrirá misterios de la Historia. En él nos salve Jesuscristo y Santa María, su madre". Fue colocada por universitarios de Zaragoza en recuerdo del quinto centenario de la muerte de don Pedro de Luna.

La Basílica utilizada por Benedicto XIII y Clemente VIII (su sucesor) como basílica pontificia, tiene las características constructivas del resto de estancias. El presbiterio esta formado por un ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera encumbrada sobre un arco toral y un pequeño ventanal situado en el centro del ábside que ilumina tensionalmente el espacio.

Salón del conclave Junto a la iglesia en un sótano al que se desciende desde la plaza de armas por una oscura y empinada escalera se encuentra el llamado salón del conclave, sala rectangular que como casi todas las estancias del castillo se cierra con una bóveda de medio cañón en sillería. Este salón se ilumina por una reducida claraboya y unas mínimas aspilleras. Los peldaños de la escalera conservan su primitiva planta medieval. En realidad y durante toda su historia esta sala fue la bodega del castillo y solo después de la muerte del papa fue escogida como sala para la celebración del conclave.

En este salón celebraron conclave, el mismo día de la muerte de Benedicto XIII, los cuatro cardenales elegidos en Peñíscola por Pedro de Luna en 1423, y eligieron a su sucesor Clemente VIII. Más fotos del salón del conclave

A un lado del salón del conclave una puerta nos conduce a las antiguas y siniestras mazmorras en las que estuvieron encerrados quién sabe cuántos personajes históricos.

Palacio Pontificio Benedicto XIII sustrajo Peñíscola de la jurisdicción de la Orden Militar de Montesa (heredera de los bienes del Temple) y la puso bajo la protección de la Santa Sede. Refugiado este pontífice en la fortaleza entre los años 1411 y 1422, se reedificaron algunas estancias para residencia del Papa y su corte en el exilio.

El palacio se sitúa sobre el cuerpo de guardia y se llega por una larga y empinada escalera desde el patio de armas a un nivel superior. En realidad se trata de una torre, la del homenaje, dividida en tres plantas con diversas estancias en las que se unen el románico primitivo y el gótico. Tres son las estancias papales de la planta inferior. En una de ellas estuvo posiblemente la biblioteca del castillo que, en 1422, año de la muerte de Pedro de Luna, contaba con mas de mil volúmenes manuscritos que después pasaron a la Biblioteca Vaticana, a la de Foix y a la de París.

Arriba en el piso superior, la sala denominada del Estudio que se dice que era la preferida de Benedicto XIII. Es una sala no muy amplia, con sillería en sus muros y una estrecha ventana que es como un corte de cuchillo en el muro de casi dos metros de espesor. En la puerta de entrada a esta estancia, está grabado en la piedra el escudo de Pedro de Luna, con la tiara, las llaves de San Pedro y la media luna menguante de la casa de los Luna. Fue colocado en 1414. En esta sala alojó Benedicto XIII una copiosa biblioteca, que no siendo suficiente el espacio repartió por diversas dependencias. Muestra este salón en su interior un airoso arco apuntado. El Papa Luna ordenó construir en esta dependencia la ventana que se orienta hacia Roma, punto de sus miras y añoranzas. Mas fotos de las dependencias del Papa Luna

Las estancias del castillo en el siglo XV Según inventario notarial levantado en el año 1451 esta fortaleza comprendía las siguientes dependencias en parte hoy desaparecidas: tres portones, la cámara de entrada, el establo y su botiga, el patio y su cámara del costado, comedor y su camareta, la cámara del desván, la cocina del tejado, el claustro, la casa del agua junto a la iglesia, el cellero mayor y otro cellero, la iglesia, el pastador, el palacio con su rebost, y sus cámaras: de la librería, de la guardia, de las armas y del estudio; la cocina mayor, los terrados, la torre de la primera puerta, la cámara de la primera torre, cámaras del tejado y del prior, la cisterna del patio, las casas del baño y del molino de viento y de la torre mayor del molino.

Dispone el castillo de cinco torres cuadrangulares. Sobre la parte externa del salón del cónclave desciende hasta la misma mar, una escalera que se utilizó como embarcadero de urgencia y que está, aunque no toda, labrada sobre la misma roca del peñón. Es la famosa escalera del Papa Luna.

Junto al salón gótico, por una empinada escalera se alcanzan las grandes terrazas superiores que cubren toda la extensión de la iglesia y del salón gótico. Las terrazas están situadas aproximadamente a 64 metros de altura sobre los alcantilados, y hacen de sistema defensivo ya que hacen al castillo prácticamente inexpugnable por el mar. Fotos de las terrazas del Castillo

El Papa Luna estableció una pequeña corte de fieles a su alrededor, hizo traer desde Avignón, tapices y muebles, asi como más de 2.000 libros de su biblioteca, que por entonces era la colección particular más importante del mundo.


Ficha técnica

Fecha de realización página: 20 de Febrero de 2.004
Fecha última modificación: 05 de Julio de 2.009

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Lugares de interés de Peñíscola

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