Castillos de España
Castillo de Valderrobres - Teruel


Introducción

Nombre: Castillo Palacio de Valderrobres
Municipio: Valderrobres (Teruel). Comunidad Autónoma de Aragón
Declarado Bien de Interés Cultural (Monumento Nacional en 03-06-1931)
Capital de la Comarca del Matarraña
Estilo predominante: Gótico
A orillas del río Matarraña
Gentilicio: Valderrobrenses

Historia

Antes de denominarse la población Valderrobres, el lugar se llamaba Peña de Aznar Lagaya o "La Caixa" llamada así por la forma de caja que adoptaba la peña. El nombre de Aznar Lagaya se considera proviene del conde de Aragón, Aznar Galindez pues pudo haber tomado como base de operaciones esta peña para hostigar a los musulmanes. La peña donde se levantaría una torre defensiva fue conquistada por el rey de Aragón Alfonso II sobre el 1170. Donó en 1175 los territorios conquistados al Obispado de Zaragoza en la persona de Pedro de Torroja (obispo entre 1152 y 1184) y este a su vez se los donó a Fortún Robert canónigo de la Seo de Zaragoza en régimen de tenencia, con la condición de que fuese repoblado el territorio. En 1183 Fortún Robert concedió a la villa Carta de Población comenzando la repoblación cristiana de la zona, rigiéndose la población por el fuero de Zaragoza. Será en este documento cuando empiece a citarse la población con el actual nombre de Valderrobres que algunos traducen como "Vall de Roures" (Valle de robles).


El territorio conocido como Peña de Aznar sería dividido en 1179 entre la hija de Fortún Robert, doña Sancha Robert (casada con Martín Pedro de Oteyza) y su primo hermano Matalón de Fréscano en un pacto de fraternidad. En el año 1237 la copropiedad de la tenencia sería comprada por don Lope Guillermo de Oteyza, hijo de Martín Pedro y Sancha Robert a los descendientes de Matalón de Fréscano.

En 1307 la casa de Oteyza se extinguió, por lo que la villa volvió a pasar a manos del rey de Aragón Jaime II que lo volvió a entregar al Obispado de Zaragoza en la persona del arzobispo Pedro López de Luna y Ximénez de Urrea (* Figueruelas-Zaragoza † Zaragoza 22-02-1345 / obispo de Zaragoza entre 1317 y 1318 y arzobispo entre 1318 y 1345). Valderrobres pertenecería al obispado de Zaragoza hasta 1811 en que desaparecieron los señoríos feudales. Pedro López comenzó las obras del castillo hacia 1340 centrándose en el aspecto militar del mismo.

En realidad aunque lo llamamos Castillo, se trata mas de un palacio en el sentido de residencia señorial, que de un castillo propiamente dicho en el sentido militar de la palabra, ya que nunca intervino en hechos de armas importantes. El castillo sería abandonado por los prelados en 1656. Entre los hechos importantes que sucedieron en el castillo, destacamos la convocatoria de Cortes de Aragón entre octubre y diciembre de 1429 por parte del rey de Aragón Alfonso V el Magnánimo. También cuenta la historia que en el castillo estuvo preso Ximeno Capdete prior de la Seo de Zaragoza, quien logró escapar sobornando a los carceleros a través de un pasadizo o túnel que llevaba hasta el río. Este túnel en la actualidad es conocido como el pozo de la "Mano Peluda", pues según cuenta la leyenda en el mismo vivía un personaje huido de la justicia y con la característica de ser muy velludo y que solo salía por las noches para alimentarse y así no ser visto.

Características

De planta poligonal irregular, con fachadas rectas pero de desigual tamaño, la principal a Poniente y la mas corta al Sur. Se sitúa en la parte alta de la población, controlando el río Matarraña y los pasos de la cercana población de Beceite. Construido con piedra sillar bastante bien trabajada, ocupa una superficie total de 1.000 m2. Su disposición es la habitual, alrededor de un patio interior elevado se distribuyen las diferentes estancias, en varios pisos. Su origen podría estar en una simple torre defensiva encargada de la vigilancia de la zona en tiempos de los musulmanes (siglo XII). Sin embargo el castillo nació a la luz a finales del siglo XIV, cuando el Obispado de Zaragoza decide construir un castillo palacio residencia.

Sería su primer inquilino el arzobispo don García Fernández de Heredia (* Munébrega-Zaragoza 1335 † Almonacid de la Sierra-Zaragoza 13-06-1411 / arzobispo de Zaragoza entre 1383 y 1411) que reemprendió las obras del castillo y mandó construir la planta baja y la primera planta, abandonando su aspecto militar y dotándola de un aspecto palaciego. Dalmau (Dalmacio) de Mur y Cervellón (* Cervera-Lérida † Zaragoza 1456 / arzobispo de Zaragoza entre 1431 y 1456) realizó la segunda planta. Posteriormente el arzobispo Fadrique de Portugal Noreña (* Portugal ca.1465 † Barcelona 15-01-1539 / arzobispo de Zaragoza entre 1532 y 1539) quisó completar las obras pero debido al elevado coste de las obras, proyectadas por los maestros Juan de Gali y Juan de la Mira, las obras se paralizaron hasta que Hernando de Aragón y Gurrea (* Zaragoza 25-07-1498 † 29-01-1575 / arzobispo de Zaragoza entre 1539 y 1575) finalizó el palacio dándole prácticamente su aspecto definitivo. A este arzobispo, que era hijo bastardo de Fernando el Católico, le debemos la gran cocina del castillo. El último arzobispo en habitar el castillo fue don Juan Cebrián de Alagón (* Perales de Alfambra-Teruel 22-10-1585 † Zaragoza 27-12-1662 / arzobispo de Zaragoza entre 1644 y 1662) en 1656, fecha a partir de la cual el castillo quedaría abandonado. La Desamortización de Mendizábal de 1835 afectaría gravemente su estructura al igual que ocurriría con las partidas del general Ramón Cabrera Griñó (* Tortosa-Tarragona 27-12-1806 † Inglaterra 24-04-1877) durante las guerras carlistas que se harían fuertes en el lugar.

A destacar que los escudos predominantes en el castillo son los correspondientes a García Fernández de Heredia en ocasiones representado con siete castillos y en otras con tres, Dalmau de Mur y Cervellón y Hernando de Aragón.

Destacan su fachada principal (situada en el lado oeste) y su casi gemela situada en el lado sur, imponentes donde las haya. Rematada la principal con tres pequeñas y no muy altas torres cuadradas almenadas, dos en los extremos y la tercera en el centro. Se comunican entre si a través de un camino de ronda. Estas torres cumplen mas funciones decorativas que propiamente defensivas.

En la parte derecha de la fachada de Poniente se abre la puerta de entrada, formada por un arco apuntado, y sobre el dintel el escudo de la familia García Fernández de Heredia representado por siete castillos y por encima de ellos la cruz de Calatrava.

En su fachada se abren diversas ventanas para dar luz a las diversas estancias del castillo, pero destacando sobre todas ellas, los tres ventanales rectangulares góticas tríforas que iluminan el salón principal del castillo (Salón de las Chimeneas). A la izquierda de estas ventanas encontramos dos pequeñas ventanas pero estas en arco lobulado sencillo y que iluminan la cocina. Una imposta separa la primera planta de la segunda.

La fachada Sur se resuelve con dos ventanales góticos bíforos que se abren en el Salón Sur, y otros dos que se corresponden con el lado corto de la Sala de Chimeneas, en total cuatro ventanales abiertos al Sur. En las otras fachadas del castillo abundan los ventanales góticos y un matacán cubierto defensivo. También encontramos un paso elevado que permitía el acceso directo a la iglesia desde el castillo.

Delante de la fachada principal encontramos un gran patio de armas. Originalmente estaba amurallado reforzado con torreones defensivos y saeteras. En la actualidad es un gran patio desde donde podemos contemplar toda la población de Valderrobres.

Planta baja

Nada más atravesar la puerta de entrada se accede al recibidor, sala cuadrada con un gran arco de diafragma central y que daba paso a las diversas dependencias del castillo.

Las Caballerizas Desde este recibidor se accede por nuestra izquierda a las caballerizas, es una gran sala rectangular de 100 m2, a la que se entra por una puerta en arco de medio punto apuntada, cubierta con bóveda de cañón apuntada y con tres ventanas abocinadas que permiten el paso de la luz al interior. Al fondo de la sala y tras otra puerta apuntada, una segunda estancia pero mucho mas pequeña (60 m2) permitía el acceso a la habitación de los mozos de cuadra encargados del cuidado y mantenimiento de las caballerías. Se cubre también con bóveda de cañón apuntado. El suelo es original de la época. En el recibidor los distintos personajes descabalgaban de sus monturas y dejaban los animales al cuidado de los mozos de cuadra en las caballerizas. Estas salas están pobremente iluminadas.

Sala Capitular Desde el recibidor y a través de una escalera tenemos acceso a otra sala, denominada sala capitular aunque en realidad nunca ha cumplido funciones como tal. Tal vez su nombre le venga de la presencia de un banco de piedra corrido rodeando el perímetro de la habitación y que recuerda las salas capitulares de los monasterios. Se sustenta por dos arcos de diafragma que soportan el peso de las vigas de madera de la techumbre.

La función de esta sala nos es desconocida pero todo hace suponer que en realidad se trate de una sala se espera para gentes nobles e importantes. Conviene recordar que la entrada por la que hemos accedido era la entrada noble, ya que el servicio tenia una entrada por un lateral del castillo y no solía tener acceso a estas dependencias.

Bodega Desde esta sala se accede a otra estancia utilizada como bodega para vino principalmente. Se trata de una gran sala de unos 100 m2 y en la actualidad su techumbre se ha derrumbado quedando a cielo abierto, conservándose solo los tres arcos de diafragma que sustentaban la techumbre y las habitaciones del piso superior.

Al fondo de esta estancia encontramos otras dos pequeñas salas una de ellas conocida como Prisión de los Capellanes, cuyo destino parece mas que evidente. Se trata de una pequeña estancia de 1 metro de anchura por cuatro de longitud, solamente iluminada por dos pequeñas ventanas. Se cierra mediante unos barrotes de hierro. Primitivamente desde este lugar se podía acceder a la tribuna de los arzobispos de la Iglesia de Santa María sin tener que salir del castillo.

Junto a la prisión de los capellanes encontramos la planta baja de una torre. Se accede a través de una puerta formada por un arco de medio punto y algunos la consideran como la torre del homenaje del castillo. La planta baja está formada por una sala cuadrada de 4 metros de lado y en su centro un pozo conocido como pozo de la mano peluda. Según cuenta la tradición, desde este lugar se podía salir del castillo pasando por túneles por debajo del pueblo y salir hasta el río.

Por este paso parece ser que es por donde escapó el anteriormente citado prisionero Ximeno Capdete, y según la leyenda el nombre de Pozo de la Mano Peluda, le viene porque en este lugar se escondía un hombre acusado de haber matado a una mujer, y la esposa de este que le llevaba la comida hizo correr el rumor que en ese lugar había un monstruo con una mano peluda, con el objetivo de que la gente no se acercasen a los pasadizos. De cualquier manera la presencia de los citados pasadizos no esta completamente probada pues parte de los túneles se han derrumbado y no ha habido voluntad de investigar.

Primera planta o Noble

La primera planta fue construida a finales del siglo XIV siendo arzobispo García Fernández de Heredia. Desde el vestíbulo o recibidor antes citado una gran escalera de piedra nos conduce a la primera planta, es la planta noble del palacio y por lo tanto la mas lujosa y la que mas comodidades dispone. Esta escalera nos lleva a un largo pasillo o distribuidor con tres columnas y dos medias columnas adosados a los muros para sostener un total de cuatro arcos rebajados de medio punto. Esta serie de columnas sustituye a la cubrición original del distribuidor ya que las actuales fueron realizadas en el siglo XVI por el arzobispo Hernando de Aragón. En la actualidad se cubre con una techumbre plana de madera.

A la izquierda del distribuidor quedan las habitaciones principales, destacando el Salón de las Chimeneas también conocido en menor medida como Salón de Cortes, por haberse celebrado en ella Cortes en 1429. Se entra a través de una puerta con arco apuntado sobre cuyo dintel destaca el escudo de los Fernández Heredia. Destacan en su interior cinco ventanas festejadoras con tracerías góticas y columnas que dividen el ventanal. Un total de tres chimeneas caldeaban la habitación en las frías noches de invierno. Sobre la chimenea situada al fondo de la habitación campea el escudo de García Fernández de Heredia. La sala se cubre con una espectacular techumbre de madera y es la habitación mas grande del palacio con unos 160 m2. Era sin lugar a dudas la habitación principal o noble, igual podía ser utilizada como comedor de gala, salón de fiestas, salón de cortes o cualquier acto que necesitara una cierta brillantez u ornato. Esta sala se corresponde con la fachada principal que se abre en la fachada Oeste y que es la fachada distintiva del castillo.

Comunica esta habitación con la cocina la cual queda separada por un muro a excepción de dos vanos abiertos en la pared y que reciben el nombre de pasaplatos, ya que por este lugar era donde se pasaban los platos al interior de la sala. De este hecho se deduce que esta sala podía ser usada como comedor de gala en grandes ocasiones.

Desde esta sala y por una puerta situada al fondo se accede a otro salón conocido como Salón Sur que cumplía funciones de estancias privadas del arzobispo. Durante tiempo cumplió funciones de biblioteca, despacho privado o sala de estar ya que al ser mas reducida la habitación y disponer de chimenea solía ser mas agradable. Dispone de dos ventanas geminadas y ocupa una superficie de 90 m2. Se sitúa encima de la Sala Capitular de la planta baja.

Contiguo a este salón encontrábamos diversas cámaras hoy inexistentes ya que el suelo se ha venido abajo y solo algunos elementos nos hablan de su existencia. Estas habitaciones se corresponden con la bodega de la planta baja que como ya hemos visto se encuentra sin techo, solo con los tres arcos de diafragma ya citados.

A partir de aquí el castillo se encuentra en estado de ruinas consolidadas. Encontramos algunos salones, la existencia de las salas se entiende por los ventanales góticos con los conocidos bancos festejadores, lo que nos permite situar perfectamente la ubicación de estas.

Una de ellas era conocida como Sala de los Leones, recibe este nombre porque aquí aparecieron dos figuras de leones que en la actualidad se han colocado en el Portal de San Roque en el Puente Medieval. No se conoce con exactitud el uso de estas salas, tal vez fuera el dormitorio del arzobispo al que se accedía previo paso por una antesala. Tal vez las salas situadas en esta fachada Sur, fueran de ámbito privado, mientras que las situadas en la fachada Oeste fueran las representativas en razón de su cargo y autoridad.

Otra sala era conocida como Cámara Dorada, era en realidad el primer piso de la torre antes citada en la planta baja. Recibe su nombre por estar fastuosamente decorada ya que bien podría ser una habitación privada del arzobispo. Como ya hemos citado al hablar de la planta baja de la torre, se trataba de una habitación cuadrada de cuatro metros de lado. De esta habitación nada queda ya que el piso de la torre se vino abajo.

En el lado opuesto a donde nos encontramos, junto al Salón de las Chimeneas, se encuentra La cocina sala de planta trapezoidal de unos 55 m2. En el centro de la sala encontramos el fogón y sobre él una espectacular cúpula octogonal de ladrillos rematada por una linterna y que cumplía funciones de salida de humos. La cúpula se sustenta sobre trompas. La habitación se ilumina a través de un total de cuatro ventanas, dos de ellas recayentes al patio de armas. La sala contaba con horno, un desagüe y dos pasaplatos en comunicación con el Salón de las Chimeneas.

En el distribuidor y frente a la cocina encontrábamos una habitación que cumplía funciones de despensa y otra para el descanso de personal de la cocina, habitaciones hoy desaparecidas.

Al fondo del corredor cerca de la cocina una pequeña habitación cumplía funciones de basurero, elementos de despojos e incluso retrete, ya que a través de un cubiculo eran tirados al exterior.

Segunda planta

A través de una escalera de piedra, subimos a la zona mas alta de la peña donde se levanta el castillo. Se trata de un patio descubierto, donde podemos observar diversos restos arqueológicos. De ellos podemos deducir que alrededor de este patio existía un patio cubierto a modo de claustro, y una gran sala conocida como la olivera y que estaba destinada a guardar el aceite También cabe la posibilidad de que en este lugar existiera una habitación para los invitados del Arzobispo.


Galería abierta al exterior

A la galería abierta al exterior se accedía a través de escaleras de madera, eran las estancias de los siervos y los graneros. En la actualidad estas escaleras han desaparecido y han sido sustituidas por otras de metal. Esta planta sigue la misma distribución que las inferiores. Destaca la galería sur formada por cuatro arcos apuntados que sostienen la techumbre, y siete grandes ventanas formadas por arcos de medio punto que forman una galería abierta a la zona de la Iglesia de Santa María. Esta sala se encontraba tabicada formando tres estancias mas pequeñas y probablemente era utilizada como dormitorios de la servidumbre.

A través de una puerta accedemos a otra sala similar a la anterior pero mucho mas grande, es la conocida como Galería Oeste. Se sustenta sobre siete arcos apuntados y dispone de un total de once arcos de medio punto dispuestos a modo de galería descubierta o logia. También esta zona se encontraba tabicada y al igual que la anterior podía ser usada como dormitorios de la servidumbre o como graneros.

Desde este lugar una escalera permite el acceso al camino de ronda y a las tres torres que dispone la fachada del castillo.

Ficha técnica

Fecha de realización página: 15 de Noviembre de 2.008
Fecha última modificación: 21 de Julio de 2.019

Lugares de interés de Valderrobres

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