Palacio Ducal de Gandia
Palacio Ducal de los Borja
Palau Ducal dels Borja


Introducción

Nombre: Palacio Ducal de Gandia o Palacio Ducal de los Borja
Emplazamiento: Gandia (Valencia). Capital de la comarca de La Safor. Comunidad Autónoma de Valencia
Estilos: gótico, renacentista, barroco y neogótico
Gentilicio: Gandienses
Edificio declarado Bien de Interés Cultural
En este palacio nació Francisco de Borja y Aragón IV duque de Gandia, elevado a los altares como San Francisco de Borja
Propietario actual: La Compañía de Jesús desde 1890
A orillas del río Serpis

En el encabezamiento de esta página conviene recordar la figura del pintor y además hermano jesuita Martín Coronas Pueyo (* Huesca 10-11-1862 † Zaragoza 18-09-1928), encargado de la restauración y recuperación de las antiguas pinturas del Palacio, las nuevas de la capilla neogótica y las sargas con escenas de la vida del santo duque en el salón de las coronas. Sin su extraordinaria labor, la visión de conjunto del palacio no sería la misma.

Historia

El rey de Aragón Jaime II el Justo, concede en 1323 el Señorío de Gandia a su hijo el infante Pedro (conde de Ribagorza). El hijo de Pedro, Alfons IV de Ribagorza, el Vell (Alfonso el Viejo), hereda este señorío y años más tarde el rey de Aragón Martín el Humano lo elevará a la categoría de Ducado Real en 1399. Será por tanto Alfonso el Viejo, I duque de Gandia (linaje de Aragón) quien construya un primer palacio de estructura gótica acorde a su nueva condición social.

Jaime II el Justo (1291-1327) hijo de Pedro III y Constanza de Sicilia
* Valencia 10-04-1267 † Barcelona 02-11-1327
casado con Isabel de Castilla
casado con Blanca de Nápoles (Blanca de Anjou)
casado con María de Chipre
casado con Elisenda de Moncada

Rey de Sicilia 1285-1302
Fundación de la Orden de Montesa (sucesora del Temple)

Martín I el Humano (1396-1410) hijo de Pedro IV y Leonor de Sicilia
* Gerona 1356 † Barcelona 31-05-1410
casado con María López de Luna señora de Segorbe († Villarreal-Castellón 28-12-1406)
casado en Barcelona con Margarita de Prades el 17-09-1409 (sin hijos) casados por el papa Benedicto XIII (el Papa Luna)

Rey de Sicilia 1409-1410
De su primera esposa: Jaime, Juan y Margarita no sobrevivieron a su padre
Martín el Joven casado en 1390 con María de Sicilia († 1400), Pedro el hijo de ambos murió niño. Martín el joven tuvo un hijo ilegitimo con su amante Tarsia Rizzari, de nombre Fadrique o Federico de Luna que no pudo reinar por su condición bastarda. Martín el Joven falleció en 1409, antes que su padre. Martín el Humano muere sin sucesión legítima

El cardenal Rodrigo de Borja (* 1431 † 1503), futuro Papa Alejandro VI compra en el año 1485 el Ducado de Gandia a Fernando el Católico a quien había revertido el ducado, para su hijo ilegitimo Pedro Luis de Borja (* Roma ca.1468 † Civitavecchia 1488) convirtiéndose en el I duque de Gandia (1485-1488) del linaje de los Borja. Con él se inicia un nuevo periodo de esplendor del Ducado de Gandia y de la familia Borja o Borgia (en Italia). Los sucesivos duques de Gandia de este linaje Borja, ampliaran o reformaran el palacio convirtiéndolo en uno de los palacios más importantes del Reino de Valencia. A la muerte de Pedro Luis de Borja, soltero y sin sucesión, hereda el ducado su hermanastro Juan de Borja Cattanei (* ca.1478 † Roma 14-06-1497) casado con María Enríquez de Luna (* ca.1474 † Gandia 1539). Juan de Borja ostentará el ducado entre 1488 y 1497, convirtiéndose su esposa María de Luna en Duquesa Regente. Además de Juan de Borja se puede decir que apareció asesinado flotando el aguas del río Tíber, y que según las malas lenguas lo había sido por encargo de su hermano Cesar Borja o Borgia.

Es a partir del siglo XVIII cuando muere en Madrid sin sucesión, Luis Ignacio de Borja Centelles y Fernández de Córdova Figueroa (* 1673 † 1740) XI Duque de Gandia, cuando la titularidad del ducado pase a sus parientes mas próximos (los duques de Benavente) y comience un nuevo periodo en el Ducado de Gandia.

Es tras la muerte de Mariano Francisco Téllez-Girón y Beaufort Spontin (* Madrid 1814 † Bélgica 1882), XVI duque de Gandia y XII duque de Osuna, cuando los jesuitas adquieran el Palacio Ducal en subasta pública en 1890, ya que se encontraba en práctica ruina y abandono. No hay que olvidar que uno de los Borja, Francisco de Borja y Aragón, IV duque de Gandia abandonó la vida mundana para incorporarse a la orden de los jesuitas renunciando al ducado en favor de su hijo Carlos de Borja y Castro (* 1530 † 1592) y llegó a ser santo de la Iglesia Católica con el nombre de San Francisco de Borja.

En la actualidad el Palacio además de ser un monumento visitable, comparte espacio como Colegio de Enseñanza con el nombre de Colegio Borja.

Características

En la construcción del actual palacio se adivinan varias fases: un origen gótico (siglos XIV-XV), un periodo borgiano, obras llevadas hacia el siglo XVI en época renacentista, transformaciones barrocas en los siglos XVII y XVIII y reformas neogóticas de finales del siglo XIX y principios del XX llevadas a cabo por la Compañía de Jesús. De su primitivo origen gótico, además de la distribución en planta del palacio, encontramos el cerrojo del portal de entrada, la galería interior situada debajo del alero y una ventana ajimezada de tres vanos situada en un tramo de la escalera del patio central y que comunica con la Sala de las Coronas. Del linaje de los Borja destaca el escudo situado sobre la portada de entrada en su fachada principal y de las restauraciones del siglo XVII, los balcones de la fachada tanto exteriores como interiores, la construcción de nuevas salas (Sala Dorada), la galería exterior debajo del alero y la decoración pictórica barroca de la fachada (hoy desaparecida).

El palacio tuvo su origen en las reformas efectuadas por Alfons el Vell, sobre una anterior edificación adosada a la muralla que rodeaba la ciudad, construida por su padre Pedro de Ribagorza o de Aragón. El actual edificio se articula con una planta trapezoidal irregular, en torno a un gran Patio Central o Patio de Armas, en el que destaca la escalera principal o escalera de honor, adosada a una de las crujías y formada por dos tramos. Esta escalera lleva a la Sala de las Coronas una de las más importantes del palacio. Sobre la escalera una ventana trífora de arcos lobulados propia de la arquitectura gótica de la corona de Aragón, y considerada como la única original de las primitivas ventanas del palacio mandado edificar por Alfons el Vell. En origen se trataba por tanto de un palacio de estilo gótico. Es esta fachada donde se ubica la escalera de honor, la más espectacular y llamativa del conjunto, entre otras cosas porque es la que enfrenta a la entrada principal y es por tanto lo primero que vemos nada más entrar en el patio. Enfrente de esta fachada y situada en el lado de Poniente, encontramos una fachada más sencilla que se decora con tres balcones con antepechos y tornapuntas de hierro y que fueron abiertos en las reformas barrocas del siglo XVII, probablemente sustituyendo a ventanas góticas hoy desaparecidas. En cuanto a la escalera de honor hay que decir que en origen solo disponía de un tramo y que esta no sobresalía sobre el patio, por lo que este primer tramo saliente es un añadido posterior.

Dos son las fachadas que recaen a la vía pública, ya que las otras dos no son visibles desde el exterior. La principal, donde se encuentra la portada de entrada (calle del duque Alfons el Vell) y la fachada lateral (a la izquierda según se entra) en cuya parte alta destaca un alero con ventanas de época renacentista, y en la cual encontramos una puerta que da acceso a la actual iglesia de la Compañía de Jesús (calle de los jesuitas).

Su fachada principal obedece a las transformaciones realizadas en el siglo XVII y se articula en planta baja, entresuelo, piso principal con seis balcones apoyados en tornapuntas y una planta alta con galería de arquillos de medio punto. Los balcones vinieron a sustituir a las anteriores ventanas góticas de la fachada.

El Palacio tiene su entrada por la fachada principal. Está formada por un arco de medio punto enmarcada por una gran moldura a modo de alfiz, en cuya parte superior figura esculpido en piedra el escudo de los Borja y Oms. Este se compone de las armas de ambas familias, un toro pastando por los Borja y tres fajas horizontales por los Oms y sobremontado por la corona ducal, un yelmo y cimera en forma de león. Dos ángeles tenantes sostienen el escudo. Flanqueando el escudo por fuera del resalte en piedra, dos deterioradas figuras humanas con mazas, apeadas sobre ménsulas decoradas. Junto a la cimera también podemos ver una doble corona ducal de los Borja ya que una segunda debió desaparecer en algún momento de la vida histórica del palacio, pero se adivina su presencia por las marcas dejadas en la piedra. Este escudo del siglo XV vendría a sustituir al anterior formado probablemente por los palos de la Corona de Aragón.

Este entronque familiar Borja-Oms tuvo lugar con la unión de Roderic Gil de Borja (bisabuelo del papa Alejandro VI) con Francisca de Oms-Fenollet. Las armas de los Borja son un toro pastando de gules (rojo) sobre un campo de oro (amarillo). Las armas de los Oms, están formadas por tres fajas horizontales de sable (negro) en campo de oro (amarillo).

La puerta de entrada al palacio es una de las partes mas antiguas del mismo, ya que como antes hemos indicado el palacio fue rehabilitado en época moderna. Como dato curioso cabe destacar la existencia del cerrojo interior original en la puerta que todavía esta en uso, y en el cual se puede observar los palos de la Corona de Aragón.

Nada más traspasar la portada entramos en un zaguán con un artesonado de madera decorado con piezas de nácar y hueso de época gótica. Desde aquí accedemos al gran patio de armas, eje central alrededor del cual giraba toda la vida del palacio. Este zaguán se abre al patio interior a través de un gran arco escarzano de la primitiva construcción gótica.

Bajo la escalera principal tres huecos de distinto tamaño formados por arcos apuntados. En el central encontramos un pozo de agua, y en el de la derecha un gran escudo realizado en cerámica policromada con los diversos entronques nobiliarios de la familia Borja.

En las paredes laterales de este arco y flanqueando el escudo encontramos dos altorrelieves realizados en yeso que apoyan en ménsulas y que representan dos parábolas del Nuevo Testamento. Uno de ellos representa la parábola del hombre cuerdo y el hombre necio. (San Mateo capitulo VII versículos 24 y 26). En el relieve encontramos dos inscripciones, la de la izquierda dice: Onmis ergo, qui audit verba mea haec, et facit ea, assimilabitur vivo sapienti, qui edificavit domum suam supra petrum (Por tanto, cualquiera que escucha estas mis instrucciones y las practica será semejante a un hombre cuerdo que fundó su casa sobre piedra). Mientras que la inscripción de la derecha dice: Et omnis qui audit verba mea haec, et non facitea, similis erit viro stulto, qui aedificavit domum suam super arenam (Pero cualquiera que oye estas instrucciones que doy y no las pone por obra, será semejante a un hombre loco que fabricó su casa sobre la arena).

El segundo relieve hace alusión a la parábola donde Jesús reprende a escribas y fariseos (San Mateo capitulo VII versículos 4 y 5). Dos inscripciones, en la parte superior de la ménsula dice: Deja y te quitaré la paja de tu ojo (en alusión a la representación del relieve). En la base, la segunda inscripción dice: Hypocrita, ejice primum traben de oculo tuo, et tunc videbis ejicere festucam de oculo fratris tui (Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces verás como has de sacar la mota del ojo de tu hermano).

Además del Patio de Armas, el palacio dispone de otro patio más, conocido como el de las cañas, por estar en su mayor parte constituido por cañas de bambú. Este patio también es conocido como de la Cisterna porque bajo el mismo se encuentra el antiguo aljibe del palacio. La cañas de bambú fueron traídas por los jesuitas de las misiones de China a finales del siglo XIX.

En origen, las dependencias situadas a la izquierda del Patio de Armas se encontraban las caballerizas, hoy ocupadas por la Iglesia jesuita del Sagrado Corazón, mientras que las dependencias del ala derecha estaban reservadas a la servidumbre. También en una de las salas de esta planta baja podíamos encontrar la Armería, que al decir del cronista del siglo XVI Martín de Viciana era capaz de dotar a un pequeño ejercito debidamente armado.

El recorrido por el palacio empieza por la conocida como Sala de las Coronas, a esta se puede acceder por la escalera de honor del Patio de Armas o por una sala situada al fondo del patio que pone en comunicación este espacio con el patio de las Cañas. Esta sala de la que parte una escalera nos lleva al piso superior y directamente a la Sala de las Coronas. Cabe destacar que en este espacio conocido como Sala de la Cinta es donde podemos encontrar restos de pinturas murales consideradas como las más antiguas del palacio ya que están datadas en la época del rey Jaime II el Justo.

Salón de las Coronas A continuación llegamos al Salón de Coronas, llamado así, por los elementos decorativos del techo, formado por la doble corona ducal de los Borja que llena todo el artesonado del techo. También en el suelo podemos ver representada la doble corona ducal y la imagen de los rayos flameantes alusivos al papa Borja (Alejandro VI). En este salón podemos destacar el zócalo de azulejos valencianos del siglo XVI que decoran sus muros aunque la gran mayoría de ellos son reposiciones efectuadas a principios del siglo XX.

También destaca una inscripción que rodea la sala por su parte superior y que traducida del latín nos dice "Corred de manera que podáis ganar el premio, ya que no será coronado sino aquél que se apresure según la Ley" (SIC • CVRRITE • VT • COMPREHENDATIS • QVIA • NON • CORONABITVR • NISI • QVI • LEGITIME • CERTAVERIT). Texto tomado de San Pablo y con las cuales San Francisco de Borja (todavía duque) quería transmitir este sabio consejo a sus hijos.


Se trata de una gran habitación rectangular irregular que cumplía las funciones de salón de reino, aquí se recibían las audiencias, se tomaban las decisiones de estado y se despachaban los asuntos más importantes en tiempos del IV duque de Gandia. Construida entre 1544 y 1545 sobre tres salas más pequeñas del siglo XIV; Francisco de Borja, IV duque de Gandia y luego santo, amplió las salas y elevó el techo con una techumbre de madera decorada con numerosas dobles coronas de donde toma el nombre la sala. Esta sala comenzó a ser restaurada a finales de 1893 por los padres jesuitas, siendo la primera de todas las intervenciones realizadas en el palacio.

La habitación está iluminada por unas ventanas góticas con asientos de piedra de los llamados festejadores. Esta sala asoma tanto al Patio de Armas como al río Serpis. Presidiendo la sala podemos ver un gran retrato de Francisco de Borja como duque de Gandia y ataviado como comendador de la Orden de Santiago, lienzo realizado por el jesuita Martín Coronas Pueyo a principios del siglo XX. También del mismo autor son las ocho telas pintadas entre 1918 y 1920 imitando tapices que decoran la sala y que representan escenas de la vida de San Francisco de Borja. Asi tenemos: Bautizo de Francisco de Borja en la Colegiata de Gandia, Francisco de Borja ante del cadáver de Isabel de Portugal, LLegada de Francisco de Borja al convento de predicadores de LLombai, Francisco de Borja haciendo examen de las obras de las murallas de Gandia, Francisco de Borja pone la primera piedra de la Universidad y Colegio de Gandia, Francisco de Borja recibe el birrete doctoral en la Universidad de Gandia, Francisco de Borja se despide de sus hijos antes de partir hacia Roma y finalmente Francisco de Borja a la salida de Gandia camino de Roma. Todos los bienes muebles que podemos encontrar en la sala son recreaciones historicistas y temáticas.

Capilla neogótica Entrando por una puerta situada a la derecha al fondo de la sala, entramos en la capilla del palacio. De estilo neogótico realizada a finales del siglo XIX tiene un cierto aire de estilo bizantino. Es de destacar la cúpula nervada de vivos colores azulados con estrellas doradas y el retablo de la capilla, junto con los dos iconos situados a su izquierda y a su derecha. Los muros se decoran con imágenes de santos y atributos de santos realizados por el hermano jesuita Martín Coronas. Esta sala era el antiguo despacho del IV duque de Gandia (San Francisco de Borja) que fue transformada en 1896 como capilla por la Compañía de Jesús.

El techo de la sala se decora además de la bóveda estrellada azulada con cuatro serafines situados en el centro de la sala, los muros perimetrales se decoran con pinturas de santos relacionados con San Francisco de Borja. Podemos ver algunos marcos sin pintar ya que la muerte del pintor le llegó antes de finalizar toda la obra. Se conserva el crucifijo original de San Francisco de Borja en el relicario en forma de cruz que se puede ver en el Altar Mayor.

Siguiendo nuestro recorrido nos encontramos con una pequeñísima habitación, que era la humilde celda de Francisco de Borja, cuando ya era jesuita. La celda enlaza con la llamada Santa Capilla y conserva restos del pavimento original.

Santa Capilla Era la antigua celda-oratorio de San Francisco de Borja. El techo tiene forma de ataúd. Según la tradición tiene su origen en el hecho ocurrido en Granada, cuando vio el cuerpo de la emperatriz Isabel de Portugal en descomposición, que motivó el abandono de la vida mundana por la vida eclesiástica. Según se cuenta, al destapar el féretro y ver el estado de descomposición de la fallecida, juró no servir más a ningún amo que pudiera morir, por lo que se incorporó a la Compañía de Jesús una vez falleció su esposa y después de haber dejado en orden todos los asuntos terrenales de su ducado y de su familia.

El pavimento es original del siglo XIV y por tanto anterior al santo. Las grisallas de las paredes representan los quince misterios del Rosario y son obra de Filippo Paolo de San Leocadio (hijo de Paolo de San Leocadio) aunque fueron muy retocadas por el hermano Martín Coronas. Su actual configuración como oratorio es de finales del siglo XIX y nada tiene que ver su actual aspecto tan particular con la forma que tenía en época de San Francisco de Borja.

Galería de las cerámicas Una vez terminada esta visita salimos por una puerta que da acceso a la galería del primer piso y que esta abierta al patio de armas. En esta galería se ha colocado en sus paredes distintos zócalos de azulejos y restos cerámicos de los que se encontraban en el palacio y que van desde el siglo XV al XVIII.

Cámara de la Duquesa La conocida como Cámara de la duquesa es una recreación bastante patatera de principios del siglo XX con la cama donde nació un 28 de octubre de 1510 San Francisco de Borja. Se trata de una habitación con dos crujías separadas por tres arcos apuntados de estilo neogótico más falsos que una moneda de Judas. La sala realizada con sillares de piedra artificial, conserva sin embargo un pavimento de azulejos de Manises de los más antiguos del palacio pues está fechado en el siglo XV con dibujos moriscos en azul y blanco de los conocidos como "encadenats".

Salón de las Águilas A continuación pasamos al Salón de Águilas, se trata de un salón rectangular que recibe su nombre, por el friso dorado que recorre la parte alta y que tiene como elementos decorativos principales, águilas y granadas. Era la antigua Sala de San Miguel. En el centro del techo podemos ver un gran florón, desde donde colgaba la lámpara que daba iluminación al salón. Tanto este elemento central como el friso de águilas está realizado en yesería y dorado con pan de oro. Se fecha su construcción a finales del siglo XVII o principios del XVIII.

Comedor También conocido como Salón de los Estados de Cerdeña. Seguimos nuestro camino para entrar en una habitación, habilitada como comedor del palacio. Se trata de una pequeña habitación con azulejos en sus paredes, una mesa central y diversos utensilios utilizados en las cocinas de la época.

Sala Verde A continuación pasamos a la Sala Verde, llamada así por los azulejos de sus paredes en los cuales predomina el color verde. También de este color es la decoración que viste la sala. En esta habitación podemos encontrar unos manuscritos originales de San Francisco de Borja debidamente protegidos por una urna de cristal.

Galería Dorada o Salón Dorado Seguimos nuestra andadura y por una puerta muy decorada, entramos en el Salón dorado o Galería dorada. El inicio de la construcción se sitúa en torno al año 1671, año en que Francisco de Borja es canonizado por el papa Clemente X. De modo que su construcción bien pudiera ser un homenaje por la canonización del santo de la familia Borja. El impulsor de la obra es el X Duque de Gandia, Pascual Francisco de Borja-Centelles y Ponce de León (* Gandia 18-03-1653 † Madrid 08-12-1716). La obra quedó finalizada alrededor del año 1713 según indica uno de los medallones de la sala.

Su proyecto y diseño corresponde a Leonardo Julio Capuz (* 1660 † 1731). Recibe este nombre por la riqueza decorativa que adorna todo el salón, tanto por la utilización de los dorados como por rica policromía de sus puertas y ventanas. Decoración a base de rocallas, dorados y otros elementos del barroco del momento (cartelas, acantos, grutescos, hojarasca etc.).

Este salón era usado como salón de fiestas, se trata de una gran habitación rectangular dividida a su vez en cinco salones, los tres primeros de planta rectangular y los dos últimos de planta cuadrada, separados por cuatro puertas o cancelas de madera las cuales tienen la particularidad que las dos primeras son movibles, por lo que bien podían cerrarse individualmente o bien abrir las puertas lo que dejaba todo el salón diáfano. La riqueza decorativa de esta sala es magnifica, en cada dintel de separación y en el centro de un óvalo dorado, encontramos retratos de jesuitas de la Compañía de Jesús. En el techo nos encontramos con pinturas al temple sobre lienzos llevadas al techo en lugar de pinturas al fresco y en el suelo se ha recuperado parte del pavimento original, frente al moderno, lo que da pie a un interesante contraste en cuanto a la calidad de los solados.

Cada una de las cinco salas recibe un nombre determinado y está en función del motivo central que adorna el techo de la sala. La decoración predominante en la primera sala es a base de adornos heráldicos (Sala heráldica de la familia Borja), la segunda sala con decoración barroca (Sala ornamental), la tercera sala recoge decoración relativa a la canonización o glorificación de San Francisco de Borja. La cuarta sala se decora con elementos relativos a la Sagrada Familia (Sala de la Sagrada Familia) con un gran lienzo en el techo de la Sagrada Familia y la Santísima Trinidad. La quinta y última es conocida como Sala del Cielo y la Tierra. En el suelo de esta habitación encontramos un pavimento cerámico con una alegoría de la humanidad.

Este pavimento alegórico de la humanidad está datado a principios del siglo XVIII, es el único que se conserva original, está formado por unas 1.500 piezas, los colores utilizados son principalmente el azul, el amarillo y el verde. Se trata de una ornamentación de cerámica de Manises del siglo XVIII, referida a los cuatro elementos (aire, tierra, mar y fuego) y en el centro el Sol. Es conocido como mosaico barroco de los cuatro elementos o pavimento de los cuatro elementos.

En el techo de esta quinta sala encontramos un gran lienzo pintado al temple obra de Gaspar de la Huerta. Realizado en el siglo XVIII es una exaltación a la familia Borja, con la glorificación de San Francisco de Borja y pone el contrapunto con la cerámica del suelo como mundo terrenal y la parte superior el mundo celestial.

Terraza Es de destacar la decoración pictórica de los muros exteriores de esta sala, desarrollados a base de ornamentación vegetal en los entrepaños de los balcones y decoración de cenefas, volutas, jarrones y apilastrados de color almagra y gris en el resto de la fachada. También destacamos las cubiertas protectoras de los balcones a base de tejas vidriadas con tonalidades azuladas y blancas en contraposición a los colores blancos y verdes del tejado de la sala. En todo su perímetro exterior dispone de un total nueve balcones con tejaroz, con suelo de azulejos y tornapuntas y antepechos de hierro.

El Palacio además de poder ser visitado, tiene una serie de estancias que cumplen con las funciones de residencia de jesuitas y que por lo tanto no pueden ser visitadas. También hay que destacar que parte de las salas del palacio que recaen al Patio de las Cañas está ocupado por el Colegio de Jesuitas.

El Palacio Ducal en el recuerdo

Ficha técnica

Fecha de realización página: 30 de Abril de 2.004
Fecha última modificación: 8 de Noviembre de 2.014 / 4 de Febrero de 2.018

Lugares de interés de Gandia

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