Palacios y casas nobles de Valencia
Palacio de los condes de Oliva
c/Caballeros nº 33

Árbol genealógico
condes de Oliva
Árbol genealógico
condes de
Daya Nueva

También conocido en menor medida como "Palacio de los condes de Daya Nueva" ya que es residencia de la familia Dasí-Puigmoltó, condes de Daya Nueva. Vicente Dasí-Puigmoltó Lluesma y Mayans de la familia de los marqueses de Dos Aguas sería nombrado en 1892, I conde de Daya Nueva que es una población situada al sur de la provincia de Alicante. También es conocido como "Palacio de los Centelles" por sus primeros propietarios, la familia Centelles, que ostentaban desde el siglo XV el título de condes de Oliva y de donde toma el palacio su actual nombre.

El palacio ha pasado por distintas manos desde sus primeros propietarios, la familia Centelles (condes de Oliva). En 1548 Magdalena de Centelles y Cardona, V condesa de Oliva, contrajo matrimonio con Carlos de Borja y Castro, V duque de Gandia, perteneciente al linaje de los Borja papales. El hijo de ambos Francisco de Borja y Centelles sería dueño del palacio desde 1595 con los apellidos Borja y Centelles, dos de las más ilustres familias del Reino de Valencia. El condado de Oliva, del linaje Borja-Centelles pasaría al linaje de los Benavente y más tarde a los Osuna. A finales del siglo XVII el palacio es vendido a Miguel Catalá de Ceveiro y por vía matrimonial, a sus descendientes los condes de Cirat, que ostentarían la titularidad del palacio hasta 1821. El palacio sería comprado por el marqués de Dos Aguas, pues en 1858 consta como propietario del inmueble don Vicente Dasí LLuesma, VI marqués de Dos de Aguas cuyo hijo Vicente Dasí Puigmoltó será el I conde de Daya Nueva. De hecho mientras se realizaban obras en el actual Palacio del marqués de Dos Aguas entre 1854 y 1867 el marqués de Dos Aguas estuvo residiendo en este palacio.

El señorío de Oliva le fue entregado por el rey Jaime I el Conquistador en 1240 a Carrocio de Alamanno (de origen genovés) por la ayuda prestada en la conquista del Reino de Valencia a los musulmanes. En 1382 Alamanda Carróz (Carrós o Carroç) vende el señorío de la baronía de Oliva a la familia Riu-Sech, señores de Ribarroja y por herencia llegará a la familia Centelles, señores de Nules, en la persona de Gilabert IV de Centelles y Riu-Sech.

El linaje Centelles tiene su solar en la población catalana de Sant Martí de Centelles (Barcelona), pasando al Reino de Valencia con el señorío de Nules en Castellón. Por vía matrimonial, los Centelles en el Reino de Valencia quedarán ligados a la población de Oliva, en esa población construyeron un castillo-palacio conocido como "Palacio de los Centelles" y que era con mucho el más importante de La Safor. Desgraciadamente el palacio hace años que desapareció a consecuencia de su abandono, entre ellas por el traslado de los condes a la capital del Reino. La adquisición en 1449 de la dignidad condal a la familia Centelles, llevará consigo el traslado de los nuevos condes a la capital del Reino, estableciéndose en el palacio de la calle Caballeros.

El palacio valenciano tiene origen gótico, fue residencia de la poderosa familia de los Centelles, condes de Oliva desde finales del siglo XV. Es uno de los palacios más antiguos y de más alcurnia de la ciudad. Fue mandado construir por Serafín de Centelles y Urrea († Valencia 16-01-1536), II conde de Oliva como residencia familiar en la capital del Reino. Ya antes hay constancia que en 1388 Rodrigo Diego y Raimundeta de Vilanova, señores de Artana venden a Ramoneta de Riu-Sech curadora de Pedro Centelles, señor de Nules, un inmueble en el lugar donde se levanta este palacio. La elevación del señorío de Oliva a la categoría condal en 1449 es lo que motivaría que la vieja casa de los señores de Oliva fuera reformada acorde a su nueva categoría nobiliaria.

En 1603 se abre desde el palacio una tribuna con vista al altar mayor de la adyacente iglesia de San Nicolás que permitía el seguimiento de los oficios divinos desde la casa, todo un privilegio de la época. En el momento que la titularidad del palacio dejó de estar en manos de los condes de Oliva, la tribuna fue anulada y de ella solo queda el recuerdo. En el siglo XVIII se realizaron reformas en la casa pues la familia Borja la usó como lugar de residencia en detrimento de su palacio de la plaza de San Lorenzo.


Hacia 1898 el I conde de Daya Nueva, hijo del marqués de Dos Aguas, realiza una gran transformación debido a la mano del arquitecto José María Cortina Pérez, se modificaron las fachadas con la transformación de los vanos abiertos a la calle y se hizo desaparecer su aspecto gótico original a excepción de algunos elementos del patio interior. De esta época el patio conserva sus grandes arcos carpaneles y la escalera de acceso al piso principal. Sobre la portada de acceso podemos ver un gran escudo con las armas de los condes de Cirat.

Si traspasamos la puerta entramos en un pequeño zaguán en cuyo techo encontramos un conjunto de bovedillas estilo renacentista realizadas en yeso. En este lugar encontramos una gran verja de hierro que cierra el paso y que da acceso al patio descubierto, a partir del cual se estructura toda la vivienda. Así destacamos sus grandes arcos carpaneles en piedra y el pozo de piedra tan propio de los palacios góticos valencianos. Al patio interior recaen distintos vanos o balcones y un pasillo cerrado por una cristalera de colores.

En su interior en el descansillo de una de las escaleras, podemos encontrar el escudo en madera con la corona condal de la familia Dasí: tres conchas o veneras de oro (amarillo) bien ordenadas sobre campo de azur (azul), armas usadas por los condes de Daya Nueva. Del interior citaremos el nombre de algunos de los salones que componen la vivienda: salón gótico, salón isabelino, salón Luis XV, salón de baile de estilo imperio, salón azul con una gran chimenea y un extraordinario artesonado policromado perteneciente a la edificación gótica original.

El edificio consta de semisótano, planta baja, entresuelo y dos pisos altos. La fachada principal es de corte clasicista y academicista, incorporando frontones clásicos sobre los grandes vanos de los balcones del piso principal.

Por este palacio pasaron personajes de la talla de doña Germana de Foix a la muerte de su segundo esposo el marqués de Brandeburgo y más recientemente el almirante Carrero Blanco, el entonces Príncipe de Asturias y después rey de España Juan Carlos I, su hermano Alfonso y su padre don Juan de Borbón, amén de otros famosos personajes.

De la familia de los Centelles cabe recordar el enfrentamiento que tuvieron con la familia Vilaragut en el siglo XV, hasta el punto que tuvo que intervenir personalmente San Vicente Ferrer en las disputas que mantuvieron ambas poderosas familias.

Por último convendría añadir el estado de abandono y desidia que sufre el palacio por su aspecto externo que desmerece el conjunto de lo que fue uno de los palacios más rancios de toda Valencia. En origen este palacio era mucho más grande pero a raíz de las reformas de finales del siglo XIX una parte del mismo fue demolido y en su lugar se un nuevo edificio que nada tiene que ver con el palacio. En un simple vistazo podemos comprobar que la puerta de acceso no está centrada en la fachada, lo que podría ser indicativo que el edificio ha sido cercenado por su derecha, el hecho que el edificio construido sobre el lugar quede desalineado del eje de la calle, es otro de los argumentos que nos reafirma en su mutilación.