Palacio de los condes de Parcent
hoy desaparecido

El palacio de los condes de Parcent, demolido en 1965, se extendía aproximadamente, en el espacio hoy ocupado por los jardines de Parcent, a medio camino entre el barrio de Velluters y el del Mercat, casi enfrente o muy cerca de la iglesia de los Santos Juanes, la Lonja y el Mercado Central. Antes de la apertura de la plaza hoy llamada de Juan de Villarrasa, el palacio tenía fachadas a tres calles, la fachada principal a la entonces conocida como Juan de Villarrasa, una lateral conocida como de Santa Teresa y la tercera conocida como Belluga, calles que todavía continúan en el callejero municipal. La calle Juan de Villarrasa era continuación de la calle Carniceros que desembocaba en las murallas de la ciudad por el flanco de Guillém de Castro y con la puerta conocida como del Cojo (Coixo). Era por tanto esta puerta, la entrada natural, mas recta y mas corta para acceder al palacio de los condes de Parcent.

Los orígenes del palacio de los condes de Parcent están ligados a la familia Cernesio o Cernecio. La familia Cernesio era oriunda de la región italiana de "Como" en Milán y llevaban como apellido Cernezzi. Los hermanos Constantino y Francisco Cernesio Odescalchi, llegaron a Valencia a principios del siglo XVII y se dedicaron al comercio de tejidos y seda. Otras actividades comerciales estaban relacionadas con la importación de granos. En 30 de julio de 1635 Constantino Cernesio compra una casa en la calle Juan de Villarrasa, poco tiempo antes, en 28 de mayo de 1635 había comprado la baronía de Parcent (localidad de la provincia de Alicante) al monasterio cartujo de Nuestra Señora de las Fuentes. En pocos años Constantino Cernesio, introducido en el negocio de la seda, va adquiriendo las casas colindantes a la vivienda original y va ampliando la superficie de la casa. Este conjunto un tanto variopinto será el origen del futuro palacio de los Parcent.

Los dos hermanos Cernesio contraen matrimonio con dos hijas de don Gaspar de Tárrega (* Valencia 1563 † 15-05-1635), señor de Beniferri y doctor en derecho con gran influencia en el ámbito municipal, lo que aumentará el prestigio social de ambos personajes, además de la ya fortuna personal que habían ido adquiriendo en sus negocios. En 10 de julio de 1649 el rey Felipe IV concede a Constantino Cernesio, la dignidad de conde de Parcent, elevando por tanto la baronía de la que era titular a la categoría de condado. Constantino († 1656) y su esposa Ana María Tárrega, no tendrán hijos. Del matrimonio de su hermano Francisco, casado con Catalina Tárrega nace Manuel Cernesio Tárrega († 1705) que será el II conde de Parcent. Manuel Cernesio contraerá segundas nupcias con Inés Rabasa de Perellós, hija de los marqueses de Dos Aguas y hermana de Giner Rabasa (II marqués de Dos Aguas), con lo que el prestigio de la familia Cernesio va en aumento y también su riqueza. Los condes de Parcent llegarán a ser uno de los linajes más ricos e importantes de todo el antiguo Reino de Valencia, y su palacio el más grande de la ciudad.

Entre las posesiones de este linaje que nos puedan interesar, debemos comentar que Manuel Cernesio será por matrimonio señor de Almácera y allí tendrán los condes de Parcent una casa palacio también conocida como palacio de los Parcent (hoy desaparecida). Cuando a finales del siglo XIX los condes residan en Madrid, lo harán en una casa palacio que llevará por nombre palacio de Parcent o "Casa de los Siete Jardines". Finalmente en la ciudad de Valencia y junto a la actual alquería de Juliá, existía un palacete rodeado por una huerta que llevaba por nombre "Jardines de Parcent". De estos jardines solo se ha conservado en la actualidad una portada que hace de entrada al conocido como pabellón Benllliure en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

Será el V conde de Parcent, José María de la Cerda y Cernesio (* Madrid 23-04-1747 † Valencia 17-09-1811) quien dada su posición social estime que su residencia familiar ofrece una apariencia desordenada, fruto de la política de compras y herencia de construcciones anteriores. En el plano del padre Tosca del año 1705 se puede ver que la casa disponía de torres lo que le daba un cierto aspecto medieval. Durante la guerra de sucesión española, el palacio fue saqueado, pero la estructura del edificio no sufrió daños. Las remodelaciones realizadas a principios del siglo XVIII no habían evitado esa falta de unidad edilicia. Es por ello que el conde toma la decisión de construir un nuevo palacio en su totalidad pero ajustándose a las edificaciones preexistentes. Las obras serán encargadas al arquitecto y académico de la Real Academia de san Carlos, Vicente Marzo (* 1763 † 1726). Las obras darían comienzo en mayo de 1789 y se dieron por finalizadas en agosto de 1798, levantándose un gran edificio de estilo neoclásico que es el que llegó hasta mediados del siglo XX, en que fue demolido.

La planta del edificio era rectangular, con dos patios cuadrangulares de desigual tamaño unidos por una crujía en cuyo piso superior se levantaba el salón de baile. La fachada principal como ya hemos indicado miraba a la calle Juan de Villarrasa, donde se abrían dos portadas iguales, cada una de ellas daba acceso a un patio. Esta fachada principal se levantaba en planta baja, semisótano, piso entresuelo y dos pisos altos. Las ventanas del piso entresuelo estaban cerradas por rejas de hierro, por su parte los dos pisos altos disponían de un total de trece balcones cada uno de los pisos, siendo los del primer piso de mayor entidad. Las puertas de acceso se situaban simétricas a la fachada. La puerta de la derecha accedía al patio grande, mientras que la puerta de la izquierda lo hacía al patio menor.

La fachada lateral era considerada de menor importancia, tenía la misma disposición que la fachada principal pero en lugar de tantos balcones solo disponía de ocho balcones por piso, además solo tenía una portada de acceso que daba paso al patio menor. Esta portada se encontraba desplazada hacia la derecha de fachada. La entrada estaba formada por un arco de medio punto con decoración de sillares almohadillados.

La fachada trasera que daba a la calle Belluga estaba dedicada al servicio, y era prácticamente irrelevante en cuanto a ornamentación. La cuarta fachada hacía de medianera con otros edificios por lo que no era visible.

El patio mayor estaba formado por cinco arcos por lado, mientras que el menor solo completaba tres arcos rebajados por ala. Los vanos a los patios interiores estaban formados por balcones y grandes pilastras de orden gigante y estilo corintio se elevaban recorriendo toda la altura del edificio.

Los negocios y los intereses de los condes de Parcent, los llevaron a fijar su residencia en Madrid con lo que el palacio quedó abandonado. A finales del siglo XIX el palacio fue arrendado por piezas, sus habitaciones se convirtieron en sede de asociaciones musicales, teatrales, culturales y a cualquier particular que tuviera interés en ocupar algunas de las salas del palacio. En la planta baja se abrieron algunos negocios a la calle. Entre las sociedades o actividades que se desarrollaron en el palacio, destacaremos: la Sociedad Coral El Micalet, una fábrica de abanicos, una sociedad de baile, almacén de botellas, la organización de ciegos etc. Con el abandono de los propietarios y el poco cuidado de los nuevos inquilinos el palacio comenzó un periodo de ruina. En 8 de noviembre de 1954 el Ayuntamiento compró el edificio sin tener claro que utilidad le iba a dar, pues ya para entonces el palacio estaba arruinado y su rehabilitación excedía con mucho lo razonable. Finalmente el edificio fue demolido y en su lugar se construyó un jardín que lleva por nombre Jardines de Parcent y bajo el mismo se construyó un aparcamiento subterráneo, que a decir los expertos, fue el primer aparcamiento subterráneo de la ciudad.

El único resto que nos queda de este desaparecido palacio, es una de las portadas que abrían a la calle Juan de Villarrasa y que en la actualidad ha sido colocada en la calle Santa Teresa como la entrada principal a los jardines. Aunque se trata de la portada original, la misma ha sido algo modificada para añadir más interés al conjunto.

El palacio de Parcent es recordado por qué durante la guerra de la independencia, en la visita que tuvo lugar en 1 de septiembre de 1812, el rey intruso José I Bonaparte se alojó en este palacio durante 15 días, ya que el palacio del Real había sido destruido por las tropas españolas, y este palacio era el mas grande y lujoso de la ciudad. Además en 1829 el palacio tuvo el honor de recibir en 30 de noviembre a María Cristina de Borbón, prometida del rey Fernando VII y a sus padres los reyes de Nápoles y Sicilia: Francisco I Dos Sicilias y María Isabel de Borbón.

A efectos puramente informativos, diremos que en 25 de marzo de 1914, el rey Alfonso XIII elevó a la categoría de ducado, el antiguo título de conde de Parcent, siendo Fernando José de la Cerda Carvajal el I duque de Parcent, en la actualidad el título de duque de Parcent, lo ostenta Juan Granzow de la Cerda y Roca de Togores como IV duque de Parcent.