Catedrales de España
Catedral de Tortosa

Introducción

Nombre: Catedral de Santa María (Sancta María Dertosae)
Emplazamiento: Tortosa (Tarragona). Comunidad Autónoma de Catalunya
Sede de la Diócesis de Tortosa
Concedida el titulo de Basílica en 1931
Estilo arquitectónico: gótico siglo XIV
A orillas del río Ebro. Comarca del Baix Ebre
Gentilicio: Tortosinos
La antigua Dertosae romana

Historia

El lugar donde se encuentra la Catedral ocupa aproximadamente el mismo emplazamiento que el antiguo foro romano ("Forum de la Dertosa"). Sobre este espacio se construiría la iglesia visigótica y la mezquita musulmana, y sobre estas la actual Catedral románica primero y gótica después.

En 1148 (siglo XII) el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV conquista Tortosa y hace entrega al arzobispo de Tarragona Bernardo Tort († Londres 1163 / arzobispo de Tarragona entre 1146 y 1163) de la propiedad y administración de los bienes religiosos de la ciudad. La primera obligación fue convertir la mezquita mayor musulmana en iglesia catedral y nombrar primer obispo de la diócesis a Gaufred (Jofré) d'Avinyó (obispo entre 1151 y 1165), y que era abad del monasterio de San Rufo de Aviñón (Francia) (Sant Ruf d'Avinyó).

En 1158 comienzan las obras de construcción de la primera Catedral románica. El obispo estableció que la Catedral se rigiese por la Orden de canónigos regulares de San Agustín que en 1151 había establecido él mismo en la ciudad, a imagen de su monasterio de procedencia. Algunas de las estancias de la anterior Canónica, sirven en la actualidad como salas de exposiciones y museísticas de la Catedral. A destacar el antiguo dormitorio de los monjes, y el antiguo refectorio. El templo románico fue consagrado el 23 de noviembre de 1178 por el arzobispo de Tarragona Berenguer de Vilademuls († asesinado en Montcada-Barcelona 16-02-1194 / arzobispo de Tarragona entre 1174 y 1194), con la presencia del obispo de la diócesis Ponç de Monells (* Monells-Gerona ca. 1120 † Tortosa 1193 / obispo entre 1165 y 1193), el rey de Aragón Alfonso II y su esposa Sancha de Castilla. Una placa conservada hoy en día en el Museo de la Catedral y que antiguamente se encontraba en la Puerta del Palau nos dice: Anno incarnationis domini MCLVIII coepit hoc templum aedificari et XX annis edificatum fuit. En el año de la Encarnación del Señor 1158 empezó a edificarse este templo y fue edificado en 20 años.

La vida canónica fue establecida en 1151 por Gaufred d'Avinyó y alcanzó su configuración definitiva en 1178 con Ponç de Monells, que estableció las remuneraciones a los oficios de la canonjía y el número de ellas. En 1772 (siglo XVIII) el papa Clemente XIV (1769-1774) secularizó la canónica, y con ello autorizó que los canónigos de la Catedral pudieran vivir fuera de las dependencias catedralicias y no estar sometidos a la dependencia monástica de la orden en clausura. La canónica eran las salas donde los canónigos regulares de San Agustín y los clérigos al servicio de la Catedral hacían vida comunitaria. Fue construida entre los siglos XII y XIV junto al muro que protegía la zona del Fórum de la Dertosa romana y junto al actual claustro.

Características

Durante los siglos XII y XIII se construyó el claustro y el resto de las dependencias comunitarias. La actual Catedral gótica se construyó sobre la anterior de estilo románico, adosada a la galería norte del claustro del siglo XII y XIII y sobre algunas de las dependencias comunitarias de la Canónica, fundada en el siglo XII.

La actual Catedral gótica fue comenzada en 21 de mayo de 1347 (siglo XIV) durante el obispado de Bernat d'Oliver (1346-1348) cuando este coloca la primera piedra en el centro del ábside. Sus obras se dilatarían hasta 1757 (siglo XVIII) en que se trabajó en la fachada barroca. Las capitulaciones de construcción del templo están firmadas por el maestro picapedrero Bernat Dalguaire en 1346.

Consta que en el año 1351 ya estaba construido el Altar Mayor. Entre los maestros de obras que intervinieron en su construcción destaca entre 1366 y 1381 Andreu Juliá, famoso por haber comenzado las obras de la torre campanario conocida como el Miguelete de la Catedral de Valencia. Juliá trabajaría en la zona del ábside y el presbiterio. Más tarde entre 1400 y 1416 Pascual de Xulbi y su hijo Joan de Xulbi trabajarían en la zona del ábside y terminarían las capillas absidiales. En 1430 Joan Folquer trabajaba en las bóvedas de la girola y en 1433 Francesc Martí trabaja en la clave central de la bóveda del presbiterio.

El 12 de abril de 1441 la Catedral fue consagrada siendo obispo de la diócesis Ot de Montcada i de Luna (1415-1473) al darse por prácticamente finalizada la cabecera del templo. Hay que decir que mientras se realizaban las nuevas obras, la anterior Catedral románica seguía en pie, derribándose esta en la medida que avanzaban las nuevas obras.

A finales del siglo XV se finalizaba el primer tramo del templo y a finales del siglo XVI se llegaba al cuarto tramo. En 8 de junio de 1597 el obispo de Tortosa Gaspar Punter y Barreda (* Morella-Castellón 1540 † Tortosa 13-05-1600 / obispo de Tortosa entre 1590 y 1600) consagraba nuevamente el templo habiéndose llegado a los pies, pero a falta todavía de la torre y la fachada.

Las obras continuaron lentamente, durante este periodo se adaptaron al estilo barroco de la época, se construyó la capilla de la Virgen de Cinta y la fachada principal que nunca llegó a ser finalizada y así continua.


De planta basilical, dispone de tres naves con cinco tramos separadas por grandes pilares con columnas adosadas. Sin crucero ni nave de transepto, capillas laterales entre los contrafuertes, cubiertas de bóveda de crucería simple, ábside poligonal y girola de dos naves con nueve capillas absidiales comunicadas entre si. En la girola y en el ábside las bóvedas se complican adaptando formas de trapecio y triangulares. Los nervios convergen en la clave central que se encuentra encima del presbiterio y que representa la Coronación de la Virgen por Jesucristo. El ábside alzado sobre tres niveles de ventanas apuntadas y alargadas, nos da una sensación de altura que impresiona vista desde la lejanía.

En la cabecera los tres niveles de vitrales góticos iluminan el interior del templo por la cabecera. En los muros laterales de la nave central otra serie de vitrales iluminan el espacio por los lados en los dos cuerpos superiores.

Debido a la duración de las obras a medida que estas avanzaban hacia los pies de la Catedral, el estilo gótico va perdiendo fuerza hasta el punto que la capilla de la Cinta, su compañera la capilla del Baptisterio y su homologa de enfrente se construyen en estilo barroco y se cubren con bóvedas de cañón decoradas con casetones.

Altar Mayor y Retablo Mayor Lo preside el Retablo de la Mare de Déu de L'Estrella (Virgen de la Estrella). Realizado en 1351 (siglo XIV) en madera policromada y dorada. Adopta la forma de un políptico formada por cuatro cuerpos dobles. Por su parte interna se decora con esculturas, mientras que en la parte externa de los dos paneles de los extremos la iconografía es sustituida por pinturas.

La parte escultórica está formada por un total de veinticuatro escenas alusivas a la vida de la Virgen y de Jesús. En cada uno de los cuatro paneles dobles, seis escenas divididas en tres pisos horizontales. En la parte superior de cada uno de los paneles un gablete con tracería gótica. En el centro del retablo una imagen de la Virgen de la Estrella con el Niño Jesús en brazos. Completa la decoración del retablo tres pináculos que se elevan a considerable altura, sobre todo el central de mucha mayor altura y grosor que los dos restantes, y una serie de dos santos y dos santas situados en la intersección de las batientes del retablo (Santa Catalina, Santa Candida, San Pedro y San Pablo). Las figuras escultóricas resaltan sobre el color azul celeste del fondo del retablo. Se desconoce el nombre del autor del retablo de clara influencia italiana u oriental, aunque algunos autores lo atribuyen al escultor y arquitecto catalán Pere Moragues (h.1330-h.1387) de Barcelona.

La parte exterior del retablo que como hemos dicho se reduce a la parte pictórica, representan escenas de la Pasión y Resurrección de Cristo, pinturas atribuidas a Francesco d'Oberto.

Este retablo debió ocupar su lugar en la antigua Catedral románica en tanto se construía la gótica, y no sería hasta 1441 fecha de la nueva consagración cuando ocuparía su actual lugar en el Altar Mayor de la Catedral. En 1545 el retablo fue restaurado y desmontado, motivo por el cual al volver a ser montado se cambiaron de orden algunas de las escenas del retablo.

La peculiar forma del retablo se debe a que el mismo por lo general, se encontraba cerrado como si de un tríptico se tratara, quedando a la vista de los fieles la parte pictórica y la Virgen en el centro. Solo en fechas destacadas se abrían las puertas del retablo y quedaba a la vista la parte escultórica de la misma. Durante la guerra civil el retablo fue desmontado y escondido. A finales de los años setenta del siglo XX varios paneles fueron robados y tuvieron que ser sustituidos por copias.

La interpretación de las tallas se corresponde con el siguiente esquema, de izquierda a derecha y de arriba a abajo:

PANEL A
• La Anunciación
• Los Reyes Magos ante Herodes
• El anuncio a los pastores
• Presentación de Jesús en el templo
• Nacimiento de Jesús
• La Adoración de los Magos
PANEL B
• La huida a Egipto
• Jesús con los doctores de la ley
• Purificación de María
• Entrada en Jerusalén
• La matanza de los inocentes
• Los Magos camino de Belén

PANEL C
• La última cena
• La Crucifixión
• La aparición a la Magdalena
• Coronación de María
• La tres Marías ante el sepulcro
• Aparición a los apóstoles en Emaus
PANEL D
• La comida de Jesús
• Aparición a Santo Tomás
• La Ascensión a los Cielos
• El Pentecostés
• La Asunción de María
• Jesús en los infiernos redimiendo a Adán y Eva

LATERAL A
• Bautizo de Jesús
• Sueño de los Magos
• Visitación de María a Isabel
LATERAL B
• Aparición de María a Santo Tomás
• Procesión
• Desaparecido

El Altar Mayor se cerraba por una reja de hierro encargo del obispo Gaspar Punter Barreda (* Morella-Castellón 1540 † Tortosa 13-05-1600 / obispo de Tortosa entre 1590 y 1600) y que desde 1970 ha sido situada a los pies de la Catedral en el último tramo del templo. Es una reja de estilo renacentista realizada sobre el 1600 (siglo XVII). Formada por dos cuerpos horizontales, se adscribe a la escuela castellana. En el centro de la reja se abre la portada que se remata por una especie de frontón curvo. En la parte superior de la reja se decora con puas y aplicaciones de bronce y motivos grutescos. En el centro sostenido por dos figuras el escudo del obispo Gaspar de Punter.

Sacristía La entrada a la sacristía se realiza por la antigua capilla de San Andrés (Sant Andreu), hoy vacía de contenido por ser lugar de paso a la sacristía. En el suelo de la girola por delante de esta antigua capilla podemos ver la losa funeraria de Joan Miravall (siglo XVII).

La actual sacristía fue construida hacia 1773 (siglo XVIII) por el maestro de obras Antoni Ferrer y vino a sustituir a otra anterior del siglo XV. La entrada como hemos comentado se hace a través de la antigua capilla de la girola, desde aquí se entra en un sala de paso que se cubre con una cúpula ovalada. Desde esta sala se accede a la sacristía propiamente dicha, que desarrolla una planta hexagonal y a la que se le añaden pequeñas salas con distintos usos, una de ellas utilizada como archivo. La sala se cubre con una cúpula semiesférica y tambor con vanos que permiten el paso de la luz al interior. En su interior destaca una mesa gótica con una tabla pintada al temple, representando la escena del Entierro de Cristo, tabla atribuida al taller de Joan Borrassà. También una gran pila lavamanos de jaspe y mármol.

Capilla del Bautismo Situada en la nave de la epístola, es la primera capilla que encontramos a nuestra derecha entrando desde la portada principal. Aquí encontramos la pila bautismal de forma octogonal del siglo XV en la cual figura grabado el escudo del papa Benedicto XIII. Procede del Castillo de Peñíscola, y por su forma se asemeja a algunos tipos de cálices góticos tan habituales en la Corona de Aragón. Sin embargo nada más lejos de la realidad, en origen era una de la fuentes que proveían de agua al castillo del Papa Luna y que ha sido reaprovechada como pila bautismal.

Capilla de la Virgen de la Cinta (Mare de Dèu de la Cinta) o de la Santa Cinta. Tal vez sea esta la capilla más espectacular de toda la Catedral. Realizada en su mayor parte entre 1672 y 1725 en estilo barroco, no seria hasta 1825 con la conclusión de su Altar Mayor cuando se dieron por finalizadas las obras. A destacar que no sería hasta 1741 cuando fuera abierto en el muro de la Catedral el arco de triunfo que permite el paso a la capilla desde el interior de la Catedral y que el traslado de la Santa Cinta a esta su capilla tuvo lugar en 1725.

Construida con abundancias de mármoles de Carrara y de Génova, jaspes de Tortosa, bronces dorados, estucos y maderas nobles; se decora con taraceas de mármol, jaspes, onix y agatas. A su gran riqueza escultórica y arquitectónica se une la gran riqueza pictórica de sus muros con pinturas al fresco y diversos lienzos al óleo.

La advocación de la Virgen de la Cinta nace de una tradición anterior al siglo XIV, según la cual la Virgen María se apareció a un canónigo de la Catedral de Tortosa para agradecerle la construcción del templo catedralicio en su honor. Según esta tradición en marzo de 1178 la Virgen se apareció a uno de los canónigos mientras rezaba en el templo y como prueba de su presencia dejó en el altar la cinta que ceñía su vestido y que ella misma había tejido con sus manos. Desde entonces quedó guardada en la Catedral como una de las reliquias mas veneradas. Se tiene constancia escrita que en 1347 (siglo XIV) la cinta de la Virgen ya aparecía en los inventarios de la Catedral tortosina. Nuestra Señora de la Cinta es la Patrona de Tortosa y desde el siglo XVII cuenta con una Cofradía de fieles.

Antes de la construcción de esta capilla, la capilla de la Santa Cinta se encontraba en el claustro, para pasar posteriormente al ábside y definitivamente a esta su nueva ubicación. La capilla fue realizada por el arquitecto de Requena (Valencia) Diego Martínez Ponce de Urrana, artífice en la ciudad de Valencia de la Basílica de la Virgen de los Desamparados. Se trata de una capilla de planta rectangular, formada por dos tramos, una corta nave de transepto y ábside recto. El crucero se cubre con cúpula sobre pechinas y las naves con bóvedas de cañón. El alzado de las naves se realiza mediante grandes pilastras de jaspe de fuste estriado que descansan en altos basamentos y en su parte superior en capiteles de bronce dorado que sostienen el entablamento de la capilla.

El Altar Mayor está formado por un nicho flanqueado por dos columnas que sostiene un frontón curvo. En el interior del nicho encontramos una urna de plata con la reliquia de la cinta que dejó la Virgen en su venida a Tortosa. La urna fue realizada por Francesc y Josep Tramullas en 1727 y está decorada con hojas, frutos y ángeles. A ambos lados del nicho dos grandes columnas de jaspe con capiteles de bronce dorados sostienen el entablamento. Junto a ellas dos figuras representando a San Pedro y San Pablo. En el centro y en la parte superior del altar, un trabajo en mármol blanco representa el Descenso de la Virgen a Tortosa, la rodea una gloria de nubes y ángeles y haces de luces celestiales que nacen de la Virgen. En sus manos lleva una cinta de tela.

En 1715 el también valenciano Dionis Vidal discípulo de Antonio Palomino, comienza los trabajos de pinturas murales que cubren prácticamente toda la capilla, en especial sus bóvedas. A su muerte continuaría los trabajos su también discípulo Josep Medina. Dionis Vidal es conocido en Valencia, por haber realizado las pinturas al fresco de la Iglesia de San Nicolás de la ciudad.

En el primer tramo de la nave según se entra en la capilla, encontramos en los muros laterales, dos lienzos al óleo, obras de Vicente López, que representan La Anunciación y la Adoración de los Pastores, realizados sobre 1799, según copias de dos cuadros del pintor Mengs que se conservan en el Museo del Prado. En la bóveda vemos la Ascensión de la Virgen de la Cinta a los cielos después de su visita a Tortosa. Contemplan la escena el pueblo de Tortosa representados por los estamentos eclesiásticos y ciudadanos. Frescos realizados en el siglo XVIII por el pintor Pascual Nespletera.

En el segundo tramo en los muros laterales, dos lienzos al óleo, uno de ellos la Presentación de Jesús en el Templo es obra de Josep Dolz de 1829, mientras que el segundo es obra de Vicente López y lleva por titulo la Adoración de los Magos. Las pinturas de la bóveda son obra de Dionis Vidal y de Josep Medina y representan el momento en que la Virgen hace entrega al canónigo de la cinta de su vestido.

La cúpula descansa sobre una linterna y es el único punto de luz natural que ilumina la capilla a excepción de la que pueda entrar procedente de la nave central de la Catedral. Apoya en pechinas en las cuales podemos encontrar a Isaías, Moisés, Jeremías y Ezequiel. La nave del transepto se decora con pinturas al fresco salidas de la mano de Dionis Vidal y que hacen referencia a figuras femeninas del Antiguo Testamento y diversos lienzos del mismo autor realizados en 1718 y que representan diversas escenas relacionadas con la leyenda de la Cinta: la curación del obispo Silvestre García Escalona, el ofrecimiento de la cinta a los reyes de España, el milagro de la Ermita de Villar de Cañas o la entrega de la cinta a las embarazadas, a las cuales protege en el momento del parto. Según tradición el rey Felipe IV de España solicitó por primera vez en 1629 la reliquia de la cinta con el fin de proteger el embarazo de la reina. Desde entonces ha sido costumbre que la reliquia de la cinta de la Virgen proteja los embarazos de las reinas de España.

La bóveda del presbiterio pintada por Vidal representa la bajada de los Cielos de la Virgen a la ciudad de Tortosa en compañía de San Pedro y San Pablo al objeto de dejar la cinta en recompensa por la construcción de la Catedral bajo su advocación.

Las pinturas murales del testero son obra de Tomás Bayerri realizadas en 1754.

En esta capilla se encuentran los restos del obispo de Tortosa Luis Tena (1616-1622), bajo cuyo episcopado se fundó la Cofradía de la Virgen de la Cinta y que tenia el deseo de ser enterrado en una capilla dedicada a la Virgen, pero que sin embargo él no pudo llegar a contemplar.

Por último destacar que antes de la construcción de esta capilla, la advocación a la Virgen de la Cinta se realizaba en una capilla situada en el claustro y que posteriormente y hasta tanto se construía su nueva capilla, la Virgen recibió adoración en una capilla de las situadas en el ábside.

Destacar también que en un momento determinado la cinta de la Virgen fue dividida en dos trozos con gran pena de los tortosinos, sin embargo eso pudo haber sido providencial ya que en la Guerra Civil uno de los trozos fue robado y actualmente sólo queda en el relicario uno de ellos. Desde el momento de la creación de la Cofradía, la cinta es llevada al Palacio Real cuando una reina queda embarazada para proteger el parto de todo mal.

Capilla de Santo Domingo de Guzmán también conocida como Capilla del Nombre de Jesús (Nom de Jesús). El titular de la capilla, Santo Domingo figura en la clave de la bóveda de crucería. Esta capilla es la que tiene el acceso al claustro desde el interior de la Catedral. En 1573 el obispo fray Martín de Córdoba y Mendoza (obispo entre 1560 y 1574) dona la capilla a la Cofradía del Nombre de Jesús de donde toma su actual advocación.

El retablo renacentista que ocupa la capilla está realizado en madera de pino, dorado y parcialmente policromado, el centro está ocupado por un conjunto escultórico de Cristo en la cruz con la Virgen y San Juan (la Crucifixión) y en la parte superior del retablo la figura de Dios Padre. A ambos lados, en el interior de hornacinas, las figuras de los cuatro evangelistas realizadas por los escultores de Benicarló-Castellón Vicent Redorat y Baptista Vázquez. La figura de Dios Padre señala con su mano una inscripción en el retablo que dice: Hic est filivs mevs dilectvs (Este es mi hijo amado).

Capilla de las Santas Justa y Rufina también conocida como Capilla de San Ruf (San Rufo) bajo cuya advocación se encuentra. En la clave de la bóveda figuran esculpidas las santas Justa y Rufina. Justa y Rufina son dos hermanas mártires hispanas del siglo III. La advocación a San Ruf parte del año 1625 cuando finalmente es identificada la reliquia de San Ruf que se guardaba desde los inicios de la Catedral y que por azares del destino se había perdido su rastro. A partir de este momento se toma la decisión de dedicar una capilla a este santo tan ligado a la iglesia tortosina.

El actual retablo neoclásico fue sufragado en 1828 por el obispo Víctor Damián Sáez y Sánchez Mayor (* Budia-Guadalajara 12-04-1776 † Sigüenza-Guadalajara 03-02-1839, obispo de Tortosa entre 1824 y 1839). Es obra en mármol y jaspe realizado por el escultor Antoni Verderol. Centra el retablo un lienzo del pintor Vicente López Portaña con el santo titular.

Capilla del Rosario (Capella del Roser) construida en la segunda mitad del siglo XV y financiada por Joan de Girona, protonotario papal y secretario de la cancillería apostólica. De planta rectangular, se cubre con bóvedas de crucería con terceletes. Tiene la particularidad esta capilla que recibe luz del exterior, concretamente del claustro a través de pequeños rosetones con tracería calada.

En ella destaca el sepulcro de estilo gótico florido en alabastro de Joan de Girona fallecido en 1498. Es el único sepulcro esculpido que hay en la Catedral de Tortosa. El sepulcro se articula en tres niveles, en el inferior tres leones sujetan sendos escudos del linaje familiar del difunto, en el nivel central, en el frontal de la urna sepulcral dos ángeles portan una inscripción con el epitafio del difunto y escudos con las dignidades eclesiásticas del fallecido en los extremos. En el nivel superior la figura yacente del difunto. El sepulcro se encuentra empotrado en un nicho en el muro de la pared y sobre el fondo del mismo vemos una representación del alma del difunto llevado a los cielos por unos ángeles y sobre el conjunto la figura de Cristo Juez. El nicho está flanqueado por dos pináculos y por dos esculturas apoyadas sobre ménsulas. Se complementa la decoración con formas polibuladas y decoración vegetal con florón central en forma de cruz.

En el suelo delante de la capilla, losa funeraria de la familia Aldana Abária, uno de cuyos miembro Martí de Abária fue maestro de obras de la Catedral. Siglo XVI.

El retablo barroco está dedicado a la Virgen del Rosario, realizado en 1776 en madera dorada y policromada; en el centro del mismo encontramos una imagen de la Virgen con el Niño. En un nivel superior central encontramos un relieve con la Coronación de la Virgen por la Trinidad. El retablo fue sufragado por el presbítero Agustí Vilàs.

Capilla del Santísimo (Santíssim) La entrada a la capilla se realiza por la antigua capilla de Santa Catalina Mártir, hoy utilizada solo como estancia de paso. Esta era la primera de las capillas que encontramos en la girola una vez superada la nave de la epístola.

La capilla del Santísimo es un gran espacio construido ocupando el espacio donde se encontraba la Sala Capitular del siglo XIV y el dormitorio de los monjes de la antigua Canónica Agustiniana. Del dormitorio monacal solo se ocupó la mitad del mismo, por lo que la otra mitad no se destruyó y en la actualidad forman parte de la salas del museo.

Realizada entre 1829 y 1844 a expensas del obispo Víctor Damián Sáez y Sánchez Mayor (* Budia-Guadalajara 12-04-1776 † Sigüenza-Guadalajara 03-02-1839 y obispo de Tortosa entre 1824 y 1839) cuyo escudo encontramos en el frontón de la portada de acceso a la capilla. Esta es una gran sala rectangular construida en estilo neoclásico. La capilla en planta adopta tres cuerpos, el cuerpo central con planta cuadrangular se cubre con una cúpula semiesférica, mientras que las dos de los extremos (presbiterio y pies) lo hacen con bóveda de medio cañón. La bóveda de medio cañón dispone de casetones y apoya en pilastras con capiteles de orden compuesto. La cúpula central dispone de linterna que permite la iluminación de la estancia.

El Altar Mayor esta formado por una gran hornacina en la cual encontramos la imagen de Cristo Crucificado obra de Damià Campeny (* Mataró-Barcelona 1771 † Barcelona 1855), y a ambos lados dos columnas de jaspe. Distribuidos por los muros encontramos grandes cuadros de factura moderna de beatos y mártires relacionados con la iglesia tortosina.

Capilla de San Juan Bautista también conocida como Capilla del Santo Ángel. La acreditación original a San Juan consta por su representación en la clave de la bóveda de la capilla. También en la clave acompaña a San Juan otro santo al que se suele identificar como Santo Tomas Becket. En la actualidad se la conoce como del Santo Ángel y más concretamente del Santo Ángel Custodio de la ciudad. En el muro testero de la capilla y sobre una ménsula encontramos una imagen de madera dorada y policromada del Ángel realizada recientemente, ya que la anterior de plata desapareció.

Junto al ángel cinco arcas funerarias en piedra, sostenidas por ménsulas en el muro, guardan los restos de cinco obispos, entre ellos: Gaufred o Jofré d'Avinyo (1151-1165), Ponç de Torrella (1212-1254), Ponç de Monells (1165-1193) y Arnau de Jardí (1272-1306). Todos ellos se encontraban en la antigua Sala Capitular de la Canónica Agustiniana antes de su demolición. Este conjunto de arcas funerarias eran compañeras de las que hoy día podemos ver en la capilla de Santa Cándida.

Capilla de San Joaquín y Santa Ana también conocida como Capilla de los Santos Cosme y Damián (Sant Cosme i Sant Damià) bajo cuya advocación se encuentra. Cosme y Damián fueron médicos martirizados en el siglo IV. Construida a principios del siglo XV, en la clave de la bóveda de crucería podemos ver a San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen. Centra el retablo del siglo XVI las imágenes en talla de San Joaquín y San José. Bajo ellos una escena de la muerte de San Joaquín y distribuidos por el resto del retablo diversas escenas de la vida de San Joaquín y Santa Ana.

Capilla del Espíritu Santo (Sant Esperit) más conocida como Capilla de la Transfiguración. Es la situada en el centro de la girola y su advocación al Espíritu Santo al igual que el resto de las capillas se refleja en la clave de la bóveda de crucería. El nombre por la que es conocida se debe al retablo de la Transfiguración de Cristo, único retablo gótico que queda en la Catedral de los muchos que tenía. Obra del siglo XV realizado por Jaume Huguet (* Valls-Tarragona ca.1412 † Barcelona 1492), ya no ocupa este su ubicación original, pues en 2007 fue llevado al Museo de la Catedral donde se custodia.

El retablo realizado entre 1466 y 1475 se compone de tres calles: en el centro la Transfiguración del Señor y en la parte superior la Crucifixión. A la izquierda tres tablas: Moisés recibiendo las Tablas de la Ley, Moisés y la zarza ardiendo y la Ascensión de Cristo a los Cielos. A la derecha tres escenas: Elías y el carro de fuego, Elías y los gentiles y el Juicio Final. En la predela: San Miguel, Santa Bárbara, Cristo Varón de Dolores, Santa Catalina Mártir y San Andrés.

En el suelo de la capilla sepulcro de Francesca Alaix († 1419) y su esposo Francesc Oliver, con el escudo de la familia Oliver. Frente a la capilla, en el suelo de la girola, lápida de mármol blanco con el enterramiento de Joan de Boteller († 1452) y su escudo familiar.

En el testero de la capilla el escudo de la Generalitat, colocado en 1421 en recompensa por la cantidad donada para la construcción de la Catedral.

Capilla de los Santos Simón y Judas (Simó i Judes) también conocida como Capilla de Santa Lucia (Santa Llúcia). Construida a finales del siglo XIV, fue sufragada por el capellán Francesc Sesoliveres que además quiso ser enterrado en la capilla. Los santos titulares figuran esculpidos en la clave de la bóveda de crucería. El retablo que ilustra la capilla fue realizado en 1796 por la Cofradía de San Eloy. En el nivel inferior figura una imagen yacente de Santa Lucia mientras que en el centro del retablo vemos a la titular de la capilla, Santa Lucia.

Capilla de San Vicente Mártir también conocida como Capilla de Santa Cándida y Santa Córdula. Construida a finales del siglo XIV, en la clave de la bóveda de crucería está representado San Vicente Mártir. Desde el año 2017 preside la capilla el retablo barroco de autor anónimo y construido en 1671 dedicado a Santa Càndia (Cándida). Esta ocupa el puesto central, siendo flanqueada por Santa Córdula a la derecha y Santa Ursula a la izquierda. Según tradiciones no contrastadas, Santa Càndia y Santa Córdula eran unas de las tantas once mil virgenes que acompañaron a Santa Ursula en el martirio. La capilla original de Santa Cándida y Santa Córdula se encontraba en la antigua Sala Capitular, cuando esta fue demolida, la titularidad de ambas santas pasó a este capilla en 1829. El retablo fue desmontado y guardado, no siendo hasta ya tiempos recientes cuando el retablo ha sido restaurado y montado en esta su nueva capilla.

En la capilla podemos ver cinco arquetas funerarias correspondientes a cinco obispos de Tortosa: Pere de Batet (1307-1310), Francesc de Paulhac (1310-1316), Berenguer De Prat (1316-1341), Bernat d'Oliver (1346-1348) y Guillem de Torrelles (1369-1379). Las urnas en origen se encontraban en la antigua Sala Capitular y al ser derribada estas pasaron al claustro. De allí pasaron a esta capilla en 1966. Dentro de las urnas se encontraban los huesos de los obispos, solo la urna de Berenguer De Prat estaba vacía.

Capilla de San Pablo (Sant Pau) más conocida como Capilla de la Piedad y del Santo Sepulcro (Capella de la Pietat i del Sant Sepulcre). La capilla fue construida a finales del siglo XIV y puesta bajo la protección de San Pablo cuya efigie se encuentra en la clave de la bóveda. Lo más característico de esta capilla son dos arcos realizados con tracería gótica (siglo XVI) que separa la capilla de sus inmediatas laterales y en los cuales podemos ver la Estrella de Salomón, más conocida como Estrella de David. También hay que destacar la embocadura en piedra de acceso a la capilla desde la girola. Esta embocadura de acceso fue financiada por la familia Boteller cuyo escudo nobiliario lo podemos ver repetido en el friso frontal superior. Este está sostenido por dos columnas helicoidales centrales que forman tres arcos trilobulados. El friso se decora con ornamentación en relieve de hojarasca y brotes de vid. La piedra conserva restos de policromía.

El retablo de fabricación moderna, tiene en la parte inferior una urna de cristal con una escultura de Cristo yacente que suele ser la que procesiona en Semana Santa. En la parte superior podemos encontrar un grupo escultórico representando a la Piedad.

En el suelo de la capilla está enterrado un miembro de la familia Garret, probablemente Esteve Garret y fue trasladado a este lugar en 1879, desde la capilla de los Garret.

Capilla de San Pedro (Sant Pere) de planta cuadrada y bóveda de crucería, es la única capilla que sigue conservando su advocación original. Se trata de la capilla más antigua de toda la Catedral ya que por este lugar comenzó la construcción de la Seo. Es la primera capilla de la girola por el lado del evangelio. En la clave de la bóveda se puede ver a San Pedro sentado en la Catedra con las llaves del Cielo en la mano izquierda, mientras que la mano derecha está en actitud de bendecir. En la embocadura de la capilla podemos ver dos escenas representando una de ellas el prendimiento y martirio de San Pedro y en el otro lado el milagro de las aguas. El retablo que preside la capilla es obra realizada en 1731 por Cristòfor Cros y fue sufragado por el canónigo Pere Vidal. Realizado en madera dorada y policromada, centra el retablo la figura de San Pedro a quien acompañan dos ángeles niños que descorren un cortinaje.

En el suelo de la capilla están enterrados los obispos de la diócesis: Fèlix Bilbao Ugariza (1926-1943 † 1943), Francisco Aznar Pueyo (1879-1943 † 1943) y Pedro de Rocamora García (1894-1925 † 1925). También fue enterrado en esta capilla el obispo Ot de Montcada y Luna (1415-1473 † 1473). Frente a ella, en el suelo de la girola encontramos la lápida sepulcral en mármol blanco del canónigo Llorenç Tomás Costa († 1564), que además fue el último abad del monasterio de Sant Sadurní de Tavèrnoles.

Capilla de San Miguel o Capilla de San Mauro o Santa Ana. Es la primera capilla situada en la nave del evangelio, una vez superada la girola.

Capilla de la Madre de Dios o "dels Garret" también conocida como Capilla del Sagrado Corazón o de San Agustín.

Capilla de San Jaime o Capilla de la Virgen del Carmen y las Ánimas del purgatorio.

Capilla de San Esteban conocida como Capilla de San José.

Capilla de San Francisco Gil de Federich es la última de las capillas de la nave del evangelio, y con ella hemos dado la vuelta completa al templo. Tanto esta capilla como la capilla que la enfrenta (la del baptisterio) son más estrechas que sus compañeras, ello es debido a que las mismas debían haber sostenido el peso de las torres de la fachada principal, que como sabemos nunca llegaron a construirse.

Gil de Federich fue un monje dominico nacido en Tortosa que fue asesinado en 1744 en la ciudad de Tonquin (Vietnam) mientras ejercía labores de misionero junto a otros compañeros.

Púlpitos Situados en el primer tramo de la nave central. A destacar los dos púlpitos en piedra, de estilo flamenco y fechados a finales del siglo XV o principios del XVI. El púlpito situado en el lado del evangelio presenta relieves con representaciones de los Cuatro Evangelistas con sus símbolos y también algunos profetas; el púlpito situado en el lado de la epístola está adornado con relieves de los Padres de la Iglesia. En ambos púlpitos vemos representados la heráldica de la familia Soldevila promotores de la obra.

Coro La sillería del coro en la actualidad se guarda en el antiguo dormitorio canonical. Construida en madera de roble de Navarra en el siglo XVI por Cristóbal de Salamanca y terminada a su muerte en 1591 por sus discípulos. El contrato de la sillería del coro fue firmado en 1587 entre el tallista y el obispo Joan Bautista Cardona (1587-1589). Formada por 47 sitiales en el piso superior y 28 en el inferior. En la parte superior se representan figuras de santos, mientras que el piso inferior la decoración es de tipo geométrico. Además Cristóbal de Salamanca realizaría con anterioridad el coro del Monasterio de Montserrat (destruido por un incendio en 1811). Este coro vino a sustituir a uno anterior. Se situaba en el tercer tramo de la nave central y se cerraba por una reja de jaspe. Fue desmontado de su ubicación original después de la guerra civil al encontrarse seriamente dañado. Restaurado y vuelto a montar en el antiguo dormitorio de los monjes, donde continua y puede ser visitado.

Exterior Las naves apoyan al exterior en grandes contrafuertes, no así en la cabecera donde el apoyo lo recibe un doble juego de arbotantes que acaban en unas pequeñas torrecillas prismáticas que deberían ir coronadas por pináculos y que nunca llegaron a realizarse.

Portada y fachada occidental fotos Realizada entre 1728 y 1757 (siglo XVIII) en estilo barroco por Antoni Ferrer según diseño realizado en 1625 por Martín de Abaria. El último tramo del templo y la fachada se dilató en el tiempo por problemas económicos, la Guerra de Sucesión a la Corona española y la poca pericia de los maestros de obras que no acababan de dejar satisfechos al cabildo.

La fachada la forman cinco cuerpos verticales separadas por grandes pilastras con capiteles compuestos, que sostienen un entablamento con decoración vegetal. En el centro además de las pilastras dos grandes columnas enmarcan la puerta adintelada.

Esta se encuentra flanqueada por dos columnas de fuste estriado y capiteles compuestos que a su vez sostienen un frontón curvo. Por encima de este una hornacina flanqueada por dos columnas salomónicas.

Junto a esta portada, dos puertas más permiten el paso al interior del templo en correspondencia con sus naves laterales. La disposición de estas son similares a su compañera central, sólo que estas son más pequeñas, no dispone de frontón ni tampoco de columnas salomónicas.

En cada uno de los extremos una hornacina vacía espera el sueño de los justos. También esperan el sueño de los justos el resto de las hornacinas ya que ninguna de las que encontramos en la fachada está habitada.

La fachada se encuentra inacabada ya que sólo se ha alcanzado dos niveles de altura y además las dos torres que debían rematar la fachada nunca llegaron a construirse. En su lugar y en el espacio de una de ellas se ha construido una pequeña torre cuadrangular que hace de torre campanario. A simple vista podemos ver restos de policromía en ventanas y hornacinas de la fachada.

Una doble escalera permite salvar el desnivel de altura entre la calle y el suelo del interior de la Catedral.

Portada de la Olivera Realizada entre 1710 y 1718 (siglo XVIII). Permite el acceso al interior de la Catedral a través del claustro. Consta de una portada barroca enmarcada por columnas salomónicas sobre basamentos rectangulares. Junto a las columnas podemos ver dos imágenes de Santa Cándida y Santa Córdula, y en la parte superior sobre la cornisa la imagen de la Virgen de la Cinta, flanqueada por San Pedro y San Pablo. Recibe su nombre, según se dice porque en sus inmediaciones existía un olivo hoy ya desaparecido.

Puerta del Palau (del Palacio). Llamada así por estar situada en las cercanías del Palacio Episcopal. No es la típica portada al uso como solemos entenderla; la actual la forma un arco de medio punto que a través de un pasaje desemboca en una pequeña plazuela denominada Plaza del Palau o de los Canónigos. Desde la plaza otra puerta de medio punto situada al fondo permite el paso a la galería este del claustro. Este espacio es consecuencia de una reforma efectuada en 1870 (siglo XIX). La plaza se abre además a viviendas adosadas a los muros del claustro. Se pueden ver algunos elementos (contrafuertes) del antiguo palacio episcopal románico que se encontraba aquí situado.

Destaca en la plaza un grupo escultórico en uno de sus muros, conocido como el Cristo del Palau. Realizado en piedra, en su base figura el escudo de la familia Soldevila. Está fechado entre los siglos XV o XVI.

Claustro De planta trapezoidal, fue realizado en el siglo XIII y XIV por los canónicos de San Agustín. Sus cuatro galerías se abren al patio interior por arcos apuntados que apoyan en columnas de fustes cuadrilobulados y capiteles lisos exentos de decoración. Esta afirmación queda fuera de lugar en la panda sur, ya que en este lado dos capiteles a modo de impostas están decorados con escenas historiadas con representaciones de la Pasión de Cristo. Estos capiteles denotan una influencia tardorrománica y tal vez pudieran ser aprovechados del anterior claustro románico. Las impostas se corresponden con el arco de entrada al jardín central del claustro y representan en su lado derecho: la entrada de Jesús en Jerusalén, la visita de las tres Marías al sepulcro, la aparición de Jesús a los apóstoles en Emaus y a un grupo de soldados con cotas de malla, y en el lado izquierdo: Jesús delante de Pilatos, el descendimiento de la cruz, la matanza de los Santos Inocentes y una escena sin identificar. La cuatro arcadas del claustro apoyan a su vez en un zócalo corrido alrededor de todo el perímetro claustral, a excepción de la entrada antes descrita.

Las pandas se cubren con cubiertas de madera; en los ángulos de cada galería un arco apuntado sirve de refuerzo en la transmisión del peso de las arquerías. La cubierta superior de las galerías es plana en forma de terraza y es posible deambular por ellas.

En el centro del patio encontramos un pozo, que si bien es cierto se conoce su existencia desde la construcción del claustro, el actual procede de la desaparecida Casa de la Ciudad y esta datado en 1545 (siglo XVI), según se desprende de la inscripción existente en el mismo.

En las paredes del claustro podemos encontrar numerosas lápidas funerarias correspondiente a canónigos de la Catedral en su mayoría o beneficiados de la misma. Abarcan un largo periodo de tiempo desde el siglo XIII al XIX y son bastante numerosas. En el lado este encontramos en el interior de un arcosolio la urna funeraria empotrada en la pared Pere de Taià, muerto en 1206 y considerada la mas antigua del claustro.

Alrededor del claustro se situaban las dependencias de la antigua Canónica catedralicia: en el lado norte se sitúa la Catedral, en el lado sur el refectorio, en el lado este la Sala Capitular y los dormitorios y en el lado oeste la vivienda del prior.

En las galerías oeste y norte existían capillas hoy desaparecidas, principalmente por la construcción de la catedral gótica en su lado norte y por la construcción de la Capilla de la Virgen de la Cinta en su lado oeste. En la galería este donde se encontraba la Sala Capitular esta ha desaparecido al construirse sobre ella la Capilla del Santísimo. Las dependencias del lado sur permanecen (dormitorio de los monjes y refectorio) y en la actualidad están habilitadas como salas del Museo Catedralicio.

Un elemento de interés del claustro en su lado sur es una ventana bifora con dos columnillas lisas de pórfido y capiteles de decoración vegetal de época tardoromana o visigoda y que es el único vestigio de aquella época que queda.

También en este lado sur encontramos una lápida formada por tres círculos; es la conocida como la de los tres sellos (tres segells) en cuyo interior encontramos tres símbolos, una torre, una imagen de Santa María, y un hacha; y representan los tres estamentos de gobierno de la ciudad: el brazo civil, el brazo eclesiástico y el brazo militar o nobiliario. Según las crónicas a sus pies se reunía el Consell de la Ciudad antes de que se construyera la Casa de la Ciudad (lo que hoy sería el ayuntamiento).

También destacar los relojes de sol que podemos encontrar en el muro norte de la Catedral y en otros lugares visibles desde el claustro. Hasta un total de seis relojes de sol podemos visualizar y es que dependiendo de la situación del reloj, permitía saber la hora con exactitud independientemente del lugar donde se encontraba el astro rey. Todos los relojes son posteriores al siglo XVI.

Torre Campanario La actual Catedral no dispone de torre campanario, la misma ha quedado reducida a la minima expresión sobre el lugar donde debía ir una de las dos torres con que debería haber contado la fachada principal.

Su actual torre campanario es una pequeñísima torre de planta cuadrangular que se abre a los cuatro vientos mediante tres vanos formados por arcos de medio punto. La parte superior de la torre acaba en terraza plana.

Sus actuales campanas son las siguientes: en la espadaña: La Vedada de 1894. En la Sala de Campanas: Santa Bàrbara (1824), La Cordula Càndia (1995), La Cinta (1952) y cinco campanas de carrillón del reloj todas de 1940.

Otros elementos de interés

Entre los elementos más inquietantes de la Catedral, figura el subterráneo laberíntico de mas de 200 metros lineales de galerías, abiertas al público, con pequeñas habitaciones o habitáculos donde se guardan algunos elementos arqueológicos de la antigua Catedral. Durante la guerra civil de 1936 sirvieron de refugio a los habitantes de la ciudad. Fueron construidas en 1937 como refugios sobre o bajo algunas dependencias de la antigua Canónica románica, o aprovechando espacios de la antigua muralla romana.

Ficha técnica

Fecha de realización página: 15 de Septiembre de 2.009
Fecha última modificación:

Lugares de interés de Tortosa

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Fuentes principales consultadas:
La Catedral de Tortosa de Victoria Almuni i Balda y Josep LLuis i Guinovart (en catalán)
Banco de Imágenes y sonidos del Ministerio de Educación y Ciencia