Declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1978.
Por San Vicente de la Roqueta conocemos un conjunto formado por iglesia, monasterio y hospital dedicado a la memoria de
San Vicente Mártir. Del conjunto hoy solo queda
en pie la iglesia y el monasterio. La iglesia sigue cumpliendo su función religiosa como Parroquia de Cristo Rey, mientras que el convento
debidamente restaurado en 2017 está pendiente de uso. La actual titularidad del convento la ostenta el Ayuntamiento de Valencia mientras que el
templo es propiedad de la Iglesia Católica. El Hospital que tenía como titular a Santa María Magdalena se situaba frente al convento, en 1512 el rey Fernando el
Católico ordeno la unificación de todos los hospitales en un solo Hospital, con lo que nuestro pequeño hospital fue abandonado y posteriormente demolido.
Los orígenes de la fundación del Monasterio de la Roqueta
es controvertida, según cuenta la tradición en este lugar es donde descansaron los restos de San Vicente
Mártir. Alrededor de la tumba del santo se construyó en el siglo IV una iglesia o un "martyrium"; avala esta hipótesis el hecho de que
en la zona se encontrara una necrópolis paleocristiana fechada entre los siglos IV al VII, lo que dado las costumbres de la época puede significar que
el mismo se situara alrededor de un lugar santo. Fue de las pocas iglesias por no decir la única,
que siguieron cumpliendo su función religiosa cristiana
durante el periodo de dominación musulmana en Valencia, constituyéndose en el centro de la comunidad mozárabe de Valencia, situada
extramuros de la ciudad.
Según algunos autores en algún momento de intolerancia musulmana, los restos del santo habrían sido evacuados del Monasterio con el
fin que los mismos no fueran profanados. Se especula con la hipótesis de que fuera llevado a algún lugar de Portugal siendo el actual Cabo
de San Vicente el lugar de entrada de los restos en el país vecino. A partir de este momento el lugar secreto de enterramiento del santo se
perdió de la memoria colectiva. En definitiva nada se sabe que ocurrió con los restos del santo, en el caso de haber estado enterrado en este lugar. De cualquier modo
hay proyectos para realizar excavaciones arqueológicas que puedan confirmar que en la Roqueta llegaron a reposar los restos del santo.
En el
Museo de Bellas Artes de Valencia se encuentra un sarcófago de época paleocristiana conocido como "Sarcófago de San Vicente"
que según la tradición es el que guardó los
restos del santo. El mismo cumplía funciones de abrevadero para caballos, motivo por el cual en el fondo del sarcófago hay
un agujero que era el desagüe del mismo. El sarcófago fue llevado a finales del siglo XIX por los ingenieros militares que se encargaron de las obras en San
Vicente de la Roqueta hasta la Ciudadela, donde se utilizó como hemos comentado como abrevadero de caballerías.
Con la conquista de la ciudad de Valencia por el rey de Aragón Jaime I el Conquistador en 1238, este ordena levantar un nuevo conjunto formado por
una iglesia, un convento y un hospital que estuviera acorde a la
importancia y significado que el lugar vicentino representaba. El nuevo monasterio será habitado entre 1238 y 1255 por los benedictinos, con un
prior secular dependiente del Monasterio de San Victorián de Asán (Huesca),
entre 1255 y 1259 lo ocuparan los frailes mercedarios y entre 1259 y 1289 nuevamente los benedictinos. Desde esta fecha y hasta 1835
en que fue decretada la exclaustración; el monasterio quedaba al cuidado de los monjes cistercienses, convirtiéndose en un priorato dependiente
del
Monasterio de Poblet.
Durante los siglos XVII y XVIII se renovará la vieja fabrica gótica del siglo XIII y definitivamente en el siglo XIX se acometerán las últimas
obras que darán al conjunto de San Vicente de la Roqueta su aspecto definitivo. Su actual estructura se articula en un claustro cuadrangular en cuyo
lado sur se encuentra la iglesia, mientras que las pandas occidental y norte se eleva el claustro en dos pisos (planta baja y una altura), mientras que en
el lado oriental el claustro se eleva en tres alturas. La planta baja del claustro se abre el patio interior a través de arcos de medio punto entre
pilastras dóricas. Los pisos superiores se abrían al claustro a través de ventanas adinteladas cerradas por antepechos de forja a modo de balcones.
En la iglesia conventual
se conservó hasta 1837 el conocido como pendón de la
conquista que según la leyenda ondeó en la torre de Ali Bufat como señal de rendición de los musulmanes al rey Jaime I. El pendón pasó al
Ayuntamiento de Valencia donde todavía se conserva en el museo municipal. Se cree que por estas fechas también desaparecería el
sarcófago paleocristiano
que albergó el cuerpo de San Vicente como ya hemos comentado y que pasó a la Ciudadela como abrevadero para caballos hasta
que finalmente fue redescubierto y puesto en valor.
El conjunto monástico sufriría terriblemente durante la Guerra de la Independencia de 1808
y con la desamortización de Mendizábal de 1835 el monasterio entraría en franco abandono. En 1837 el Ayuntamiento ordena derribar
la cabecera de la iglesia y la torre que se encontraba en su base, con el fin de adaptar el templo al vial de la calle San Vicente, ya que la cabecera
molestaba para abrir la actual calle. El 9 de noviembre de 1838 el convento y su huerto son vendidos al industrial de la seda Pedro Henrich quien pretende abrir una fábrica
de hilados. Los herederos de Pedro Henrich lo venderán posteriormente al marqués de Tremolar.
En 1879 las monjas agustinas del
convento de san José y santa Tecla compran el monasterio al marqués de Tremolar y se instalan en el mismo. Estas habían
sido expulsadas de su convento situado en la calle del Mar por la junta revolucionaria de 1868. Con las monjas vendrían algunas
piezas traídas de su convento como el Cristo del rescate y la imagen sedente de san Vicente Mártir encarcelado, conocido como Sant Vicent
el Pobret. En la actualidad esta figura se encuentra presidiendo el retablo mayor de la parroquia.
De las obras de restauración para las monjas de San José y Santa Tecla,
se encarga el arquitecto Antonio Martorell Trilles que entre 1879 y 1881 efectúa las últimas modificaciones
en el templo dándole su definitiva fisonomía que es la que ha llegado hasta nosotros. La realización mas llamativa es la construcción
de una nueva cabecera formada por un testero plano para respetar el trazado de la calle San Vicente. De esta manera el crucero
y el transepto queda unido al presbiterio sin solución de continuidad. Además se construye una pequeña torre-campanario de ladrillo, se
renueva la fachada recayente a la calle San Vicente y se levanta la panda Sur del claustro ocultando y deteriorando parcialmente la portada
románica.
La fachada oriental recayente a la calle San Vicente se compone del testero de la iglesia, el cual tiene un óculo central y dos
puertas apuntadas de estilo neogótico
(una de ellas cegada); remata el conjunto un hastial triangular. Escrito en el muro del testero se puede leer:
Convento de Religiosas Agustinas de
San José y Santa Tecla, antes de San Vicente de la Roqueta.
El otro elemento de la fachada, es el muro exterior de la panda oriental del claustro,
formada por tres pisos con ventanas adinteladas y cerradas por verjas y una puerta abierta en el muro con arco conopial.
Esta portada conopial a través de una escalera permitía el acceso a los pisos superiores donde se encontraban las dependencias del prior y otras
estancias auxiliares (Archivo, dormitorio del prior, relicario etc.).
Otra puerta abierta en esta fachada y en la actualidad desaparecida era el acceso al convento.
Toda esta fachada actualmente es una recreación neogótica del arquitecto Martorell Trilles.
El campanario como ya hemos comentado fue demolido por lo que nuestro arquitecto construyó un nuevo
campanario de ladrillo y base
cuadrada, situado encima de la panda este del claustro. En el cuerpo de campanas encontramos en cada lado un vano sencillo formado
por un arco de medio punto. Además el convento dispone de una pequeña espadaña situada en el tejado de la panda este.
El nombre de las campanas son: "Sant Josep" (1923) situada en el campanario y la que guarda la espadaña María Juliana Clara (1804).
Al finalizar la Guerra Civil de 1936 las monjas vuelven al monasterio de donde habían sido expulsadas
y en él permanecerán hasta 1973 en que se trasladan a Picasent ante
el deterioro evidente del edificio. El ayuntamiento en primera instancia tenia previsto demoler el edificio, pero ante la creciente
oposición de los valencianos y de diversas entidades culturales por conservar el histórico edificio, la orden de derribo queda anulada
en 1978.
Iglesia-Parroquia de Cristo Rey
Como ya hemos comentado la antigua iglesia monacal ha quedado en uso como Parroquia de Cristo Rey. De
planta basilical formada
por una sola nave de cuatro tramos, capillas entre los contrafuertes,
coro alto a los pies,
transepto no sobresaliente en planta y
cúpula sobre el
crucero sin linterna y sin tambor. Adosada al transepto sur de la iglesia
encontramos la Capilla de la Comunión. Las naves se cubren con bóveda de cañón con lunetos.
En el siglo XVII se reconstruye la iglesia ante el estado de deterioro en que se encuentra y en la reforma se utilizan elementos de la
vieja fábrica. En este periodo es donde la iglesia adopta básicamente su actual fisonomía. En el interior pilastras dóricas sostienen
un entablamento. La escasa decoración se limita al esgrafiado de los fustes de las pilastras, el intradós de los arcos y el interior
de la cúpula del transepto.
En el presbiterio y bajo el ambón encontramos una
gran piedra rectangular que según se dice es parte de la muela de molino a la que fue atado
San Vicente Mártir y echado al mar. La misma conserva una inscripción con la fecha 1642, un texto que dice: "En esta pedra estigve ligat sen
Vicent Mártir" y tallados algunos elementos usados en el martirio del santo. La piedra de material calizo se encontraba en el monasterio, pero en los
trabajos de derribo del año 1837 desapareció del convento, siendo llevada a su casa por un feligrés de la demarcación de Ruzafa, finalmente el
bloque pétreo fue devuelto a su lugar de procedencia y en la actualidad se ha situado en el presbiterio de la parroquia.
El actual retablo realizado en 2014 en escayola a imitación del alabastro,
es obra del arquitecto Domingo Sánchez Zuriaga y el Taller de Arte "ANTIQUE".
Está dividido en tres calles y tres pisos. Para su construcción se han seguido los ordenes clásicos: en el
piso bajo, el orden toscano, el intermedio el jónico y en el piso superior el orden corintio. La casa central está ocupada por la figura de
"Sant Vicent el Pobret", en la casa superior imagen de Cristo Rey y en la casa inferior una copia en tabla de estilo gótico de la
Virgen de la Cerca
con el Niño entre dos ángeles. Flanquean la calle central seis paneles en bajorrelieve con escenas del martirio y muerte
de San Vicente Mártir realizados en resina. En la calle superior izquierda: San Vicente atado y azotado, debajo el tormento del ecúleo o del potro y
en la parte inferior el tormento de los garfios (original del antiguo retablo). En el lado derecho y en la parte superior: la muerte del santo, debajo
de esta escena San Vicente en el muladar protegido por los cuervos y en el nivel inferior el santo es echado al mar con la rueda de molino.
En el ático del retablo
Cristo en la Cruz. A la altura del ático se adivina la ventana que al exterior se corresponde con el óculo que podemos ver desde la calle en
el testero de la iglesia. El retablo que tenia la iglesia fue quemado durante la Guerra Civil Española y este a su vez procedía del
desaparecido Convento de San José y Santa Tecla demolido en 1868 y que las monjas habían traído en su forzoso traslado desde la
calle del Mar.
En el actual retablo se han aprovechado tres piezas originales del siglo XVII que trajeron consigo las monjas de Santa Tecla, en primer la figura
de Sant Vicent el Pobret que ocupa lugar destacado en el retablo, el escudo del arzobispo Aliaga que figura en lo alto del retablo debajo del
Cristo y el panel inferior izquierdo, altorrelieve en mármol con una representación de uno de los martirios de San Vicente Mártir, concretamente
el desollamiento del santo. Todos los demás elementos son de nueva construcción como ya hemos comentado.
"Sant Vicent el Pobret" es una figura sedente del santo, realizada en Italia en piedra alabastrina,
regalo del arzobispo de Valencia Isidoro Aliaga en 1639 a las
monjas agustinas de San José y Santa Tecla cuando habitaban su monasterio en la calle del Mar. Fue traída en 1881
junto con uno de los relieves que adornan el retablo mayor y un escudo en piedra con las armas del arzobispo. La imagen de San Vicente Mártir en
su advocación de "Pobret" fue restaurada en el año 2001. Cuando las monjas salieron de este convento de la Roqueta
en 1973 dejaron la escultura depositada en la parroquia.
A ambos lados del Retablo Mayor, pero sin pertenecer al mismo, encontramos dos imágenes elevadas sobre una repisa, la de nuestra derecha representa a
San Agustín, la de nuestra izquierda a
San José el esposo de la Virgen. En la pared de enfrente de San José, imagen de
Santa Lucía.
Cuatro capillas podemos encontrar en sus laterales, dos en el lado del evangelio:
Capilla de la Virgen de los Desamparados Centra el retablo una imagen de la
Virgen de los Desamparados. Se da la particularidad que en este caso el retablo obedece a una representación pictórica de arquitectura
fingida.
Capilla de Santa Rita de Casia centra el retablo una imagen de
Santa Rita de Casia. En uno de los muros laterales de la capilla acompaña a Santa Rita una pequeña escultura de
San Antonio de Padua.
Y otras dos en el lado de la epístola:
Capilla de la Inmaculada Centra el retablo una talla de
la Inmaculada.
Capilla del Sagrado Corazón de Jesús Centra el retablo una imagen del
Sagrado Corazón de Jesús. Sobre la mesa del altar una pequeña imagen de
San Vicente Mártir desprovisto de sus atributos martiriales.
En una pequeña sala en el transepto norte, podemos
encontrar una copia del sarcófago paleocristiano en el cual según la tradición, estuvo depositado el
cuerpo de San Vicente Mártir, cuyo original como ya hemos comentado se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia.
Claustro
Reformado en los siglos XVII y XVIII es una construcción de planta cuadrada y dos pisos. El inferior con pilastras dóricas y arcos de medio
punto, mientras que el superior esta cerrado y en sus muros se abren balcones rectangulares con antepechos de hierro. En la panda Este aún se levanta un
tercer piso en contraste con el resto de las pandas que solo tienen dos.
Cuando el monasterio estaba habitado, en el piso bajo se alojaban los servicios, el locutorio, el refectorio y el aula capitular; el primer piso
se reservaba para alojamiento de las monjas y el tercer piso noviciado y enfermería. Entre 2016 y 2017 se ha procedido a una total restauración eliminando los
añadidos innecesarios.
Entradas al templo
Dispone el templo de un total de cuatro portadas, dos en la fachada lateral Sur, una tercera a los pies del templo y una cuarta con acceso desde el claustro considerada
como la joya de la corona del monasterio.
La portada en uso es una de las situadas en la
fachada sur, que tiene su entrada por la calle San Vicente a través de un patio o plaza cerrada por una cancela.
Portada norte-Portada vicentina Joya de la Corona del Monasterio.
La portada Norte tiene su acceso desde el interior del claustro a través de la panda Sur, aunque esta puerta aparece en la actualidad completamente cegada. Se
trata de una portada adscrita al románico tardío y su correspondencia con el interior de la iglesia al estar cegada es una capilla sin ornamentación alguna.
Datada entre 1240 y 1287, se trata de una portada de medio punto abocinada formada por cuatro arquivoltas que apoyan sobra una imposta corrida con decoración
vegetal sostenida a su vez por tres columnas acodilladas a cada lado de la portada. Las columnas disponen de capitel troncocónico, fuste
liso y basa sobre pequeños zócalos. Sin tímpano, la única decoración que
nos queda es la de los capiteles con escenas relativas al martirio de San Vicente Mártir. En la actualidad la portada aparece completamente restaurada ya que con
anterioridad el estado de abandono era total. Antes de su restauración la parte superior de la portada se encontraba mutilada por la construcción del piso superior, actualmente
y después de la última restauración se ha mantenido el piso alto cara al claustro pero no se ha recuperado el suelo de este piso para no dañar ni entorpecer la vista de la
portada.
Colaboración fotográfica: Fotos de la portada y del claustro: © Marcos Buigues Metola
Los capiteles de la portada están muy deteriorados pero se pueden leer razonablemente:
de derecha a izquierda podemos ver en sus capiteles historiados las siguientes escenas: San Vicente azotado por dos soldados, el martirio
del aspa (el ecúleo), el martirio de los garfios (para desgarrar las carnes), el santo sobre una parrilla de fuego, San Vicente en la
celda con el suelo cubierto por cristales y cerámica
punzante y por último la muerte del santo mientras dos ángeles recogen su alma para llevarlo al cielo. A estos capiteles se les denomina capiteles
del ciclo de la pasión de San Vicente.
A destacar el distinto esquema compositivo de los capiteles de la derecha con los de la izquierda. Las figuras de los capiteles de la
derecha están separados por una pequeña columnilla que crean tres zonas, la central ocupada por la imagen del santo y las dos laterales para
los verdugos que lo torturan. Sin embargo las representaciones escénicas están enmarcadas en interiores que se remarcan por la presencia de
arquillos en la parte superior. En los capiteles del lado izquierdo este esquema compositivo de separación por columnillas desaparecen pero se sigue
manteniendo la representación escénica en un interior. Recordar que en la
Puerta del Palau de la Catedral de Valencia, las escenas de los capiteles también se encuentran separados mediante columnillas y que ambas
portadas son coetáneas.
Estado de la portada y del claustro antes de su restauración
Portada occidental
La portada de estilo románico se encuentra situada a los pies de la iglesia, está formada por un
arco de medio punto ligeramente abocinado, con arquivoltas que apoyan en
dos delgadas columnas, mientras que la arquivolta exterior o guardapolvo lo hace sobre ménsulas.
Destaca esta portada por la ausencia tanto en las arquivoltas como en los
capiteles de cualquier tipo de decoración figurada o vegetal al estilo de la arquitectura cisterciense.
La portada daba servicio a dependencias interiores del convento,
aunque en la actualidad hace funciones como un tramo más de la nave central. Está construida en piedra y los capiteles adoptan forma
troncopiramidal invertida. Se fecha hacia 1289, posterior a su compañera del lado norte.
Portada sur
En la fachada sur se abren dos portadas de arcos de medio punto, una de ellas es la entrada habitual al templo. La fachada ha sufrido una intervención
muy profunda después de finalizada la guerra civil. La puerta habitual de entrada al templo está formada por un arco de medio punto y la segunda
portada sigue la misma forma pero con la diferencia que en su parte superior y sobre una hornacina encontramos una imagen de
Cristo en posición sedente.
En un pequeño atrio interior que hay situado previo a la entrada al templo por la primera puerta mencionada, encontramos
tres campanas que han sido bajadas
del campanario ante el evidente peligro que supone la permanencia de estas en el mismo, las campanas fueron fundidas en el pasado siglo XX, dos de
ellas llevan por nombre San José (de 1923) y Corazón de Jesús (de 1948).
Capilla de la Comunión
Adosada al brazo del transepto sur, fue levantada en 1701 para acoger la Capilla de la Virgen de Belén.
De planta rectangular se cubre
con una cúpula sobre pechinas sin tambor ni linterna. En su interior pilastras de orden compuesto y decoración formada por florones, cancelas,
cabezas de ángeles y diversa decoración de tipo vegetal al estilo churrigueresco. El Retablo Mayor muy sencillo está presidido por una imagen de
Cristo Crucificado. La estancia se ilumina por ventanas adinteladas. En esta capilla estuvo colocado el Cristo del Rescate y el lienzo de Juan
Jerónimo de Espinosa que las monjas de Santa Tecla habían traído de su anterior monasterio y que en la actualidad se encuentran en la
Iglesia de San Esteban. Para conocer la historia del Cristo del Rescate tenemos que volver a la historia del
Convento de San José cuando aún
estaba en la calle de la Corona y cuando las monjas no se habían trasladado todavía a la calle del Mar ni al presente monasterio.
Ruta Vicentina de San Vicente Mártir por la ciudad de Valencia.
San Vicente de la Roqueta en el recuerdo
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