Arte prerrománico español
Arquitectura prerrománica
Visigoda y mozárabe

El título de esta página web, lleva por nombre arquitectura prerrománica, porque vamos a ceñirnos a este tipo de manifestación artística exclusivamente. Por arte prerrománico podemos entender muchas cosas, yo solo voy a dar unas pinceladas muy esquemáticas para comprender un periodo de la historia, que abarca el contenido de esta página.

Vuelvo a repetir que los conceptos son muy esquemáticos pero creo que muy claros, pero que la realidad no fue tan sencilla como aquí se cuenta, y es que en pocas líneas no se puede contar la realidad de un periodo que abarca varios siglos y en una de las épocas más difíciles y menos documentadas de toda nuestra historia.

Como punto de referencia partamos de la idea general de que la caída del Imperio romano se produjo en el año 476.

Si queremos poner un comienzo a nuestra historia, la pondremos en el año 507 cuando el rey godo Gesaleico establece el reino arriano visigodo en Hispania, después de tener que abandonar las tierras de la actual Francia. Desde este rey hasta el año 711 en que los musulmanes invaden Hispania, hay un periodo en el arte, que llamaremos visigodo. (Siglos VI y VII).

Con la invasión musulmana el arte visigodo desaparece, solo en el reino cristiano de Asturias, surge el llamado arte prerrománico asturiano que nada tiene que ver con el arte visigodo anterior, ni sufre influencias musulmanas por lo que es un arte genuino de una zona determinada y durante un periodo determinado.

Si en los primeros tiempos musulmanes en Al-Andalus la tolerancia con los cristianos era patente, a partir del año 850 la intolerancia hacia los cristianos es manifiesta, por lo que muchos cristianos que vivían en zonas de musulmanes (los llamados mozárabes) emigran hacia el norte, hacia las tierras del Duero, y establecen un nuevo tipo de arte que llamaremos mozárabe, que viene a ser una continuación del arte visigodo, con elementos musulmanes y elementos nuevos que anteceden al románico. A este tipo de arte muchos autores no lo consideran mozárabe y lo llaman arte de repoblación. El termino mozárabe nace con Manuel Gómez Moreno, cuando en 1919, apareció su libro "Iglesias mozárabes" atribuyendo a estos hombres venidos del sur el estilo arquitectónico que se da básicamente en la frontera del Duero, y en la zona cantábrica. Este periodo abarca desde mitad del siglo IX hasta comienzos del siglo XI, con la llegada del románico. Hoy día el término mozárabe aunque se sigue utilizando, hace referencia como ya hemos dicho al llamado arte de repoblación, donde se da una síntesis entre los mozárabes venidos del sur y los cristianos llegados del norte.

Pues después de esta historia, analizaremos en la medida de lo posible dos tipos de arte, el arte visigodo y el arte mozárabe, y con lo anteriormente dicho tendremos encuadrado el periodo de la historia en que nos movemos:

• Arte visigodo - Siglos VI y VII
• Periodo musulmán y arte prerrománico asturiano - Siglos VIII y IX
• Arte mozárabe o de repoblación - Siglos IX al XI

Arte visigodo

Construcciones visigodas más importantes de España:
Santa María de las Viñas Quintanilla de las Viñas Burgos
Santa Lucía del Trampal Alcuéscar Cáceres
Yacimiento arqueológico de Recópolis Zorita de los Canes Guadalajara
Santa Comba de Bande Bande Orense
San Juan Bautista Baños de Cerrato Palencia
Santa María de Melque San Martín de Montalbán Toledo
Ruinas de San Pedro de la Mata Sonseca Toledo
Yacimiento arqueológico de Pla de Nadal Ribarroja del Turia Valencia
San Pedro de la Nave El Campillo Zamora

Entre los mayores estudiosos de estos estilos y de esta época del arte hispano, se encuentran Manuel Gómez Moreno y E. Camps Cazorla (finales siglo XIX) y mas modernamente Pedro de Palol y Helmut Schulunk, entre otros. Sirvan estas líneas como homenaje, a todas aquellas personas que rinden su vida a un ideal y al estudio del mismo. El término prerrománico fue acuñado en 1938 por el francés Jean Hubert Martín.

Nacida en el seno mismo del Imperio romano, la Iglesia de Cristo sale a la luz en el siglo IV y comienza a organizar un arte a su medida, al principio adaptando las formas romanas preexistentes y creando después una estética propia que persigue trocar la universalidad imperial en otra de tipo espiritual.

No hay templos con las características hispano-visigodas antes del siglo VII. No se conserva nada de lo que pudo ser la arquitectura civil que nos pueda ayudar a comprender el arte áulico de la corte de Toledo.

Básicamente la arquitectura visigoda es un arte rural, de todos es conocido que después de la caída del imperio romano, la vida ciudadana romana casi desaparece, pasando la vida al ámbito rural. También hay que reconocer que prácticamente toda la arquitectura visigoda que ha llegado hasta nosotros se corresponde con edificaciones religiosas, pero ello no quita para que se encuentren restos de edificaciones civiles y militares en lugares de la península. Un ejemplo de edificaciones civiles es la creación de una ciudad de nueva planta como es la ciudad de Recópolis en Zorita de los Canes (Guadalajara) fechada en el año 578, que aún hoy se está estudiando y que refleja el estilo de vida civil en época visigoda. También podemos encontrar restos visigodos en ciudades importantes de la época como son Toledo (la capital goda) y Emerita Augusta (Mérida), pero básicamente lo que ha llegado hasta nosotros son templos religiosos en ámbitos rurales y datados casi todos ellos en el siglo VII. Lo que pudiera haberse construido con anterioridad bien pudo ser destruido por los musulmanes o reaprovechado en sus edificios, como por otra parte era norma habitual. Muchos restos de estos edificios, como son canceles, columnas, pilastras, capiteles etc. se encuentran distribuidos en los distintos museos arqueológicos de España.

Podemos diferenciar dos tipos de tradición en la arquitectura visigoda; una la tradición paleocristiana que comienza en el mismo momento de la entrada de los visigodos en la península hasta el siglo VII, donde se da un tipo de planta basilical de tres naves de tradición romana (siglo VI)

Entre las iglesias de las que tenemos noticias durante este primer periodo que hemos llamado de tradición paleo-cristiana (siglo VI), tenemos la de San Pedro de Alcántara en Málaga, la iglesia de Alcaracejos en Córdoba, la iglesia de Casa Herrera en Mérida y la iglesia de la Cocosa en Badajoz.

La otra tradición que es la que aquí estudiamos es hispano-visigoda, del siglo VII, donde los elementos visigodos e hispanos ya están consolidados. Se caracteriza por la aparición de los ámbitos bautismales, pórticos de entrada, ábsides contrapuestos, espacios eucarísticos (presbiterios separados por canceles) y funerarios, con la creación de cementerios en los alrededores de las iglesias, las gentes sencillas se hacen enterrar en el exterior; los nobles y el clero en el interior, y es que todos querían estar cerca de la divinidad cuando llegue el momento de la resurrección. Comienza así la tradición de los cementerios en los exteriores de las iglesias.

Será durante la primera mitad del siglo VII cuando se ponen las bases de las edificaciones más importantes que han llegado hasta nosotros, de este periodo no ha llegado nada. En este periodo aparecen las iglesias cruciformes inscritas en un rectángulo o dentro de una estructura basilical.

Características de la arquitectura visigoda

Los visigodos vencedores del Imperio romano en España, aportan en lo artístico elementos como el muro de sillería, el arco de herradura, la bóveda de cañón y la escultura figurativa y decorativa en los edificios religiosos.

Los materiales son reutilizados y corresponden a edificios y villas romanas en estado de abandono. Se reaprovechan sillares, columnas, y los capiteles de estilo corintio, de la época romana. A estos elementos hay que unir los propios creados por los visigodos a imitación de lo reaprovechado, pero muchas veces labrados de una manera más tosca e irregular.

La iluminación de los interiores se resuelve mediante la creación de pequeñas ventanas o saeteras para iluminar sobre todo el presbiterio. También se utilizan ventanas geminadas. Los vanos suelen ser pequeños ya que el abovedamiento de las naves obliga a que los muros tengan que ser gruesos y no hayan vanos de gran tamaño.

Con los visigodos se instaura el arco de herradura, que a su vez tomarán prestado los musulmanes aunque un poco mas acentuado. Se puede decir que los templos visigodos y más tarde los mozárabes son la apoteosis de los arcos de herradura, ya que su utilización es masiva en todos los templos de la época.

La presencia de esta forma de arco en los monumentos visigodos es problema importante, porque es fácil que los árabes aprendieron de los visigodos esta forma de aplicarla en sus propias construcciones. Falta todavía aclarar si el arco de herradura era un elemento local antiguo o había venido a la península con las primitivas influencias orientales o bien si los visigodos lo introdujeron como algo nuevo en España en el siglo VI. A esto último parece contradecir el hecho de que los demás pueblos germanos no emplearon este arco.

Las iglesias de modestas proporciones responden a dos tipos de planta: la basilical latina y la cruciforme griega (de inspiración bizantina). La planta de la iglesia puede ser de nave única o de tres naves y siempre con ábside, generalmente uno. Los ábsides con forma de herradura en el interior y rectos al exterior.

La escultura exenta, nos es completamente desconocida, los motivos escultóricos están unidos a los relieves de los capiteles. Predominan las decoraciones de tipo geométrico, espirales, círculos, rosetas, formas botánicas y figuras zoomorfas de animales estilizados. Pocas representaciones humanas en edificaciones muy determinadas como es San Pedro de la Nave y Quintanilla de las Viñas. La decoración en estos casos hacen referencia a escenas de la Biblia como por otra parte no podía ser de otra manera. Podríamos considerarlo como un antecedente de los capiteles románicos que siglos más tarde veremos en otro ámbito artístico.

La decoración en los muros de las iglesias esta compuesta por frisos tallados a bisel, con motivos geométricos que recorren grandes espacios en los muros de las edificaciones, tanto en el interior, como en el exterior, la utilización de bloques-capitel tallados y una clara influencia bizantina en la decoración de las iglesias. Los adornos de los frisos y cenefas están cogidos de las sedas y brocados procedentes del oriente.

El gran empleo en los frisos de racimos de uvas hace referencia a la eucaristía, mientras que los pavos reales significan la inmortalidad.

La orfebrería es otra de las artes en que los visigodos eran maestros, baste recordar aunque no sea objeto de este estudio el tesoro de Guarrazar y el de Donjimeno, así como la gran cantidad de cruces, fíbulas y hebillas que han llegado hasta nosotros.

Arte mozárabe o de repoblación

Construcciones mozárabes en España:
Santa María de Lebeña Cigorillo Cantabria
San Miguel de Escalada Gradefes León
Santiago de Peñalba Peñalba de Santiago León
Santo Tomás de las Ollas Ponferrada León
San Miguel de Celanova Celanova Orense
San Baudelio de Berlanga Casillas de Berlanga Soria
San Cipriano San Cebrián de Mazote Valladolid
Santa María de Wamba Wamba Valladolid

Al igual que como hemos hecho al hablar del arte visigodo, hemos de citar entre otros a José Camón Aznar y a Isidro Bango Torviso, como estudiosos de este tipo de manifestación artística. Valga también para ellos nuestro reconocimiento mas sincero.

Es un tipo de arte que abarca desde el siglo IX al XI.

Tras la invasión musulmana de la Península Ibérica y especialmente a partir del siglo IX, los cristianos del sur traerán al valle del Duero una nueva forma de expresión: el arte mozárabe, fusión en clave cristiana de las formulas visigodas y el suntuoso arte musulmán de los Omeyas.

Hoy en día los autores tienden a considerar que este tipo de arte podría considerarse como una fusión de repobladores del norte y mozárabes del sur, pero dando más importancia al factor repoblador norteño. Uno de los motivos para incidir en este factor es que dadas las características de sumisión de los cristianos en tierras musulmanas, por las cuales tenían prohibido la construcción de nuevos templos, difícilmente podrían tener los necesarios conocimientos técnicos para la construcción de templos de nueva planta.

Al igual que ocurría con el arte visigodo, tal vez sea la arquitectura la manifestación más importante del arte mozárabe. Y dentro de la arquitectura será la construcción de templos su mayor manifestación. No obstante hay que decir que el arte mozárabe también destacó en el trabajo de las miniaturas y las artes aplicadas.

Dentro de las características de la arquitectura mozárabe hay que indicar que las construcciones se fundamentan en la creación de nuevos edificios y la reconstrucción de aquellos que ya existían pero que se encontraban parcialmente destruidos o abandonados.

Cuatro elementos esenciales se dan en este tipo de arte: la influencia romana, la influencia bizantina u oriental sobre todo en escultura, la tradición visigoda y la influencia islámica.

Dadas las peculiaridades históricas de la época, en la que los cristianos astures se ven en la necesidad de repoblar las tierras semidesérticas del Duero, no es de extrañar que el afán repoblador y constructivo nazca de la creación por parte de los reyes y nobles de monasterios y centros monacales a los cuales afluirían con el tiempo gentes del norte y del sur. Nuevamente la iglesia es el factor primordial de la arquitectura de este periodo, de la repoblación y de la creación de nuevas villas y ciudades.

Dentro de los aspectos mas característicos de la arquitectura mozárabe habría que mencionar el uso del arco de herradura califal, más cerrado que el visigodo y frecuentemente encuadrado por un alfiz, propio del gusto del Islam. Es, incluso usual que en las dovelas del arco alterne la policromía, siguiendo el modelo de la propia mezquita de Córdoba. Las bóvedas de nervios y gallonadas, a modo de gajos de una naranja, propias también del arte musulmán del momento, son utilizadas igualmente con frecuencia por los mozárabes. Otro elemento que se detecta en muchas de estas iglesias es la existencia de aleros que sobresalen y que se apoyan sobre modillones de rollos.

La planta de los templos mozárabes suele ser de pequeño tamaño y si algo la distingue es su diversidad. Puede existir una sola o varias naves, si bien, en general, destaca la tendencia a la compartimentación de los espacios, es decir, la tendencia a subdividir la planta en pequeños habitáculos. Piensan algunos autores que ello pudo deberse a las propias necesidades de la liturgia mozárabe. Otros lo achacan a la impericia constructiva de estos hombres, que no eran capaces de cubrir con bóveda un espacio grande y por ello precisaban ir levantando pequeños compartimentos. Otra característica que se da en algunos edificios es la existencia de dos ábsides situados uno a los pies del templo y otro en la cabecera, es lo que se llama edificios contra-absidiados, y parece ser que tiene una cierta influencia siria o africana, patente en la proliferación de edificios contra-absidiados.

Los materiales utilizados son siempre fruto de los existentes en el lugar, suelen ser obras de mampostería con sillares en las esquinas, edificios de pizarra, de sillería o de ladrillo asentado en barro. Los muros interiores suelen estar enlucidos, no suelen ser excesivamente gruesos menos en aquellos lugares que tienen que soportar el peso de las bóvedas y ocasionalmente las paredes aparecen con pinturas murales.

Las ventanas suelen ser escasas, pequeñas, abocinadas, algunas veces geminadas y en otras tantas con celosías del tipo asturiano.

Las cubiertas pueden ser de una o a dos aguas, con armaduras de madera al interior o también de bóvedas de cañón, de aristas o gallonadas.

En líneas generales las características de las iglesias mozárabes siguen estos patrones, si no todos si alguno de ellos:

• Plantas muy variadas pero con tendencia a una disposición espacial muy compartimentada, como en la arquitectura hispano-visigoda.
• Bóvedas gallonadas y esquifadas, con nervios, de ascendencia árabe.
• Arco de herradura de estilo islámico, muy cerrada, con peralte de dos tercios del radio.
• Alfiz enmarcando los arcos.
• Pilares compuestos y columnas.
• Capitel corintio con collarino sogueado.
• Escultura a bisel de motivos geométricos (esvásticas, roleos etc.).